II.- LA ÉPOCA DE LA RESTAURACIÓN 1874-1923 1.

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Historia de España - 2º Bachillerato
II.- LA ÉPOCA DE LA RESTAURACIÓN 1874-1923
1.- El régimen político de la Restauración y sus fundamentos sociales
2.- Los procesos de urbanización e industrialización en la España de la
Restauración
3.- Nacionalismos, regionalismos y movimiento obrero
4.- La crisis del 98: causas y consecuencias
5.- La crisis final de la Restauración: el impacto de la Iª Guerra
Mundial y el agotamiento del sistema político
1.- EL RÉGIMEN POLÍTICO
FUNDAMENTOS SOCIALES
DE
LA
RESTAURACIÓN
Y
SUS
La Restauración es un período amplio que ocupa los reinados de Alfonso XII
(1875-85), la Regencia de Mª Cristina de Habsburgo (1885-1902) y de Alfonso XIII
(1902-1923).
Este nuevo sistema político se inicia tras el golpe de estado de Arsenio Martínez
Campos (29-12-74) en Sagunto y supuso, no sólo el restablecimiento de la monarquía
borbónica sino la restauración del liberalismo doctrinario, un liberalismo moderado que
permitió que el poder político estuviera en manos de la burguesía conservadora.
Si bien Arsenio Martínez Campos con su acción precipitó la llegada de Alfonso
XII fue D. Antonio Cánovas del Castillo el que la había preparado desde el Sexenio
Democrático, y fue sin duda el artífice de la Restauración.
La situación que vivía la España de entonces caracterizada por:
• Fragilidad e incapacidad de la República para resolver los conflictos: la
guerra carlista y la guerra de independencia de Cuba.
• La pasividad y debilidad de toda la oposición social a la Restauración
porque ni los obreros ni los campesinos se sintieron identificados con la
política del Sexenio Democrático favorecía el proceso restaurador
(búsqueda de la moderación en la acción política). A esto se unía:
• el apoyo de grupos sociales que buscaban el orden y la estabilidad – alta
burguesía, grandes propietarios de tierras, los plantadores cubanos, los
mandos y oficiales del ejército y la iglesia católica- favorecieron el
cumplimiento de su proyecto: la vuelta a la Monarquía de forma
pacífica.
Cánovas del Castillo, contando con estos apoyos, preparó la llegada al trono de
Alfonso XII porque creía que era la única forma de dar estabilidad y progreso al país. A
principios de diciembre de 1874 redactó el manifiesto de Sandhurst en el que se
presenta a Alfonso XII como el rey de todos los españoles. Antes, en 1870 se había
logrado que Isabel II abdicara en favor de su hijo.
Necesitaba para llevar a cabo su proyecto:
• Un partido conservador cohesionado y liderado por él mismo
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•
•
Terminar con las intervenciones militares en la vida política
Diseñar un nuevo sistema político basado en el poder compartido- Cortes y Reyy en el turno pacífico de partidos que defendieran la monarquía (partido
conservador y partido liberal).
El 31 de diciembre, tras el golpe de estado y la dimisión del gobierno
republicano, Cánovas comunica a Alfonso XII su proclamación como rey y desde el
primer momento toma diversas medidas para restablecer la autoridad de la Corona.
Nombró a gobernadores y alcaldes monárquicos y decretó medidas de represión contra
la oposición cuyas actividades quedaron prohibidas. Quiso ganarse el favor de la Iglesia
y le garantizó las aportaciones económicas del Estado y entró en contacto con los líderes
progresistas y demócratas porque quería conseguir que aceptaran la Monarquía y se
sumaran al nuevo régimen político.
Además inició una política de pacificación que tuvo como resultado el fin de la
guerra carlista con la rendición de los rebeldes en marzo de 1875; ello hizo posible el
envío de nuevas tropas a Cuba y poner fin a la guerra iniciada en 1868. Lo logrará
gracias a la labor negociadora de Martínez Campos en 1878.
Sin duda, la labor más importante de este primer gobierno fue la convocatoria a
Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino para que estuviera
representados todos los partidos políticos y dar así legitimidad al nuevo régimen (sin
embargo el proceso electoral fue manipulado para dar una amplia mayoría a las
candidaturas del gobierno). La labor de estas Cortes fue la redacción de una nueva
constitución, la de 1876, que fue el marco de actuación de todo el período. Fue aprobada
el 15 de febrero con el 87% de los votos.
La Constitución del 76 es un texto flexible con el objetivo de permitir gobernar
de manera estable a los partidos que acepten el sistema, sin embargo su inspiración es
claramente conservadora. En ella se recoge
La declaración de derechos y deberes: es amplia y recoge las conquistas de la del
69, pero en la práctica estuvieron restringidos, especialmente los derechos de imprenta,
expresión, asociación y reunión.
