Avicena, príncipe de la medicina. Romero Alcaide, M L. Fisio Divulg. 2014; 2(1); 38-40 Fisioterapia y Divulgación SEMBLANZA Avicena, príncipe de la medicina Avicenna, prince of medicine María Luisa Romero Alcaide1 1Fisioterapeuta. Ejercicio libre de la profesión INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO / ARTICLE INFO Historia del artículo / Article history: Recibido / Recieved: 30-05-2013 Aceptado / Accepted: 10-07-2013 Publicado / Published: 01-10-2013 Palabras clave / Keywords: Biografía, Avicena, medicina, fisioterapia Biography, Avicenna, medicine, physiotherapy RESUMEN / ABSTRACT Avicena (980-1037 d.c) fue el continuador del pensamiento de Hipócrates y uno de los primeros intérpretes de Aristóteles en Oriente. Hasta nuestros días ha llegado su pasión por la difusión de conocimiento ya que disfrutaba explicando y enseñando a sus discípulos a los que les retaba con problemas de lógica, debates de filosofía o casos clínicos. Pero sobretodo destacó por ser un hombre de ciencia, un médico que se enfrentaba a la muerte y la enfermedad con los medios y la sabiduría acumulada hasta el siglo X. Avicena (980-1037 d.c) follower of Hypocratic’ stream of thought and one of the first readers of Aristoteles in Orient. He enjoyed explaining and teaching to his pupils challenging them with logical problems, phylosophy discussions and showing them clinical cases. But over all he stood out because he was a science man, a doctor who puts faced death and disease with the means and wisdom of s.X. Publicado por / Published by: Fisioterapia y Divulgación Introducción Es en este tiempo de cambio cuando una de las dinastías de origen persa, los samanies y más tarde los buyies, plantan cara al califa y llegan rápidamente al poder central de la región de Transoxiana haciendo de Bujará la capital. Aunque dependían del califato de Bagdad gozaban de cierta autonomía y esto generó un movimiento de patriotismo que se reflejó en la literatura y la ciencia de la época. A esta reemergencia de la prosa y la poesía persa que supuso que llegará a ser el idioma oficial de la corte y de las bellas artes se le conoce como renacimiento persa. Los emires se rodeaban de los sabios más ilustres de la época y los eruditos y poetas acudían en busca de reputación y favores que les permitieran ampliar sus conocimientos. Durante el periodo en el que vivió Avicena existían otras tres dinastías dentro del territorio de Persia Persia en el siglo X estaba bajo el gobierno árabe de los abasíes. El territorio comprendía una vasta extensión: los actuales países de Irán, Irak, Armenia, Afganistán, Uzbekistán y partes del este de Turquía y Siria. La derrota contra los conquistadores árabes supuso un cambio brusco en la población persa. Aunque éstos fueron permisivos con las diferentes religiones que cohabitaban: zoroastrismo, el budismo, el maniqueísmo, la cristiandad y el islam, siempre existió cierta discriminación hacia los que no se convertían a la verdadera fe: el islam. Por otro lado; aunque el pueblo era devoto y acogió en la mayor parte el islam sunní siempre existió un sentimiento de frustración y de melancolía hacia la cultura y el imperio persa perdido.1 38 Avicena, príncipe de la medicina. Romero Alcaide, M L. Fisio Divulg. 2014; 2(1); 3-8 que influyeron notablemente en la vida del escritor y de las que se nutrió para llevar a cabo su obra literaria.2, 3 Aunque la medicina moderna ha desechado algunas de sus doctrinas como la teoría de los temperamentos aún siguen en vigor algunos preceptos que se detallan en su obra como: la íntima relación entre las emociones y el estado psicológico de una persona, la utilidad de los consejos dietéticos, la importancia de beber agua, la conveniencia de instalar las viviendas en lugares salubres, la necesidad de regímenes alimenticios, etc. Además en su praxis desarrollo métodos de tratamiento como la introducción de remedios por la uretra y tampones vaginales, el empleo de anestésicos por boca y las propiedades antisépticas del alcohol. Su obra es tan basta y rica en detalles clínicos que se dice que un maestro de medicina de París tardó 50 años en leer y explicar a sus alumnos sus comentarios sobre solo el primer libro del canon de la Medicina.1 La medicina en Persia en el siglo X, por tanto, estaba unida a otras ciencias y condicionada por la religión, la sociedad, los usos y costumbres de la cultura islámica. Avicena defendía la Teoría de Galeno e Hipocrátes que provenía de Occidente y perduró inalterable durante años. Combinando