Guando se le quiere conservar, es, pues, preciso encerrarle en una jaula, en donde se le alimenta con pan, frutos y grano. Su carne es comestible y bastante buena. 5.—Los PAQUIDERMOS están representados en Filipinas por el Puerco demonte, Sus SCROPHA, L., siendo probable la existencia de otras dos espe­ cies denominadas S. PÁPUENSIS, LESS., y S. VERRUGOSUS, ТЕМ., que habitan en otras islas inmediatas. Se asegura que en Mindanao existe también el PORGUS BABYRUSSA, KLEIN., bi-roesa ó Báby-Rusa, notable animal llamado por los malayos Ba- es decir, puerco-ciervo, que es muy semejante al jabalí, del cual se distingue sobre todo, por presentar sus colmillos superiores considerablemente desarrollados y encorvados hacia atrás. Al designarle con el nombre de puerco-ciervo, los malayos han aludido s e - guramente á sus defensas, que á causa de su tamaño y posición han sido comparadas á cuernos; pero los naturalistas europeos, dando diferente interpretación á dicho calificativo, h a n creído que se referia á la talla del animal, y en casi todas sus láminas le h a n dado unas formas esbeltas de que realmente carece. En la edad adulta el Babirusa es un animal r e choncho, cuya cabeza es pequeña, el hocico puntiagudo, las narices t e r minales, anchas y redondeadas, y la mandíbula inferior menos avanzada al parecer que la superior, á causa del desarrollo del hocico. El ojo es pequeño y su ángulo mayor se prolonga á modo de lagrimal. El iris es rojizo, la pupila grande redondeada, las orejas distantes entre sí, pequeñas, aguzadas, derechas y dirigidas hacia atrás. Los dientes caninos superiores, atraviesan la piel del hocico y se encorvan hacia atrás, hasta el punto de penetrar á veces en las carnes de la frente. Los inferiores se elevan verticalmente levantando un poco el labio superior. Las piernas, comprimidas lateralmente, son relativamente cortas y poco fuertes; los pies están un poco torcidos hacia afuera; las uñas son pequeñas, redondeadas, bien separadas, y las de los dedos posteriores no apoyan ordinariamente en el suelo. La cola delgada, desnuda y provista de un penacho terminal de pelos, no se enrosca como la de los puercos ordinarios. La piel ruda, gruesa, forma pliegues en muchas partes del cuerpo, especialmente entre las orejas y en los carrillos. El macho tiene la frente c u bierta de pequeños tubérculos muy próximos entre sí. La cabeza es parda por encima. Las orejas están cubiertas en su base y en toda su concavidad de pequeños pelos finos. El cuerpo, de un pardo sucio, presenta