Total un muerto de hambre - Acción Cultural Cristiana

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Miscelánea
Total un muerto de hambre
Alberto Revuelta
ATRIO
3/10/2013
PIETR PISKOZUB, ha muerto de hambre ayer
miércoles en Sevilla, en un albergue municipal.
Pietr tenía 23 años, era polaco. Había sido dado de
alta el día anterior en el Hospital Virgen del Rocío
de la ciudad. Y al darle el alta se encontró sólo y sin
dinero y enfermo y a punto de morirse (¡qué ojo
clínico el de los médicos para dar altas de ahorro
presupuestario y definitivo, muerte por medio!).
Se murió en el albergue municipal, en un sofá,
Se dieron cuenta porque pasaba tiempo y había
que irse. Lo taparon con una chaqueta y al depósito para esperar la identificación si es posible y si
no lo enterrarán, como se decía antes, por pobre
de solemnidad.
Tenemos un alcalde de derechas, exmagistrado,
predicador de sus bondades y prometedor de
futuros perfectos. Pero se le ha muerto en dependencias municipales un hombre de 23 años, de
¡inanición! De hambre. Magnifico, señor alcalde de
Sevilla. Una honra.
Tenemos un gobierno autonómico de izquierdas, una coalición de PSOE e IU. Iban a garantizar
desde los tiempos del ido Griñán los derechos
sociales y sanitarios. Pero dejaron en la calle desde
el Hospital Virgen del Rocío a un hombre de 23
años, enfermo del tó, que se ha muerto al día
siguiente de inanición. ¡De hambre! ¿Qué va a decir
ahora la presidenta del gobierno andaluz? ¿Qué va
a decir el vicepresidente del gobierno andaluz?
Tenemos un gobierno de España de derechas de toda la vida. Una ministra de Sanidad que
cuenta el relato de los siete cabritos y su mamá
que cosió al lobo en un hospital público para
ponerle piedras y ahorrar, como en Andalucía con
Pietr. Ministra que se benefició de los trapicheos
políticos de familiares pero que considera que
la ética le permite ahorrar en salud para que los
extranjeros mueran de inanición dados de alta en
un hospital público, siguiendo el ejemplo del lobo
y sus piedras. Lo que ocurre es que Pietr no era un
lobo.
Tenemos una ciudad católica expositiva de sus
devociones. Un arzobispo que se sube en escaleras
con sayas medievales a coronar con oro a imáge-
nes de madera de la Madre de Dios –que parió en
un pesebre a un niño desnudo cuyo reino no es
de este mundo y maldita la falta que le hacen las
coronas de oro a su madre bendita– y un obispo
auxiliar. La noticia de ayer era que una hermandad,
la de La Lanzada, no dejaba entrar en su templo a
otra hermandad, la de Montesino porque cuesta
mucho que la imagen de la Virgen se aloje allí.
Ejemplar. Y el arzobispo mudo, como Tomás de
Aquino. Y su auxiliar inhabilitado y multado por el
Audiencia Nacional a causa de sus penosas gestiones en una entidad de crédito. Y Nuestro Señor
muerto en la cruz, paseándose por Sevilla para ver
si encuentra a Pietr Piskozub para darle aliento y
calor, Pero está muerto porque los médicos del
Virgen del Rocío, la gerencia del hospital, los trabajadores sociales, los empleados municipales han
cumplido con sus obligaciones, y el arzobispo, su
auxiliar y las hermandades con las suyas. Pietr se
ha muerto de hambre en Sevilla, con sesenta y seis
mil cofrades y las entradas de turistas en la Catedral
aumentando un 8% para gozo y prez de los canónigos y de Palacio.
Seguro que a alguien se le ocurre organizar la
celebración de una misa por el muchacho muerto,
ya que era polaco y por tanto debía ser católico.
Por las calles de Sevilla la voz del profeta bíblico
grita: ¡¡¡¡¡Misericordia quiero y no sacrificio!!!!!.
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