la teoría de los cuatro humores del cuerpo; linfa, bilis amarilla, sangre y bilis negra con los cuatro elementos de la naturaleza; fuego, aire, tierra y agua, postulaba que el desequilibrio entre estos estados equivaldría a la enfermedad y la curación se obtenía con la vuelta a la estabilidad. El canon de Medicina es la principal obra de Avicena y recoge todo el saber médico de la época. Así, su trabajo comprende una descripción del cuerpo humano, materia médica, patología y farmacología y algunas enseñanzas que siguen teniendo valor en la actualidad. Como emblema de la medicina de la Edad Media Avicena también ha aportado algunas ideas que usamos dentro de la fisioterapia. Por ejemplo enseñó los cuidados del enfermo tras la fractura, los vendajes a aplicar y las reglas de inmovilización. Describió con exactitud la columna vertebral, el esqueleto, las articulaciones y los ligamentos y trataba sus disfunciones con manipulaciones y otras técnicas de terapia manual. Sus escritos sobre anatomía y palpación nos indican que su objetivo con sus intervenciones era recuperar la función primordial del órgano tratado. El masaje, de hecho, junto con el ejercicio y el alimento, tenía un papel prioritario y la hidroterapia también formaba parte de su arsenal terapéutico. Sobre el movimiento y el reposo postulaba: Vida y aportaciones En este marco histórico, político y cultural nació Avicena en Agosto del año 980 (año 370 de la Héjira) en un pueblo llamado Afsina cerca de Bujará, ciudad que se encuentra en el actual Uzbekistán. Avicena pronto destacó por sus capacidades de aprendizaje y de memorización. A los 10 años ya sabía El Corán y su padre le puso un tutor con el que aprendió lógica, matemática y filosofía, pero sobretodo se empapó de la literatura helenística que había sido traducida al árabe. Euclides, Ptolomeo, Aristóteles, Platón… le dieron a Avicena la base de sus conocimientos que le permitieron crear más de 250 obras durante toda su vida. Pero fueron sus habilidades en Medicina lo que le dieron la fama tras curar a Nuh ibn Mansur, el príncipe reinante. Este episodio le permitió el acceso a la corte y le proporcionó un permiso especial para ampliar sus estudios en la biblioteca real y, posteriormente, aplicarlos en su práctica clínica como médico. La vida de Avicena ya con el título de jeque al sayd al rais (el honorable, la cabeza, el príncipe) se convirtió en un vaivén dentro de la política de la época, huyendo de los dominios de unas dinastías a otras. No obstante, su objetivo vital prevaleció por encima de la convulsión social desarrollando la praxis médica y la enseñanza. Muestra de ello es el poema de la Medicina4, que lo ideó para que los estudiantes aprendieran los preceptos más importantes fácilmente y se convirtió en referencia de estudio durante siglos. . Dentro de su trayectoria profesional llegó a ser director de uno de los hospitales más importantes de la región y gracias a su excelente labor fue nombrado Visir del sultán Shams elDowleh en Hamadan al que también atendía como médico personal. 3 “Entre los ejercicio físicos, los hay moderados: es de estos de los que hay que tomar ejemplo; equilibran el cuerpo expulsando los residuos y las impurezas, preparan el cuerpo para la nutrición y contribuyen al crecimiento de los jóvenes. Si te pasas produce fatiga, debilita los nervios y hace que el cuerpo envejezca. Ninguna ilusión acerca del reposo prolongado, en su exceso ninguna ventaja.”4 Conclusiones A pesar de las limitaciones propias de la época Avicena consiguió recoger la información médica más extensa hasta el momento. Tanto por sus conocimientos anatómicos como por sus habilidades a la hora de tratar Avicena fue un sabio de renombre en su tiempo y un ejemplo a seguir durante siglos en las universidades de Occidente. Algunas de sus enseñanzas nos abren la puerta al trabajo del fisioterapeuta actual ya que era un defensor del movimiento y de la función intentando mejorar la calidad de vida del paciente por encima de todo. 39 Avicena, príncipe de la medicina. Romero Alcaide, M L. Fisio Divulg. 2014; 2(1); 38-40 (3) Gilbert Sinoué. Avicena y la ruta de Isfahán. Ed. Histórica Zeta. 2006 Referencias (4) Avicena. Poema de la Medicina. Estudios de la ciencia y de la técnica, nº 14. Junta de Castilla y León, 1999 (1) Soheil F.A fnan. El pensamiento de Avicena. Fondo de cultura económica. Mexico-Buenos Aires, 1965. (2) Avicena (Ibn Sina) Cuestiones divinas, textos escogidos. Clásicos del pensamiento, Biblioteca Nueva. 2006. 40