Revista Encuentros. N.5 2014. Págs. 33 - 50 La Caverna de las Ilusiones Christian Rodway F.1 Resumen El presente trabajo muestra distintas interpretaciones del “Mito de la Caverna” de Platón, considerado por el autor como un lugar de encuentro entre la Filosofía clásica, la Mitología, la Psicología Junguiana y el Cine. Se exploran algunas implicancias individuales y colectivas reconocidas en algunas películas significativas en términos simbólicos, donde el mito platónico se percibe como su fundamento. Palabras claves: mito, caverna, cine, idea platónica y arquetipo junguiano, héroe, cinesofía, proceso de individuación Las películas, al igual que los mitos, son sueños colectivos compartidos por millones de personas durante la tarde de un sábado. Son síntomas de movimientos, de pulsiones en el inconsciente colectivo. Son historias multidimensionales, historias con muchas capas que pueden ir desprendiéndose en la medida que aprendemos su lenguaje: el lenguaje de los símbolos. Las películas son mitos cuya naturaleza es fiel al tiempo que representan: el tiempo del hombre. No hay dioses protagónicos, pero sí rastros de elementos numinosos en muchísimas de ellas. Ahora todo depende del hombre, de su auto-descubrimiento, y cómo esto influye en la “realidad” y en el devenir histórico individual y colectivo. Cine y Mito se relacionan no solo como las raíces y el follaje de un árbol, sino que también de maneras más literales. Dentro de una sociedad antigua, algo en apariencia tan simple como un conjunto de historias tradicionales tenía funciones de suma importancia para la existencia del individuo y la comunidad. En nuestro tiempo, el arte que nos ocupa también tiene funciones relacionadas con el medio en el cual se desarrolla. Si hacemos un breve ejercicio de comparación podemos ver amplias similitudes: 1 Ingeniero Civil, Diplomado en Psicología Junguiana 2011, Pontificia Universidad Católica de Chile. Autor de “Platón y el Cine” (Editorial Kier, 2009), y relator de talleres de Filosofía Aplicada, Mitología, Cinesofía y materias relacionadas. 33 La Caverna de las Ilusiones CINE2 Trascendente, sintetiza todas las artes, y su objetivo es atrapar la “vida” en movimiento y superar lo estático de la muerte. Culturización, es fuente de alimentación poderosa de ideas colectivas e individuales, apelando a las emociones a través de los sentidos. Social, en la época moderna es uno de los factores de creación de pertenencia a una cultura y al mundo. Validatoria, otorga “verdad” en el sentido de que lo filmado constituye “historia” y queda registrado para el futuro. MITO3 Mística, de reconciliación de la consciencia con lo que está más allá de su propia existencia. Cosmológica, que formula y presenta una imagen del universo. Sociológica, que valida o mantiene un orden social específico. Psicológica, que da forma a los individuos para que alcancen las metas e ideales de sus distintos grupos sociales. Pero lo primordial es siempre una buena historia que contar… Postularemos aquí que el primero que esbozó la idea de Cine fue Platón4, 2500 años antes de que los hermanos Lumiere espantaran a su audiencia parisina con la exhibición del tren llegando a la estación de París5. Veamos la razón de esta afirmación, aunque las intenciones de nuestro filósofo estaban lejos de “entretener”. En el libro VII de su conocido diálogo filosófico llamado “La República”, Platón nos cuenta el famoso “Mito de la Caverna”, que reproduce fielmente (desde nuestra consciencia moderna) las características de una sala de cine: 2 “Curso de Apreciación de Cine”, David Vera-Meiggs, Programa de formación interactiva, Pontificia Universidad Católica de Chile. 3 “El Héroe de las Mil Caras”, Joseph Campbell, Editorial Fondo de Cultura Económica, 1997. 4 Platón de Atenas (427-347 A.C.) fue discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles. Con él la Filosofía adquirió rigurosidad y cuerpo definitivo. Dejó una vasta obra escrita, y su academia duró 900 años, hasta el advenimiento de los emperadores romanos cristianos. 5 "L' Arrivée d'un train à La Ciotat", secuencia proyectada por los hermanos Lumiere el 28 de diciembre de 1895. 34 La Caverna de las Ilusiones De acuerdo con la figura, el mito nos plantea lo siguiente: existe un grupo de prisioneros en una caverna, encadenados de tal modo que solo pueden ver la pared delante de ellos. En esta pared ven y escuchan el pasar de objetos que en realidad son las sombras proyectadas por la luz de un fuego situado atrás, y que ellos no pueden percibir. Estas sombras están fabricadas por otros personajes, que se pasean con los objetos reales delante del fuego. Los prisioneros discuten entre sí, compitiendo por la explicación más satisfactoria para la realidad que perciben. Sin embargo, en el fondo discuten acerca de “sombras”. Platón no menciona por qué, pero uno de ellos se libera de las cadenas, se da vuelta y observa la luz, y vislumbra la salida, encaminándose hacia ella. A medida que asciende empieza a entender su situación, enfrentándose a un proceso de acostumbramiento de la vista a la luz, hasta que consigue salir de la caverna, comprendiendo la naturaleza de la realidad. A pesar de que no desea volver a entrar, lo hace llevado por el deseo de enseñar a sus congéneres lo que ha visto, aunque éstos no lo comprendan, e incluso intenten matarlo. No entraremos en detalles acerca de la gigantesca obra platónica (no en vano el filósofo inglés Alfred N. Whitehead decía que la filosofía occidental eran los pies de página de los “Diálogos” de Platón), sino que nos centraremos en la capacidad multisignificativa del mito. En palabras simples, un héroe escapa de una comunidad completamente sometida y engañada, atreviéndose a ir donde nadie se ha aventurado. En su viaje conoce la verdadera naturaleza de la realidad, y movido por su compasión, retorna a su comunidad para liberarla, a riesgo de su propia vida. ¿Cuántos argumentos cinematográficos se pueden recordar basados en esta trama narrativa? 