DMSO su naturaleza y aplicaciones

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Resumen. DMSO, su naturaleza y sus apliaciones.
En este artículo no pretendemos aconsejar médicamente a nadie acerca de la utilización de
este producto. Nos limitamos a aportar mera información. Después, cada persona en plena
libertad puede decidir y tomar las riendas de su salud a su manera, consultar a su médico o
terapeuta. La cuestión es que puede ser muy interesante que conozcamos propiedades y
posibles utilidades que esta y otras sustancias nos ofrecen. La información nos hace libres.
Con el DMSO, el asunto no es baladí, ya que en los últimos años se han publicado en todo el
mundo más de 40.000 artículos en revistas científicas y más de 11.000 artículos sobre sus
implicaciones médicas, desde los paises más avanzados en medicina -Japon, Gran Bretaña,
Canadá, Alemania, Estados Unidos, etc.- Allí, no pocos médicos lo prescriben ante una gran
variedad de dolencias que incluyen el dolor, la inflamación, la artritis, tendinitis, la
esclerodermia, la cistitis intersticial, la presión intracraneal elevada… Entre otras muchas
dolencias más. La paradoja es que en los Estados Unidos, la FDA solamente la ha autorizado
para uso como conservante de órganos para trasplante y para la cistitis intersticial, una
enfermedad de la vejiga.
¿Qué es el DMSO?
El DMSO, Dimetil Sulfóxido o Sulfóxido de Dimetilo, es un subproducto del proceso de
fabricación de papel, que fue descubierto en Alemania a finales del siglo XIX. Tiene un olor
sulfuroso que recuerda al olor del ajo. Su sabor aparece a los pocos minutos de haber aplicado
la sustancia en la piel o de cualquier otro modo. Es un formato de azufre, componente
fundamental para el organismo humano y de los seres vivos.
Es un líquido incoloro que disuelve muchas sustancias, y ganó bastante popularidad por su
capacidad de penetrar la piel y otras membranas del organismo, además de obrar según sus
propiedades específicas. Una de las muchas sorpresas que experimentaron los científicos, fue
que podían utilizar el DMSO como un elemento para transportar moléculas de sustancias o
medicamentos, e introducirlas más eficazmente en el interior del organismo con más bajas
dosis.
La escritora Maya Muir lo describe como "uno de los más estudiados, pero menos
comprendidos productos farmacéuticos de nuestro tiempo". Y hay razones para que esto sea
así. Dice que su utilización reduciría notoriamente el consumo de otros fármacos y hasta
incluso, la sanación de muchas enfermedades con un bajo coste, algo que haría perder
volumen de negocio a las farmacéuticas. Eso sin contar que la sustancia ya no se puede
patentar, de ahí el desinterés de los grandes laboratorios farmacéuticos en promover el
empleo de este producto.
¿Cuándo comenzó a utilizarse como remedio?
La historia del DMSO como producto farmacéutico de utilidad comenzó en 1961, cuando el Dr.
Jacob, responsable del programa de trasplante de órganos en la Oregon Health Sciences
University, descubrió que el líquido que se utilizaba como conservante de órganos para el
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trasplante, penetraba con suma facilidad y rapidez en la piel. Esto le intrigó y empezó a
investigar las posibilidades que podría aportarnos esta sustancia.
Y lo que ocurrió fue que la prensa se hizo eco con rapidez por el enorme potencial que el
producto brindaba. Sin embargo, como era un producto utilizado industrialmente, no existían
protocolos para su utilización médica, así qué, los pacientes terminaban por establecer su
dosis. La cosa es que terminó con la oposición de la FDA y de la comunidad médica que
acabaron por sacar la sustancia del uso habitual, salvo para un par de posibilidades; ante para
la cistitis intersticial y para conservación de órganos para trasplante.
Aún así, el Dr. Jacobs reclamó la utilización de esta sustancia para aplicarla en un buen número
de dolencias. Decía que venía a ser algo así como la aspirina de nuestra era que, si la tubieran
que legalizar con la normativa actual, sería imposible.
