Reseña en El Periódico Mediterráneo (20-4-2014).

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CUADERNOS
Domingo, 20 de abril del 2014
el Periódico Mediterráneo
COMENTARIS
LITERARIS // Josep Palomero y José Miguel Segura
‘De la utopia al camp
de concentració’
‘El Diari de viatge a Itàlia
de Josep Aragay’
‘Ayer no más’
‘La cocina de Plinio’
Autoria: Ramon Arau
Editorial: Viena Edicions
Barcelona, 2014
Pàgines 252
Autoria: Xavier Castanyer i Angelet
Editorial: Publicacions de l’Abadia
de Montserrat
Barcelona, 2013
Pàgines 430
Autor: Andrés Trapiello
Editorial: Destino
Barcelona, 2012
Páginas 312
Autor: Sonia García Soubriet
Editorial: El Rey Lear
Madrid, 2010
Páginas 144
En la col.lecció Vides Singulars, de Viena Edicions,
es publiquen
llibres de memòries que,
per un motiu
o altre, han
tingut una
experiència
vital singular, i ho han
deixat escrit.
És el cas que
ens ocupa en què, Ramon Arau,
en col.laboració amb Ramon Domènech,
deixa constància, gairebé setanta-cinc anys
després, de la seua experiència com a soldat
de la lleva del biberó durant la Guerra Civil.
Les memòries d’Arau són atractives
per diversos factors. D’una banda, perquè
l’autor conta la vida quotidiana d’un soldat en la reraguarda i, en especial, com a
participant en la Batalla de l’Ebre, un fet
militar de gran importància que es va plantejar, entre altres raons, per a poder construir la Línia XYZ de defensa de València
mentre es combatia a l’Ebre. En segon lloc,
perquè descriu detalladament els costums
de les columnes que duien a terme les maniobres i operacions organitzatives que observava. En tercer lloc perquè, quan narra
com es vivia aleshores a Barcelona, conta
una història viscuda: les pors i penalitats,
l’escassesa d’aliments, els enfrontaments
entre unes forces i altres, com ara els Fets
de Maig, que tan bé va descriure Orwell. JP
Les
memòries poden
adoptar diversos gèneres
i, en general,
es basen en
l’evocació
d’uns
fets
allunyats en
el temps, la
qual cosa no
té per què difuminar els
detalls més
impactants
que s’han viscut. Ara bé, és en el diari personal on, amb dedicació i perseverança,
el protagonista deixa constància de les
seues impressions sobre tot allò que atrau
la seua atenció, en especial si els elements
amb què entra en contacte li resulten fascinants. El pintor i ceramista Josep Aragay
tenia només dèsset anys quan, en plena
Gran Guerra, becat per l’Ajuntament de
Barcelona amb la finalitat d’estudiar les
tècniques de la pintura al fresc dels grans
mestres italians, va realitzar un viatge per
una Itàlia sense turistes, que el va canviar.
Aragay, que gran impulsor de l’italianisme,
va destacar com un dels ideòlegs essencials
del noucentisme. El dens i complet ‘Diari’
que va escriure en el transcurs del seu viatge és un document de gran valor artístic i
literari en què, dia a dia, sense interrupció,
relata la seua experiència viatgera com un
observador privilegiat. Inèdit pràcticament
durant cent anys, Castanyer l’ha editat
amb un detallat estudi preliminar. JP
Libro
escrito a conciencia este
de
Andrés
Trapiello, a
conciencia de
todo lo que
yace sobre y
subyace bajo
la tan traida
y
llevada
“memoria
histórica” en
un país y en
un tiempo
como los nuestros. Como una especie de catarsis necesaria --urgente visto el
actual panorama político e ideológico, diría
yo-- Trapiello habla en ‘Ayer no más’ de la falsedad de la historia --no solo la escrita por lo
vencedores, que esa ya la conocemos hasta
el hartazgo--, especialmente la sumida y metabolizada por los vencidos. Así pues, como
nos temíamos --a pesar de esa izquierda que
lo tapa todo tras el supuesto analgésico y la
eterna cantinela de la “buena conciencia”--,
al igual que en la hordas franquistas, ni todo
era oro ni todo relucía en las huestes de los
derrotados por el fascismo en 1939. Aquel
incendio fue, en efecto, provocado por demasiado pirómanos que enarbolaban demasiadas banderas y demasiados intereses --todos ellos hoy parece que aún inconfesables--.
