Alfonso Hernónüe;z DON CAYETANO C,a¡tút EL INFORDIAL ALFONSO HERNANDEZ CATA (188,-1940) Nació en,Aldeadávila de la Ribera, Salamanca. .tjspaña,et 24 de -iunio .rl 188t, á;;;&; il"ihl y madre cubana. Su infancia í transcurrenen Santiaso,deCuba "¿éf....*iI"""' ñ.rü-ü.-'lq ,¡or. 5u madre.,viuda, Io eÁvía a Erpr¡" p.i" en el Colegio Militar de Toledo como "rt"áiii teniente coronel del éjército .rp"Roi. hiü de-;" ñ, ,i*¡¿ a las ocho y media Cuando don Cayetano salía cada mañana paso colto' dejando atrás la nu' ¡er,i, del Monte y'.a ¿. *-*t"-¿. hasta la línea del carrito' cuantos ü..iff^ azul dá su veguero, ibá una estampa con él teñían la ilusión de ver reanimarse ;;;;;; antiqua. rostro donde el """'11;;, armónico de miembros, de avellanado ;i:!"Ti#l'ry,.HJs:in.,Íx6Jl:'li.l,,er¡:,pa","iil y revistasespañolesy cuDanos, lnsresó en ra carrera consular v dip{gmáticá y r€p¡esentantede.Cuba-en diversos fue así harta ser embajagor. Se discure ,ü[aíse, n.iion"f¡ál¿ lj..g::,i aunque lrrerarra, él siempre proclamó;;;ñ;. Pero.sus novelas.y a¡entos no poseen nunca *'*" Iocatisra. El ambiente y ta póUtemZ;iü*- carácter oe nuestro país sólo aparece-esporádicamente en zus obras. Murió en un aoáíre á.;;il;" en Río de Janeiro, el 8 de noui._¡*tJJiqb. OBRA NARRATIVA Cuextos pasionales(1907). pelayo Goxzález - (1909). '^'-' La iuuentad de Aarelio Zatdíai (tgLL;.' Ias siete pecados (1919). Los lratos áidos (tgtS). de sulrir,(_r-920), I-¿aotaxtad ir--O;r'lísn. !! unalrr": mara mtjer (1922). l^a muerte flileaa (L922)I-a casa il.e tas finas (19-22). Líbto de nrr_ qínZ¡. (rezj). Et u"i2a_i-w*,rrÁ'<iéru¡. lt, yrazon P.:d,f prec iosas( re26) . H ai sri'ár3\i# \iitzoI . ¡v.Ii!?loeía " deMartí(t929).El sisante y t" ,¡ir'- débil (I%L). IJn cementerioei las Ait¡ltas tlslll. Cuatrolibras de lelicidad (L9r). Sn, *",ioir"' Santiagode Chile, 1938. (Sus obras "-y:?t, ¡t¡teriofes estríntodas edit¿d¿sen lvfad¡id.) ;;,'il;;'; ;i ;;;ñ;;'!o;'9 el realzando blanqueaban de casi charoladaalbura' su negro vlvaz cle ros t-l,ot ton su- {lu"s su sonrisaniña a la que daba ;;;¿i' á"i'r flexible' v ;;i;;;';; o del li;ltát;it ; demandade la volanta ..rndiente ¿. ",ü^ "dud eléctrico' quitrín '"^iü;-r;y no del vehículo por:u lor ru,g*-tardinalesdel criollo' Y evocadas j:rynr**J:"HoilT':"" riltT.:*::m;tl¡" i". f".-t|"" desi'n'gtn 'olu' Lo mismo.podía concebírsele el.áureo encaie de "tu '"bff;i;;;;;;.,i gotitt" v i^ -constelada plesada Ia diestra ;:"ffil;'.tp"¿t,'t"t án guuv"bera de de estrellas levantado por delante para moscinco puntas, rnu.nt'J y 'o*bit'o li alesria dé l^ fu' bajo la escaraDela' ;;;; cantado en un b-ohlo' "i'.i"; -El nrño sabe a guanábanay u o'o"'i buenos -decía con arrobo la pero sabe también ;J"t"J1tt'¿i"t " casa' para la cual guarnesra casi .".,r.nu,,u,"t;i;;;*ñ",de.la rntantll'.' daúa siempre don Cayetano algo apellido á"-tt'ut lo mismo que..de.su De este f.lir, .ntlffit que sólo de una cosa uur-, Áir..t uurt.,a, est;ba él tan cgnjen-to Su óadre' arruinadoen por igual ,e ,rfan,b"tle*t; iot*uli¿u¿'. a España'<<Traretiiarse al t'titntiu la guerradel 68, t. ; üi; masechaluegola vida sa sálibatresveces;;;""^¡;;i,r-p.lub.u; -solía de*le' Y estade?;l*r a ella' pues> ;"'"i;;;;";;;;. dio detrásde cada promcsa'él r;# dicacióna poneruu lt*' fortuna' la vez rehízo cautelay crédito,con los otros que ott^ 75 I' I rFl ALFoNso npnNÁ¡.