La cuestion es que seis empresas farmacéuticas comenzaron a estudiar las posibilidades. Sin
embargo, poco iba a durar esto porque en noviembre de 1965, una mujer murió por una
reacción alérgica despues de administrarle DMSO y otros fármacos y, aunque no se determinó
la causa exacta de la muerte, la prensa informó que probablemente la causa de la muerte la
ocasionó el DMSO. Se acababan de “cargar” al DMSO. Cuanto menos, es curioso el veredicto,
sobre todo por los cientos de miles de muertes anuales que provocan los fármacos aceptados
y aprobados por las autoridades del sector.
Dos meses más tarde, la FDA cerró los ensayos clínicos en los Estados Unidos, citando la dicha
muerte y los cambios en la vista que sufrieron determinados animales de laboratorio que se
les había dado dosis de la droga, en una cuantía muchas veces mayor de lo que sería correcto y
adecuado en seres humanos. Como excusa resulta algo peregrina y deplorable, sobre todo
porque, como ya hemos comentado previamente, todos los años mueren cientos de miles de
personas en el mundo a causa de medicamentos aprobados previamente por la EPA y agencias
similares de otros paises.
20 años despues y con cientos de estudios de laboratorio con humanos, no se han reportado
otras muertes, ni ha habido problemas en los ojos de los que se sometieron a estas
pruebas. Desde entonces, sin embargo, la FDA ha negado siete solicitudes para llevar a cabo
estudios clínicos, con la excepción del estudio de la cistitis intersticial, que posteriormente fue
aprobado para su uso prescriptivo en 1978. Y lo que argumenta el Dr. Jacob es que el DMSO
podría poner fin a mucho sufrimiento en las personas.
Ahora la cosa ha cambiado algo y se ha permitido el estudio y ensayos clínicos para la
aplicación del DMSO en la presión intracraneal elevada pero, aún así, el interés de los
organismos oficiales, claramente manipulados por los grandes poderes farmacéuticos que
llegan a moldear leyes, sigue siendo muy escaso.
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Cómo actúa el DMSO: Penetra Membranas, alivia el dolor, transporta sustancias.
La primera cualidad que descubrió el Dr. Jacobs fue la de traspasar membranas biológicas con
una gran facilidad, -incuyendo la barrra hematoencefálica- aún en bajas concentraciones,
pudiendo constar que la eficacia mayor se produce con diluciones entre el 70 y el 90%,
perdiendo rendimiento en concentraciones superiores.
El DMSO puede trasportar, o al menos facilitar, que las sustancias y los medicamentos
traspasen membranas biológicas sin dañarlas, algo realmente inestimable cuando de lo que se
trata es de hacer llegar con eficiencia los medicamentos o sustancias al interior del organismo,
pudiendo reducir así sus dosis, al tiempo que son más efectivos. Morfina, penicilina,
esteroides, cortisona, insulina o dióxido de cloro, esencias medicinales entre otros, podrían
beneficiarse de esta cualidad y alcanzar las zonas donde tienen que actuar.
El DMSO no es tóxico en sí mismo, pero puede llegar a establecer situaciones peligrosas si se
combina con otras sustancias. Siempre hay que tener en cuenta que, cuando utilizamos el
DMSO combinado con alguna sustancia o fármaco, multiplicará sus efectos, por tanto, las dosis
se tendrán que redefinir a la baja.
Son muchas las dolencias que pueden beneficiarse del empleo de esta sustancia pero, esto
debería de ser su doctor o su naturópata quien determine su aplicación en términos de
frecuencia, forma y cuantía.
Desde 1970 el DMSO fue aprobado para su uso en animales, pero no para seres humanos. En
veterinaria se ha venido empleando durante años para infinidad de tratamientos, en especial
para los equinos, aunque bien es cierto que de modo abusivo en no pocos casos.
El ciclo del azufre como elemento de vida y sanación.
El DMSO es un producto intermediario del Ciclo Sulfúrico Global que distribuye azufre
biodisponible a toda la vida animal y vegetal. Los compuestos de sulfuro son indispensables
para la vida y se encuentran en todas las células corporales, algo que nos hace pensar en su
aplicación preventiva como nutriente, aunque sea por vía tópica. El caso es que los
compuestos derivados del azufre son fundamentales ante una extensa variedad de reacciones
químicas involucradas en la desintoxicación de toxinas perjudiciales, y esto confiere
potenciales aplicaciones clínicas a este producto ante una gran variedad de dolencias.
