Insomnio ¿Qué es el insomnio? El insomnio se produce cuando uno tiene problemas para conciliar el sueño, o seguir durmiendo, y eso le trae problemas durante el día. Puede ser un problema de largo plazo o de corto plazo. Se produce con más frecuencia en personas mayores, ya que la mitad de esta población tiene dificultades para dormirse, seguir durmiendo, o ambos. Los problemas para dormirse con frecuencia se deben a malos hábitos, pero pueden también ser una señal de problemas subyacentes físicos o mentales. El insomnio no es el único trastorno del sueño que es más común en personas mayores; también lo son el síndrome de piernas inquietas, los movimientos periódicos de las extremidades y la apnea del sueño. Las personas con problemas médicos y psicológicos tienen más probabilidad de sufrir problemas del sueño. ¿Cómo ocurre? Las causas pueden ser: estrés agudo, como cuando uno está internado en un hospital o tiene un pariente enfermo. depresión, ansiedad y otros problemas emocionales. uso de cafeína u otros estimulantes. uso de alcohol, otros calmantes o sedantes, que lo pueden relajar pero también producen un sueño liviano y fragmentado, sobre todo si se usan por tiempo prolongado. dolor, falta de aire u otro tipo de molestias causadas por enfermedades como insuficiencia cardiaca, enfisema, gota, artritis, diabetes, etc. malos hábitos de sueño, como por ejemplo irse a la cama a distintas horas, dormir en un ambiente ruidoso o comer o trabajar en la cama antes de dormirse. cambios en los patrones de sueño debido a cambios de horario en el trabajo o a viajes. Las enfermedades crónicas o el dolor pueden causar insomnio: La diabetes puede producir ganas frecuentes de orinar, interfiriendo con el sueño. La incontinencia o alta frecuencia urinaria, causada por drogas, agrandamiento de la próstata o pérdida del control de la vejiga, pueden interrumpir el sueño. Las enfermedades pulmonares crónicas pueden despertarlo con frecuencia debido a la falta de oxígeno o la sensación de que le falta el aire. La artritis puede causar dolor y rigidez de las articulaciones, dificultando el sueño. Los pacientes con el mal de Alzheimer no duermen tanto y se despiertan con más frecuencia. La apnea es un trastorno en el que la persona deja de respirar periódicamente por la noche. En la mayoría de los casos esto se debe a un bloqueo parcial de las vías respiratorias, y uno de los factores contribuyentes es la obesidad. Los signos de apnea son ronquidos fuertes, en ocasiones seguidos de pausas bastante prolongadas durante las cuales el paciente no respira (apnea) y un bufido característico al reiniciar la respiración. Los movimientos periódicos durante el sueño son una condición que se produce cuando los músculos de la parte inferior de la pierna se contraen poderosamente muchas veces durante la noche. El síndrome de piernas inquietas es una sensación molesta e incómoda en los músculos de la pierna que se produce durante la noche. Puede hacer que le sea difícil conciliar el sueño y mantenerse dormido. Ciertos medicamentos también pueden afectar el sueño. Consulte con su médico para saber si cualquiera de sus medicamentos puede causarle problemas al respecto. Por otra parte, los estudios han demostrado que en la mayoría de las personas de más de 65 años se produce un cambio en la cantidad y calidad del sueño. Estos cambios se deben tanto al envejecimiento normal como a enfermedades existentes. El envejecimiento normal viene acompañado de una tendencia a estar más tiempo en la cama pero dormir menos. En general, las personas mayores se van a dormir más temprano por la noche y se despiertan más temprano a la mañana. La gente también tiende a dormir más la siesta a medida que envejece. Los hombres mayores en general tardan más en dormirse y se despiertan más frecuentemente que las mujeres mayores. Ambos sexos se despiertan con frecuencia de noche por poco tiempo. Notan un aumento en la duración del sueño liviano y una reducción en la duración del sueño más profundo y reparador. ¿Cuáles son los síntomas? Los síntomas pueden ser: dificultad para dormirse despertarse frecuentemente de noche despertarse temprano a la mañana y no poder volver a dormirse no sentirse descansado a la mañana o sentirse cansado durante el día estar inquieto o ansioso a la hora de irse a dormir. El insomnio puede ser situacional, o sea transitorio, o crónico, es decir que ocurre constantemente. El insomnio situacional se produce cuando ocurre un evento estresante en la vida. Uno tiene problemas para dormir o seguir durmiendo por 3 semanas o menos. Este tipo de insomnio