Introducción al análisis impositivo

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TEMA− 1 Introducción al análisis impositivo Iñigo Hernández Arenaz
1.Los ingresos de las Administraciones Públicas: Clases de ingresos públicos.
Los ingresos de las administraciones Públicas son los impuestos, el cobro de algunos servicios (precios
públicos y tasas) , los ingresos patrimoniales, la enajenación de activos, las transferencias, la emisión
de dinero o el endeudamiento.
Estas 2 últimas actividades deben ser tratadas a parte en el caso del Estado español, asÃ- como en la
mayorÃ-a de los paÃ-ses pertenecientes a la U.E. En primer lugar, la emisión de dinero no es competencia
del gobierno español, sino que ésta ha sido cedida a la Unión Europea. En cuanto al endeudamiento, es
una medida muy controlada, ya que desde la firma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (1997) todos los
paÃ-ses miembros de la UE que accediesen a la moneda común se comprometÃ-an a sanear sus cuentas con
un déficit 0, lo que equivale a no poder hacer uso excesivo del endeudamiento.
Por último señalar que de forma residual, todavÃ-a se aplican ciertas contribuciones especiales,
consistentes en cantidades pagadas por parte del sujeto pasivo como contraprestación a un beneficio o a un
aumento en el valor de sus bienes, provocados indirectamente por la realización de obras públicas o del
establecimiento de ciertos servicios públicos.
A pesar de esto, el grueso de los ingresos públicos (90%), provienen del cobro de impuestos.
2.Impuestos: Definición, elementos y clasificación.
Los impuestos son aquellas cantidades que el Sector Público detrae del Sector Privado de forma coactiva
(obligando) como medio de contribuir a la financiación general de la actividad pública.
Los impuestos son determinados unilateralmente, sin contrapartida directa y satisfecha de forma pecunaria.
Los elementos básicos del impuesto, son:
• Hecho impnible: Circunstancia cuya realización originala obligación tributaria de acuerdo a la ley.
• Sujeto pasivo: Persona fÃ-sica o jurÃ-dica que está obligada por ley al cumplimiento de la
prestación tributaria.
• Base imponible: Cuantificación y valoración del hecho imponible. Existirán distintos métodos
de cuantificación y distintas sub−bases dependiendo del desarrollo legal y normativo de cada
impuesto.
• Tipo de gravamen: Proporción o cantidad que se aplica sobre la base imponible, pudiendo ser fija o
variable.
• Cuota tributaria: Resultado de aplicar el gravamen sobre la base correspondiente.
• Deuda tributaria: Cuota tributaria descontando las posibles deducciones y añadiendo los posibles
recargos.
• Elementos temporales: Fechas claves del impuesto las cuales so distintas para cada uno de estos.
Cabe destacar como unas de las más importantes la fecha en que nace la obligación y la fecha en
que se devenga.
En cuanto a la clasificación de los impuestos, cabe hacer dos tipos:
• Atendiendo a la contrapartida:
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• Impuestos generales: No tienen contrapartida directa (Son la mayorÃ-a)
• Cotizaciones sociales: Tienen contrapartidas con prestaciones futuras.
• Atendiendo al objeto de aplicación.
• Impuestos directos: Gravan la obtención o tenencia de riqueza. se pueden dividir en I. sobre renta
(IRPF,IS,...) o en I. sobre riqueza (IP,ISD,...).
• Impuestos indirectos: Gravan la manifestación de riqueza y se pueden dividir en I. sobre el
consumo (IVA, I. especiales,...) y en I. sobre importaciones (aaplicados a productos
extracomunitarios).
• Cotizaciones Sociales: Recaudaciones de las administraciones de la S.S., gravando las rentas del
trabajo, para la cobertura de prestaciones futuras.
Para acabar éste punto, señalar que la mayor parte de la recaudación impositiva (un 75%) proviene de
las Cotizaciones Sociales, el IRPF y el IVA.
4.Principios deseables de un buen sistema impositivo.
Eficiencia económica.
