TEMA 8. LA PERSONA JURÃDICA. 1) Ideas generales.

Anuncio
TEMA 8. LA PERSONA JURÃDICA.
1) Ideas generales.
El sujeto de derecho no lo es sólo la persona individual, el hombre, sino también ciertas agrupaciones de
personas o de bienes, que el Ordenamiento jurÃ-dico eleva a unidad, para hacerlas centro de derechos y
obligaciones, es decir se personifican colectividades de personas y de bienes: al igual que existe la persona
humana, como sujeto de derechos, cabe considerar a esas colectividades como una unidad, distinta e
independiente de los miembros que la componen. Los Glosadores, cuándo hablan de universitas
(colectividad de personas o bienes) no la consideran como una unidad que se contraponga a sus miembros. El
paso decisivo lo van a dar los canonistas, que hablarán de que el recurso técnico será el de la ficción: al
igual que existen personas fÃ-sicas, hay personae fictae, al actuar a través de sus representantes (a través
de personas jurÃ-dicas). Los postglosadores acogerán esta doctrina que la difundirán luego ampliamente
los autores del siglo XVI. AsÃ- Duareno dirá claramente que la universitas es una sociedad de hombres,
constituida de forma tal, que aparece sólo como una persona única, diversa de cada una de las personas
individuales que la componen. Está doctrina va a recibir su espaldarazo de Savigny, de ahÃ- se va a difundir
a los modernos libros de derecho civil, e incluso al Derecho anglosajón. A esta teorÃ-a romanÃ-stica se
oponen vigorosamente los germanistas, que elaboran la teorÃ-a de la realidad social de las personas
jurÃ-dicas. Desde entonces hasta nuestros dÃ-as sigue la discusión sobre el tema personalidad jurÃ-dica.
La persona fÃ-sica actúa en su nombre, la jurÃ-dica en nombre de alguien. Gayo nos habla del estado y nos
dice que éste tiene sus propios bienes pero que son públicos (teatros, carreteras, puertos) Y esos bienes
son representados por personas jurÃ-dicas, en este caso, magistrados (ej. censor). AsÃ- los magistrados
llevana cabo las funciones del municipio.
Las fuentes romanas no tienen nada que ver con la construcción jurÃ-dica de la personae fictae lo que sÃhay que reconocer es que el inmenso material epigráfico y en los agrimensores, ocasionalmente se habla de
publicae personae o de persona coloniae. Por tanto, si no se quiere superponer conceptos modernos a las
fuentes romanas, hay que separar los dos aspectos siguentes:
• La realidad social romana, conoce agrupaciones de personas o de bienes, que se ofrecen como una unidad.
La realidad social es aprehendida por los juristas con los más diversos expedientes jurÃ-dicos y sometida
a regulación por las normas jurÃ-dicas de las disntintas épocas.
• El encuadramiento de esta realidad social en el marco jurÃ-dico de la persona jurÃ-dica.
2) Asociaciones y Corporaciones.
Las corporaciones son agrupaciones de personas, que tienen una finalidad permanente, y a las que el
ordenamiento jurÃ-dico considera como una unidad, es decir, como centro de derechos y obligaciones pese a
la mutación de los miembros que la componen. Los romanos no llegan a la construcción unitaria de las
personas jurÃ-dicas, pero tampoco el régimen jurÃ-dico de las corporaciones se nos ofrece como algo
uniforme.
−El Estado:
Lo que de entrada llama la atención es que los romanos no tienen una denominación técnica para el
Estado. Los romanos hablan simplemente de populus Romanus, no llegan al concepto de Estado como un
organismo que aparece frente a los ciudadanos mandando o prohibiendo. El Estado es simplemente la
colectividad organizada de los ciudadanos. La denominación res publica (cosa pública) es más bien el
patrimonio del Estado. El Estado se rige por el ius publicum y no por el ius privatum, asÃ-, es evidente que el
1
Estado no puede intervenir ni en una mancipatio, in iure cessio, o en una stipulatio, actos todos ellos, de
Derecho privado. En el principado la aparición de la figura del princeps como primer ciudadano determina
que se pueda contraponer populus Romanus y princeps. El aerarium populi Romani es la caja estatal, el
patrimonio del Estado, en tanto que el fisco es el patrimonio del princeps. Hay que señalar en el fisco una
evolución: primer es patrimonio privado del princeps, luego, con la creciente institucionalización del
principado, es el patrimonio que tiene el princeps como tal y que se distingue de su patrimonio particular. Por
su propia naturaleza el fisco se encuentra sometido ampliamente al Derecho privado, pero goza de
determinados privilegios frente a los particulares, por ejemplo la preferencia en la ejecución concursal del
deudor.
