-El Mercurio de Valparaíso 26 de Abril de 1995 Estrategia Humana y Productividad Por Gloria Camy Guerrero Un antiguo filosofo chino manifestaba que el "pensamiento guía a la acción como las pezuñas del buey a los ejes de la carreta". Este axioma puede ayudar a vislumbrar hacia donde se mueve la humanidad. El pensamiento mundial tiende hoy día - al filo del siglo XXI -hacia la armonía entre oriente occidente y norte/ sur, en una época en que el hombre ha sufrido más que nunca los embates del poder y lleva sobre sus hombros dos guerras mundiales y centenares de guerrillas. Esto pareciera conducir a una nueva humanidad caminando al paso de un mismo "sonido de tambor". Esta búsqueda de consonancia esta surgiendo en las más disímiles actividades realizadas por el hombre, entre las cuales se encuentra la Administración de Empresas. Por ejemplo, en nuestro medio desde hace un tiempo, se pronuncia con mayor fuerza que es necesario la gestión efectiva de los recursos, el logro de una mayor calidad no sólo de los productos y servicios, sino de los procesos, elevar los niveles de productividad de los sectores productivos, y por ende de las regiones y el país. Sin embargo, a pesar de la opinión generalizada de que entre los recursos con que cuenta una organización el hombre es el más importante, al establecerse los planes estratégicos, pareciera que el Recurso Humano no se le diera un apropiado sentido de prioridad. Más bien los requerimientos de personal de las estrategias de negocios son identificados después de los hechos y pasan directamente a los Departamentos de Personal para que les provea de la energía humana demandada por los diferentes niveles organizacionales para la implementación de los planes estratégicos. Esta práctica frente al Recurso Humano debilita las posibilidades de las organizaciones para lograr más efectivamente su sobrevivencia en un entorno turbulento, su crecimiento y la obtención de utilidades. El desafío que tendrán que enfrentar las empresas que deseen competir en los mercados abiertos será el de fomentar y mantener la "capacidad" de sus Recursos Humanos; esa suma de motivación, habilidades, flexibilidad y compromiso que cada vez más requiere el exigente mundo empresarial. Así lo testimonia Theodore W. Schultz, Premio Nóbel de Economía, al indicar que los recursos naturales, el capital físico y el trabajo bruto no son suficientes para desarrollar una economía altamente productiva. Hay una amplia gama de "habilidades humanas" que son esenciales para alimentar debidamente la dinámica del desarrollo. Los éxitos económicos de Hong Kong, Singapur, Dinamarca, Suiza y Japón demuestran que los países exitosos lo son porque cuentan con Recursos Humanos altamente calificados. ¿Qué se requiere para producir un cambio? Se hace necesario que los actores del desarrollo productivo del país transformen la concepción que se tiene del Recurso Humano, ya que el mejoramiento continuo de la Calidad y la Productividad es un "proceso de la gente" (gerentes y trabajadores) en la búsqueda permanente y sistemática de mejoras, de cada vez hacerlo mejor”. El punto de vista es que este recurso representa a todas las personas que trabajan en una organización, no sólo en términos de cantidad, sino también de sus cualidades, posición que ocupan y tareas que ejecutan. La energía que emana del Recurso Humano influye en el "modus operandi" de la empresa como un todo, incluyendo principios, políticas, procedimientos, valores, esquemas de autoridad y actitud frente a los cambios, y todo esto lo abarca la "Cultura Organizacional". La energía humana determina en qué medida la empresa es capaz de hacer las cosas correctamente. En consecuencia, el impacto de la fuerza que puede liberar la gente a través de su pensamiento y acción conduce necesariamente a la necesidad de alentar no solo su "trato humano paternalista", tal como no alzar la voz a un subalterno, no denigrarlo con ironías, no criticarlo en público, elogiarlo constantemente. Esta práctica sería, más bien, la posición berniana de "padre- niño" frente al factor humano en un medio democrático, suscitándose la paradoja de que el empleado, al salir de la fábrica o de la oficina, se le trata como a un adulto, teniendo que tomar fuertes decisiones estratégicas, tales como la de elegir al conductor de su país. Una acción mejorada apunta hacia dar aliento a la estima del personal a través del mismo proceso de planificación estratégica, decidiendo un conjunto articulado de estrategias en el plano económico y humano. Así, la estrategia humana entendida como un conjunto de programas generales de acción deberán incluir aspectos tales como: promover la participación activa de los Recursos Humanos en el proceso gerencial y técnico, en la creación de un ambiente de trabajo que potencie su creatividad y la valorización justa de su aporte. Una empresa que opte por la armonía de sus estrategias, tendrá la base y las herramientas para lograr la excelencia a través de la energía humana, liberando su pensamiento- acción al ritmo de un mismo "sonido de tambor" que no es más que la internacionalización en los empleados de la misión , objetivos y la visión de futuro de la organización .