186 MEMORIAS DE LA R E A L SOCIEDAD ESPAÑOLA Dos tipos de plegamientos y de fallas se reconocen en la meseta toledano-cacereña: uno, que es el más antiguo, tiene sus arrumbamientos de N W . a S E . , y corresponden a las direcciones armoricanas de las raíces d e los pliegues de la vieja cordillera herciniana. Con estas direcciones se intercala otro tipo de pliegues y fracturas arrumbadas de E s t e a Oeste o de E N E . a W S W . , y en algunos casos hasta de N E . a S W . , siendo los plegamientos de este segundo tipo los que se reconocen más patentemente en la alineación montañosa principal, que, formada de varios segmentos o eslabones más o menos enlazados, ocupan el eje de la meseta entre Tajo y Guadiana, desde la llanura de La Mancha, en el centro de la Península, hasta la Sierra de San Maméde, en Portugal. Gómez de Llarena ya apreció esta doble disposición de plegamientos y fallas, señalando como típicos de las direcciones N W . a S E . los de L a s Villuercas y sierra de Altamira, y como característicos de E s t e a Oeste los de los montes de Toledo propiamente dichos, suponiendo que «tal vez los movimientos hercinianos se hayan originado en dos etapas, intercalándose los segmentos de dirección E s t e a Oeste sobre los que van de Noroeste a S u r e s t e » . Numerosas fallas, también dirigidas según una u otra de las dos direcciones de plegamiento dichas, cortan el país: unas, de largo recorrido, que segmentan transversalmente a los antiguos arrumbamientos armoricanos, producidos, según nuestro modo de ver, por efectos de las acciones de descompresión, que iniciaron, posteriormente a los movimientos hercinianos, la segmentación de la vieja cordillera de dirección armoricana. Entre las fallas con dirección N W . a S E . , Gómez de Llarena señala la situada «al pie de la sierra de Altamira, longitudinal para ésta y transversal para los montes de T o l e d o » . E s t a doble disposición de accidentes tectónicos creemos que corresponde a dos épocas orogénicas diferentes. L o s más antiguos son los plegamientos hercinianos, de tipo armoricano, o sea los pliegues de N W . a S E . Posteriores, e iniciados durante el Permo-Trías, son los accidentes tectónicos, o sean los pliegues dirigidos de Este a Oeste o E N E . a W S W . , correspondiendo su mayor intensidad o época paroxismal al Paleogeno; debe, pues, incluirse esta segunda fase en los movimientos del ciclo orogénico alpino, en su fase denominada pirenaica. L o s bordes hacia el Tajo de la meseta toledano-cacereña se acusan claramente por un resalto o escalón, paralelo a la dirección general del río, el cual, por lo general, va junto al borde inferior. Preséntase aquí una disposición que recuerda la de la llanura del Guadalquivir respecto al borde de la Sierra Morena, desde Andújar hasta cerca de Sevilla. El es-