SECCIÓN IV. dolor abdominal agudo Capítulo 13 Dolor abdominal agudo: claves proporcionadas por la historia y examen físico Miguel A. Montoro Huguet Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca. Departamento de Medicina. Universidad de Zaragoza. Fundación para el desarrollo de la Docencia e Investigación Biomédica (INDOGASTRO). INTRODUCCIÓN El término dolor abdominal agudo (DAA) se aplica a aquellos pacientes que presentan dolor abdominal de comienzo gradual o súbito, sin una causa conocida en el momento de su evaluación. La mayoría de los expertos coinciden en señalar las dificultades que comporta establecer un diagnóstico etiológico correcto en una situación de este tipo. No en vano, sólo el 60% de los casos subsidiarios de ingreso han sido diagnosticados correctamente. El DAA debe ser considerado, por tanto, como un auténtico desafío clínico. Su evaluación requiere de un conocimiento básico de los posibles mecanismos responsables del dolor (tabla 1) así como del amplio espectro de entidades clínicas implicadas en su etiopatogenia, los patrones típicos de presentación y también de aquellas causas inusuales y/o de aquellos factores que con frecuencia inducen a error. Aunque se han postulado muy diversas aproximaciones al problema (tabla 2), ningún postulado puede sustituir al enorme valor de una historia clínica meticulosa y un examen físico concienzudo. El presente capítulo se centra en la descripción de claves importantes proporcionadas por la historia clínica y el examen físico para descifrar el origen de un dolor abdominal agudo. 115 Manual de Emergencias en Gastroenterología y Hepatología CLAVES DE LA HISTORIA CLÍNICA ALGORITMO 1 1. Existen tres claves importantes para descifrar el origen de un DAA: los antecedentes, la semiología del dolor y los síntomas asociados. 2. Los antecedentes del enfermo aportan claves esenciales. Un dolor abdominal cólico en un paciente con historia de laparatomía o de hernias debería centrar el problema en una posible obstrucción por bridas posquirúrgicas o incarceración. Cualquier antecedente de enfermedad cardiovascular o sistémica, el abuso de alcohol o la inmunosupresión resultan determinantes en el diagnóstico. 3. El médico que evalúa a un paciente con DAA debe recabar información sobre su forma de comienzo, localización e irradiación, intensidad, carácter o calidad del dolor, duración y factores que desencadenan, agravan o alivian el dolor. Todas estas características son esenciales porque ayudan a limitar el espectro de causas del DAA. Brevemente, el médico debe reflejar si el dolor se localiza en cualquiera de los cuadrantes o si es difuso (un DAA localizado de forma difusa en la región periumbilical, especialmente en personas > 60 años, casi siempre comporta gravedad). Igualmente se ha de proporcionar información relativa a la forma de comienzo [(abrupto y de intensidad extrema en la perforación de una úlcera péptica (UP), la isquemia mesentérica aguda (IMA) o la rotura de un aneurisma de aorta abdominal (AAA)], la irradiación (típicamente subescapular en el cólico biliar; hombro izquierdo y espalda en la pancreatitis aguda o en la rotura espontánea del esófago, región inguinal en el cólico renal o el AAA), intensidad (grave en condiciones que amenazan la vida del paciente como el infarto de miocardio, la IMA, la rotura de un AAA, el embarazo ectópico o la oclusión intestinal con estrangulación) y el carácter del dolor (no es cólico en el “cólico biliar” y sí en la obstrucción del uréter o del intestino). Especial interés tiene siempre la relación del dolor con la ingesta, la defecación y los cambios posturales. El dolor viene precipitado (o se agrava) con la ingesta en la angina intestinal, la UP con penetración visceral o los cuadros biliopancreáticos y alivia típicamente en la UP no complicada. El dolor alivia con la defecación en la gastroenteritis y en la obstrucción intestinal. Es típico el alivio del dolor al inclinar el tronco hacia delante en la pancreatitis aguda. El movimiento, la tos y la deambulación agravan el dolor peritonítico, en tanto que el paciente cambia frecuentemente de postura buscando alivio en el cólico renal. 4. Debe consignarse cualquier síntoma asociado. La ausencia de anorexia hace dudar del diagnóstico de apendicitis. La ictericia, la fiebre y la rectorragia proporcionan información relevante, lo mismo que las náuseas, vómitos y diarrea. Es esencial investigar síntomas urogenitales, incluyendo la fecha de la U.R, así como cualquier síntoma cardiovascular o respiratorio (la neumonía o el infarto de miocardio pueden provocar dolor abdominal). 