El principio de soberanía compartida: establece que la potestad de hacer leyes
reside en “Las Cortes con el Rey.”
La división de poderes: el poder legislativo reside en unas Cortes bicamerales. El
Senado (compuesto por tres tipos de senadores: por derecho propio, por designación
real y por elección). El Congreso es elegido por sufragio directo, pero no se fija el
sistema de votación; será el partido que gobierne el que determine por la ley electoral si
el sufragio debe ser censitario o universal.
El poder ejecutivo lo ejerce la Corona a través de los ministros. El rey elige
libremente al jefe de gobierno y no es responsable ante las cortes.
El poder judicial es independiente.
El centralismo se acentúa porque los ayuntamientos y las diputaciones son
controlados por el gobierno y se suprimen los fueros vascos
La cuestión religiosa se resuelve mediante el reconocimiento de la
confesionalidad católica del país y la garantía del sostenimiento del culto y del clero y el
reconocimiento de otras creencias pero sin manifestaciones públicas.
El marco de actuación quedaba establecido en la Constitución, ahora, para
conseguir la estabilidad política se hacía necesaria la alternancia pacífica en el poder.
Ello se logró a través del turno de partidos.
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El turno de partidos: dos partidos, el conservador y el liberal, considerados
como partidos dinásticos, eran los que participaban en la alternancia política. Esta
alternancia significó el fin del exclusivismo (ningún partido monopolizaría el poder) y
la eliminación del recurso al pronunciamiento militar o a la insurrección.
El partido conservador estuvo dirigido por A. Cánovas del Castillo hasta 1897,
momento en que fue asesinado por un anarquista. Se formó a partir de la integración de
antiguos moderados, unionistas y alguna facción del progresismo. Su programa estaba
basado en la defensa del orden social, de la monarquía y de la propiedad
El partido liberal: en 1880 se formó el partido fusionista que pronto se denominó
liberal, estuvo dirigido hasta 1903 por Práxedes Mateo Sagasta. Se formó a partir de la
integración de progresistas, demócratas y algunos republicanos. Sus miembros
aceptaron la Constitución y la Monarquía para poder participar en juego político.
Defendían las libertades amplias, el sufragio universal, la libertad religiosa y la libertad
de cátedra.
Unos y otros defendieron y llevaron sus programas en el momento en que
gobernaron.
Para que el sistema funcionara era necesario el acuerdo de ambos partidos y la
intervención de la corona para asegurar este compromiso.
El turno de partido se pone en marcha desde 1881, cuando Sagasta sustituye a
Cánovas en el gobierno; pero la consolidación definitiva tuvo lugar en 1885 tras la
muerte de Alfonso XIII y la firma del “Pacto de El Pardo”. Desde este momento y hasta
la Iª Guerra Mundial (1914-18) se mantuvo sin complicaciones.
El funcionamiento del turno de partidos era el siguiente:
1.-Cuando el partido en el poder se veía sometido a fuertes presiones internas, el rey
llamaba a gobernar al otro partido. En el primer momento este partido tendría el apoyo
de la Corona pero carecía del respaldo de las Cortes que era imprescindible en un
régimen constitucional.
2.- El rey otorgaba al nuevo presidente del gobierno el decreto de disolución de las
Cortes. Se preparaban nuevas elecciones que se manipulaban para que el resultado
satisficiera al nuevo gobierno y respetara a la oposición. La representación
parlamentaria se distribuía entre una mayoría en el partido del poder, un número
importante del partido de la oposición y escasa representación de otros partidos no
dinásticos
El funcionamiento del sistema descansaba en dos condiciones pactadas:
1.-La implicación de la Corona en el sistema político como árbitro de los partidos. El
rey podía decidir cuándo era conveniente la sustitución de un partido por otro.
2.- El falseamiento electoral que era el único medio para crear las mayorías
parlamentarias necesarias en cada momento. En la práctica el gobierno no dependía de
las Cortes, era el gobierno quien las fabricaba.
Esta manipulación electoral se conseguía con dos mecanismos: el encasillado y
el pucherazo.
El encasillado: las fuerzas políticas negociaban y se repartían los distritos
electorales entre los partidos dinásticos. La mayoría de los puestos era otorgada a sus
propios candidatos, una minoría al partido turnante y muy pocos puestos a los partidos
de minorías
El pucherazo: era la manipulación o cambio de los resultados electorales y
arreglo de las cifras de votos para ganar las elecciones. Los partidos hacían uso de:
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compra de votos, intimidación, utilización de electores fallecidos o “colocar la urna en
un hospital de epidémicos como ocurrió en Madrid en 1886”.
