DE HISTORIA NATURAL 383 tes más atrasados que el entrecejo y, en esa posición, la cara, vista de frente, se escorza algo; las orejas no parecen entonces tan bajas como en proyección en el plano de perfil, colocado verticalmente. Propiamente en este escorzo opistognato, no es que suben las- orejas, sino que baja el entrecejo; corresponde anatómicamente a lo •que fisiológicamente sería una actitud meditabunda. • La dificultad trigonométrica para el cálculo del índice, que nos •señale' la altura de la diagonal en la proyección anterior, se salva mediante la triangulación por dibujo geométrico, una vez medidas las aristas del tetraedro facial; no queda más que trazar luego la perpendicular a la vertical del perfil y repartir a uno y otro lado de éste, las dos mitades de la arista biauricular, supuesta una simetría bilateral casi perfecta, para tener proyectado el tetraedro facial en el plano frontal de la línea de perfil. Para traducir el esquema tetraédrico a fisonomía del viviente, se puede hacer notar que la nariz baja desde el nasio hasta" un nivel aproximado al que en la figura señala la diagonal de opistognatos, o más abajo; las orejas suelen ser más largas que la nariz, pero con