¡osz c.atÁ DON CAYETANO n n t rl It i ^, Su formalidad llegó a. ser p_roverbial:<Lo ofrecido por don Cayerano, igual que tenerlo .n'1" ,nrnorr, d*í;;;;:; l"or.r, <<Palabra de Arrechavareta escritutu.o-pi"*;};;; -a. J.'olr", una segundacláusurarin ,.n.i-iu l-nü.io, dilucidadairrevocablemente,al terminar.un-trato y d..rr su s¡ o su no, extendíala diestra y ffazabaen el aire in"ii'ü-r¡lü"" y" ,i.rp;';;;:;r. a sus ojos. y este ademásera su signo notari"r, ,"."áoiL'.r, absoft¡to>. Llegó a ser tan extremadaesta virtud, que andabaya en las fronterasdel vicio. opapalotes,-l;;;'; escribasson para tramposos))'aseguraba'y. como su viáa era erpecura,y u-f^rl.üiiár¿ ubérrimade Ia tierra daba un ñ;;; i.,ltri¿o de todasraq sabi durías del guajiro y de todas i.r-l"liii¿rils del colono, ,u, potreros medraron v sus trapiches,. .onuii,i..on en ingeniossin que nadie manchr.á .on d"r;;;;; il;;td;; su ause. sacudidasprecursorasde la erupción p"triótica del 95, Io _. ,Y: pusreron a prueba. Hiio de español,quiro srempreconservarse equidistantede Ias dos pasionei airr"'trrl.r, l#'r*'¿ir"¿)a tan palmariaque cuitasea su prudencia todasospecha de cuquería. Había casadoion cub"n",'; ffi;; éit eran cubanossus dos hiios¡ .m{s allá, lejos, iuntó a I", b.*r- norteñasdel Cantábrico, un viejecito que esperaba , l" n'u.rt. h.brl" ,.rrtido caer una hora ama¡gaen su ho¡a última si el menor de sus hi¡os _ios ;;;;';r_ tabanuno en.laArgentina y el ;d;1.,-]r._ur"lü:;";: aventurero hispánico_ hubiese"*levantado armas contra España. Fue una disvuntiva dolorosa, tan claramentedolorosa,que nadiepensóqu. í", .o.odidad., i"r'lágr. r el remora ros riessos dela manigua pero b";;;.;;ilffi;, Io retenían. teadapor relámDasos ". y" l* f,.chos, épJH: pasionales, no ya Ias prla_. bras: hastalos silácio, eran interpráudor; "" y tue inevitablepartir. ¿A dónde?A Españano: habría,iá;;;;petir en Ia riberaopuesta, y mucho más agudamente, el -ir_o fiobl.r". Se trasladarona Tampa y desde allí asistlerona los primeros arrebatosde la revolución. ya los-;;h;", crecían,y el alma se les iba por los labios. Don Cry.i*-no or"b" contenerlas 76 EL TNBOIMAL gatrióticas voces,que etan como la voz de su alma muda' Y un ái", .rry.ndo ir a buscarlos,en6ó en una- reunión pública en la qrrá ,rtt'ho,,,bre de frente vasta, de oios alucinadosy- palabra tan Jio"ro metálica como sedosa,plasmabaanrc la muchedumbrela i."g.n aún inexistentede la Patria' Al salir, despuésde los gritos de entusiasmo,rezagóseun gru' po en torno al tribuno' Don Cayetano10. consiguióSparta¡sey que adquirlan en ii*iJ *n .llor, bebiendo sedientolas palabras aún' persuasiva más iiintimidad una elocuencia -Quien no tengalibertad para dar su vida a la causa,,dé algo de su hacienda,o su pensamientoo su simpatla"' Sr el dine-ro no fuera estrictamentenecesario,pediríamosalmas nada más' La cuando es buena, cuando es santa.,necesitapor igual de *.*", iorrrirá, que de sangre. Hay que hacer virtuoso al inteligente y útil al tibio. Don Cayetanosentía que esasfraseseran dedicadasa él' La unción del ácentoen aquelpredicadorde exterminio dabaa cuanto decíaun sentidohumano,razonable,nec€sario,tietno' Para formar milicias parecla que el tono imperativo de fnigo de Loro]a, -ry frrese más eficazque aquel suavedeio que mfundfa ,rrrro "rrJ.rual, a las palabrasgraciade florecillas de ,rna sangreque puüera lavarsedespué¡' Y é1, que acasono hubieset gii¿"-al tattto áspero, segula dócil el eco de la voz seráfica. Tarde, muy tarde, logtó quedarsea solascon el cautivadorde ?l-as, y le