Tiene cerca de 40 propiedades farmacológicas que resultan beneficiosas en la prevención,
alivio y eliminación de numerosas enfermedades como la depresión, la fibromialgia, la
diabetes, la artritis, las lesiones deportivas, la cistitis intersticial, la insuficiencia cardíaca
congestiva, el cáncer y las enfermedades inmunológicas. Entre los compuestos de sulfuro, el
DMSO es probablemente el que posee la más amplia gama y la mayor cantidad de aplicaciones
terapéuticas jamás demostradas para cualquier otro elemento químico.
Además, se ha podido comprobar en no pocas ocasiones que, aplicando el DMSO con una
finalidad se han sanado otras dolencias. Por ejemplo, se dio el caso de que, aplicado el DMSO
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sobre un herpes labial, en pocas horas desapareció la sinusitis que sufría una mujer. Otro caso
fue el de otra mujer con una apoplejía que descubrió que después de haberse untado su
dolorida mandíbula con DMSO, pudo escribir con su mano paralizada y caminar mejor. Como
estos hay multitud de casos.
El DMSO protege las células de daños mecánicos y conforme se va utilizando se necesita
menos cantidad de producto para percibir los resultados. Justo lo contrario a lo que suele
ocurrir con la mayoría de fármacos, que cada vez requieren mayor dosis para obtener los
mismos resultados.
También se ha demostrado que el DMSO detiene la liberación de la colinesterasa. Dicho de
otro modo, es capaz de inhibir esta enzima que desintegra la acetilcolina, aumentando de esta
manera, tanto el nivel como la duración de la acción de este neurotransmisor. La acetilcolina
es una de las sustancias responsables del aprendizaje y la memoria, además de actuar como
calmante y relajante. Es una de las formas del complejo de vitamina B, necesaria para la
función saludable de las neuronas. La acetilcolina también interviene en la regulación del
sistema inmune, actuando como freno contra la inflamación en el cuerpo.
Como fuente de sulfuro que es, el DMSO ayuda en la desintoxicación de metales pesados. El
sulfuro se une a los metales tóxicos pesados (mercurio, plomo, aluminio, cadmio, arsénico,
níquel) y los elimina a través de la orina, la defecación y el sudor. Esto puede ser muy
interesante en la aplicación conjunta con clorito de sodio, que también trabaja en esta
dirección. No son pocos los testimonios de los beneficios que está reportando el clorito a niños
con autismo.
El DMSO beneficioso ante más de 300 dolencias.
El DMSO alivia dolores y mejora la artritis, lesiones en la cabeza, calma el dolor de muelas,
quemaduras, acné, retraso mental, tensión muscular, apoplejía, amiloidosis, esclerodermia,
cefáleas, hemorroides, previene la parálisis por lesiones en la médula espinal, mejora cualquier
tejido lesionado, etc. Lo mejor y, aunque hay que ir con cuidado, dado que potencia la acción
de los fármacos con los que se asocie, es que es seguro en dosis adecuadas. Aunque se dice
que sus efectos desaparecen cuando se deja de utilizar, lo cierto es que en no pocos casos, la
activación de la circulación sanguínea termina por facilitar las cosas para sanar realmente por
nuestros propios medios naturales.
También mejora el sistema inmunológico al incrementar la producción de glóbulos blancos y
macrófagos que destruyen materiales externos y patógenos en el cuerpo. Tiene también,
propiedades antibacteriales, antivirales y antifúngicas. Aumenta la permeabilidad de las
membranas celulares, permitiendo y apoyando la expulsión de toxinas de la célula.
Procesos inflamatorios y dolorosos.
El empleo de DMSO es más que evidente que nos beneficia ante procesos inflamatórios y de
dolor, mediante varios mecanismos. De momento es un antioxidante y supresor de radicales
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libres que suelen concentrarse en las zonas lesionadas. Se adhiere a estas moléculas dañinas y
luego son expulsadas del cuerpo junto al DMSO. Además, estabiliza las membranas y con ello,
detiene fugas de fluidos en las células dañadas. Esto se ha observado en varios experimentos a
doble ciego en diversos paises. Por ejemplo, en la Fundación Clínica de Cleveland, Ohio, en
1978, se estudiaron 213 pacientes con trastornos genitourinarios inflamatorios, consiguiendo
con la aplicación de DMSO un alivio significativo a la mayoría de los pacientes.
