Aproximación Diagnóstica en Enfermedades Hepáticas en Equinos Dra. Paula Soza O. paula.soza.vet @gmail.com; +56993424799 Las enfermedades hepáticas son relativamente comunes en los equinos. Esto no es una sorpresa si tomamos en cuenta que la gran mayoría de sustancias absorbidas a nivel gastrointestinal, pasa directamente a este órgano vía circulación portal - debido a su rol de detoxificación -, exponiéndolo a una gran variedad de agentes injuriantes (1). Sin embargo, las enfermedades hepáticas suelen pasar desapercibidas debido a la inespecificidad de sus signos clínicos, en caso de haberlos (1). Lo anterior, se debe a que la adecuada función del hígado persiste aun cuando un grado leve a moderado de alteración se encuentre presente (2). Es por eso, que este órgano es reconocido por su “ética puritana de trabajo”, ya que al estar dotado con una notable capacidad compensatoria y regenerativa, recién revela clínicamente la presencia de enfermedad cuando sobre un 70% de su función está perdida (3). Los signos clínicos más comunes de enfermedad hepática son: la pérdida de peso crónica, decaimiento e inapetencia. A medida que progresa la enfermedad, se observan: anormalidades en el comportamiento, ictericia, lesiones cutáneas, prurito, problemas de coagulación, diarrea y cólico (4). Debido a la poca especificidad de los síntomas es que las patologías del hígado recaen en el análisis de pruebas clínico patológicas. Cualquier equino con una historia dudosa de malestar, letargia, inapetencia o pérdida de peso, debe ser muestreado por sospecha de enfermedad hepática (1). La evidencia que otorga el análisis de laboratorio se basa principalmente en la liberación de enzimas por las células hepáticas dañadas. Estas enzimas entran en circulación en donde son detectadas, cuantificadas y clasificadas según lo que podría ser la fuente primaria de la patología en: biliares y hepatocelulares. El aumento de las enzimas biliares sugiere una alteración a nivel del tracto biliar, o bien, una hiperplasia biliar secundaria a una alteración hepatocelular. Dentro de estas enzimas, la gamma glutamiltransferasa (GGT o γGT) es un indicador muy sensible de patología hepática ya sea en etapa crónica o aguda. En cambio, la fosfatasa alcalina (FA), si bien se asocia principalmente con alteración del sistema biliar, no es específica del hígado, pues también se libera producto de alteraciones a nivel del sistema músculo esquelético o digestivo. Con respecto a las enzimas hepatocelulares, éstas están más relacionadas a los hepatocitos que a las células epiteliales biliares. La aspartato aminotransferasa (ASAT, antes llamada GOT) se libera producto de la ruptura celular y es depurada lentamente de circulación. El aumento de esta enzima sugiere fuertemente una alteración hepatocelular, sin embargo, no es específica de hígado, ya que aumenta producto del daño a nivel de musculatura esquelética y cardiaca. Por otro lado, la sorbitol deshidrogenasa (SDH) sí es una enzima específica de hígado, y se libera apenas el hepatocito sufre algún tipo de daño, pero tiene una corta duración. Por último, 1 la glutamato deshidrogenasa (GLDH), también es una enzima específica del hígado y su ventaja radica en que es indicadora de daño agudo. Como indicadores de funcionalidad hepática se encuentran los ácidos biliares plasmáticos totales. Su aumento indica daño en la función hepática y puede ser utilizado como monitoreo. La bilirrubina plasmática es otro indicador de funcionalidad, su aumento indica daño hepático y se debe determinar si el aumento es de la bilirrubina conjugada o no conjugada. Otros indicadores de funcionalidad incluyen albúmina sérica y glucosa, las cuales disminuyen producto de falla hepática (1). EL hígado posee un número limitado de formas para responder frente a diferentes injurias, por lo tanto los cambios en la clínica y a nivel de laboratorio tienden a ser similares independiente de la causa de origen de la enfermedad (5). El examen clínico y la bioquímica sanguínea, pueden establecer si es que existe un