dijo: -Yo no tengo übenad para ir a la gucffa; pero quiero,.conu.r, qu. no lo quiera Dios, quedo übre' ffibutr a ella.. Sialguna -Mañana le enviaréa usted tres mil pesos' iré... ¡Iré, palabra! -Gracias en nombre de cuba. Yo le remitiré enseguidaun recibo provisiond. _frfs, no... Nada de papeles. Ni yo se lo prometo^con€scrltutas. Ni quieto escriturasdespués.Tres mtl p€sos' ilJrcnor Y extendió la diesmapara poner su nibrica en el airc' n ALFONSO HERNÁNDEZ El noble rosrro de la frente y los ojos de la luz se aclaró con una sonrisa,y la voz se tornó jovial para decir, mientras palmoteaban las manos: -iYa sé quién es usted! Don CayetanoArrechavaleta...Déjeme estrechar conffa el corazón ese pecho noble. He oído hablar tantl-no.., simo de usted, que me parece conocerlo. No se -" aoa,a, ¡Feliz quien logra hacer una leyenda de su hombría de breil E! di9 en que don Cayeranorecibió de Zamuz una carta de luto y pudo disponersea cumplir. su palabra de ir a la guema, yu hubiu muchos huesos heroicos en los iu-po, y un verdJr auroial efun_ díase del horizonte casi lleno aún de nocle, Fue¡on sólo seis meses de Íatigas y espe¡anzas. pero supo de los ca¡sancios, de la hamaca mecida .ntr" do, qui.bruhr.-h;, J. los sobresaltosdel tiroteo, de los galopesrudos, ¿" l* ulur,n^,'¿.f Íy.qo, de la sed, de la herida ,in ienáas, de la traición d. ñ-;;_ bladeras y. de algunos hombres, de los .o.to, reposos en las prefecturas, del maiz salcochadoy de los mangos u.rder. y .;;á; Ilegó la hora dichosa de enrrar en LaÍrabaia tras el Generalísimo, ni aun los que estaban en Ia manigua desde el primer momento pudieron dejar de tratarse de igual a igual. Al calmarseel hervor d9 los primeros gocesde la libertad, don Cayetano no quiso seguir en Ia eitela turn,]ltrror" y ya estéril de la guerra:.colgó su media cinta y su canana,dejó lás disputas de Ia ctudad y se marchó , enderezar su hacienda urrrrin^á orru-u"". Sólo su probidad y su formalidad consiguieron triunfar de los pescadoresde río revuelto. Gastó en deJlindes, utr.;o br^..ror, roturó, labró, sembró. Y fue la suya la primera .o...ú" cogida en tierra libre... Un año después el mar vegetrl de los .u¡iu.rul., ondulaba al paso de la brisa... Un año d-espuésy no antes: que aún en Ia tierra más próvida del mundo el buen-acero der arado traDa)amenos de prisa que el de las armas. 78 DON CAYETANO EL INFORMA] CATÁ Don Cayetano estaba contento... El azúcar subía, subía' Cada y las codicias de la vampircsa mes era un cuarto de centavo más, que adquirir. ¡Ah, si el ingenios fii¡át-Sir"., buscaba día tras día -y su agente era el más formal siendo ," hacía ilusiones ;;;.; Puesto que las dos mirlfico! negocio un a hacer iba ;;;;;1;i";podian los rebien sacos' mil de cñn sido habían zaftas ;ñ; enorme"' cantidad del trust yanqui ofrecer aquella ;;;;;r.;.t deber a los sin rico, rico en-dinéro, sin preocupaciones' iiú;;;.; tiemmuchode viaje irse e ürt.ort ¡Rico para poder ya descansar que .orno ion Ñi.ol¿s Castaños; rico para no importarle *l-ii.t y tuvieran Club Unión el en fuerte il; hit.t Bebito y Tano iugaran porque ya n9 tres .imáquinas> mientras él iba en el carrito..., se reuniría con el frrüf" gttgrr"f ¡Iba a ser rico!"' Aquella noche París> ' y a la maío, do, americanosen el tiRestaurant .g."i.'v tlg.to preciso' sido i7r," ,i!ul"nte, aún .uundo par,a éf no. habría la esüitura... de ¡Iba minuta dar la cÁa del ;;;;. iñ;" "óiurio'a ser rico! -a --La toda prereunión fue breve y, sin embargo, pesada' Contra Co,l insistí'r' quienes og"ttté y el' uiriJ.r, no .tu" don Cayetano ^ <VLreoa martilleaban: americanos los y gangosas sus voces lentas a las nueve' para I der.toentendido que mañána"ulu, nu"ut"','ganntiza la operación"' Si el mar nosotro, .l Urr.o.'