El movimiento obrero en Turquía Ho Chi Minh Publicado por Matxingune taldea en 2011 Resumen En un corto artículo, Ho Chi Minh deja claro que en Turquía la revolución burguesa, como todas las revoluciones burguesas, sólo beneficia a la burguesía y que el proletariado que la ha ayudado en su revolución debe empezar a luchar por sus propios intereses. Con un coraje y espíritu de sacrificio digno de admiración, el pueblo turco ha hecho pedazos el odioso Tratado de Sèvres y recuperado su independencia. Ha derrotado la conjura del imperialismo y derrocado el trono de los sultanes. Ha convertido a su agotado, roto y pisoteado país en una república fuerte y unida. Ha tenido su revolución. Pero como todas las revoluciones burguesas, la revolución turca es rentable solamente para una clase: la clase adinerada. El proletariado turco, que contribuyó enormemente a la lucha por la independencia nacional, está ahora obligado a embarcarse en otra lucha: la lucha de clases. En esta lucha, la clase obrera turca encuentra muchos obstáculos. En Turquía, no hay sindicatos como los que existen en Occidente. Solamente hay mutualidades o círculos corporativos que agrupan a trabajadores del mismo ramo y que viven en la misma ciudad. Los obreros de diferentes ramos que viven en la misma ciudad o los del mismo ramo que viven en ciudades diferentes no tienen conexión entre ellos. Esto evita cualquier acción común efectiva. A pesar de este estado de cosas, el año que acaba de finalizar se vio perturbado en muchas ocasiones por la agitación obrera. Se convocaron varias huelgas en Constantinopla, en el Cuerno de Oro, en Aidine, etc. Las luchas las organizaron los trabajadores de las imprentas, de los ferrocarriles, de las líneas marítimas costeras y de los depósitos de petróleo y fábricas de cerveza. En el movimiento participaron diez mil obreros. Después de esta experiencia, los obreros trucos se han dado cuenta que para poder triunfar son necesarias la organización y la disciplina. El Congreso de Constantinopla funda la birlik Hace poco se convocó en Constantinopla un congreso obrero. Asistieron doscientos cincuenta delegados que representaban a 109.000 obrero de Constantinopla, 15.000 obreros de las minas de carbón de Zongouldak y a 10.000 obreros de las principales minas en Balyakaraidin. Se decidió unir las 34 demek [asociaciones] existentes en una birlik o federación. Esta atrevida decisión asustó al gobierno, que se negó a reconocerla. Hay que señalar que la actitud del gobierno hacia los obreros ha cambiado mucho desde el final de la guerra. Cuando se trataba de echar a los extranjeros, el gobierno estaba siempre a favor de los obreros, pero cuando se trata de la organización obrera, se muestra tan reaccionario como todos los demás gobiernos capitalistas. Por ello, su oposición no sorprende a nadie. Además, todo el mundo sabe que desde los acontecimientos de Lausana, el capitalismo turco está flirteando con el capital extranjero, que, después de haber provocado la muerte de miles de desdichados griegos y turcos sin lograr colonizar Turquía, ahora está introduciéndose pacíficamente en la Tierra de la Media Luna. La negativa del gobierno a reconocer la birlik equivale a una amable sonrisa dirigida al capital extranjero en el país, tres quintas partes del cual es francés. 1 El movimiento obrero en Turquía Pero el proletariado turco ha dado su primer paso. Continuará. Ho Chi Minh Publicado por primera vez en L'Humanité, 1 de enero de 1924. 2