ABUSO DE AUTORIDAD EN MATERIA MILITAR. El artículo 1o. del

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309279. . Primera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LXIV, Pág. 149.
ABUSO DE AUTORIDAD EN MATERIA MILITAR. El artículo 1o. del reglamento general
de deberes militares, establece que el interés del servicio militar exige que la disciplina sea
firme, pero al mismo tiempo razonada, y que todo rigor innecesario, todo castigo no
determinado por las leyes o reglamentos, que sea susceptible de producir un sentimiento
contrario, al del cumplimiento del deber, toda palabra, todo acto, todo ademán ofensivos, así
como las exigencias que sobrepasen las necesidades o conveniencias del servicio, y en
general, todo lo que constituya una extralimitación por parte del superior, hacia sus
subalternos, están estrictamente prohibidos y serán severamente castigados. Ahora bien, si un
oficial del ejército encontró a un soldado que militaba bajo sus órdenes, en un lugar en que se
vendían bebidas embriagantes; le llamó la atención para que saliera de allí y se fuera a
cumplir con su deber; el soldado le contestó con insultos graves y le agredió y el oficial hizo
dos disparos al aire, para amedrentarlo, pero el soldado continuó en su agresión y al repetirla
se produjo un tercer disparo que lesionó al soldado, el oficial no ejecutó ningún acto contrario
a lo determinado por el citado artículo 1o., ya que trató únicamente de obligar al inferior a
que fuera disciplinado, en interés del servicio, y para ello uso primero una forma comedida y
razonada y no obstante fue desobedecido por el soldado. Por otra parte, el artículo 5o. de la
ley de disciplina del Ejército y Armada Nacionales previene que el militar debe proceder de
un modo justo y enérgico, en el cumplimiento de sus obligaciones, a fin de obtener la
estimación y obediencia de sus subalternos y que es deber del superior educar y dirigir a los
individuos que la nación pone bajo su mando; y el artículo 6o. ordena que el superior sólo
podrá servirse de sus armas o de la fuerza a su mando, para mantener la disciplina, haciendo
que se obedezcan sus órdenes en actos del servicio. Además, es inconcuso que el repetido
oficial obra en defensa de su persona y de su honor militar, repeliendo una agresión actual,
violenta y sin derecho, de parte de un subordinado, ya que de esa agresión resultaba un
peligro inminente para su persona, no habiendo provocado tal agresión, ni dado causa
inmediata o suficiente para ella, ni pudo preverla ni evitarla fácilmente por otro medio legal;
y tuvo necesidad racional del medio que empleó en su defensa, puesto que el daño que iba a
causársele por el agresor, no era reparable, después, por medios legales, ni hubiera sido
notoriamente de poca importancia, comparado con el que a su vez produjo, ya que muy bien
pudo haber sido lesionado gravemente. Igualmente obra en favor del oficial, la excluyente de
responsabilidad a que se contrae la fracción IV del artículo 119 del Código de Justicia Militar
consistente en obrar en cumplimiento de un deber legal o en el ejercicio legítimo de un
derecho, autoridad, empleo o cargo público. En consecuencia es violatoria de garantías la
sentencia del Supremo Tribunal Militar que impuso pena al acusado, por el delito de abuso de
autoridad, causando la muerte del inferior, y debe concederse el amparo.
Amparo penal directo 245/40. García González Emilio. 3 de abril de 1940. Mayoría de cuatro
votos. Disidente: Luis G. Caballero. La publicación no menciona el nombre del ponente.
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