Un sistema económico será eficiente si no desperdicia recursos, haciendo máximo el bienestar de los
individuos. Lo que viene a decir que será eficiente si no se puede reasignar los recursos de forma que algún
individuo mejore su situación sin empeorar la de otros (Pareto óptimo). Según el primer teorema
fundamental de la economÃ-a del bienestar, en ausencia de impuestos y en una situación de competencia
perfecta, el equilibrio de mercado lleva a situaciones pareto óptimas.
Ésto explica que un impuesto que no provoque divergencias en los precios relativos (de bienes y factores)
conducirá a una situación eficiente. Los impuestos que cumplen esta propiedad se les denomina neutrales,
mientras que a los que no se les denomina distorsionantes. Para que un impuesto sea neutral, el impuesto a de
ser independiente de las decisiones de consumo o de las ofertas factoriales y , obviamente, de la renta del
consumidor, lo que equivale a decir que el impuesto debe de ser una constante función de una cualidad
exógena al contribuyente (impuesto de suma fija o de tanto alzado). Sin embargo, el Sector Público es
incapaz de lograr la información suficiente para aplicarlos equitativamente, por lo que se optará por la
aplicación de un impuesto de capitación (impuesto de suma fija en el que todos los contribuyentes paga la
misma cantidad) o por la búsqueda del second best (impuesto que minimiza la pérdida de eficiencia).
Equidad. (Lo estudiaremos en detalle en el Tema−2)
Los principios de equidad se pueden dividir en 2 dimensiones:
• Dimensión horizontal: Exige que el sistema fiscal trate por igual a los que son iguales desde un punto de
vista económico, o lo que es lo mismo, que no se produzcan discriminaciones por razones distintas a la
económica.
• Dimensión vertical: Se ocupa de cómo deben ser tratados los contribuyentes con situaciones
económicas distintas por el sistema fiscal. Sin embargo, este tratamiento no es universal, por lo que
habrá que examinar la concepción de justicia social que se aplique (no es lo mismo la concepción de
justicia distributiva para un igualitarista que para un liberal). Para ello, será necesario el analizar las
funciones de bienestar social.
Sencillez.
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Se dice que un sistema fiscal es sencillo cuando esta compuesto por unos pocos impuestos de base muy
amplia. Las ventajas de un sistema fiscal sencillo son:
• Reduce la presión fiscal indirecta de los individuos. Reduce el coste (monetario o no) en que los
contribuyentes incurren para cumplir sus obligaciones tributarias.
• Reduce el fraude. Un sistema complicado puede crear un rechazo por parte de los contribuyentes.
• Reduce los costes de gestión. No es necesario la utilización de tantos recursos en el proceso de gestión y
recaudación
Flexibilidad.
Un sistema será flexible cuando se adapta automáticamente a las variaciones de renta de la economÃ-a. La
flexibilidad es una cuestión de grado. Cuando el impuesto no es flexible (impuestos especiales) y los precios
están aumentando, el Sector Público tendrá que aumentar los tipos impositivos para que la recaudación
real no disminuya para lo que se necesita una acción legislativa con su consecuente proceso lo que equivale a
un retardo en el ajuste.
Los impuestos progresivos sobre la renta suficientemente flexibles como para crecer por encima de los
aumentos nominales de renta, juegan un papel de estabilizadores automáticos. Esto se explica, por que la
renta disponible (renta menos tributos) crece en una proporción inferior al de la renta bruta suavizando el
crecimiento de la renta agregada y con ello regulando la tensión inflacionista. (El razonamiento para
disminuciones de renta es el inverso).
Compromiso entre principios.
El sistema fiscal ideal será aquel que cumpla simultáneamente los principios de eficiencia económica,
equidad (tanto vertical como horizontal), sencillez y flexibilidad. Sin embargo, estos principios están en
conflicto entre sÃ- y es imposible lograrlos simultáneamente. Los principales conflictos surgen entre los
principios de sencillez y equidad y entre los principios de eficiencia y equidad.
Por ello habrá que valorar cuidadosamente sobre que principio se pone el énfasis, siendo conscientes de
los costes que sobre los demás principios supondrá.
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