estado de hepatopatía, pero en la mayoría de los casos, el origen, severidad y elección de la terapia adecuada, son inciertos. Debido a lo anterior es que, para la identificación de la causa de la enfermedad, se debe recurrir a menudo al diagnóstico a través de la imagenología e histopatología (4) Ultrasonografía del Hígado La ultrasonografía se considera como la técnica de imagenología de primera línea para el estudio del sistema hepatocelular, ya que no sólo entrega información con respecto a la evaluación morfológica de este órgano (Fig. 1), si no que además permite una fácil aproximación para intervenciones como la toma de biopsias (6). La ultrasonografía de hígado se encuentra indicada cuando los signos clínicos, o los resultados de laboratorio, sugieren la presencia de una alteración hepática. Al ser ésta una técnica no invasiva, no causa daño alguno en el animal, y puede entregar información valiosa con respecto al tamaño, forma, ubicación, y textura del parénquima hepático (7). Fig. 1, Imagen de hígado captada a nivel del 13° EIC derecho de un caballo adulto. Se logran apreciar venas hepáticas (flecha larga), venas porta (flecha corta). CDD: colon dorsal derecho. CDD 2 Algunos ejemplos acerca de la información que puede ser proporcionada por el examen ultrasonográfico del hígado, es la diferenciación entre alteraciones focales o difusas. También permite monitorear procesos patológicos, ya que se pueden recopilar antecedentes sugerentes de resolución o progresión de la lesión, y obtener información pronóstica cuando el hígado es ecografiado en múltiples oportunidades durante el curso del proceso de una enfermedad (7). Las anormalidades ultrasonográficas, en caso de ser halladas, son fidedignos indicadores de la presencia de una patología severa, lo que le adjudica a este examen una especificidad de un 86% y un valor predictivo positivo (VPP) de un 85%. Sin embargo, la sensibilidad de este examen para la detección de una alteración hepática es baja (8), alcanzando un 26% y un valor predictivo negativo (VPN) de un 29%. (9). En caso de necesitar un estudio más en profundidad, sirve para proporcionar un lugar adecuado de abordaje para la obtención de muestras para histopatología (7). Histopatología del Hígado La etiología de la mayoría de las enfermedades que podrían afectar al hígado puede ser identificada por medio de la utilización de pruebas biológicas. En el caso de la presencia de masas, éstas puede identificarse por medio de la imagenología (6). No obstante, la evaluación histológica de muestras de hígado sigue siendo la forma más directa de diagnosticar una enfermedad hepática (10). Así mismo, la opinión general la clasifica como la gold standard tanto en equinos como en humanos (9). Lo anterior surge ya que la visualización microscopia del hígado provee detalles que no pueden ser obtenidos con ningún otro medio diagnóstico. No solo en casos donde la causa de la enfermedad no ha sido identificada, si no más importante, los efectos que pueden provocar los agentes injuriantes, ya sea de origen viral, químico, autoinmune, o metabólico, entregando información importante acerca del pronóstico del paciente (6). Los criterios utilizados para la realización de una biopsia hepática se indican en la tabla 1. - Indicaciones de Biopsia de Hígado Bioquímica sanguínea que arroje anormalidades. Evaluación del diagnóstico, grado y etapa de enfermedad hepática crónica. Evaluación de la eficiencia terapéutica en enfermedades hepáticas crónicas. Colestasis hepática de causa desconocida. Fiebre de origen desconocido, enfermedad sistémica. Sospecha de neoplasia en hígado. Tabla 1, Principales criterios utilizados para la indicación de toma de biopsia en un paciente (6). 