Bloquea la transferencia de mensajes de dolor, del área dañada al cerebro, interrumpiendo la
conducción en las pequeñas fibras nerviosas no-mielinadas. Por esta razón, el DMSO es uno de
los analgésicos tópicos más sutiles y efectivos conocidos.
El DMSO es un efectivo anti-dolorífico, al bloquear las fibras conductoras nerviosas que
producen el dolor. Posee un efecto calmante en el sistema nervioso central y llega a todas las
áreas del cuerpo cuando es absorbido a través de la piel, incluyendo el cerebro. Es decir, el
DMSO aplicado en una cierta área conduce generalmente al alivio del dolor en algún otro lugar
debido a su efecto sistémico.
No obstante, aunque liberarnos del dolor pueda convertir a esta sustancia en una panacea,
tiene su lado negativo porque, liberarnos del dolor sin resolver las causas que lo producen,
puede mantenernos sumidos en procesos de enfermedad sin resolver y eso sin dudarlo,
terminará por pasarnos factura.
Reduce la inflamación e hinchazón mediante la reducción de químicos inflamatorios, al tiempo
que mejora el riego sanguíneo en las áreas lesionadas, dilatando los vasos sanguíneos,
incrementando el suministro de oxígeno y reduciendo los coágulos plaquetarios en sangre. A
esto se le podría llamar curación o reparación.
Aunque los efectos desaparecen cuando se suprime la aplicación, suele suceder
frecuentemente que la inflamación desaparezca, incluso definitivamente, si al aplicarlo se llega
a restablecer el equilibrio en determinadas situaciones, como es bien frecuente. Aún así,
aunque solamente actúe como un remedio temporal en determinados casos, es muy
reconfortante liberarse del dolor mientras se aplican o buscan soluciones, si es que el DMSO
no lo es.
También nos proteje frente a los daños por congelación y nos da alivio de los incómodos
calambres.
Sinusitis y dolores de cabeza.
el DMSO aplicado directamente en las fosas nasales, aspirandolo, desbloquea de flemas y de
congestión en pocos minutos. Esto ocurre por la capacidad que tiene de cruzar cualquier
membrana del organismo sin destruir la integridad del tejido.
Esta forma de aplicación también elimina migrañas y jaquecas. También puede aplicarse en las
sienes, frente o en la parte posterior del cuello.
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El DMSO es muy efectivo ante dolores de cabeza vasculares y de tensión muscular que,
habitualmente acompañan a los dolores de cabeza. Puede aplicarse en el cuero cabelludo y
también cerca de los ojos.
El DMSO ha sido utilizado con éxito en pacientes con pólipos. Aplicado en las fosas nasales o
sobre la cara, el DMSO puede abrir las fosas bloqueadas en pocos minutos.
Artritis, Reuma Esguinces, Torceduras.
El DMSO es un potente anti-inflamatorio anti-artritico, (artritis reumatoide). La mera
aplicación hace desaparecer el dolor pero, he oido casos y los he experimentado
personalmente que, cuando se aplica combinado con una disolución con agua y clorito de
sodio reaccionado con ácido cítrico, llega a desaparecer el problema. También funciona como
relajante muscular.
Produce una rápida disminución del dolor y aumenta la movilidad. Suele haber una respuesta
positiva a los 5 o 20 minutos y sus efectos vienen a durar entre 4 y 6 horas.
Lesiones deportivas o traumáticas
El DMSO desinflama, quita el dolor, acelera la recuperación, fortalece las articulaciones y los
músculos afectados por traumatismos o por actividad deportiva. En el caso de fracturas
favorece la unión de los huesos al desinflamar la zona afectada, activar la circulación y acelerar
el proceso metabólico de las células implicadas en la recuperación. De hecho, el DMSO ha sido
durante años la principal herramienta de curación para muchos instructores y entrenadores de
atletas profesionales. Cuando se aplica tópicamente, admite mayores concentraciones en
zonas por debajo de la cintura pero, los resustados son más espectaculares en problemas que
afectan la cara, el cuello, los hombros, las extremidades superiores o la parte superior de la
espalda.
Infecciones.
