novedad envenenada - Universidad de Zaragoza

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N.º 35
PAS de la Universidad de Zaragoza
junio de 2005
NOVEDAD ENVENENADA
Justo a las puertas de las vacaciones y con el fin de que vayamos estudiando su contenido en estos meses, la
gerencia nos ha presentado la propuesta de un Plan de Empleo para el PAS. Bajando al detalle y hablando en
plata: es la privatización del Servicio de Reprografía. La tercera intentona que sufrimos en sólo cinco años, pero
en esta ocasión con una carga de inmoralidad que hiere: nos lo presentan como condición primera para abordar
cualquier reforma de la RPT que suponga aumento retributivo. Es decir, primero vamos a hacernos con la bolsa
que reportaría el despido de la veintena de interinos de esos talleres, hacemos cuentas de las pérdidas que ahora
sufrimos por la gestión pública y que dejarían de producirse al pasar a manos privadas, y con el montante
podríamos atender ciertas reivindicaciones que está planteando la plantilla. Un arranque perverso y envenenado
(porque las posibles ventajas de unos se sustentan sobre los perjuicios de otros) el de esta negociación de la RPT
que la gerencia inicia sin una línea de objetivos conocida. Incluso, para mayor decepción, desmintiendo sus
propios documentos, los que nos facilitó hace sólo cinco semanas, y que a la hora de la verdad ha pasado por la
trituradora del Taller Central de Publicaciones. Del contenido de aquellos papeles, apenas nada:
a)
b)
c)
d)
e)
ni propone actualizar la clasificación profesional
ni presenta un sistema de carrera adaptado a las peculiaridades de la institución;
ni se regula un plan de promoción en términos similares al proceso anterior;
ni se revisan las dependencias orgánicas o funcionales de las unidades que lo precisan;
ni se flexibiliza la jornada de trabajo para conciliar la vida laboral y familiar, etc., etc.
Puntos todos ellos sacados literalmente de la propuesta de aprovechamiento eficiente de los recursos que
llevaba su firma el 12 de mayo de este año y que, a nuestro juicio, debería ser el documento de partida para los
cambios que estamos dispuestos a asumir. Esta propuesta está colgada en nuestra página web
(http://wzar.unizar.es/sind/babel/varios/PropuestaGerente.pdf.) para quien quiera perder unos minutos en su
análisis.
¿ES EL ENGAÑO QUE PARECE?
A la vista de lo avanzado de esta iniciativa de externalización, hemos de reconocer el error de bulto en el
que hemos incurrido al fiarnos de que el calendario de trabajo que se nos marcó para abordar una revisión a fondo
de la plantilla tenía unos fines sinceros y no el mero entretenimiento, como parece. Ya no hay duda de que el
gerente, Rogelio Cuairán, que ha dejado pasar su primer año de mandato a la chita callando, ha cogido cierta
soltura en el manejo de las riendas del PAS y también en la tarea de la negociación sindical. Este Plan de Empleo
cuyo contenido es un “corta y pega” de los dos planes fallidos que le precedieron, se ha situado ahora en el centro
de la mesa de negociaciones y mucho nos tememos que va a servir como elemento para azuzar las disensiones
entre los sindicatos y para alentar las reclamaciones más peregrinas en tiempos de escasez económica, incluso las
fundamentadas en el rancio corporativismo de la administración o el clientelismo sin escrúpulos. Que en el día de
su presentación haya quien ponga el interés en cuánto será el dinero disponible con esta medida para ver si cubre
la demanda de tal o cual negociado, resulta penoso, pero también indicativo de unas malas artes por parte de la
gerencia que, ante el inicio de una reforma como ésta, está obligada a dar a conocer, con franqueza, los perfiles de
la plantilla del PAS que llevan en la cabeza. Y decimos esto porque junto al enterramiento de los cinco puntos
señalados arriba, y también contrariamente a lo expuesto en los documentos facilitados en mayo, se está
procediendo a la minoración de efectivos y a unos traslados forzosos en los centros de Huesca, sin que nadie haya
visto “el estudio en profundidad de las cargas de trabajo” que lo justifique (página 4 del texto citado) y sin sentir
la necesidad de informar a los representantes con alguna antelación como afirmaba en el mismo apartado de aquel
documento.
Queremos decir que si el pomposamente llamado por sus autores nuevo modelo de gestión nos introduce en
esta dinámica –de ocultación y de hechos consumados– en la que la vida de la palabra dada dura unas semanas,
estamos a las puertas de la puntilla final a la ya deteriorada moral de mucha gente. Y, todavía más, con el mensaje
recibido de que cualquier esmero por cumplir con nuestro trabajo (las funciones en vigor datan de 1989 y se nos
ha dicho que ya cobramos de más) carece de la consideración de unos responsables, para quienes todo está bien
como está. Salvo que somos demasiados y por tanto se sienten autorizados para redistribuirnos mediante el aviso
del motorista.