3 Debido a que la mayoría de las alteraciones hepáticas suelen ser de tipo difusas, la biopsia puede entregar una muestra representativa para análisis histopatológico (4). La muestra suele obtenerse vía percutánea a través de los espacios intercostales (Fig. 2). Al ser éste un procedimiento levemente invasivo y al tratarse de un órgano altamente vascular, no suele realizarse con tanta frecuencia (2). No obstante, el riesgo de hemorragia producto del procedimiento, si bien se describe como algo posible, estudios retrospectivos en humanos lo señalan como algo poco probable. Asimismo, en equinos las biopsias percutáneas también se consideran un procedimiento seguro, con escasos reportes de complicaciones incluso en aquellos ejemplares con alteraciones en el perfil de coagulación. Otras complicaciones menos frecuentes son: peritonitis, pleuritis, neumotórax, o hematomas a nivel de diafragma o sitio de punción, aunque el riesgo de éstas últimas se minimiza considerablemente con el uso de guía ecográfica (10). De acuerdo a la experiencia durante el desarrollo de su tesis doctoral, la autora del documento señala que, para la correcta y segura realización de biopsias en equinos, contar con los equipos idóneos es algo imprescindible para la seguridad del paciente. Así mismo, la destreza y la experiencia en la visualización ultrasonográfica de la aguja en su recorrido a través del parénquima hepático, aseguran la minimización de probabilidades de complicaciones y evita la manipulación excesiva e innecesaria. Los ejemplares biopsiados (20), no han experimentado complicaciones que se traduzcan en la manifestación clínica de éstos, sin embargo el protocolo considera la toma de muestras de sangre para exámenes de los ejemplares antes y después del procedimiento (Cuadro 1). Protocolo de Toma de Biopsia de Hígado • Día 1: Firma de Carta de Autorización Hemograma, perfil bioquímico, y pruebas de coagulación (TP, TPPA). • Día 3: Realización de procedimiento de biopsia. • Día 5: Hemograma, perfil bioquímico, y pruebas de coagulación (TP, TPPA). Examen ultrasonográfico. Cuadro 1, Protocolo para toma de biopsias de hígado, utilizado durante el desarrollo de la tesis doctoral de la autora del documento. Durante el procedimiento, la sedación de los ejemplares suele ser mínima, y dependiendo de la docilidad del paciente, incluso puede llegar a no ser necesaria. La utilización de antibióticos no se considera dentro del protocolo a menos que los resultados de los exámenes sugieran la necesidad de su utilización. Hasta 4 el momento, para la autora no se ha dado la ocasión. La sutura de la incisión no es necesaria debido a lo pequeño de su tamaño. La esterilidad del procedimiento se considera de carácter imperativo (Fig. 2). Los caballos quedan con indicaciones de reposo en corral, no siendo necesario el confinamiento en pesebrera. A las 24 horas pueden realizar ejercicio suave y a las 48 pueden retornar a su vida normal. B C A Fig. 2, (A) Imagen ecográfica del procedimiento de toma de biopsia guiada, se observa la aguja en el parénquima hepático (flechas), (B) Imagen externa del procedimiento señalado en A, (C)Toma de muestra exitosa. Problemas de coagulación o hemorragias no han sido evidenciados clínicamente, ni siquiera en ejemplares cuyo daño hepático ha llegado a la manifestación de síntomas de encefalopatía hepática. Las muestras obtenidas han ayudado al manejo de cuadros de sospecha de enfermedad hepática, ya sea evidenciando histopatológica concordante con algún prediagnóstico, o esclareciendo alzas exacerbadas de enzimas hepáticas sin motivo aparente (Fig. 3). A B Fig. 3, Imágenes de cortes histológicos de muestras tomadas a 2 distintos pacientes (H-E). (A) Paciente sin síntomas clínicos de enfermedad hepática, (B) Paciente con sospecha de intoxicación por alcaloide pirrolizidínico. La muestra revela presencia de hepatopatía megalocítica crónica. 