Invisibles: ¿hasta cuándo? - CWS Latin America/Caribbean

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Invisibles:
¿hasta cuándo?
Resumen ejecutivo
Una primera aproximación a la vida y
derechos de niñas, niños y adolescentes
con referentes adultos encarcelados
en América Latina y el Caribe
Estudio de caso:
Brasil, República Dominicana, Nicaragua y Uruguay
Resumen Ejecutivo
En las últimas dos décadas, el número de personas encarceladas en América Latina ha aumentado en forma continua, con mas de 1,2 millones de personas hacinadas en prisiones
de la región. Junto al aumento de personas encarceladas ha aumentado también el número
de niños, niñas y adolescentes con un padre encarcelado, estimándose la cantidad de estos
niños entre 1.5 y 1.9 millones (ver versión completa del Estudio para más detalles). Este
grupo de niños y jóvenes vulnerables y marginados han sido olvidados y son prácticamente
“invisibles” para las políticas y programas públicos y de la sociedad civil.
Para entender la realidad y necesidades de estos niños, y siguiendo las recomendaciones
hechas por el Comité de los derechos del Niño de Naciones Unidas en ocasión del Día de
Debate General de 2011, con el liderazgo técnico de la organización Gurises Unidos de Uruguay y el acompañamiento de la agencia de cooperación ecuménica Church World Service,
un grupo de organizaciones de la sociedad civil de América Latina y el Caribe especializadas
en la defensa y promoción de los derechos de niños, niñas y adolescentes y ampliamente
reconocidas en sus países (Brasil, República Dominicana, Nicaragua y Uruguay) decidieron
unirse para llevar a cabo un primer estudio regional sobre niños con padres encarcelados.
Luego de identificar dentro de los programas apoyados por estas organizaciones a 193
niños, niñas o adolescentes que tenían, o habían tenido, a uno de sus padres o adulto referente encarcelado, se entrevistó en profundidad a 50 de ellos/as así como a 43 adultos a cargo
confirmando que el encarcelamiento de uno de los padres impacta significativamente en la
vida de un niño.
Debido a que este encarcelamiento de uno de sus miembros impacta en la economía
familiar, muchos niños se ven obligados a trabajar fuera del hogar y/o asumir roles de adulto
dentro del mismo. Los niños también experimentan importantes cambios emocionales que
incluyen, tristeza y una tendencia a aislarse y/o a enfermarse más fácilmente. En su mayoría,
estos niños, niñas y adolescentes también se enfrentan a una fuerte estigmatización social y
discriminación en sus comunidades. Una parte de estos niños de hecho crece construyendo
e incorporando una percepción negativa sobre las autoridades policiales y el sistema judicial.
Todos estos elementos se combinan para alterar el desarrollo de la formación de la “propia identidad” de estos niños e incluso conlleva a que algunos desarrollen su personalidad
sobre la base de la resistencia a las estructuras sociales existentes.
Diferentes investigaciones confirman que mantener la relación entre padres e hijos durante el encarcelamiento es una de las mejores maneras de ayudar a los niños a enfrentar
estas dificultades. Sin embargo, es dif ícil para las familias y adultos responsables mantener
estas relaciones padre-hijo cuando la única interacción cara a cara que estos niños tienen
con sus padres se da en las visitas a la cárcel, durante las cuales muchas veces los niños deben soportar condiciones insalubres, cacheos invasivos, y malos tratos de los guardias de las
diferentes prisiones.
Funcionarios de gobierno y expertos en la temática entrevistados por los investigadores
reconocieron la vulnerabilidad de este grupo de niños, y proporcionaron elementos importantes que ayudan a entender mejor su situación. Ellos describen los sistemas de justicia y
penitenciarios como “adulto-céntricos” ya que, salvo en contadas excepciones, sólo evalúan
las situaciones desde la perspectiva de los adultos involucrados y en muy pocos casos tienen
en cuenta el interés superior del niño en el momento de aplicar una sentencia o castigo a
individuos que son padres. De hecho, ningún país de la región, documenta o registra de
forma sistemática el número de hijos de las personas privadas de libertad. Sin una idea de su
magnitud, es casi imposible crear políticas y programas para atender a esta población.
Mientras que los derechos y responsabilidades legales de los padres y las madres no
difieren, algunos expertos expresan un mayor nivel de preocupación por la situación de las
madres encarceladas, en particular a aquellas que viven con sus hijos en la cárcel. Se sostiene que el encarcelamiento de una madre tiene un impacto más profundo en la dinámica
familiar y aumenta significativamente la vulnerabilidad de los niños. En todo caso, ya sea
que se trate de la madre o el padre que está condenado por un delito, el uso de penas alternativas (Ej.: régimen abierto o semi-abierto) puede
​​
generar una disminución en el impacto
negativo que esta situación tiene en la vida de los niños. Del mismo modo, según los expertos, una mejor coordinación entre actores estatales (sistema judicial y actores del sistema de
protección de los derechos de los niños), podría facilitar la creación de servicios destinados
a niños de padres encarcelados, que prácticamente no existen en la región.
No hay duda de que los estados, en primer lugar, tienen la responsabilidad de proteger
los derechos de todos los niños, y por ende es imperativo que comiencen, en coordinación
con la sociedad civil, a desarrollar políticas, programas e iniciativas para apoyar, ayudar y
empoderar a los niños, niñas y adolescentes con padres encarcelados de la región.
Recomendaciones
Para hacer efectivos los derechos de los nna con referentes adultos encarcelados, entendemos pertinente avanzar en la implementación de acciones, medidas y políticas que contribuyan en este sentido.