1. Una interpretación filosófica Una primera interpretación es la filosófica, donde el mito plantea una revisión tanto de las estructuras de la realidad como de las formas de conocerla, incluso contradiciendo nuestra percepción ordinaria de las cosas. Platón presenta de modo gráfico su “Teoría de las Ideas”, la cual establece que la realidad está compuesta por dos mundos relacionados entre sí: el mundo sensible (la caverna), que es aquel que perciben nuestros sentidos físicos, y cuya característica es que es mutable, múltiple, perecedero, ilusorio, siempre en movimiento (noción que Platón tomó de Heráclito6); y el mundo inteligible (el exterior), que es aquel donde viven las ideas, “entidades” imperecederas, eternas, inmutables, y sobre todo, reales (noción que Platón tomó del concepto de “Ser” de Parménides7). La relación entre ambos implica que el segundo provee el modelo y el 6 Heráclito de Éfeso (544-484 A.C.), podríamos considerarlo como el filósofo del cambio. Es autor de la frase: “En los mismos ríos nos bañamos y no nos bañamos en los mismos; y parecidamente somos y no somos” (fragmento 49.a., “Los Presocráticos”, edición de Juan García Bacca, Fondo de Cultura Económica, 1996). 7 Parménides de Elea (540-470 A.C.), en contraposición a Heráclito, es el filósofo del “Ser”, cuyos atributos son su inmutabilidad, infinitud e imperturbabilidad. En su “Poema” escribe “El Ser es, el No-Ser no es” (línea I.2., poema ontológico, ídem). Platón titula uno de los diálogos tardíos con su nombre, y le retrata como un hombre que produce temor reverencial. 35 La Caverna de las Ilusiones sentido para los objetos del primero (existen millones de mesas en el mundo, pero solo una idea de “mesa”, que le da sentido a toda esa multiplicidad). Este mundo “inteligible” es captable con sentidos “no físicos”, principalmente con un pensamiento inspirado, incluso numinoso. El hombre, mediante un proceso filosófico llamado Dialéctica (una suerte de “talking cure” o cura dialogada), debe discernir lo ilusorio de lo verdadero, alejándose del mero juego de palabras con que la Retórica (que es el proceso filosófico que ejercen los encadenados) define y busca las causas de objetos que, en el fondo, son solo sombras en la pared. Debe encaminarse hacia el mundo de las ideas (salir de la caverna), para contemplar las causas verdaderas, y culminar en el proceso mayéutico de “dar a la luz”8 la verdad contenida en el alma. Este es el objetivo de la Filosofía, y la posibilidad de libertad para el hombre, principalmente interior. Es necesario destacar que Platón convirtió en protagonista de todos sus “Diálogos”9 a su maestro de juventud, Sócrates de Atenas (470-399 A.C.), quizás el mayor héroe en la historia de la Filosofía, a causa de su juicio y condena a muerte por defender sus principios. Constantemente, Sócrates se desplazaba por Atenas enseñando a los jóvenes a través del persistente cuestionamiento de las opiniones y los juicios a priori sostenidos por sus interlocutores10, mediante un riguroso ejercicio de la razón, no exento de ironía. El interlocutor lograba encontrar las respuestas filosóficas de esta manera, “limpiando falsos conceptos y prejuicios” en una suerte de alumbramiento interior, debido a que su alma, que conocía las ideas mediante su contemplación en el mundo inteligible antes de encarnar en un cuerpo mortal, lograba “recordarlas”. Salía de su propia caverna y contemplaba el sol de la verdad universal y objetiva. Este procedimiento conocido como “método socrático” puede verse en películas biográficas como “SÓCRATES” (Socrate, dirigida por Roberto Rosellini, 1970), o la puesta en escena del diálogo “EL BANQUETE” (Le Banquet, dirigida por Marco Ferreri, 1988). En muchas escenas de paseos o reuniones, Sócrates lanza una idea o pregunta inicial al ruedo pidiendo la opinión de los asistentes, dando inicio a un diálogo que persigue no necesariamente una definición precisa sino una apertura de conciencia. En forma más general, la adaptación cinematográfica de la novela de Jostein Gaarder “EL VIAJE DE SOFÍA” (Sofies Verden, dirigida por Erik Gustavson, 1999) presenta también el desarrollo de algunas ideas platónicas: 8 En el diálogo platónico “Teeteto” (Diálogos, Editorial Porrúa, 2009), Sócrates se refiere a esto de la siguiente manera: “Mi arte mayéutica tiene las mismas características generales que el arte *de las comadronas]. Pero difiere de él en que hace parir a los hombres y no a las mujeres, y en que vigila las almas, y no los cuerpos, en su trabajo de parto. Lo mejor del arte que practico es, sin embargo, que permite saber si lo que engendra la reflexión del joven es una apariencia engañosa o un fruto verdadero”. 9 Fiel a su primera vocación literaria y dramatúrgica, Platón prefirió el género literario del “diálogo” para exponer sus ideas, escribiendo 36 de ellos. 10 Un excelente ejemplo de método socrático puede verse en cada episodio de “House M.D.”. El arrogante, huraño y brillante doctor Gregory House somete a su equipo a un duro intercambio de opiniones, preguntas y respuestas, no exentas de insultos e ironías, cuyo objetivo es eliminar personalismos, prejuicios e ideas falsas en sus diagnósticos clínicos. 36 La Caverna de las Ilusiones MUNDO INTELIGIBLE MUNDO SENSIBLE Mundo de las Ideas (entes eternos,inmutables,reales) Mundo de las sombras (objetos perecederos, mutables,irreales) Mayéutica, Proceso filosófico del despertar del alma para contemplar las ideas Dialéctica, Proceso filosófico para discernir lo verdadero de lo ilusorio Retórica, Práctica filosófica que ejercen los prisioneros para definir los “objetos” que ven, pero que en realidad son solo ilusiones Y así como el psicólogo Carl G. Jung (a quien nos referiremos más adelante) estableció los tipos psicológicos de extravertido/introvertido, dependiendo de la preferencia de una persona por el mundo externo o interno, podríamos aventurar que, a partir de Platón y su estructura dual del mundo, se establecen los tipos filosóficos de idealista/realista, para categorizar la actitud filosófica hacia el mundo y su forma de entenderlo. 