Combinando el DMSO con antibióticos, hará que bacterias resistentes a dicho antibiotico,
vuelvan a ser afectadas y exterminadas de nuevo por el fármaco.
El DMSO puede disolver el revestimiento de proteínas de los virus, dejando su núcleo y su
ácido nucleico, desprotegido y absolutamente vulnerable frente a los agentes defensivos de
nuestro sistema inmunológico. Incluso aún más, si se combina el DMSO con Dióxido de Cloro ClO2- (Producto de la reacción de clorito de sodio con ácido cítrico o similar).
Además, el DMSO inhibe la proliferación de gérmenes, virus y bacterias.
Aumenta el efecto de sustancias anti-bacterianas y anti-fúngicas cuando se combina con ellas.
Bien sean de aplicación interna o externa.
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Infecciones bucales.
Lo mismo ocurre ante ciertas infecciones bucales cuando se le añade DMSO al clorito de sodio
reaccionado con un poco de ácido cítrico (5 partes de clorito frente una de cítrico), ya que
facilita que el clorito llegue justo donde hace falta. Una cosa si es fundamental, hay que hacer
la mezcla en el momento de usarla. De lo contrario se termina por deteriorar y no hace efecto.
Como analgésico o combinado con otros analgésicos puede ser de extrema utilidad ante
dolores dentales.
El DMSO puede acabar con enfermedades en las encías –Peridontitis, gingivitis…- y reducir el
deterioro de los dientes y el dolor de los mismos.
“La periodontitis es la enfermedad de las estructuras de los dientes como las encías,
ligamento periodontal y hueso alveolar. La acción de las bacterias en los restos de comida
acumulados en los márgenes de las encías causa la formación de la placa, que finalmente
forma un depósito duro, sarro (o cálculo). Esto se acumula en las grietas gingivales (los
espacios entre las encías y la superficie de los dientes), que se convierten anormalmente
agrandando para formar bolsas gingivales. Es una etapa temprana de la enfermedad
periodontal. En la gingivitis crónica, las encías se caracteriza por la inflamación crónica, y
que se inflaman y sangran fácilmente. El cálculo se acumula en las bolsas periodontales,
causando sangrado y ulceración. Sin tratamiento, la placa se extiende a la membrana
subyacente periodontal y hueso alveolar, que son destruidas. En esta etapa de la
periodontitis crónica, los dientes se aflojan y finalmente se caen. La enfermedad periodontal
es la causa principal de pérdida dental en personas de mediana edad y ancianos. Es
provocada por una mala higiene oral y también por prótesis mal ajustadas y mal hechas las
coronas artificiales y rellenos. Las primeras etapas de la periodontitis son tratados para
eliminar el sarro y pulido para remover la placa, junto con una higiene oral cuidadosa. En la
enfermedad avanzada de las bolsas periodontales se extirpan quirúrgicamente por
gingivectomía (escisión de las encías). Ahora la enfermedad periodontal está siendo tratado
con indometacina y DMSO, en combinación. La indometacina es un fármaco con antiinflamatorios, anti-fiebre, y las propiedades analgésicas, pero que no contiene corticoides”.
Fragmento del libro "DMSO - SANADOR DE LA NATURALEZA" Morton Walker".
Antídoto frente al envenenamiento por radiaciones.
En Japón realizaron un estudio que puso de manifiesto que, incluso con pequeñas
concentraciones de DMSO se producen efectos protectores, facilitando la reparación de daños
en las cadenas de ADN, proporcionando protección contra los daños por radiación a nivel
celular en todo el organismo. Además, es uno de los más potentes neutralizadores –por no
decir el que más- de radicales libres que se conocen, algo que sería fundamental utilizar ante
situaciones en las que estamos expuestos, a las radiaciones que producen estos átomos
desequilibrados que tanto daño celular y envejecimiento producen. Muy indicado como
protectección en personas que están en contacto con cualquier tipo de radiaciones como
podrían ser los rayos X, las radiaciones de hornos microondas o móviles, algo que en estos
tiempos es sumamente frecuente.
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Mejora el sistema inmunológico.
Mejora el sistema inmune, ya que incrementa la producción de glóbulos blancos y macrófagos
que destruyen materiales dañinos y patógenos del cuerpo. También posee propiedades
antibacteriales, antivirales y antifúngicas.
