Dentro del derecho de goce se entienden incluidos los frutos

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F ERNANDO A RIAS GARCÍA
Dentro del derecho de goce se entienden incluidos los frutos naturales
pendientes al tiempo de deferirse el usufructo de conformidad con el artículo
840 del C.C., no obstante, “…los frutos que aún estén pendientes a la
terminación del usufructo, pertenecerán al propietario”. El usufructo se
extiende al goce de bosques y arbolados, “pero con el cargo de conservarlos
en su ser, reponiendo los árboles que derribe, y respondiendo de su
menoscabo, en cuanto no dependa de causas naturales o accidentes fortuitos”,
según lo expone el artículo 842 del C.C. Igual derecho de extensión opera
sobre las minas y canteras, si existen sobre la cosa fructuaria, pudiendo el
usufructuario aprovecharse de ellas, “y no será responsable de la
disminución de productos que a consecuencia sobrevenga, con tal que la
mina o cantera no se inutilice o desmejore por culpa suya”, según lo
depuesto por el artículo 843 del C.C.571.
El usufructuario puede cambiar los cultivos de una finca por otros
que la doten de mayor provecho, porque ello no determina per se, una
modificación a la “forma y sustancia” de la cosa fructuaria. Ello es posible
siempre y cuando no exista perjuicio para el nudo propietario, pudiendo
hacerse también por mutuo disenso entre usufructuario y nudo propietario.
El derecho de goce tiene también dos manifestaciones especiales: uso
de servidumbres y descubrimiento de tesoros. Frente al primer caso, el
artículo 841 del C.C. establece que: “El usufructuario de una heredad goza
de todas las servidumbres activas, constituidas a favor de ella, y está sujeto
a todas las servidumbres pasivas constituidas en ella” y frente al segundo,
que si el usufructuario descubre un tesoro en la cosa fructuaria, solo tendrá
derecho a la mitad del mismo como descubridor y la otra corresponderá al
nudo propietario del bien. El artículo 845 del C.C. confirma: “El
usufructuario no tiene sobre los tesoros que se descubran en el suelo que
usufructúa, el derecho que la ley concede al propietario del suelo”.
Un segundo derecho que confiere este derecho real al usufructuario
es el de entregar en arrendamiento la cosa fructuaria o ceder su ejercicio,
salvo prohibición expresa del constituyente572, según cita que hicimos del
570
571
572
Código Civil. Artículo 849: “Los frutos civiles pertenecen al usufructuario día por día”.
Otra forma de extensión se da frente a los aumentos que reciba la cosa fructuaria por aluvión
o por otras accesiones naturales.
No obstante estos derechos se resolverán al final del usufructo, según lo dispone el artículo 853
del Código Civil: “Aun cuando el usufructuario tenga la facultad de dar el usufructo en arriendo o cederlo a cualquier título, todos los contratos que al efecto haya celebrado se resolverán
al fin del usufructo. El propietario, sin embargo, concederá al arrendatario o cesionario el
tiempo que necesite para la próxima percepción de frutos; y por ese tiempo quedará sustituido
al usufructuario en el contrato”.
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