2. Una breve interpretación biológica Hablamos anteriormente de “contemplar el mundo de las ideas”, porque es algo que atañe directamente a quienes aman el cine. Tanto para Platón como para su némesis filosófico Aristóteles11, la visión estaba estrechamente relacionada con el conocer. Fiel a su enfoque “realista”, Aristóteles inicia su “Metafísica” de la siguiente forma: “Todos los hombres desean por naturaleza saber. Así lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad, son amados a causa de sí mismos, y el que más de todos, el de la vista. En efecto, no sólo para obrar, sino también cuando no pensamos hacer nada, preferimos la vista, por decirlo así, a todos los otros. Y la causa es que, de los sentidos, éste es el que nos hace conocer más y nos muestra muchas diferencias”12. En el diálogo “Timeo”, Platón declara, fiel a su planteamiento idealista y dual, que 11 Aristóteles de Estágira (384 – 322 A.C.) fue el mas famoso de los discípulos de Platón, con quien se disgustó por no haberlo nombrado su sucesor en la dirección de la Academia de Atenas. Despechado fundó más tarde su propia escuela llamada el Liceo, y fue el mentor de Alejandro Magno. Impulsó la Lógica, la Física, la Astronomía, la Biología y la Botánica, y se interesó por la Política, la Poética, la Ética, en otras palabras, por toda la fascinante variedad del mundo sensible, que pretendió estudiar, clasificar, modelar y explicar. 12 “Metafísica”, Editorial Grados, Madrid, 1977. 37 La Caverna de las Ilusiones “un dios inventó y nos concedió la visión para que observando los circuitos del entendimiento en el cielo, los utilizáramos para las órbitas del pensamiento en nosotros” 13, cosa que nos lleva a otra interpretación del mito, una muy evidente y muy curiosa que llamaremos “biológica”14, y que se refiere a la función del ojo y a la formación de imágenes en el cerebro. En este caso, una imagen vale por mil palabras: 3. Una interpretación Psicológica Otra interpretación del mito proviene de la Psicología Analítica fundada por el psiquiatra suizo Carl G. Jung (1875-1961). Jung postulaba que el aspecto consciente y el aspecto inconsciente de un ser humano debían entrar en una relación profunda e integrada, si se deseaba alcanzar madurez psicológica. El proceso a través del cual esto ocurre lo denominó como el “Proceso de Individuación”. Lo consciente y lo inconsciente corresponden en Jung a tres “realidades” psíquicas autónomas e interconectadas. La primera es (valga la redundancia) el Consciente, que “corresponde a la parte de la psique especializada primariamente en las relaciones con el mundo exterior. Aunque también puede volverse hacia el mundo interior para intentar recoger los aportes de los niveles inconscientes o captar su funcionamiento”15. El nivel consciente se encuentra en 13 “Timeo”, versión del griego de Oscar Velásquez, Ediciones Universidad Católica de Chile, 2004. Esta no es la primera o la única conjunción entre mito y biología. La investigadora Cecilia Beltrán de la Joseph Campbell Foundation ha profundizado en el mito del Génesis y el Árbol de la Vida de los cabalistas, para relacionarlos con la estructura, el desarrollo y las funciones del cerebro (http://www.jcf.org/new/index.php?categoryid=37&blogid=21). 15 “Los modelos terapéuticos de Carl Jung y de Carl Rogers”, Marco Antonio Recuero, Ediciones Universidad Católica de Chile, 2007. 14 38 La Caverna de las Ilusiones estrecha y compleja relación con la segunda “realidad” llamada el Inconsciente personal. Éste “se forma al curso de la ontogénesis e historia personal del individuo y está constituido por todo aquello que, perteneciendo a lo anecdótico e histórico del sujeto, no está asumido por su conciencia”16. Vale decir, los contenidos olvidados, los que no tienen la suficiente energía para “salir” a flote en la superficie de la conciencia, y aquellos que son reprimidos por la conciencia. Todos ellos se organizan en torno a los Complejos, “o contenidos psíquicos independientes de la conciencia, que pueden funcionar autónomamente y así llegar (o no) a estimular, inhibir o modificar sus producciones” 17. Los complejos se forman a partir de una fuerte experiencia emocional sumada a un aspecto significativo, cuya raíz es mucho más profunda, y que veremos enseguida. Numerosos autores se refieren a los complejos como “heridas psíquicas”, si bien no necesariamente se convierten en agentes psicopatológicos. Una manera de hacerlos conscientes es su “personificación”, vale decir, otorgarles una imagen y una personalidad, de manera de conocerlos y poder graduar sus influencias. Son como los personajes de nuestra película interna: la “máscara” o el personaje que actúa por nosotros en el mundo social; la “sombra” o nuestro antagonista o némesis interno; el alma o “ánima-ánimus” (la “mujer interna” en el hombre, o el “hombre interno” en la mujer, respectivamente) nuestro compañero o guía en la “aventura interior”; el “yo”, o el protagonista de dicha aventura, desde donde percibimos las circunstancias internas y externas de nuestra vida, el “si-mismo” o “self”, el centro más esencial de nuestra psique, que integra todos los demás, etc. Insistimos en que estas dos “realidades” pertenecen a la esfera personal. La comunicación entre las dos primeras realidades se da a través de los sueños, su lenguaje son los símbolos y sus mensajes son los mitos, y el propósito de esta comunicación, de acuerdo con Jung, es compensatorio, de manera de establecer (o más bien, restablecer) cierto equilibrio psicológico en el individuo. Es aquí donde debemos mencionar la tercera “realidad psicológica”, quizás la más “real” de todas. Jung (y en esto se diferenció de su maestro Sigmund Freud y de otras corrientes psicoanalíticas) la llamó el “Inconsciente Colectivo”, aquella realidad plena de contenidos universales, donde se encuentran guardadas, y se siguen guardando, todas las experiencias psicológicas de nuestra especie. Al respecto, Jung escribió que “las capas más profundas de la psique pierden la peculiaridad individual a mayor profundidad y oscuridad. Se vuelven más colectivas hacia “abajo”, es decir, al aproximarse al sistema autónomo de funcionamiento, para convertirse en universal”18. Estas experiencias se “archivan” enriqueciendo elementos primordiales que Jung denominó “Arquetipos”. Según Jung, “el concepto de arquetipo se deriva de la observación repetida varias veces de que por ejemplo los mitos y los cuentos de la literatura universal contienen siempre en toda partes ciertos motivos. Estos mismos motivos los hallamos en las fantasías, sueños, delirios e imaginaciones de los individuos actuales. Estas imágenes y conexiones típicas se designan como representaciones arquetípicas. Tienen, cuanto más claras son, 16 Ídem. Ídem. 18 “Recuerdos, Sueños, Pensamientos”, C.G. Jung, Editorial Seix Barral, 2009. 