Al aumentar la permeabilidad de las membranas celulares sin dañarlas, permite y facilita la
expulsión de toxinas de las células. Además, el DMSO promueve la excreción de orina. Ambas
cuestiones pueden ser factores coayudantes para evitar el incremento de peso por toxicidad y
hasta incluso podría también, contribuir a la reducción de masa corporal.
Promueve la formación de interferón en el organismo que es un medio específico que impulsa
la respuesta inmunológica.
Estimula varios tipos de inmunidad, especialmente la de las células eliminadoras de la sangre
que se derivan de los linfocitos.
Protector del sistema cardiovascular. Protección ante las apoplejías, embolias…
El DMSO reduce la incidencia de trombos plaquetarios en los vasos sanguíneos, previniendo o
reduciendo la formación de coágulos.
Suministrado inmediatamente cuando se produce una apoplejía, el DMSO puede disolver la
obstrucción que causa la misma, el coágulo, restaurando la circulación y evitando o
minimizando la parálisis y los daños que estos percances suelen producir.
Cuando el DMSO entra en el organismo bien sea por la piel, oralmente o de forma intravenosa,
permeabiliza el cuerpo y cruza la barrera cerebral, mejorando la circulación y aportando con
ello inmensos beneficios preventivos y remediativos.
Tiene un efecto específico en relación a la contractilidad cardiaca, ya que guarda el calcio de la
absorción de la fibra del músculo y reduce así la carga de trabajo del corazón.
Es vasodilatador y probablemente esté relacionado con la liberación de histamina en las
células y a la inhibición de la prostaglandina.
Reducción de daños por Infartos, anginas de pecho, accidentes cerebrales y de médula
espinal.
El DMSO puede ayudar a neutralizar o reducir los efectos dañinos en el corazón y el cerebro en
cuestiones relacionadas con heridas en la cabeza y la médula espinal, ictus cerebral, problemas
de memoria y enfermedad coronaria isquémica (Jacob de la Torre, 2009).
El DMSO también ha sido utilizado para transportar antibióticos a áreas de difícil acceso tales
como la médula espinal y el cerebro, obteniendose excelentes resultados.
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El Dr. Stanley Jacob aplicó DMSO por vía intravenosa a personas ya paralizadas, parapléjicos y,
algunos recuperaron el uso de sus miembros. Un hombre, cuadripléjico, recuperó tanto la
funcionalidad como para ir a la universidad y llegar a trabajar en un banco (Haley, 2000).
Podología.
El DMSO en forma tópica puede ser efectivo en el alivio del dolor de callos, juanetes, dedos en
martillo, uñas encarnadas, verrugas plantares, fisuras entre dedos de los pies, dolor de talón e
inflamación de pie gotoso… Suele dar para todo este tipo de cuestiones unos resultados
sorprendentes.
Cáncer.
el DMSO actúa como un excelente coadyuvante en terapias del cáncer, potencia los efectos
positivos de la quimioterapia. Por vía intravenosa, combinado con el hamatoxylon suele dar
excelentes resultados en el encogimiento de tumores. La mezcla es especialmente provechosa
en los adenocarcinomas, el carcinoma de células escamosas, el cáncer de próstata y mama, en
linfomas y otros tipos de tumores. La aplicacion combinada intravenosa logra reducir la
cantidad de quimioterapia necesaria, reduciendo asi la incidencia e intensidad de los efectos
negativos de estos fármacos.
Del modo que sea, el empleo del DMSO inhibe el crecimiento de células cancerígenas, al
tiempo que refuerza las células sanas.
Desórdenes genitales y urinarios.
El DMSO se ha empleado en el tratamiento de diversos desórdenes genitales y urinarios,
incluyendo la cistitis intersticial, la enfermedad de peyronie, y epididimitis aguda. Algunos
experimentaron excelentes resultados.
Reducción de la permeabilidad intestinal.
La administración de DMSO reduce notablemente la permeabilidad intestinal, algo realmente
interesante a la hora de reducir la entrada de tóxicos en el organismo a causa de una
membrana intestinal deteriorada. Además, considerando que la permeabilidad intestinal
(intestino permeable) tiene un papel fundamental en las enfermedades crónicas
degenerativas, esto resulta de gran importancia clínica.
