¡padre nuestro! ¡hijo mio! - MIEZ Ministerios Ebenezer

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DISCIPULADOS MIEZ ¡PADRE NUESTRO! ¡HIJO MIO! Mateo 6:9 | “Vosotros, pues, orad de esta manera: "Padre nuestro que estás en cielos, santificado sea tu nombre.” los INTRODUCCIÓN Cuando un hijo clama diciendo ¿papá, donde estas? la respuesta al instante es ¡hijo, aquí estoy!, un verdadero padre jamás desconocerá la voz de su hijo, aunque le deje corretear, siempre estará pendiente de cuidar y librarle del peligro. Cuando el Señor Jesús nos enseña a orar, El nos dice: “Vosotros, pues, orad de esta manera: "Padre nuestro…” Con esta frase comienza su oración, nuestro propósito hoy es entender el significado de esta frase y el poder que desata en nuestras vidas si comprendemos su propósito. ¡PADRE MÍO! ¡HIJO MÍO! Jesús nos enseña, “ustedes deben orar diciendo así, Padre nuestro”. Nadie entiende mejor la paternidad que Jesús, porque mucho antes que los hombres fueran padres, ya Jesús era el Hijo del Dios eterno. Se puede decir que lo que hoy conocemos como paternidad es una sombra de la verdadera paternidad, la divina. Cuando el hombre pecó también se rompió el sentido de esa paternidad, si bien Dios nunca ha dejado de ser nuestro Padre, el hombre se alejó de Dios y perdió la posición de hijo. Es por eso que Dios envió a su Hijo para salvarnos y regresarnos a la posición anterior en la que Dios es nuestro Padre y nosotros sus hijos. Dios dice en Hebreos 2:10 que Jesús vino para llevar muchos hijos a la gloria. Jesús dice que cuando nos acerquemos a orar debemos llamarle por lo que Él es, Él es NUESTRO PADRE y si Él es nuestro Padre, Él nos responderá: aquí estoy ¡HIJO MÍO! (Mateo 6:6). ¿COMO RESTABLECER LA POSICIÓN DE HIJO? ¿Ha escuchado a alguien decir: “todos somos hijos de Dios”? casi nadie se atrevería a decir que no es un hijo de Dios, esto se debe a que dentro de nuestra naturaleza caída y pecadora habita un espíritu que anhela regresar a su estado original de hijo de Dios, estado que se perdió como consecuencia del pecado. Todos somos criaturas de Dios, pero ¿qué dice Dios que debemos hacer para ser restablecidos a la posición de hijos? Veamos: • ES NECESARIO NACER DE NUEVO (Juan 3:3 y Juan 3:6). En este pasaje encontramos el relato sobre la conversación que sostuvo Jesús con Nicodemo, un hombre que era parte de un grupo de Judíos que por tradición asumían ser hijos de Dios, además Nicodemo era uno de los principales entre los líderes religiosos y maestro de la ley. En esta historia Cristo nos enseña que para ser un hijo de Dios se necesita más •
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que una tradición, una religión y más que conocimiento de la letra de la Biblia, se necesita un nuevo nacimiento. ES NECESARIO RECIBIRLE Y CREER EN EL (Juan 1:12). Recibirle significa dejarle entrar para que habite en el corazón, de allí en adelante se debe honrar su presencia. Solo un hijo puede honrar a su padre de corazón, los demás lo hacen de una forma superficial y por compromiso. ES NECESARIO CONFESARLE COMO SEÑOR (Romanos 10:9-­‐10). El titulo Señor significa dueño. Solo el corazón de un hijo puede reconocer que papá es dueño de todo y que la posición de un hijo es administrar los bienes de su padre. Todos somos criaturas de Dios, pero solo son hijos los que le reciben y le honran como Padre. ACERCÁNDONOS COMO HIJOS (Mateo 6:9) El Señor Jesús quiere que nosotros oremos con propiedad, con seguridad y con confianza. El quiere que entendamos primero que a quien oramos es a nuestro Padre y segundo que la posición desde la cual oramos es como sus hijos. Muchos oran a Dios sintiéndose indignos, otros oran para cumplir un requisito religioso pero en realidad no esperan que nada suceda. Otros oran dudando que Dios les esté escuchando y otros oran solo para desahogarse, pero para orar con propiedad tenemos que entender el derecho que se nos ha sido concedido por el mismo Dios. Juan 1:11-­‐13 dice: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” Examinemos algunas de las palabras de este pasaje bíblico en su sentido original: 1. LES DIO POTESTAD. A los que le recibieron les dio potestad: La palabra potestad viene del griego “exousía” que significa autoridad, derecho legal, algo que fue decretado por acuerdo divino. Esto significa que cuando alguien recibe a Jesús como su Señor, Dios desde su trono emite un decreto y sus ángeles lo escriben en el libro de la vida, para testimonio de todo principado y potestad que habita en el cielo en la tierra y por debajo de la tierra. 2. DE SER HECHOS. La frase: “ser hechos” viene del griego gínomai de donde se deriva la palabra Génesis y significa: venir a existencia y llegar a ser. Esto nos dice que cuando alguien recibe a Jesús como su Señor recibe el derecho legal de participar del nuevo nacimiento. 3. HIJOS DE DIOS. La palabra hijo viene del griego téknon que significa: hijo como producido, hijo por descendencia. Los significados de estas palabras nos enseñan que al decir: “Padre nuestro” nos acercamos con el derecho legal conferido en los cielos, por haber nacido de simiente incorruptible y declarados hijos legales por el nuevo nacimiento. EL DERECHO DE LOS HIJOS (Romanos 8:14-­‐17). Dios quiere que comprendamos que en este nuevo pacto, el cual fue escrito por el Padre y sellado con el sacrificio eterno del Hijo, que todo aquel que ha sido adoptado como hijos de Dios se le ha conferido un derecho legal en el mundo espiritual. En Romanos 8 aprendemos que: 1. Hemos recibido un espíritu de adopción para que le llamemos Abba Padre, (Romanos 8:15). Esta es una expresión de intimidad con que un hijo se tira en los brazos de su padre para recibir su amor. 2. Somos hijos, herederos y coherederos con Cristo (Romanos 8:17). 3. Que fuimos predestinados para ser adoptados como sus hijos (Efesios 1:5-­‐6). CONCLUSIÓN Es muy importante que entendamos el significado de la primera frase en la oración del maestro "Padre nuestro que estás en los cielos” El enemigo quiere engañarnos haciéndonos sentir indignos, inútiles y sin valor, pero esto es contrario a la verdad que nos enseña la Biblia. Las mentiras del diablo tienen como objetivo que perdamos la fe y vivamos vidas espirituales frustradas y llenas de tradición religiosa pero sin fruto y sin fe. Es tiempo de renunciar a todos nuestros temores y declarar lo que Dios dice en su palabra acerca de nosotros. CONFESIÓN DE HIJOS • Yo declaro que Dios por sus decretos me ha dado la autoridad de ser su hijo, y que no he sido engendrado por voluntad de hombre sino por voluntad de Dios (Juan 1:11-­‐13). • Yo declaro que he recibido el Espíritu de adopción, que soy hijo de Dios, heredero suyo y coheredero con Cristo (Romanos 8:15-­‐17). • Yo declaro que fui predestinado para ser adoptado como hijo de Dios, según su pura voluntad y que fui creado para alabanza de su gloria (Efesios 1:5-­‐6). • Yo declaro que por el sacrificio de Cristo, tengo libre acceso al Padre, y proclamo con plena convicción que recibiré respuesta a mi oración porque mi Padre lo prometió y El no miente. Amén. 
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