17 39 La Caverna de las Ilusiones la propiedad de ir acompañadas de vivos matices afectivos… impresionan, influyen y fascinan. Provienen de un arquetipo imperceptible en sí mismo, de una pre-forma inconsciente que parece pertenecer a la estructura heredada de la psique, y puede, a causa de ello, manifestarse en todas partes como fenómeno espontáneo” 19. Destacaremos tres ideas de la definición anterior: primero, la universalidad y atemporalidad de los arquetipos; segundo, son incognoscibles, y solo podemos percibir de ellos sus “imágenes arquetípicas”; tercero, su potencia afectiva es raíz en la formación de los complejos personales. Es fácil hacer la asociación con la potencia y la persistencia de las imágenes cinematográficas. Los arquetipos y sus representaciones son parte importante del éxito y el impacto de una película. Mientras más vibren en la pantalla, más resonarán en el interior del espectador: “In general, the degree of discrepancy between the objective reality of the image and the association to it indicate the extent of the complex *…+ The answer is that these very specific images bring with them an energy that contains a transformative potencial. The transformative energy is expressed by these very images, and no others. Thus, from the psyche´s point of view, the image is the carrier, par excellence, of energy”20. Jung reconoció arquetipos tales como el “Héroe”, la “Sombra”, el “Ánima/Ánimus”, el “Sí-Mismo”, el “Niño Divino”, el “Viejo Sabio”. Nos referiremos a algunos de ellos más adelante21. El concepto unificador de todos estos planteamientos es lo que Jung denominó el “Proceso de Individuación”: “Se trata, en principio, de una tendencia espontánea, natural y autónoma, de origen inconsciente. Constituye el paralelo psicológico del proceso de crecimiento y transformación corporal. Su meta es la realización plena de la personalidad total o, dicho de otro modo, la autorrealización del individuo. Implica el encuentro con el Sí-Mismo y, por lo tanto, el logro de una identidad única al tiempo que compartida en todo lo de más auténticamente humano que hay en cada uno de los individuos de la especie (...) Este proceso implica, por una parte, la diferenciación creciente de cada uno de los elementos de la psique y, por otra, también la armonización creciente entre ellos. Especialmente significativo es, en este sentido, el desarrollo de los pares de opuestos y sus interrelaciones e integraciones”22. Mucha investigación junguiana ha sido dedicada al paralelo existente entre el proceso de individuación y el mito del “Viaje del Héroe” y sus etapas, cosa que no abordaremos acá, pero sin duda es un importante lugar de conjunción entre Cine, Mito y Psique. Prácticamente toda película es una aventura emprendida por un héroe que sufre una transformación, cosa que abordaremos un poco más adelante. 19 Ídem. “The Way of the Image: the orientational approach to the psyche”, Yoram Kaufmann, Zahav Books Inc. NY, 2009. 21 Basándose en el trabajo de Jung y Joseph Campbell, el guionista norteamericano Christopher Vogler escribió el libro “El Viaje del Escritor” (ahora una referencia obligada para cualquier aspirante a escritor de Hollywood), donde reconoce estos y otros arquetipos que acompañan al “héroe” en su aventura, tales como el “Guardián del Umbral”, el “Heraldo”, la “Figura Cambiante” y el “Embaucador”. 22 “Los modelos terapéuticos de Carl Jung y de Carl Rogers”, Marco Antonio Recuero, Ediciones Universidad Católica de Chile, 2007. 20 40 La Caverna de las Ilusiones Observando la representación del mito de la caverna, encontramos algunas similitudes fuertes con los conceptos junguianos anteriores: INCONSCIENTE COLECTIVO Realidad psíquica constituida por los Arquetipos (en especial el SELF) INCONSCIENTE PERSONAL Realidad psíquica donde habitan Complejos como Sombra, Ánima/Ánimus, Máscara, etc. CONSCIENTE Realidad donde habita el complejo “Yo” PROCESO DE INDIVIDUACIÓN Integración de las Realidades conscientes e inconscientes, del Yo y el SELF, para alcanzar la madurez psicológica. Efectivamente, nuestro complejo más familiar (el “Yo”) tiene una mirada muy limitada de la realidad, teñida y condicionada por otros complejos más activos. Vive en su caverna, observando una realidad constituida por interpretaciones subjetivas (“sombras” de la realidad) del mundo y de sí mismo. Sin embargo (y producto, por ejemplo, de una crisis en la mitad de la vida), este “Yo” abandona su zona de comodidad, y emprende un viaje (una individuación, por ejemplo, gatillada por un proceso terapéutico) que le permite ir conociendo a los amos de su propia caverna, hasta diferenciarse de ellos e integrarlos, además de tomar contacto con las fuentes más profundas de su mundo individual, pero que son comunes a todo ser humano (los arquetipos). Con ello alcanza una suerte de “integración” de sus mundos, una “totalidad” psíquica que enriquece su vida (la salida de la caverna). Y probablemente su acción en el mundo será más amplia (un retorno a la caverna, simbolizando, por ejemplo, el caso de pacientes que se vuelven terapeutas). Según el analista John Beebe, “en nuestra vida individual solo podemos observar quizás una pequeña parte de todo un patrón arquetípico. La película nos da todo el patrón en un par de horas. La película nos hace sentir transportados de una experiencia personal en el sentido individual, a algo verdaderamente universal. Creo que ahí está el valor del arquetipo. Como un boleto de entrada a una perspectiva más amplia” 23. El profundo estudio de los arquetipos y las imágenes arquetipales hecho por Jung es un pilar fundamental de toda psicología del fenómeno artístico, y en particular para la Cinesofía. Toda película debe lidiar principalmente con las tensiones 23 John Beebe entrevistado en “La Sabiduría de los Sueños”, documental de la BBC, dirigido por Stephen Segaller en 1989, disponible en Youtube. 