. -ity trank siquiera una opseñor quiere una cantidad a cuenta o firmamos ción...>> su palabra más que.todos Don Cayetanose enojó: <<¿No.valía el oio de, una,"o" se Por los anticipÁ y opcionesdel mundo? .rn piúo.'.^Y;-;t,"b" "' palnbra!ud^' ,v "udu,1á1l r:l de. don ug.n," debü explicarles en inglés la historia y el renombte. ;.";; p"rqu. lo, sajones se pusieron.en pie y se.deshicieron ¿"";;;* sin aüemirándole .t" unu curiosidad semiasustada' ;';;;t;t; formali las naufragan verse a decir que .n .t Áut á" lot business repetir: a ¿"¿o. V tod-íu al despedirsevolvieron . rr. iua-Nos ale$ramosde que usted sea así' tan caballeroso"' ñana a las nueve, en la notaría' Don Cayetano ,.gi.rO a su casa algo nervioso ¿El .to:to"^9" Sentrabaio de seguir ttnu ionu""ación artaiosa? h .;;¡t;-:El 79 ALFONSO HET,NÁNDEZ CATÁ DON CAYETANO EL INFON,MAL tfase pesado' No pudo reer er alcance der Diario segrin su costumbre. Abrió la veniana,.y.l olr; d.-i;rlt_in., del Cabo y de los heliotropos. concruvó dL turbarre.-i;",ñ; .i,nirilrJ,'lo,oe la precaución,rarísimasvecesprecisa,-d. pr.u.ni¡ para las siete. Contra sus.temoñr,.qrrádór.'J;;ñ;;";; el despe¡tador ff ñr, pero no dormido como siemprer ái¡ti.r.'q"e estuvieraen dific'rsimoequilibrio sobreesarrnea*rii'q* r"p"t. r. ,igiu" á.lrr.i.. Su olfato üferenciaba todos los perfumes frutales y florales del pado; susoios velan.ra;.*"r;;iJiila fr_esca der flamboyán, la luna quieta.que agusaba.l bl;;;;-;il;á; ,";;;'"í,"t;", una inquietud más intensa,uio puerta poco a poco, y ^vanz^t haciaél a un hombre .nu,r.iio-.n "brirr"-1, misteriosapenumbrade la cual sólo se destacabanú; ;;;;l""ir.nr.. Quiso lncorporarse. para cogerun arma, y no pudo. Un ademán aquietador, dulce, calmó .u "robrer"lao ' v una voz, balsámica también.empezoa hablarL ..;;;;;'.".p.r.f,.. - '- --r' ¿Dónde había él escuchado ya aquellavoz? Y la voz dijo: -¿Qué vas a hacer, don cayetano? cayeteno Arrechavareta, cubanohijo de u"r.o-r,,á.-.ulJ u), a ha..r? Tu palabra es tu orgullo, y la has dado; pero ;'a* l"-Ér, d;, p;;;;i* tuyo del todo. Vas uend.r olíll"l, * ñ;;.' ü;r'l .r,oo,", por un monte de oro sin ralces,de"oro,eue 9r9a. óyrr" y qui,"rr. en cualquier sitio, Ia sabanafértil y li,r^iad^,.i;i-;-;ll" Yumurí' y aquelsitio dondeur,-p"tá.iaiü;j" hermanito,o.r,oi d.l 'I*¿. "ilrnr..n er sueroIa est¡ella caída del ramaier som.b¡aJ"1.1, se refugian los njños,.. Has dadotu patabra... t;;;; irl, ya seha dicho: ou. <La lengul ha juradt, .l .l;; y tu palabra la , pronunciaIa boca,oero después1,á¡"igr.a" de habeila fraguadoi" ."""11.ilr. Mejor es, ní Io sabes,¿..i, noli.r*-ni.i utvt equivoqué>, que manteneruna palabraloca;.sobre todo una palabrainjusta,impura, deltctuosa .n .r. *.i cáü"';;;;ffi lu. .t quemuevejuzgadosy nota¡ías.,. No exagero. Antes me q,r.do corto, por esti. mación a ti. Vamos a- verr ¿podrlas dai tu palabra para vender tu apellido?Tu A*echav.l.ri., J.