−Municipios.
La estructura federal del Imperio romano da lugar a una variedad de situaciones en el tiempo y en el espacio.
Se pude decir que cuanto mayor sea el grado de autonomÃ-a que se concede a una comunidad, tanto mayor es
su aproximación a las reglas del Derecho público, en tanto que los municipia, carentes de autonomÃ-a, se
aproximan en ciertos aspectos al Derecho privado. AsÃ-, en el régimen jurÃ-dico de los municipia, se
puede separar su organización interna, que se rige por el Derecho público, de sus relaciones externas, que
se van a ver sometidas al Derecho privado. El municipio puede tener cosas en propiedad, ser acreedor y
deudor, de tal modo que si se debe algo a la universitas no se debe a los individuos que la componen; y lo que
debe la universitas no lo deben estos.
−Collegia (Colegios sacerdotales)
Son agrupaciones de carácter religioso, cada una adoraba a un dios diferente. Hay muchas y cada ciudadano
puede pertenecer a más de una. La libertad de asociación está ya reconocida por la Ley de las XII Tablas
con el lÃ-mite del orden público. Esta libertad se mantiene hasta fines de la República, pero, durante el
imperio, primero César y después Augusto, disolverán una pluralidad de los collegia, con excepción
de los que tengan una tradición muy antigua y unas finalidades bien claras. Además para la institución de
nuevos collegia se exigirá siempre autorización. El emperador también podrá limitar el número de
colegios al que pertenecen los ciudadanos, hasta el punto de que Marciano decÃ-a que no era lÃ-cito
pertenecer a más de uno y ya en el siglo II o III cada ciudadano pertenecerá sólo a un colegio. El colegio
tiene comunes. Se separan las deudas del ente y las de sus miembros.
−Iglesia.
Surge como nueva institución cuando se establece la religión cristiana como religión oficial del imperio.
El cristianismo se configura como una persona jurÃ-dica con derechos y deberes. Puede recibir donaciones.
Los obispos dominan un territorio y aceptan las donaciones. Tienen derechos y obligaciones. Los templos, se
entiende en Roma, que no se pueden comprar. Son bienes de la iglesia o de los colegios sacerdotales.
Sonbienes privados, pero no están en el comercio.
−Asociaciones.
Se distinguen en dos: las personarum son en las que se busca un beneficio, son asociaciones de carácter
gremial, de comerciantes que se unen para defender sus negocios y sus intereses. Es decir, estas asociaciones
están movidas por el ánimo de lucro. El otro tipo de asociaciones son las rerum en las que distintas
personas fÃ-sicas o jurÃ-dicas aportan de forma desinteresada bienes, dineropara poder ayudar a los más
necesitados, es decir, son asociaciones sin ánimo de lucro.
3. Fundaciones.
La fundación es un patrimonio adscrito a una finalidad, al que el Ordenamiento jurÃ-dico dota de
2
personalidad jurÃ-dica. Al igual que un patrimonio pertenece a una persona, un patrimonio puede pertenecer a
una finalidad. En el mundo romano hay finalidades de interés público y personas fÃ-sicas dispuestas a
atenderlas. Una institución tÃ-picamente romana la encontramos en las fundaciones alimentarias. La
finalidad económico−social que persigue es atender a las necesidades de los niños de familias pobres en un
municipio determinado. El expediente jurÃ-dico que se sigue es el siguiente: los emperadores o algunos
particulares ricos prestan a terratenientes un capital en dinero, quedando las propias tierras en garantÃ-a, y
afectándose los intereses que devenga el capital a atender las necesidades alimentarias de los niños de
familias pobres. El municipio sólo interviene para supervisar la administración. Si atendemos a la finalidad
económico−social podremos hablar de fundación.
La influencia del cristianismo hace florecer las instituciones que se dedican a obras pÃ-as. El fundador
transmite a la Iglesia un capital determinado, con la carga de que se emplee para una finalidad determinada.
Quizá sea en la época justinianea cuando la fundación se independiza de su fundador, pero en ningún
caso, se llega a considerar que el propio patrimonio, adscrito a una finalidad, sea un sujeto de Derecho.
3
Descargar