HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR esta acción cinco muertos y diez heridos, mientras que del lado de las tropas del Gobierno hubo un oficial muerto y muchos heridos, algunos de gravedad”. El 27 de septiembre, mediante una proclama que fue conocida en Quito y Guayaquil, el coronel Concha, hacía conocer las causas por las cuales se levantaba en armas contra el gobierno de Leonidas Plaza. El aislamiento de la provincia de Esmeraldas en aquella época era casi total, la única vía de comunicación con el resto del país era la marítima debido a la naturaleza selvática y carencia casi total de vías de comunicación internas, por tanto era justo el resentimiento de sus habitantes con el Gobierno Central, a quien atribuían despreocupación por todas las necesidades de la provincia. Al conocer estos acontecimientos, el Gobierno dispuso que el ministro de Guerra y Marina general Juan Francisco Navarro, se dirigiera a Esmeraldas. Viajó a esa ciudad en el cazatorpedero “Libertador Bolívar”. El buque arribó el 28 de septiembre, a las 10 de la mañana transportando 100 hombres del batallón “Guayas”, al mando del mayor Héctor Icaza. Es muy posible que entre los oficiales del buque “Libertador Bolívar” hubiera adeptos a esta insurrección, por lo que el historiador Julio Estrada, afirma que los revolucionarios esperaban con interés la llegada de este buque de la Armada, vista tenían conocimiento que un grupo de oficiales estaba apoyando la revolución, pero no fue así, ya que el complot fue descubierto y cambiaron la fecha de arribo del buque. Las tropas gubernamentales el 8 de octubre, proceden a buscarlo siguiendo el curso del río Esmeraldas; éstas fueron atacadas por los rebeldes sufriendo la muerte a dos clases y un soldado y dispersando a los demás, excepto al capitán Oviedo y algunos soldados que fueron capturados, por lo que la tropa restante decidió regresar inmediatamente a Esmeraldas. Leonidas Plaza Gutiérrez y parte de su Gabinete. Archivo Histórico del MCE. Los fusiles abandonados por la tropa gubernamental durante la huida, aumentó el arsenal de los rebeldes que se sintieron triunfadores. Este resultado adverso obligó a que el Gobierno reconozca la gravedad de la situación, la que demandaba mayor energía para combatir la insurrección del pueblo esmeraldeño, conocedor del terreno y acostumbrados a la lucha en la selva, quienes al mando de un experimentado comandante, se presentaban casi invencibles. 172 Las tareas de transporte de tropas y de apoyo logístico, estaba a cargo de las unidades navales que operaban en el Teatro, éstas estaban bajo el mando militar del Jefe de Operaciones. Estos buques eran el cazatorpedero “Libertador Bolívar”, guardacostas “Patria”, crucero “Cotopaxi”,