41 La Caverna de las Ilusiones Bien/Mal, Luz/Oscuridad y Protagonista/Antagonista. No existe relato sin esas tensiones24, y Jung lo ha ejemplificado muy bien en el proceso de individuación. La puerta de entrada a este proceso es el encuentro con el arquetipo de la Sombra (lo reprimido, no asumido o potencial en la psique), cuyo efecto está notablemente expuesto en películas como EL CISNE NEGRO (Black Swan, Darren Aronofsky, 2010), donde una ingenua y reprimida bailarina de ballet (interpretada por Natalie Portman) debe enfrentar su lado oscuro para poder interpretar correctamente al cisne negro de “El Lago de los Cisnes”. Un tratamiento muy interesante de la Sombra se ve en la trilogía de BATMAN filmada por Christopher Nolan. Allí apreciamos su integración y función positiva en el duro proceso de Bruce Wayne (interpretado por Christian Bale) para dominar a sus enemigos internos: el miedo y la ira, que proyecta en los negros murciélagos que viven en la caverna bajo su mansión. Una vez que triunfa sobre sí mismo, ocupa esos mismos símbolos para crear su arma más poderosa y restablecer la Justicia en Gotham City: el miedo que produce el oscuro Batman, la “sombra” de los criminales (“Conviértete en aquello que más temes”). Y si bien VANILLA SKY (Cameron Crowe, 2001) y UN MËTODO PELIGROSO (A Dangerous Method, David Cronenberg, 2011) también aluden a la Sombra, y muestran el proceso vinculado a la integración del arquetipo del Ánima25 (lo “femenino” en el interior del hombre) de forma notable, tanto en sus aspectos luminosos (la sensibilidad, la intuición) como oscuros (la inestabilidad emocional, la perversidad). En términos mucho menos abstractos y mas humanos, podemos ver un notable proceso de individuación en la película ganadora del Oscar 1999 BELLEZA AMERICANA (American Beauty, Sam Mendes). Su protagonista Lester Burnham (interpretado por Kevin Spacey) despierta del tedio y el vacío de su sombría vida laboral y familiar, al conocer a la sensual y provocativa Ángela, una amiga de su hija, en la cual reconoce a su “Ánima” (verdadera guía y dadora de vida), a través de los sueños y las fantasías eróticas que primero lo hacen revivir por dentro, y luego por fuera, al dejar su trabajo, y adoptar actitudes juveniles más vitales, como volver a escuchar el rock de su juventud y fumar marihuana. Pero no se trata de una simple liberación. En las escenas finales, que ocurren en una noche negra y muy lluviosa, en la casa familiar blanca y de puerta roja (colores de la integración alquímica), Lester logra integrar y diferenciar a Ángela de su “Ánima”, cuando ella le revela la verdad acerca de su condición de virgen. Ese proceso le permite además “ver” a las mujeres de su vida con imparcialidad y aceptación. Finalmente, muere en paz consigo mismo. Logra “salir de su caverna”. En la escena final, la voz de Lester nos habla desde un más allá donde se observan imágenes significativas para él, y cómo las deja fluir con amor y sabiduría. Su “Yo” se ha conectado con el Self (el arquetipo de la totalidad psíquica)… Sabemos que Jung tenía una fuerte influencia gnóstica y neoplatónica, y que Platón fue una inspiración constante para la Filosofía oculta medieval y renacentista, tan relacionada con la Alquimia, ciencia arcana favorita de Jung. Vemos aquí un puente de 2000 años entre el griego y el suizo (además de que es muy posible que sus tipos psicológicos fueran similares). Vemos también que ambos se movieron en ámbitos abstractos distintos pero muy cercanos (el filosófico y el 24 Heráclito escribe que “La guerra es el padre de todas las cosas, el rey de todas…” (fragmento 53, “Los Presocráticos”, edición de Juan García Bacca, Fondo de Cultura Económica, 1996). 25 Cuya contrapartida en la mujer es el Ánimus (lo “masculino” en el interior de la mujer). 42 La Caverna de las Ilusiones psicológico), para ambos el Alma era un concepto importantísimo, así como el sentido trascendente de la vida del ser humano. En ambos, el camino de liberación implica una suerte de “iluminación”. Para los dos, las causas primeras son entidades abstractas incognoscibles, captables a través de “imágenes mentales”. Y si bien son conceptos muy parecidos, hay una pequeña diferencia entre Idea platónica y Arquetipo junguiano: la primera existió, existe y existirá siempre, llena de contenido en sí misma e independiente del ser humano; el segundo se ha formado con las experiencias de toda la especie a través de la historia, está vacío de contenido y, en cierto modo, depende del ser humano para existir (activarse). En este último sentido, el gran director Stanley Kubrick puntualizaba que “The most terrifying fact about the universe is not that it is hostile but that it is indifferent; but if we can come to terms with this indifference and accept the challenges of life within the boundaries of death — however mutable man may be able to make them — our existence as a species can have genuine meaning and fulfillment. However vast the darkness, we must supply our own light”26. 4. Una interpretación escatológica La trágica pero plácida muerte de Lester Burnham nos da otra posibilidad de interpretación del mito platónico. La llamaremos “escatológica”, o el proceso de muerte y nacimiento a la otra vida. Citando uno de nuestros trabajos anteriores27: “Platón habla reiteradamente de estas cuestiones en sus diálogos, otorgando también al Mito de la Caverna una dimensión escatológica innegable. En su pensamiento es central la inmortalidad del Alma, demostrada dialécticamente por Sócrates en el más curioso de los momentos: justo antes de beber la cicuta. Es más, la reencarnación, que tantas personas asocian con los Yoguis hindúes o los Lamas tibetanos, es también materia de discusión y prueba positiva por parte de Sócrates en el diálogo llamado Fedón (lectura que recomendamos con fuerza): ¡por qué hemos de temerle a la muerte si siendo el Alma algo perteneciente a las regiones divinas (o mundo inteligible) sólo puede contemplarlas con sus ojos y no con los de carne, que se complacen y se dejan atrapar como Ulises por Circe en el mundo sensible! Por ello es que el verdadero filósofo se prepara toda su vida para ese momento. Todo se reduce a nuestro estado interno en el momento de la muerte. ¿Somos capaces de salir de la Caverna definitiva y contemplar la luz de las regiones superiores? ¿O debemos volver a entrar porque aún pertenecemos al mundo de las sombras, pues no rompemos definitivamente las cadenas?”