Producción de conocimiento:
• Es prioritario realizar investigaciones específicas que den cuenta de la realidad de
nna con referentes encarcelados.
• Realizar un registro de los nna dependientes de las personas encarceladas al momento de su ingreso al sistema penitenciario para evitar que queden en situación
de abandono y permitir un seguimiento de su situación. En particular garantizar
que se encuentren amparados en sus necesidades básicas de cuidado, identificando
el régimen de tutela y custodia.
Formación de operadores sociales e institucionales:
• Se requiere la formación de operadores del Estado y de la sociedad civil con relación a la situación de vulnerabilidad de los nna con referentes encarcelados para
el desarrollo de procedimientos, programas o políticas que apoyen a la niñez, la
adolescencia y sus familias en estas situaciones.
Inversión en infancia y adolescencia:
• Es necesario dotar de recursos económicos al conjunto de políticas de infancia que
•
protegen el ejercicio pleno de los derechos de nna teniendo en cuenta la matriz de
protección ya existente en cada país.
La inversión en la infancia que vive la situación de referentes adultos encarcelados
es fundamental para la implementación de programas que permitan disminuir los
riesgos de exclusión y estigmatización, para favorecer su inserción social. Para ello
es necesario brindar recursos económicos y humanos a partir de equipos técnicos
para que los nna y sus familias puedan afrontar la situación de vulnerabilidad social asociada al encarcelamiento.
Sensibilización y difusión:
• Entendemos necesaria la producción de material de abordaje de la temática que
•
brinde orientaciones adecuadas a nna y sus familias o cuidadores, así como a los
operadores del sistema carcelario, la comunidad e instituciones educativas, que
contribuyan a fortalecerlos en tanto sujetos de derecho:
• materiales informativos,
• cartillas didácticas sobre el ejercicio de los derechos,
• manuales sobre procedimientos de actuación para el acceso a la justicia,
• guía de recursos institucionales y comunitarios.
Elaborar guías de procedimiento relativas a las condiciones de las visitas de los
nna que contemplen:
• medidas para evitar largas esperas al ingreso a los centros penitenciarios;
• existencia de entornos amigables, adecuados a los nna, donde realizar los
encuentros con su referente encarcelado;
• métodos de revisión que no vulneren los derechos de nna;
• contacto f ísico y privacidad en las visitas a los referentes encarcelados.
Acciones de orientación, apoyo y protección de los
derechos de nna con referentes encarcelados:
• Permitir a las personas detenidas o procesadas con prisión que tengan nna a su
•
•
•
•
cargo que antes de su ingreso o al momento de producirse este tomen disposiciones acerca de ellos, en función del interés superior de los niños.
Orientar a los adultos encarcelados respecto de sus derechos, responsabilidades y
recursos existentes para resguardar los derechos de sus hijos e hijas por medio de
equipos técnicos calificados.
Garantizar el derecho de los nna a mantener contacto con sus referentes encarcelados. A tal fin, se deberían asegurar mecanismos efectivos de comunicación (visitas, contacto telefónico, correspondencia, entre otros) por los organismos directamente involucrados (sistema penitenciario, sistema de protección a la infancia).
Asegurar espacios para que los nna puedan expresar su opinión y ser escuchados al tomarse decisiones derivadas del encarcelamiento del referente adulto que
puedan afectarlos en el ejercicio de sus derechos. En este sentido, es necesario
garantizar el acceso de los nna a información fidedigna respecto a su situación de
forma adecuada a su edad.
Otorgar los apoyos que resulten necesarios para empoderar a las familias (nucleares o extensas) y otros cuidadores de los nna de padres presos como forma de
minimizar los impactos negativos del encarcelamiento en los vínculos intrafamiliares.
Comunidad y sociedad civil:
• Prestar especial atención a la integración social de los nna con referentes adultos
•
•
encarcelados en la comunidad, en los centros educativos, de salud y recreativos. La
sociedad civil organizada inserta en la comunidad puede desempeñar un rol clave
en este sentido:
• asistencia psicológica,
• espacios socioeducativos,
• instancias grupales de apoyo y reflexión,
• apoyo social,
• asistencia pedagógica.
Trabajar como sociedad civil con las comunidades de cara a superar los procesos
de estigmatización y promover el empoderamiento de los sujetos para la exigencia
de derechos.
Las propuestas de abordaje con nna y familias en situación de vulneración social
deben ser integrales y tener en cuenta el hecho particular del encarcelamiento de
los adultos de referencia como elemento específico que puede requerir acciones
singulares que contribuyan a la inclusión social.
Con referencia a las acciones y programas estatales:
• Se debe fortalecer la articulación interinstitucional entre los diversos sistemas intervinientes en el proceso.
• Se considera fundamental que al momento de la definición de una medida judicial
•
•
que implique la privación de libertad de un adulto con hijos exista una efectiva
coordinación con el ámbito judicial en materia de familia para asegurar que la medida no vulnere los derechos de los nna involucrados.
Es imprescindible que exista una articulación entre el sistema penal y los organismos encargados de garantizar los derechos de la infancia con el fin de que se tenga
en cuenta el interés superior del niño.
En caso de que el encarcelamiento de un referente adulto lesione las posibilidades
de acceso a servicios de infancia para cubrir las necesidades vitales de los nna
deben proveerse transferencias materiales.
Para solicitar más información, realizar aportes y sugerencias y solicitar envío de copia
del informe final, favor dirigirse a:
Jorge Freyre (Gurises Unidos), [email protected], o
Luciano Cadoni (CWS) [email protected]
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