La obesidad también está muy relacionada con este proceso de intestino permeable, dado que
in intestino en este estado, es fuente de toxicidad. Una toxicidad que el cuerpo, ante la
imposibilidad de poder procesar y eliminar, tiene que envolver en grasa que frabrica ex
profeso, para evitar que el organismo sufra daños. Ni que decir tiene que esta grasa se
acumula en el organismo y nos hace aumentar de peso.
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Protector cutáneo ante Queloides, Cicatrices, Quemaduras, Hematomas…
Es de considerable utilidad para quemaduras superficiales y al aplicarlo rápidamente a una
herida, puede eliminar todo hematoma.
Por el efecto secante del DMSO, también mejora la apariencia del acné y disminuye la duración
de los brotes.
Los queloides son cicatrices hipertróficas de color rosado y solevantadas, de consistencia dura,
que normalmente se producen por procesos de cicatrización complejos. En algunas ocasiones
la cicatrización no se produce de nabera normal y adecuada, desarrollandose este tipo de
tejido. Por sus efectos peculiares de enlaces cruzados en su estructura, tiende a suavizar el
colágeno y así previene o reduce las cicatrices y queloides. Aplicado tópicamente (Al 70%) y
con regularidad, dos o tres veces al día durante unos meses, el DMSO alisa y mejora la
apariencia de este y todo tipo de cicatrices. Es muy posible que combinando con aceite de
Rosa Mosqueta los resultados sean aún mejores, sobre todo si se empieza lo antes posible. Así
mismo, estimula la curación de heridas de todo tipo, tanto externas como internas.
Reduce el deterioro de los tejidos y el envejecimiento, al eliminar radicales libres hidroxilos.
Sistema circulatorio, venas varicosas y tromboflebitis.
Una de las propiedades que tiene el DMSO es la de facilitar y aumentar la circulación, por eso
el sistema se reequilibra. En este facilitar la circulación se producen mejoras en multitud de
dolencias como estamos viendo en este artículo. Y el propio sistema circulatorio es el primer
beneficiado de las propiedades del DMSO. Por ejemplo, puede reducir el tamaño de las varices
en las piernas y la inflamación de las mismas o, blanquear las telangiectasias, pequeños vasos
sanguíneos dilatados cerca de la superficie de la piel. También es útil ante la hipertensión.
Síndrome de Down.
En Chile y Argentina, por vía oral al 50%, se ha venido utilizando el DMSO ante el síndrome de
Down y el retraso menta. Como en muchos de los efectos de este producto, el mecanismo de
acción no está claro. Sin embargo, y aunque los resultados varían de una persona a otra, el
hecho es que hay mejoras en muchas de las respuestas motrices y cognitivas. Estas se suavizan
y adquieren un matiz más maduro y relajado.
Muy útil ante desórdenes mentales.
El DMSO actúa como un sedante para el cerebro, aun cuando solamente se aplique en la piel.
Se ha empleado con muy buenos resultados, en pacientes con estados de sobreexcitación
(Reacciones esquizofrénicas agudas, fase maníaca de las psicosis maniaco depresiva, psicosis
alcohólicas, psicosis sintomáticas).
También se ha utilizado a personas con reacciones ansiosas u obsesiones, en personas con
síntomas de psicosis crónica como autismo, estereotipias, negativismo, comportamiento
anormal o estados delirantes. En el caso del autismo contribuye a liberar su organismo de
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metales pesados como puede ser el mercurio, que bien se sabe que produce o mantiene esta
situación.
Cabe recordar que cuando el DMSO se combina con remedios para tratamientos mentales,
tranquilizantes y demás sustancias de este tipo, tambien refuerza sus efectos. Con lo cual,
podremos reducir la cantidad que se administra y evitar de este modo la toxicidad y efectos
negativos que todas estas sustancias terminan produciendo.
También detiene la liberación de colinesterasa, que es una enzima que destruye la acetilcolina,
una de las formas del complejo de vitamina B que es necesaria para la función saludable de las
neuronas.
Diabetes.
Al administrar el DMSO a personas con diabetes se mejora el suministro de sangre vascular
periférica. Se facilita la dilatación de los vasos sanguíneos más pequeños en las extremidades
inferiores. Esto sin contar que en no pocos casos (Vía oral) se potencia los efectos de la
insulina. Esto obliga a estar atento y ajustar o reducir las dosis y evitar excesos.