. Presentamos a continuación el cuadro llamado “La Subida al Cielo” del famoso pintor neerlandés Jerónimo Bosch, “El Bosco” (1450-1516), y una de las ilustraciones que el famoso dibujante Gustav Doré (1832-1883) hizo para una edición de “La Divina Comedia”. Ambas figuras representan exactamente lo que el mito platónico significaría en el terreno escatológico, además de reproducir la famosa experiencia del túnel y el daimón que guarda este umbral, presente en los relatos de experiencias cercanas a la muerte: 26 27 “Stanley Kubrick: Playboy Interview”, Eric Nordern, 1968. “Platón y el Cine”, Christian Rodway, Editorial Kier, 2009. 43 La Caverna de las Ilusiones El concepto de “vida después de la muerte” es arquetípico en el ser humano. La muerte como disolución de la consciencia y la identidad en la “Nada” es probablemente una idea del materialismo de los últimos siglos. Pero la pregunta por lo que hay mas allá está lejos de ser extirpada, cosa que recuerda las tribulaciones existenciales y religiosas que Woody Allen28 expuso en HANNAH Y SUS HERMANAS (Hannah y sus hermanas, 1986). Así como el cosmos tiene su estructura arquetípica común a todas las civilizaciones (Cielo, Tierra, Inframundo), el proceso de muerte también parece tenerlo. En forma esquemática y simple, diremos que luego del traspaso llamado “muerte física”, se conservaría un grado importante de conciencia, la cual atraviesa un proceso cuya imagen arquetípica es el “túnel”, donde una serie de contenidos psíquicos liberados por el traspaso se manifiestan ante la conciencia como “deidades pacíficas o iracundas”. Luego se accede a un lugar donde, tutelado por un daimón o ángel guardián, la conciencia es sometida a un “juicio” que determina su siguiente etapa: un lugar “paradisiaco” para aquellos de conciencia más desarrollada, y otro menos favorable para aquellos que no poseen esa condición. Una diferencia cultural se produce acá, pues, en Oriente y otras tradiciones antiguas, este lugar es la vida terrena misma, a la que se retorna a través de la re-encarnación o metempsicosis; en el Occidente cristiano, ese lugar es el “purgatorio/infierno”. 28 La obra de Woody Allen está llena de referencias y chistes con respecto al Psicoanálisis. Sin embargo, la Imaginación Activa es una técnica narrativa importante para potenciar muchos de sus argumentos, tal como se aprecia en “Annie Hall” (1977), “Deconstruyendo a Harry” (Deconstructing Harry, 1997), “Alice” (1990), “Crímenes y Pecados” (Crimes and Misdemeanors, 1989) y “Recuerdos” (Stardust Memories, 1980). 44 La Caverna de las Ilusiones Gran parte de la imaginación simbólica y creadora del ser humano se ha ocupado en la búsqueda de una respuesta al proceso anteriormente descrito29. Y desde el Cine nos han llegado mensajes a través de películas tan dispares como EL SÉPTIMO SELLO (The Seventh Seal, Ingmar Bergman, 1957), MÁS ALLÁ DE LOS SUEÑOS30 (What dreams may come, Vincent Ward, 1998), ALUCINACIONES DEL PASADO (Jacob´s Ladder, Adrian Lyne, 1990), SIN MIEDO A LA VIDA (Fearless, Peter Weir, 1993), NUESTRO HOGAR (Nosso Lar, Wagner de Assis, 2010), las notables escenas finales de ALL THAT JAZZ (Bob Fosse, 1979) y en especial LA FUENTE DE LA VIDA (The Fountain, Darren Aronofsky, 2006), donde observamos tres historias distintas: un conquistador español que parte a Centroamérica enviado por la Reina a encontrar el Árbol de la Vida para salvarla de la muerte dictada por la Inquisición; un científico de punta que investiga una cura para el cáncer de su esposa a través de los componentes orgánicos de un árbol tropical; un ser que viaja en una esfera de cristal hacia una estrella moribunda, llevando un árbol en ella. Todas estas historias confluyen en la resolución del conflicto que no permitía al protagonista su acceso a una dimensión superior, producto del trauma por la muerte de su esposa, y el temor a su propia muerte. REGIÓN CELESTIAL Reino de Bienaventuranza, donde habitan seres espirituales, guías y modelos para el ser humano REGIÓN TERRESTRE Reino de Sufrimiento y Aprendizaje, donde los seres humanos Viaje arquetípico de la Muerte, donde se vive la experiencia del Daimón, el Túnel y el Juicio 5. Una interpretación más contemporánea Sin embargo, el mito de la caverna encuentra su expresión más potente en la trilogía de películas que se ha convertido (a nuestro juicio) en el gran mito de nuestro tiempo: THE MATRIX TRILOGY (The Wachowski Brothers, 1999-2003). 29 Carl Jung se ocupó de los aspectos psíquicos de este tema en su “Comentario Psicológico” incluido en “El Libro Tibetano de los Muertos” editado por W.Y. Evans Wentz (“Bardo Thodol”, Editorial Kier, 2009). Platón también se ocupa de esto en 3 ó 4 mitos donde relata la estructura del “Otro Mundo” y el viaje del alma, siendo el más conocido el “Mito de Er de Panfilia” incluido en la última sección del diálogo “La República”. 30 Esta película es un interesante ejemplo de re-escritura y re-interpretación de un mito clásico, pues relata la historia de un héroe imitador de Orfeo, esta vez triunfante. 45 La Caverna de las Ilusiones La estructura básica del mito es muy evidente en la primera película: los seres humanos viven prisioneros de una realidad virtual llamada “Matrix”, creada computacionalmente por una raza de máquinas, y que se confunde con la verdadera realidad. Uno de ellos, Neo (interpretado por Keanu Reeves), es “despertado y desconectado” del programa por los seres libres que viven fuera de la simulación virtual. Debe acostumbrarse a la nueva realidad y a su nuevo estado de conciencia, para volver a entrar y derrotar a Smith (interpretado por Hugo Weaving), el guardián de la prisión electrónica, para empezar el proceso de liberación del resto de los humanos. Neo se mueve constantemente entre opuestos en tensión, especialmente los de vigilia/sueño y realidad /virtualidad. Ocurre entonces una primera conjunctio o unión de opuestos, cuando toma consciencia de sí mismo y logra definir su identidad, la misma ya sea dentro o fuera de “Matrix”31, a pesar de ser asesinado virtualmente por Smith. Una máxima hermética dice que quien no haya encontrado su identidad no puede pasar la prueba de la muerte32 (recuerde el lector a Sócrates y sus palabras en el “Fedón”, que vimos en la sección 4). En la segunda entrega, Neo debe adaptarse a su nuevo nivel de consciencia y comprender y usar las leyes que rigen ambos mundos. Por ello, las tensiones de opuestos relevantes ahora son sincronicidad/causalidad de los eventos que enfrenta y ciclicidad/linealidad del tiempo. La gran resolución, la mysterium conjunctionis, se da en la tercera entrega. Tanto Neo como Smith se revelan finalmente polos en tensión (unidad/multiplicidad), cuya resolución es el “sacrificio” de Neo (al entrar por última vez a la “caverna virtual”), que permite el fin de la guerra, y el precario equilibrio (Tao) entre los dos 31 Luego de que en muchos de sus fragmentos Heráclito destaca el carácter dual del mundo, y la fuerza creativa de la tensión de sus opuestos, en su fragmento 89 escribe que “para los que están despiertos, hay un solo y mismo mundo” (“Los Presocráticos”, edición de Juan García Bacca, Fondo de Cultura Económica, 1996). 