Dos tipos de plegamientos y de fallas se reconocen en la meseta tole

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MEMORIAS
DE
LA R E A L
SOCIEDAD
ESPAÑOLA
Dos tipos de plegamientos y de fallas se reconocen en la meseta toledano-cacereña: uno, que es el más antiguo, tiene sus arrumbamientos de
N W . a S E . , y corresponden a las direcciones armoricanas de las raíces
d e los pliegues de la vieja cordillera herciniana. Con estas direcciones se
intercala otro tipo de pliegues y fracturas arrumbadas de E s t e a Oeste
o de E N E . a W S W . , y en algunos casos hasta de N E . a S W . , siendo los
plegamientos de este segundo tipo los que se reconocen más patentemente en la alineación montañosa principal, que, formada de varios segmentos o eslabones más o menos enlazados, ocupan el eje de la meseta entre
Tajo y Guadiana, desde la llanura de La Mancha, en el centro de la Península, hasta la Sierra de San Maméde, en Portugal.
Gómez de Llarena ya apreció esta doble disposición de plegamientos
y fallas, señalando como típicos de las direcciones N W . a S E . los de L a s
Villuercas y sierra de Altamira, y como característicos de E s t e a Oeste
los de los montes de Toledo propiamente dichos, suponiendo que «tal
vez los movimientos hercinianos se hayan originado en dos etapas, intercalándose los segmentos de dirección E s t e a Oeste sobre los que van de
Noroeste a S u r e s t e » .
Numerosas fallas, también dirigidas según una u otra de las dos direcciones de plegamiento dichas, cortan el país: unas, de largo recorrido,
que segmentan transversalmente a los antiguos arrumbamientos armoricanos, producidos, según nuestro modo de ver, por efectos de las acciones de descompresión, que iniciaron, posteriormente a los movimientos
hercinianos, la segmentación de la vieja cordillera de dirección armoricana. Entre las fallas con dirección N W . a S E . , Gómez de Llarena señala la
situada «al pie de la sierra de Altamira, longitudinal para ésta y transversal para los montes de T o l e d o » .
E s t a doble disposición de accidentes tectónicos creemos que corresponde a dos épocas orogénicas diferentes. L o s más antiguos son los plegamientos hercinianos, de tipo armoricano, o sea los pliegues de N W .
a S E . Posteriores, e iniciados durante el Permo-Trías, son los accidentes
tectónicos, o sean los pliegues dirigidos de Este a Oeste o E N E . a W S W . ,
correspondiendo su mayor intensidad o época paroxismal al Paleogeno;
debe, pues, incluirse esta segunda fase en los movimientos del ciclo orogénico alpino, en su fase denominada pirenaica.
L o s bordes hacia el Tajo de la meseta toledano-cacereña se acusan
claramente por un resalto o escalón, paralelo a la dirección general del
río, el cual, por lo general, va junto al borde inferior. Preséntase aquí una
disposición que recuerda la de la llanura del Guadalquivir respecto al
borde de la Sierra Morena, desde Andújar hasta cerca de Sevilla. El es-
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