en general se cura cuando el estrés o el evento que lo afectó haya pasado. Es posible que necesite tomar medicamentos para ayudarlo a dormir para superar este periodo de insomnio. El insomnio crónico puede ser causado por patrones irregulares de sueño que resultan de cambios en el horario de trabajo, uso crónico de pastillas para dormir o de alcohol, estrés, o problemas psiquiátricos. Dura más de 3 semanas y se lo tiene que tratar resolviendo el problema subyacente. Sólo se deben usar tranquilizantes en los casos más severos y cuando realmente sea necesario. Es también muy importante desarrollar buenos hábitos de sueño. ¿Cómo se diagnostica? Su médico le hará preguntas sobre: sus patrones de sueño los medicamentos que esté tomando sus hábitos de comida su estado físico y mental su historia médica y psiquiátrica, y sus antecedentes familiares su trabajo y sus itinerarios de viaje. Su médico en ocasiones interrogará sobre sus hábitos de sueño a su cónyuge, compañero de cama u otro miembro de la familia. También es posible que le haga un examen físico y un análisis de sangre. En general es de utilidad que cuando consulte al médico por este problema, lleve un papel en el que escriba lo siguiente cuando se levante por la mañana: cuánto tiempo estuvo en cama (a qué hora se acostó y a qué hora se levantó) cuánto tiempo cree que durmió cuántas veces y por cuánto tiempo se despertó a qué hora se despertó por la mañana cómo piensa que fue su calidad de sueño. A ciertos pacientes puede ser necesario efectuarles un estudio especial, que si bien puede ser molesto ayuda mucho al diagnóstico de ciertas enfermedades como las apneas del sueño. Se trata de pasar una noche en un centro de sueño, donde le registrarán continuamente su respiración, el movimiento de sus ojos, tono muscular, su nivel de oxígeno en la sangre, la frecuencia y ritmo cardíaco y las ondas cerebrales mientras duerme. ¿Cómo se trata? Si su insomnio es causado por una enfermedad, su médico le dará un tratamiento. Si la causa de su insomnio es el uso de drogas o alcohol, tendrá que dejar de usar estas sustancias. En ocasiones es recomendable que utilice técnicas de relajación como las que se aplican en los ejercicios de yoga, que cambie su dieta o que lleve un estilo de vida saludable que incluya ejercicios físicos. Su médico también le recomendará probablemente que adopte una rutina regular para irse a dormir. En algunos casos le recetarán un medicamento para ayudarlo a dormirse. En otros casos le recomendarán que haga terapia para resolver sus problemas psicológicos o para reducir el estrés que está causando o contribuyendo a su insomnio. ¿Cuánto duran los efectos? Frecuentemente el insomnio dura sólo unas pocas noches. Si no se puede dormir casi todas las noches durante 2 semanas, consulte con su médico. El insomnio que dura tanto tiempo en general se prolonga hasta que se encuentre y corrija la causa. ¿Cómo puedo cuidarme? Use el dormitorio sólo para dormir y tener relaciones sexuales, no para leer o mirar televisión. Mantenga el dormitorio oscuro y a una temperatura confortable. Dése un masaje o un baño tibio antes de irse a la cama para ayudarlo a relajarse. Pruebe tomar un vaso de leche tibia justo antes de irse a la cama. La música suave lo puede ayudar. Piense en usar una fuente de ruido blanco, como por ejemplo el ruido de un ventilador. Manténgase activo durante el día. Haga ejercicios y respire aire fresco. Adopte un horario regular para irse a dormir y para despertarse, y respételos todo el tiempo, hasta durante los fines de semana. Evite tomar siestas durante el día, sobre todo al finalizar la tarde o al anochecer. No tome cafeína por la noche. Si cena tarde, no coma comidas pesadas. No tome mucho líquido antes de irse a dormir. Si está en cama por más de 30 minutos y no se puede dormir, salga de la cama, lea algo o mire televisión hasta que le vengan ganas de dormir. Mantenga un peso razonable. El exceso de peso puede causar fatiga de día y puede empeorar la apnea del sueño. Deje de fumar. Coordine con su médico el horario para tomar sus medicamentos de manera de tomar aquellos que tengan efecto sedante durante la noche y aquellos que pueden interferir con el sueño durante el día. Trate de no usar medicamentos para dormir todas las noches. Puede desarrollar una dependencia o tolerancia a los mismos de manera que dejen de ser efectivos. Las benzodiazepinas (como Rivotril, Valium, Rohypnol, Lexotanil, Trapax, Alplax, Diocam, Clonagin, Tranquinal, etc.) pierden mucha efectividad después de 14 días de uso continuo. No beba alcohol antes de irse a dormir