INTOXICACIÓN ALIMENTARIA CONSERVAS Y BOTULISMO Es una enfermedad neuroparalítica grave, muchas veces fatal, producida por una exotoxina sintetizada por una bacteria, el Clostridium botulinum. El cuadro más frecuente es la intoxicación alimentaria producida por la ingestión de alimentos que ya contienen las toxinas preformadas. El Clostridium botulinum es un bacilo gram positivo, anaeróbico estricto. El reservorio es el suelo (habita en la tierra virgen y el agua estancada), pero también son fuentes importantes de infección, el intestino de los animales, incluido el de los peces. El Clostridium produce esporas resistentes al calor y una de las toxinas, neuroparalizantes, más poderosas de las conocidas. La vitalidad de la forma vegetativa es débil, pero las esporas son muy resistentes, ya que se requieren 110C durante 36 min, o 115C durante 12 min, para su destrucción. En cambio la toxina botulínica, es muy termolábil, la ebullición la inactiva en 5 min, o bien queda inactivada en 30 min. a 80C; también es destruida por agentes oxidantes como el cloro, iodo y bromo. Esta toxina es una proteína simple, compuesta por aminoácidos de alto peso molecular. Se han identificado distintos tipos serológicos A, B, C9, C10, D, E, F y G. Los tipos A, B, y E son los que afectan al hombre, y rara vez la F y la G. El mecanismo de intoxicación más frecuente es a través del consumo de conservas caseras, mal esterilizadas o ingeridas sin cocción previa, (botulus en latín, embutido). Las condiciones que si favorecen el desarrollo de la toxina botulínica son: - Que previamente los alimentos a preparar, estén contaminados con esporas. - Que su pH sea superior a 5 (pH 8 - 8,5)-alcalino- Que el medio de conservación se mantenga húmedo. - Que el tiempo desde el momento de su fabricación hasta su consumo supere los ocho días. - Que éstas no sean calentadadas en forma previa a su ingestión, ya que la toxina quedaría destruida a los 80C. Estos alimentos son conservados muchas veces en vinagre, ya que su pH ácido impediría el desarrollo de la toxina, pero cuidado, cualquier otra contaminación agregada, que modifique el pH del medio, puede facilitar su desarrollo. Las alimentos que actúan generalmente como vehículos de la intoxicación son: verduras y frutas en conservas (espárragos, pimientos, alcachofas, etc.), embutidos, condimentos, carnes o pescados defectuosamente ahumados, cocidos, salados, curados o deshidratados. La sintomatología de la enfermedad no es debida a la acción del bacilo, sino a su toxina, que es muy soluble y fácilmente absorbida a nivel del tracto gastrointestinal, aunque también puede ingresar al organismo a través de heridas en la piel. En niños de uno a nueve meses de edad, se ha comprobado la producción de toxina dentro mismo del tubo digestivo luego de haber ingerido esporas. Esto no ha sido detectado hasta ahora en adultos. La toxina botulínica se transporta por vía sanguínea y linfática, haciendo blanco sobre las terminaciones colinérgicas del sistema nervioso periférico donde inhibe la producción de acetilcolina o bien uniéndose al extremo presináptico de la placa motora. De este modo, causaría una parálisis motora aguda, fláccida, simétrica y descendente de los músculos esqueléticos, con hipotonía, y fallo parasimpático. El período de incubación dura de 12 a 36 horas, variando según la cantidad de toxina ingerida y absorbida, excepcionalmente puede ser de tan solo 4 horas o durar hasta 8 días a más. Los primeros síntomas de intoxicación son: cefaleas, vértigos, somnolencia, pesadez de los párpados (ptosis palpebral), estrabismo(desviación de uno de los ojos de su dirección normal) , diplopía (visión doble), visión borrosa (por parálisis del músculo ciliar que dificulta la acomodación), midriasis, reflejo fotomotor abolido (rigidez pupilar), disfonia o afonía, disfagia, disartria, disminución de los reflejos nauseoso y tusígeno, adinamia y astenia, que acompaña al enfermo durante toda la evolución de la enfermedad. A nivel digestivo el intoxicado puede presentar: náuseas, vómitos, cólicos, diarrea o constipación, con meteorismo acentuado. A nivel respiratorio aparece disnea y signos de insuficiencia respiratoria precoces. En las formas graves son afectados los músculos respiratorios, (intercostales, diafragma y respiratorios accesorios). Puede tomar la raíz de los miembros. También se observa sequedad de boca, fauces, ojos y piel, taquicardia, hipertensión arterial y arritmias por bloqueo vagal. Los intoxicados permanecen lúcidos y afebriles. La causa de muerte es producida por parálisis respiratoria bulbar y/o complicaciones infecciosas. La recuperación es lenta (varias semanas); lo último en desaparecer son las oftalmoplejías, en la mayoría de los casos no quedan secuelas. CONDUCTA • Prepare las conservas apropiadamente, cumpliendo todas las normas de seguridad. • Evite la contaminación de los alimentos a preparar, lavándolos previamente de manera cuidadosa. • Caliente las conservas para su almacenamiento a 110C, 35 min, en olla a presión. • Impida la producción de la toxina con el agregado de vinagre a las conservas, acidificando así el medio. • No agregue elementos que torne más alcalino el medio (hojas de albahaca, ajo, etc.) • Caliente adecuadamente las conservas antes de servirlas (90C durante 10 min.) • Si prepara o piensa preparar conservas caseras, busque asesoramiento en la delegación INTA más próxima a su hogar o en la Facultad de Ciencias Agrarias. • Ante los síntomas descritos consulte precozmente con su médico. • El único tratamiento efectivo es la administración precoz de la antitoxina, en un Centro Hospitalario, donde se aplicaran además: medidas generales de sostén, Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM), purgantes y enemas, etc. • Ante una intoxicación procure conservar restos de los alimentos ingeridos, vómito o heces, de las víctimas para intentar localizar el agente causal.