Protección cutánea. Enfermedades de la piel, ulceraciones.
Con aplicaciones tópicas de DMSO llegan a desaparecer o mejoran, trastornos de piel tales
como como la pitiriasis rosada, tiña versicolor y determatitis eccematoide. Además, se
logra una rápida cicatrización de úlceras varicosas crónicas, úlceras diabéticas, úlceras
relacionadas con infecciones micóticas, entre otras.
Aplicando directamente e DMSO sobre las lesiones dolorosas relacionadas con el herpes Zoster
(culebrilla), desaparecerán sus síntomas neurológicos. Tambien funciona bien cuando se
ponen sobre las llagas del herpes simple. Una vez más recordar que se podría combinar con
clorito de sodio reaccionado con ácido cítrico para hacer desaparecer estos virus. Los
resultados suelen ser excelentes.
Con el DMSO también se obtienen resultados que no se logra con ningún otro tratamiento en
la piel de personas afectadas con esclerodermia.
Cataratas y otros problemas oculares.
Paradójicamente, se sabe que dosis brutales de DMSO podrían ocasionar problemas en los
ojos. Sin embargo, el empleo de DMSO a dosis correctas puede dar como resultado justo lo
contrario, acabar con ciertos problemas oculares.
En el libro DMSO: Nature’s Healer se propone el tratamiento desarrollado por un oftalmólogo
que es una fórmula para disolver las cataratas sin cirugía. Combinando DMSO con superóxido
dismutasa (SOD) y aplicándolo directa y regularmente en el ojo, la fórmula disuelve las
cataratas, y ayuda también en la recuperación de glaucomas.
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Modo de empleo:
a. Preferiblemente se usa por vía de la piel con una concentración de 70% aunque en
algunos casos se puede usar con una concentración de DMSO al 90%. Consulte
siempre a su médico o terapeuta.
b. Cuando es necesario, en tratamientos intensos de uso tópico se pueden hacer
aplicaciones de cada 4 o 6 horas. En tendinitis y similares 3 aplicaciones diarias suelen
dar buenos resultados.
c. En algunos casos, se puede tomar oralmente DMSO al 70%. Consulte siempre a su
médico o terapeuta.
d. La aplicación directa en los ojos, únicamente, con DMSO 25% y con la indicación de su
terapeuta.
e. La aplicación sobre la piel y cantidad en gotas, dependen de la edad y del estado de
salud de cada persona y debe ser evaluado por su médico o terapeuta.
f. Se puede administrar por vía intravenosa en casos concretos pero esto lo debe
determinar su médico y debe de ser realizado por personal capacitado.
ADVERTENCIAS A TENER EN CUENTA:
A. La aplicación de DMSO sobre la piel, suele producir calor, sarpullido, picazón y en
ocasiones urticarias. Habitualmente esto desaparece en minutos u en un par de horas,
algo que puede mitigarse aplicando en la zona aceite de oliva o aloe vera.
B. Cuando aplicamos DMSO con la mano sin guantes a una persona o a un animal,
nosotros también estamos absorviendo el DMSO.
C. Cuando se aplica el DMSO en las manos, la piel podría arrugarse y quedar así durante
algún tiempo.
D. No usar nunca guantes de goma para aplicar el DMSO. Disuelve la goma y la
introduciría en el organismo al que se le esté aplicando. Usar guantes de plástico.
E. Limpiar la zona antes de aplicar DMSO, dado que podría introducir cualquier sustancia
que hubiera en la piel.
F. No trasvasar el DMSO ni usar envases de PET, ya que disuelve este tipo de plástico y
convertiría el líquido resultante en un producto tóxico. Utilizar solamente envases
limpios de vidrio o Polietileno.
MUY IMPORTANTE.- Este resumen es mera información que, en ningún caso, pretende
establecer consejo médico ni sustituir el consejo ni las indicaciones del médico. Tampoco
pretende establecer pautas ni indicaciones para el uso médico de este producto.
DMSO su naturaleza y aplicaciones (c) Ramón Santiago Matallín Silvestre
http://cloritodesodio.eu/dmso-3/
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