E && 9 PÉE${§AI¡BNE ?zffiz x5 de octuhle*Aiñe-sd iiilii.i:iii!;tiir.:.¡..,r.¡a át¡ara Carlos lVledina salas fums fu§mseámabxxBas Una noche de I988, lui invitado a una ,,eena cristiana,, por unos amigos, en el casco dei municipio de Mixco y escu_ ché el testimonio de "Masárnbula,,, un ex luchadoi. Aque! hornbre, de casi 2 metros de estatura y conplexión física impreslonante, subió al púlpito y relató Io negro de su vida, no como deportista síno como un matón a sueldo, en un relato de unos '10 m¡nutos, suficientes por supuesto, para que yo abandonara el lugar y vomitara la comida. Aquel t¡po hahía narrado todo lo malo que había hecho siendo inteoran. te del desaparecido DlC, pero que ,,Diod,,ya le había párdo. nado y ahora era un "hombre nuevo,,, gracias al evaÁgelio. En estos días, recuerdo aquella vivencia, pues resulta oue "ties angelitos" qud se encuentran condenádos por deliios cometidos, han revelado pasajes de su vida como ex ¡ntegran. tes de ios "esc¡.¡adrones de Ia muerte,,, que han sembraúo el terror y la violencia institucionalizada en e! país. Efectivamente, las personas que han hecho tan horrorosas declaraciones, merecen de toda la protecc¡ón a sus vidas y además de las garantías proeesales respectivas. pero la cosa no puede ni debe de quedarse ahí, le corresponde al M¡nisterio púbiico, en ncmbre del Estado, iniciarles proceso penal de inrnediato. por los eiel!tos que estos "caballeros" reconocieron haber come- tidc, ante la opinión pública. ¡-os perscnaies en cuestión, pueden acogerse al proyecto de protección y recompensa para testigos; sin embargo, penalmenie ya son responsables por los delitos que €ometieron y por ello tieñen que enfrentar "nuevos procesos penales,,. Como medios de prueba acerca de la confesión prestada, se t¡eñe la famosa carta que le dirigieron al presidente de la República, quien como abogado sabe perfectamente que deberá de aportarla cuanto antes al Ministerio público, para que este órgano inicie la formulación de la denuncia respectiva y con ella se inic¡e también el proceso correspond¡eilte_ Estos reos se han reconocido como "ejecutores,'. Esto significa que fueron "asesinos de su pueblo", sea que actuaren a sueido o por instrucciones de otras personas. ¿Cuántos hoEares guatemaltecos quedaron enlutados? ¿Cuánta sangre ha regado nuestros caminos? ¿Cuánto un¡versitar¡o y profesional cayó víctima de las balas de esta gente? El Ministerio Público tiene que intervenir en el acto, porque de lo contrario asumiría una actitud de complicidad al omitir ¡a denuncia, y el licenciado Guerra Cahn Io conoce pÉrfectamente. La notic¡a que comento, una vez más me ha dado "náq¡sea", y como guatemalteco tengo que alzar mi voz solicitando el procesamiento de estos "rmatones". Que sean los tribunales*quienes resuelvan su situación final, pero jamás el silencio del MP. También se ha visto con asombro, la presencia del GAM a través de su representante a ia farnosa conferencia de prensa, en los sepanos de la prisión y escuchar la espeluznante decla. ración de los "asesinos" de sus "seres quer¡dos". {¡ncom- prensible). Si no se actúa ahora, 20 años adela¡rte, estcs Masámbulas contarán s.rs testirnonios. y dirán que "Dios"' ios salvé o que Ramlro de León los indultó. Por lo indicado, solicito que la fiscalía del MP prepare la denuncia y que sea el Organismc .ludiciai quien trarnite ios nusvos procesos en cant¡a {ie "estas tortolitaE"'.