32 En la famosa entrevista hecha por Richard Evans a Jung en 1957 (disponible en Youtube), éste se refiere a una “forma de existencia psíquica más allá del tiempo y el espacio”. 46 La Caverna de las Ilusiones grandes demiurgos de la Matrix: el arquitecto (hombre de pelo, barba y traje blanco, racional, Yang) y el Oráculo (mujer negra, intuitiva, Yin). Como la última trilogía de Batman, la individuación de Neo parece ser un proceso llevado adelante desde la Sombra, por la constante y cada vez más numerosa presencia de Smith, y el tono oscuro general de las películas. Un símbolo quizás del lado oscuro de la tecnología que nos domina, y que recién estamos empezando a discernir como sociedad. Probablemente, los contenidos “luminosos” de internet están muy por debajo en número de los contenidos “oscuros”33. Sin embargo, los procesos individuales y colectivos avanzan, sin esperarnos. En este sentido, al final de la tercera entrega, y luego de la apocalíptica batalla final, lo que aparece recuperado bajo la lluvia es el Oráculo, la “panmater” de la Matrix, un símbolo del Anima Mundi, la gran alma del mundo, que cuando elige evolucionar (avanzar en su propio proceso de individuación), tracciona a todas las almas que viven en ella… tal como la deidad femenina “Eiwa” de AVATAR. A pesar de nuestra realidad sociocultural patriarcal dominante, el espíritu de Gea, Démeter y de todas las “diosas madres”, el “Ánima” colectiva, está muy viva y despierta… El mito platónico ha dado pie también a una serie de películas referidas a la manipulación de la realidad, por lo que está lejos de ser un tema agotado; tenemos por ejemplo DARK CITY (Alex Proyas, 1998), EL SHOW DE TRUMAN (The Truman Show, 1999), El PISO 13 (The thirteenth floor, Josef Rusnak, 1998), EL JUEGO (The Game, David Fincher, 1997), EXISTENZ (David Cronenberg, 1999) y EL ORIGEN (Inception, Christopher Nolan, 2010) entre otras. Todo lo anterior nos trae a la memoria una frase del director de cine más mitológico de las últimas décadas: George Lucas34. Como un aplicado y cercano discípulo de Joseph Campbell, Lucas resume nuestras apreciaciones en la siguiente frase: “Con Star Wars estoy contando un viejo mito de una forma nueva. Cada sociedad toma ese mito y vuelve a contarlo de manera diferente, relacionándolo con el particular ambiente en que vive”35. Pues bien, desde este punto de vista, el año 1999 parece haber sido un año con una fuerte pulsión en el inconsciente colectivo. Es el año de estreno de la mayoría de estas películas. El boom de internet, las comunicaciones instantáneas, las redes sociales, etc. están devolviendo al individuo la capacidad de decidir su destino, en una suerte de “salida masiva” de la caverna contemporánea, llena de sombras políticas, culturales, religiosas y sociales ya añejas. Desde el reflejo de la pulsión en la pantalla hasta su expresión cívica, ha pasado casi una década, pero este período de tiempo parece acortarse en nuestros tiempos. Hay un nuevo mito colectivo luchando por expresarse, y cuyo fundamento es el mito 33 De hecho existe la llamada “Deep Web” o “Internet profunda”, cuyos contenidos no son accesibles por los motores de búsqueda tradicionales al no poder indexarlos, y que se estima que es unas 500 veces más grande que la “Internet superficial” de uso común. La mitología cibernáutica la asocia con los contenidos más oscuros que los seres humanos pueden generar y compartir, algo similar a lo que se puede ver en la película “8 mm”, dirigida en 1999 por Joel Schumacher y protagonizada por Nicolas Cage. 34 He aquí una curiosa tensión de opuestos: con su fantasía épica espacial, Lucas es acusado por los críticos cinematográficos más puristas como el destructor del realismo crudo predominante en el cine norteamericano de los años 60 y 70. 35 “Mythology of Star Wars with George Lucas & Bill Moyers”, entrevista filmada en 1999, disponible en Youtube. 47 La Caverna de las Ilusiones platónico de la caverna. Si se menciona la palabra “Matrix” en cualquier parte del mundo, su significado, sentido y alcance es comprendido casi de inmediato36. La “salida de la caverna” es también parte importante de otra película más reciente, y que aspira a convertirse en otro mito contemporáneo: AVATAR (James Cameron, 2010). Jake Sully (Sam Worthtington), el protagonista, vive postrado en su silla de ruedas, y la experiencia de “vivir” en otro cuerpo y otra cultura, es para él, literalmente, una brusca salida de la “caverna” en que vive. Solo el tiempo dirá si el mensaje libertario de la película, que integra además el rescate y el empoderamiento de lo femenino y su relación con la naturaleza, alcanzan el impacto psicológico de The Matrix. 