-r* pri; g) r ¿ ,._"ir¡"r, ü tienes en préstamo. Puesla tiema también. La tierra es para los abuelosy p^r^ los hijos. Está abonadacon hueso, d; ;;;;;;* tas nl¡estros,regadacon sangrey con lágrimas. Mienftas tü peieabas por Las Villas, oros cr¡banospeleabanpor toda Ia tierra de Crrb", sobrela de tu haciendatambién. Como no somosgrandesy hemos luchadotanto, apenashay de SanAntonio a Marsllie'a ,i, -,r.rtos. _Las brumas que cubren tu haciendaen los crepúsculosson las ilusiones que cien generacionespusieron en ella, Si ahondas en tu.monte de oro, nada encontrarás.Si ahondasen tu sabana,en tu valle, en tu cañadallena por las tardes de sombrascolor vio, Ieta, hallarás las aguas lustrales de nuestro mar Caribe... No os ha bastadohacer de nuestro país un país diabético a merced del mercadovecino, y queréis hacer mercadode la tierra misma, de la .rgrra sagradacuya venta pueden echarosen cara desdeHatuey al último vástagode la última entraña cubanafecunda. ¡No, que no se-contagieel corazóndel oro de esediente que amarilleaentre tus labiosl No, CayetanoArrechavaleta, tú no, ¡tú no!... Luchaste por la iibertad; mas por la libertad hay que luchar en cadaminuto, de mil modos, y ahoru eres soldadode vanguardiaen el decisivo combate. La guerra no empiezanunca en la primera batalla ni acabacon la última... Ahora nos falta fundar, consolidar,combatr con Io peor de nosotrosmismos-vanidad y cólera- que queda siempreexacerbadodespuésde Ia pelea. Sé que has empeñadotu palabra,tu orgullo: y, sin embargo,hoy la nibrica de ru manoha de borrarseen el viento. Dejarásde serformalunavez: ¡gransacrificio! Pero pesaen la balanzaque todos llevamosen la conciencia,y pon de un lado el drneroy del oto los perfumesque te llegan,el aire que te envuelve,la camade tierra libre que reemplazaráun dla, para siempre,a esacamadondeahorareposas...¡No, tú no venderásel pedacitode tierraque es ruyo,casituyo!... ¡Cayetano Ar¡echavaleta, no venderás!...¿Verdadque tú no venderás? Un temblor angustiosorecorrió el cuerpo yacente. Otra vez quiso incorp,rrarse haciala aparición,y su bocadijo sin necesidad de palabras: -¿Quién eres tú que me hablasde ese modo? ¿Dóndete he oído antes?¿Por qué tu voz me remuevehastalo más profundo y -t Í LFoNso HERNÁN¡gz c¡rÁ pone en mi ser vibraclonesnuevas?Dime tu nombre...¿Quién eres? ¿Quién eres? La sombra sonrió dulcemente y respondió estas tres palabras luminosas,en un susurro: -Soy José Martí. Al trepidar el despertador una frazada cayó en repetidos dobleces sobre él hasta ahogar su repique. Con los párpadosmuy apretados, invocando un sueño lleno de grietas abiertas a la realidad, don Cayetano durmió hasta muy tarde. Fueron vanas las llamadas telefónicas de la notaría y las tres visitas del agente. Fiel a su orden, el criado de mano diio a cuantos vinieron a buscarlo que se había ido al campo. La noticia de la primera informalidad fue comentada con ese tono empavorecidocon que se habla de los fenómenosque vulneran las grandes leyes del mundo Y con la injusticia con que se exige todo de quien ya lo ha dado casi todo, bastaron aquellas horas para teñir con su sombra aparentetantos añosde vida inmaculada.oiQué te parece lo que ha hecho Arrechavaleta.>><<Yayausted a fiarse.r> .<Puedeque quisiera aún más plata.>r <No, eso no, impostble...>> Los financieros más expertos asegurabanque había hecho un mal negocio. Pero cada vez que algún indiscreto aludía a su incomprensible conducta, don Cayetanodecía: -Llámeme usted don Cayetano el informal. ¡A mí, sí: lo merezcol Prometí, y falté; di mi palabra, y no fui. Y sonreía con sonrisa feliz, cual sr por debajo de sus propias vituperacionesacariciaralo más hondo del alma un secreto inefable. 82 I