5. Algunos factores añaden dificultad para interpretar el DAA, especialmente el niño, al anciano, el sexo femenino y el huésped inmonucomprometido. Todas estas variables inciden de un modo determinante en la frecuencia de error. 116 13 - Dolor abdominal agudo: claves proporcionadas por la historia y examen físico 1 2 Antecedentes clínicos CLAVES DE LA HISTORIA CLÍNICA 3 Características del dolor Laparotomía Hernias Cardiovasculares Endocrinometabólicos Hematológicos Nefrourológicos Obstétrico-ginecológicos Abuso de alcohol Analgésicos Drogas ilícitas Alergias Viajes Inmunosupresores Datos psicosociales 4 Síntomas asociados 5 Considerar factores de confusión Anorexia Náuseas y vómitos Estreñimiento Diarrea Rectorragia Fiebre Síntomas miccionales Síntomas respiratorios Síntomas cardiovasculares Síntomas obstétricoginecológicos Sexo femenino Fallo en la comunicación • Deterioro cognitivo • Demencia • Psicosis • Afasia • Hipoacusia • Niños o ancianos Inmunosupresión • VIH • Quimioterapia • Esteroides • Neoplasias 117 Manual de Emergencias en Gastroenterología y Hepatología CLAVES DEL EXAMEN FÍSICO ALGORITMO 2 1. El registro de las constantes vitales, la coloración de la piel y el estado de hidratación informan sobre el impacto global de la enfermedad. Así, los casos de obstrucción, peritonitis o infarto, suelen causar secuestro de líquidos en el 3º espacio y deshidratación. La presencia de fiebre es importante, pero su ausencia no descarta una enfermedad potencialmente grave, especialmente en el enfermo anciano, debilitado o inmunodeprimido. El examen físico debe incluir la inspección de los ojos (excluir siempre ictericia), la presencia de adenopatías y la auscultación pulmonar (una neumonía puede ser la causa de DAA). 2. El examen del abdomen debe incluir la evaluación del recto, pelvis y región genitourinaria. La actitud del paciente puede ser importante (inmóvil en caso de peritonitis y agitado en el cólico biliar o renal). Contrariamente al pensamiento clásico, la administración de un analgésico en el área de Urgencias puede modificar los hallazgos del examen físico, pero no es causa de errores graves en el manejo. La inspección puede identificar hernias y cicatrices que a menudo son causa de oclusión intestinal. 3. La auscultación del abdomen debería preceder a la palpación. La presencia de silencio abdominal completo sugiere un estado de peritonitis avanzada o íleo adinámico (paralítico). El peristaltismo de lucha permite sospechar obstrucción intestinal y la identificación de soplos vasculares o ruidos de fricción, aneurisma de aorta o infarto esplénico, respectivamente. 4. La palpación debe realizarse de forma suave, distrayendo al paciente y comenzando por el cuadrante más alejado del dolor. La presencia de contractura y defensa abdominal constituye un signo precoz de inflamación peritoneal, pudiendo apreciarse de forma unilateral o difusa. La palpación también permite igualmente detectar masas sólidas y visceromegalias. 5. La ausencia de matidez hepática sugiere neumoperitoneo. Este signo pue- de estar ausente en las perforaciones del apéndice o de un divertículo. La percusión puede revelar ascitis. Cuando se trata de un enfermo cirrótico ha de considerarse la posibilidad de una peritonitis bacteriana espontánea (capítulo 40). 6. Aunque la sensibilidad del tacto rectal es baja para el diagnóstico de apen- dicitis, en ocasiones el dolor producido con esta maniobra puede ser el único signo sugestivo de una apendicitis retrocecal. También permite detectar fecaloma impactado como causa de obstrucción, y obtener heces para investigar sangre oculta. El examen de la pelvis es esencial en la mujer con enfermedad pélvica inflamatoria, embarazo ectópico y masas anexiales o uterinas (capítulo 24). 118 13 - Dolor abdominal agudo: claves proporcionadas por la historia y examen físico CLAVES DEL EXAMEN FÍSICO 1 6 Evaluación del estado general 2 3 INSPECCIÓN Hernias Cicatrices quirúrgicas AUSCULTACIÓN Examen rectal y urogenital 4 5 PALPACIÓN PERCUSIÓN Silencio abdominal Peristaltismo de lucha Soplos vasculares Signos peritoneales Masa pulsátil Matidez hepática Ascitis 119 Manual de Emergencias en Gastroenterología y Hepatología Figura. Los antecedentes del paciente son de importancia crucial para el diagnóstico del dolor abdominal agudo. Conocer que el enfermo ha sido sometido a una laparotomía previa permite centrar la causa de una oclusión intestinal en el posible atrapamiento de un asa por una brida postquirúrgica, como ocurre en el caso que se presenta (isquemia focal segmentaria por un síndrome adherencial postoperatorio). Nótese la transición brusca entre el tejido isquémico y el tejido viable. Cortesía de la Dra. Casamayor. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. Errores comunes en la práctica clínica 1. El avance en las técnicas de imagen ha propiciado que la entrevista clínica realizada con sosiego e interés por un médico bien entrenado haya sido sustituída por un protocolo de exploraciones, a menudo solicitadas con un criterio de «medicina defensiva», olvidando que la semiología clínica recogida con devoción y meticulosidad, sigue siendo la principal herramienta para orientar de un modo correcto el DAA. La maniobra de descompresión (Blumberg) puede ser superflua si el contexto indica claramente la presencia de peritonitis. A menudo, no hace sino incrementar el disconfort del paciente suscitando desconfianza para una ulterior exploración. Una percusión suave sobre el área problema puede ser suficiente y menos traumática. Con frecuencia se infravalora la gravedad de un DAA en el anciano, por el hecho de que su magnitud no es relevante, olvidando que el anciano presenta menor sensibilidad visceral y una menor intensidad en la respuesta inflamatoria. 2. 3. 120 13 - Dolor abdominal agudo: claves proporcionadas por la historia y examen físico Tabla 1. Tipos del dolor abdominal • Dolor visceral: su origen se relaciona con la distensión, el espasmo o la contracción violenta del músculo liso de una víscera hueca, como el malestar experimentado al comienzo de una obstrucción intestinal o colecistitis. Sus características son las de un dolor mal delimitado, comienzo gradual, sordo, urente o cólico. • Dolor parietal: localizado exactamente en la zona estimulada, agravándose con la tos, la deambulación y la palpación de la zona afectada. Se acompaña de hiperalgesia y defensa muscular. Tal es el dolor de una apendicitis aguda, cuando la inflamación se ha propagado al peritoneo parietal. • Dolor referido: el dolor originado en una víscera es percibido como si procediese de una región localizada a distancia. Aparece cuando el estímulo visceral es más intenso o el umbral del dolor está disminuído. Así ocurre con el dolor escapular del cólico biliar o el dolor inguinal del cólico nefrítico o del aneurisma de aorta abdominal. Tabla 2. Diversas aproximaciones al dolor abdominal (ref. 3) Según el mecanismo neuroanatómico Ver tabla 1 Según el cuadrante abdominal afectado Cuadrante superior derecho (HD) Cuadrante superior izdo (HI) Fosa ilíaca derecha Fosa ilíaca izquierda Según su cronología y cualidad Comienzo súbito (ejemplo: embolia mesentérica, disección de aórta) Comienzo gradual (ejemplo: apendicitis) Implica riesgo vital IAM. Isquemia mesentérica aguda. Rotura de aneurisma aórtico Perforación de víscera hueca, incluída la perforación del esófago Obstrucción intestinal con estrangulación Rotura de embarazo ectópico Desprendimiento de placenta Perforación del esófago Según su patogenia Inflamación visceral (infecciosa, tóxica, inflamatoria) Obstrucción de víscera hueca (intestino, uréter, vejiga) Isquemia Traumatismo Perforación Según el órgano implicado Corazón, pulmón Gastrointestinal, hepatobiliar, vascular Urinaria, uterina Sistema endocrino, hematológico. IAM: Infarto agudo de miocardio. 121 Manual de Emergencias en Gastroenterología y Hepatología Bibliografía 1. Montoro M. Casamayor M. Dolor abdominal agudo. En: Montoro M. García Pagán JC, Castells A, Gomollón F, Mearin F, Panés J, Gisbert JP. (eds). Problemas Comunes en la Práctica Clínica: Gastroenterología y Hepatología (2ª edición). Jarpyo Editores. Madrid, 2012: 91-124. 2. American College of Emergency Physicians. Clinical Policy: critical issuesfor the initial evaluation andmanagement of patients presenting with achief complaint of nontraumatic acuteabdominal pain. Ann Emerg Med 2000;36: 406-15. 3. O´Brien M.C. Cline D.M. Approach to abdominal pain. In Cline D & Stead L (eds). Abdominal Emergencies. Mc Graw-Hill. Medical. New York. 2008:1-11. 4. Fishman MB, Aronson MD. History and physical examination in adults with abdominal pain. 2012 UpToDate. 122