La verdad --la de la historia con mayúsculas y
con minúsculas-- es siempre algo demasiado
problemático, contradictorio, inaprensible
para todos, unos y otros. Reconocerlo es
acercarse algo, un poco, a ella... J.M.S.R.
A lo largo de
ocho novelas
y cuatro libros
de relatos protagonizados
por Plinio y su
inseparable
don Lotario,
Francisco García Pavón se
fue revelando
no solo como
un narrador
que dominaba su oficio
sino también como un magnífico
descriptor, tanto de paisajes como de paisanajes. Y en especial de la faceta culinario-gastronómica de dicho paisanaje manchego.
Además de su impenitente propensión a fumar --un paquete de Celtas y otro de “caldo”
al día-- y a los bares y buñolerías de Tomelloso, el jefe de la policía municipal de dicha población no le hace ascos, ni mucho menos,
a las migas, las berenjenas de Almagro, el
pisto, la pipirrana, las gachas, los galianos,
las asaduras, las tortas de Alcázar, el queso,
los chicharrones, la sandías, las uvas, los churros, los buñuelos, el arrope, el mostillo y un
largo etcétera de exquisiteces de la cocina
popular tradicional de la época recogidas en
este volumen por la hija del escritor con la
ayuda del periodista gastronómico Miguel
López Castanier. Lo castizo y lo pintoresco
bregando entre ollas, fogones, sartenes y botas de vino, como anunciando a otros detectives que nos llegaron igual de enamorados
de la cocina y la buena mesa. J.M.S.R.
la reflexión del domingo
Una rosa
y un libro
Henri
BOUCHÉ
Esta semana próxima se celebrará el Día mundial del libro y del
derecho de autor con el propósito
de rendir justo homenaje a un medio que revolucionó la humanidad
hace más de 4.500 años cuando un
pastor de la antigua Mesopotamia
comenzó a anotar en una tablilla
de arcilla la cuenta de sus ovejas,
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según dicen. Vino luego el papiro
de los egipcios, el pergamino y el
invento del papel en China. Curiosamente, el primer molino de pasta de papel lo tuvimos en Játiva en
el siglo XII. Gutenberg, en el siglo
XV, hizo el resto.
Dicen que el valenciano Vicente Clavel Andrés, residente a la
sazón en Cataluña, propuso esta
celebración, coincidente con la de
sant Jordi, a la que la Conferencia
General de la UNESCO en 1995
fijó la fecha del 23 de abril. Justamente en ese día se conmemora
la muerte de Miguel de Cervantes,
de William Shakespeare y del Inca
Garcilaso de la Vega, entre otros.
El libro enriquece el patrimonio
inmaterial de la humanidad. Es el
papel en donde viven los sueños y
las realidades, en donde encontramos el saber de los siglos en todos
sus ámbitos, científicos, filosófi-
cos, literarios, recreativos… Duerme, silencioso, en nuestros anaqueles presto a despertar cuando
lo ordenamos y a reposar de nuevo
cuando nos ha dado todo cuanto
necesitábamos. Leer es vivir. Y decía el poeta alemán Heinrich Heine que “allí donde se queman los
libros, se acaba por quemar a los
hombres”, aludiendo a la cultura
que nos ofrecen y a la incultura
que su ausencia provoca.
Es, pues, elogiable la decisión
de dedicar un día al año a tan importante efeméride con el fin de
fomentar la lectura a la vez que
promocionar la industria editorial
y la protección intelectual de los
autores. Hace falta: nuestro país
está por debajo de la media europea en hábitos de lectura (63%
frente al 70% que se extrae de las
estadísticas en el resto de países).
El mayor número de lectores se
encuentra (lo encontramos) en las
edades de 10 a 24 años, si bien la
tendencia es hacia el crecimiento.
Es destacable, también, la propensión alcista en el grupo de la sociedad de mayor edad.
Grato es el recordatorio de un
día en el que se promueven hábitos tan saludables, como es la lectura, ya que, como decía Cicerón,
“un hogar sin libros es como un
cuerpo sin alma”. Una rosa y un libro es el maridaje perfecto: la rosa
nos da su exquisito perfume y el
libro el saber que atesora. H
* VIU-UNIVERSIDAD
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