Naturalidad, respeto y sentido común… en el trato hacia la persona

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Naturalidad, respeto y sentido común…
en el trato hacia la persona ciega
o con discapacidad visual. 
A mí me llaman Tina y soy ciega. Sé cómo orientarme y circular en las calles.
Puedo viajar sin asistencia, aunque probablemente use un bastón o un perro
guía. Hay personas que tienen un trastorno visual y no resulta evidente.
Si quieres ayudarme:
Identifícate en primer lugar. Tócame la mano o el hombro si es necesario.
Pregúntame antes de ofrecerme tu ayuda, no la impongas.
Háblame directamente y utiliza mi nombre si lo conoces.
Háblame claro y sin gritar. No sustituyas el lenguaje verbal por gestos.
Si me ofreces o indicas alguna cosa, descríbeme de qué se trata y en qué lugar
exacto se encuentra.
Si preciso de tu ayuda, ofréceme el brazo y camina ligeramente delante.
Adviérteme de posibles obstáculos que se encuentren a mi paso. No me digas
«cuidado», ¡ay!¡ay!. Si ves un peligro dime ¡alto! para no seguir avanzando y
explícame verbalmente el peligro para poder evitarlo.
Ayudarme a subir o bajar de un tren o autobús mostrándome dónde está el
pasamanos de la puerta, colocando mi mano encima y avisándome de la
presencia, si hubiera, de escalones o de una gran separación.
Para mostrarme un asiento basta con llevar mi mano hacia el respaldo o sobre el
brazo del mismo.
Utiliza, sin ningún tipo de problema, los términos ver, mirar, observar o
contemplar, no existen palabras tabú en mi lenguaje.
No me dejes sola, sin comunicármelo antes.
Necesito tocar o explorar más los objetos. No cambies la ubicación de las cosas y
avísame de cualquier variación.
« ¿Cuántas cosas perdemos por miedo a perder? » Paulo Coelho
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