A nosotros nos parece intolerable que los cinco puntos recogidos en su propia propuesta de mayo hayan
desaparecido de su programa en la hora de las concreciones y se vean sustituidos por cinco fechas decisivas para
la amputación de un servicio público: el 15 de septiembre para la Elaboración de una memoria justificativa; el 15
de octubre para la Negociación de su contenido; el 15 de noviembre para su Elevación al Consejo de Gobierno; el
15 de diciembre para su Remisión al Consejo Social y cabe suponer, aunque en este caso no se explicita, que el 1
de enero para la Ejecución en los términos de su aprobación que es como textualmente reza el procedimiento a
seguir. A esto sí que se le llama determinación.
¿HABLAR PARA QUÉ?
La verdad es que las primeras señales de alarma de este proceder las tuvimos hace quince días cuando la
vicegerente nos dio a conocer un calendario de concursos con las viejas bases que hemos conocido hasta ahora y
que nos proponíamos modificar. Nos las daba a conocer precisamente en una comisión de trabajo, constituida para
ese fin, a la que Babel quería aportar un buen paquete de propuestas para revisar los procedimientos, los requisitos
o los baremos que tantos problemas han causado en los últimos años. Entendemos que el acuerdo de
funcionarización, que tan a rajatabla ha aplicado esta gerencia, fijaba en diciembre de 2004 el punto final a las
diferencias de trato para unos funcionarios u otros. Y que llegado 2005 era la hora de acordar cómo se asumía y
armonizaba esa multiplicación de escalas y especialidades que ha sufrido la plantilla, cómo se regulaba la
movilidad entre ellas, qué valor habría que otorgar en adelante al desempeño del trabajo en un puesto determinado
y cómo se evitaba la merma de derechos a cuantos han optado voluntariamente por permanecer con contrato
laboral. De la clarificación de estos aspectos nosotros hacemos cuestión de principios y, por ello, nos parece que
tiene bastante de burla precipitar unas convocatorias cuando no hemos concretado su contenido y si sus bases no
permiten concurrir a un grupo de personas.
A no ser que lo cuestionado sea el derecho mismo y también en esto la gerencia se desdiga de lo
manifestado, en varias ocasiones, al Comité de Empresa. Si volvemos a las andadas, si van a mantener esa
interpretación ciega y restrictiva de la norma general en la Función Pública, urge que se nos comunique para saber
a qué atenernos. Urge bastante más que remitir al boletín un concurso de traslados en pleno mes de julio.
Ya nos pareció una ofensa a nuestras entendederas la postura gerencial de hace dos semanas en la que,
decía, se le venía abajo el organigrama de personal si no cubría de inmediato un par de jefaturas o removía los
puestos más bajos de las bibliotecas. Aquellas presuntas urgencias no nos cuadraban porque las teníamos que oír
al mismo tiempo que la justificación de haberse saltado la oferta de empleo público de este año porque “no le pasa
nada a la institución”; las oíamos al mismo tiempo que continúa paralizada una oposición con miles de ciudadanos
expectantes; y al tiempo que, por ejemplo, enredan bajo la mesa con la de técnicos para las conserjerías, tras
meses y meses de haberse acabado.
A la vista de la privatización planteada y del apretado calendario para su ejecución, confesamos que las
piezas del puzzle comienzan a encajar y las incongruentes explicaciones sobre las prisas para llevar al BOA, en
plena canícula, las vacantes de las bibliotecas dejan entrever una finalidad: Esa veintena de vacantes, como otras
más, podrían constituir la alfombra para la reubicación, en otoño, de los oficiales fijos de reprografía.
HACER EL TONTO LOS MARTES
Con estos hechos, Babel va a replantearse si sigue colaborando en las comisiones de trabajo, las de los
martes, para las que estábamos citados hasta navidades y que en su día saludamos con tantas esperanzas. Hace
nada habíamos dado el visto bueno, junto al resto de sindicatos, a unos cambios para actualizar la normativa de las
listas de espera. Lo hicimos renunciando incluso a algunos planteamientos que hemos sostenido desde siempre y
tragándonos bastantes contradicciones porque, de verdad, de verdad que no tenemos ningún afán de quedarnos
siempre solos. Pero públicamente pedimos tiempo. Que la señora vicegerente ponga en el congelador el
preacuerdo alcanzado mientras no vuelvan las cosas a su punto de origen: A la propuesta de mayo de la propia
gerencia, a la discusión previa a cualquier publicación en el BOA de las condiciones para concursar, a la búsqueda
de un acuerdo sobre la redistribución de efectivos.
O se respetan unas normas limpias de actuación o no jugamos a hacer de comparsa.
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