5 ANEXO I Enfermedades Hepáticas COMUNES en Equinos AGUDAS CRÓNICAS Enfermedad de Theiler (necrosis hepática sérica Colelitiasis y Colangiohepatitis aguda, o enfermedad de los sueros) • Caballos de mediana edad • 20 de historial de origen equino biológico • Salmonella spp, E. coli, Pseudomona spp o Actinobacillus equuli • 80% presenta encefalopatía hepática • Necrosis centrolobulillar aguda • Cólico, fiebre e ictericia • Leucograma inflamatorio • Litos o dilatación de ductos biliares a la ecografía • Hiperplasia biliar concéntrica a la biopsia Lipidosis Hepática Intoxicación por Alkaloide Pirrolizidínico • Común en ponis obesos • Megalocitosis y fibrosis a la biopsia • Historial de stress, enfermedad, preñez, lactancia • Infiltración grasa a biopsia o ecografía Enfermedad Hepática Secundaria • Incremento en transitorio en enzimas hepáticas o pérdida de función como resultado de alguna causa primaria. Ej: enfermedad cardiaca, anemia aguda, enfermedad gastrointestinal aguda. Hepatopatía Tóxica • Químicos, drogas, plantas tóxicas • Historial de exposición • Hallazgo común: Necrosis hepática a la biopsia Tabla 2, Enfermedades hepáticas más comunes en equinos (4) (13). Enfermedades Hepáticas MENOS COMUNES a RARAS en Equinos AGUDO CRÓNICAS Colangiohepatitis Bacteriana Hepatitis Activa Crónica • Usualmente secundario a problemas de Colestasis • Cólico leve, fiebre en caballos adultos o sépticos en potrillos • Necrosis en puente, fibrosis e infiltración de células mononucleares a la biopsia Enfermedad de Tyzzer (Clostridium piliformis) Abscesos Hepáticos • En potrillos • Inflamación crónica • Aparición abrupta y muerte • Peritonitis • Histopatología con tinción de plata • Ultrasonido y biopsia Migración Parasitaria Neoplasia • Poco probable que cause enfermedad hepática • Raro en forma primaria (colangiosarcoma, severa carcinoma hepatocelular, hepatoblastoma) • Parascaris equorum y Strongylus vulgaris • Más común en forma secundaria (linfosarcoma) • Histopatología Enfermedad Hepática Negra Amiloidosis • Muerte súbita • Tinción de rojo congo a la biopsia • Cultivo positivo a Clostridium Novyi B Shunt Portosistémico (muy raro) • Potrillo con signos nerviosos intermitentes Tabla 3, Enfermedades hepáticas menos comunes en equinos (4), (13). 6 REFERENCIAS 8. Liver Biopsy in Horses. Rendle, David. July/August de 2010, In Practice, Vol. 32, págs. 300 - 305. 1. Durham, Andrew. Liver Diseases. [aut. libro] Tim J. Brazil & Mark H. Hillyer Frank G. R. Taylor. Diagnostic Techniques in Equine Medicine. 2nd. Edinburgh : Saunders Elsevier, 2010, págs. 81 - 88. 9. An evaluation of Diagnostic Data in Comparison to the Results of Liver Biopsies in Mature Horses. Durham, A. E. 6, 2003b, Equine Veterinary Journal, Vol. 35, págs. 554 559. 2. Retrospective analysis of historical, clinical, ultrasonographic,serum biochemical and haematological data in prognostic evaluation of equine liver disease. Durham, A. 6, 2003a, Equine Veterinary Journal, Vol. 35, págs. 542-547. 10. Coagulation Abnormalities and Complications after Percutaneous Liver Biopsies in Horses. Johns, I. C. and Sweeney, R. W. 22, 2008, Journal of V eterinary Internal Medicine, págs. 185-189. 3. Liver Disease: Contributions to Diagnostic and Prognosis Aids. Byars, T.D. 2003, Equine Veterinary Journal, págs. 522 - 523. 11. Budras, Klauss-Dieter. Anatomy of the Horse: an illustrated guide book. 4th. Hannover : Shlütersche, 2003. 4. Liver Disease in the Horse: Diagnostic Aids and Differential Diagnosis. Barton, Michelle Henry. 7, 2007, DVM: The Newsmagazine of Veterinary Medicine, Vol. 8, págs. 4E - 8E. 12. Barton, Michelle Henry. Disorders of the Liver. [aut. libro] Stephen Reed. Equine Internal Medicine. 2nd. St. Louis : Saunders, 2004, págs. 951 - 994. 5. Mair, Tim. and Love, Sandy. Hepatic and Intestinal Disorders. [aut. libro] Tim. et al Mair. Equine Medicine, Surgery and Reproduction. Illinois : Sanders, 2013, págs. 49-60. 13. Hepatic Disease in Horses. Bergero, D y Nery, J. 2008, Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition, págs. 345-355. 14. Sisson, S. Sistema Digestivo de los Equinos. [aut. libro] S. and Grossman, J. D. Sisson. Anatomía de los Animales Domésticos. Mexico D.F. : Masson, S. A., 2000, págs. 550 - 555. 6. Burt, A. et al. MacSween's Pathology of the Liver. Elsevier : s.n., 2012. 7. Schmitz, David G. Abdominal Ultrasonography. [aut. libro] Norman W. and Mckinnon, Angus O. Rantanen. Equine Diagnostic Ultrasonography . Baltimore : Wiliams & Wilkins, 1998, págs. 47 - 71. 7