6. Consideraciones finales Si observamos cada una de las películas presentadas y su estructura platónica, subsiste también en ellas la idea de “viaje”, de punto de partida y punto de llegada. En cierto modo, de “conexión” o “relación” entre dos mundos, y el hombre como puente. El cine, como su reflejo, no es ajeno a esto. Es el séptimo arte (cosa notoriamente simbólica), y ocupa esta posición ya que es el que utiliza, sintetiza e "integra" a las demás artes, potenciando con ello los objetivos del gran Arte. En el período clásico, su objetivo era la elevación espiritual del espectador mediante la experiencia estética (por ejemplo, el teatro griego asociado a los Misterios Eleusinos). Pero si el Arte moderno se aleja de esto, pretendiendo más que nada remecer, chocar, denunciar y clamar, ambos (arte clásico y moderno) intentan ser trascendentales, universales y transformadores. De hecho, una de las mayores inspiraciones para casi todo artista, grande o pequeño, es el hecho de expresarse para transformar. Transformación es un gran concepto, estrechamente relacionado con otro: Evolución. Y no es patrimonio materialista de Darwin. Somos darwinianos en la medida que no tenemos una conciencia desarrollada, y nos vemos arrastrados por la marea de la vida y sus circunstancias, en una suerte de proceso de individuación natural37. Evolucionamos si tomamos conciencia dinámica de nosotros mismos y del todo en el que estamos inmersos y relacionados, lo que en términos psicológicos equivale al verdadero “método peligroso”: el proceso de individuación consciente. En conceptos orientales, el paso del "mundo del Karma" al "mundo del Dharma". En términos míticos, el “Viaje del Héroe”. Desde la Cinesofía distinguiremos “transformación" de "evolución" a través de otra gran palabra: Sentido. En esto coinciden dos grandes nombres de la psicología: nuestro guía daimónico Carl Jung y el vienés Victor Frankl. Para éste (fundador de la Logoterapia), el hombre es movido por una "búsqueda de sentido". Para Jung el proceso de individuación conduce 36 Cosa similar ocurre con el concepto de “La Fuerza” de la trilogía Star Wars, equiparable al Ki y Chi orientales, la Heka egipcia, y también a la perspectiva junguiana de la energía psíquica o Líbido. 37 En “Respuesta a Job” (Fondo de Cultura Económica, 1998) Jung escribe: “En la medida en que este proceso [de individuación] se realiza, por lo general de manera inconsciente, como lo ha hecho siempre, tiene el mismo significado que tiene la bellota para la encina, la ternera para la vaca y el niño para el adulto. Pero si el proceso de individuación se hace consciente, la conciencia tiene que enfrentarse al inconsciente y encontrar un equilibrio entre los contrarios. Como esto no es posible lógicamente, la única solución son los símbolos, los cuales hacen posible la unión irracional de los contrarios”. 48 La Caverna de las Ilusiones al Sí-Mismo, pleno de sentido38. Y, probablemente, esta búsqueda es el motor que permite “salir de la caverna”. Con el Mito de la Caverna, Platón va más allá de una simple “teoría del Conocimiento”. Avanza hacia un plano más trascendente, en el que el deber del hombre es “liberarse” para “conocer”, emprender el viaje que lo hará conocer la esencia y la verdad de las cosas39. Es ahí cuando el hombre comienza a filosofar, y toma el camino hacia las verdades que esa vivencia le permite intuir. Platón hace depender esta liberación exclusivamente del ser humano. Más exactamente, de su interioridad, de la calidad de los recursos interiores de que dispone, del nivel de evolución de su alma. Con esto, la noción de proceso de liberación y su culminación en la experiencia directa de la Verdad aparecen por primera vez en la Filosofía clásica. Si recordamos también aquello escrito en el Evangelio de Juan 8:32, “la verdad os hará libres”, vemos cómo el Mito de la Caverna emerge constantemente en las creaciones cinematográficas más populares porque el ser humano posee instintivamente un anhelo de libertad, una pulsión de “liberación” que se expresa a través de un proceso arquetípico, uno de cuyos símbolos más potentes es el mito platónico. Mircea Eliade escribió: “Los hombres tendrán, pues, la tendencia a hacerse arquetípicos y paradigmáticos. Esta tendencia puede parecer paradójica, en el sentido de que el hombre de las culturas tradicionales no se reconoce como real sino en la medida en que deja de ser él mismo (para un observador moderno) y se contenta con imitar y repetir los actos de otro. En otros términos, no se reconoce como real, es decir, como “verdaderamente él mismo” sino en la medida en que deja precisamente de serlo. Sería, pues, posible decir que esa ontología “primitiva” tiene una estructura platónica, y Platón podría ser considerado en este caso como el filósofo por excelencia de la “mentalidad primitiva”, o sea, como el pensador que consiguió valorar filosóficamente los modos de existencia y de comportamiento de la humanidad arcaica”40. En tiempos de cambio de paradigmas como los que estamos viviendo, esta cita es una invitación a recuperar la cosmovisión de Platón, y un camino para lograrlo es el que trazó Jung. Podemos aventurar que para ambos, Filosofía, Mitología y Psicología eran vecinos muy próximos con un objetivo común: desentrañar el porqué de las cosas, las causas primeras. Y el Arte, en especial aquel ligado a la imagen, es, en cierto modo, quien les permite expresarlo más poderosamente. Terminaremos con la atrevida declaración del teórico del arte Herbert Read41: “las artes han sido los medios por los cuales el hombre ha podido comprender paso a paso la naturaleza de las cosas. El arte nunca ha sido un intento de aprehender la realidad como un todo –eso está más allá de nuestra capacidad humana-; no ha sido siquiera un esfuerzo por representar la totalidad de las 38 De hecho, el destacado sinólogo Richard Wilhelm, autor de la más notable traducción del clásico libro sapiencial y oracular “I Ching”, tradujo Tao como Sentido. 39 Para los griegos, el concepto de “verdad” era la Aletheia, asociado a un proceso de “desvelamiento” o revelación de algo. Aletheia es la raíz del nombre “Alicia”, la clásica heroína creada por Lewis Carroll, cuya historia es también un proceso de “liberación”. 40 “El Mito del Eterno Retorno”, Mircea Eliade, Emecé Editores, 2001. 41 “Imagen e Idea”, Herbert Read, Fondo de Cultura Económica, 1957. 49 La Caverna de las Ilusiones apariencias, sino que más bien ha sido el reconocimiento fragmentario y la fijación paciente de lo significativo en la experiencia humana. La actividad artística podría por tanto describirse como una cristalización, a partir del reino amorfo del sentimiento, de formas significativas o simbólicas. Sobre la base de esta actividad se hace posible un “discurso simbólico”, y surgen la religión, la filosofía y la ciencia como modos del pensamiento. Esta es una afirmación realmente osada, ya que otorga al arte el primer lugar y la función primaria en la evolución de todas las facultades superiores que constituyen la cultura humana”. 50