Toda esta manipulación era posible por la existencia del caciquismo. El
caciquismo era la relación política que se establecía entre una persona y sus clientes y
tuvo un papel predominante en el mundo rural. Los rasgos que definían a un cacique
eran: jefe de un partido político muy influyente que actuaba a nivel local y comarcal. Su
influencia la ponía al servicio del partido que defendía y era un intermediario entre el
Estado y su zona. Utilizaba prácticas escandalosas para conseguir sus objetivos
(intimidación, violencia… ayudado por las fuerzas del orden - la guardia civil-)
Con este sistema era evidente que la opinión del pueblo y sus votos no eran
decisivos. Pudo mantenerse porque la población española era básicamente rural y tenía
altos grados de analfabetismo y porque hasta principios de siglo, los partidos de
oposición (los republicanos, los nacionalistas, los socialistas) no supusieron un grave
peligro para la Monarquía. Esta realidad generalizaba se rompía algunas veces en las
ciudades porque en ellas el voto era más libre (en las elecciones generales el sistema
funcionaba perfectamente, en las municipales, especialmente en las grandes ciudades no
era así).
Ya hemos señalado que la práctica del turno se mantuvo sin grandes dificultades
hasta la Iª Guerra Mundial: Cánovas del Castillo presidió los primeros gobiernos de la
Monarquía con Alfonso XII. Las medidas que tomaron fueron: poner término a los
conflictos bélicos, la aprobación de medidas centralizadoras, el establecimiento de un
nuevo arancel aduanero en 1877 que supuso el triunfo del proteccionismo, la
promulgación de la ley electoral de 1878 que fijaba el sufragio restringido y la adopción
de medidas legislativas que recortaron los derechos individuales establecidos en la
Constitución – se recortaron la libertad de cátedra, la libertada de asociación, la libertad
de expresión. El propósito de estas medidas era acallar a la prensa política de oposición
demócrata, socialista, anarquista, republicana o carlista.
Los liberales llegan al poder en 1881 y gobiernan hasta 1883. La brevedad de
este mandato impidió que Sagasta desarrollara una política de reformas importantes
pero se pueden destacar algunas iniciativas como la ampliación de la libertad de
expresión y la preocupación por estudiar los problemas que afectaban al mundo de los
obreros. En 1883 son sustituidos por los conservadores. En 1885, tras la muerte de
Alfonso XII y la firma del “Pacto de El Pardo”, la alternancia se consolidó y permitió la
estabilidad de la vida política española hasta que Alfonso XIII alcanzara la mayoría de
edad en 1902. Hasta entonces se establecía la Regencia de Mª Cristina de HabsburgoLorena que se inicia con un gobierno liberal que se mantuvo hasta 1890 y que se va a
caracterizar por su programa de reformas: Código de Comercio (1885), ley de Jurado y
ley de Asociacones (1887), Código civil (1889) ley de sufragio universal (1890).
El sistema de la Restauración consolidó en el poder a la burguesía moderada y
con su sistema de control de las elecciones permitió el dominio de esa clase, pero
también consiguió dar estabilidad política al país y comenzar de esta forma un
desarrollo industrial que se había sido muy insuficiente en etapas anteriores. Hasta 1903
los partidos turnantes no tienen problemas pero tras la desaparición de sus líderes
comenzarán las desavenencias y veremos las primeras crisis del sistema. Crisis en las
que intervendrán los partidos opositores que desde finales de siglo empiezan a
organizarse y que contarán con apoyos populares importantes en el primer tercio del
siglo XX: los republicanos radicales de Alejandro Lerroux, los socialistas con Pablo
Iglesias que funda el PSOE en 1879 y la UGT en 1888, los anarquistas con Anselmo
Lorenzo que funda en 1910 a C.N.T y los nacionalistas catalanes que se organizan en
1891 en torno a la Unión catalanista y el nacionalismo vasco que nace con la fundación
en 1895 del P.N.V. por Sabino Arana.Dpto Geografía e Historia
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ACTIVIDADES
1.- Análisis y comentario del Manifiesto de Sandhurst
He recibido de España un gran número de felicitaciones con motivo de mi
cumpleaños (…)
Cuantos me han escrito muestran igual convicción de que sólo el
restablecimiento de la monarquía constitucional puede poner término a la opresión, a
la incertidumbre y a las crueles perturbaciones que experimenta España. Dícenme que
así lo reconoce ya la mayoría de nuestros compatriotas, y que antes de mucho estarán
conmigo los de buena fe, sean cuales fueren sus antecedentes políticos…
Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan
generosa como infortunada, soy único representante yo del derecho monárquico en
España. Arranca éste de una legislación secular, confirmada por todos los precedentes
históricos y está indudablemente unida a todas las instituciones representativas que
nunca dejaron de funcionar legalmente durante los treinta y cinco años transcurridos
desde que comenzó el reinado de mi madre hasta que, niño aún, pisé yo con todos los
míos el suelo extranjero.
Huérfana la nación ahora de todo derecho público e indefinidamente privada de
sus libertades, natural es que vuelva los ojos a su acostumbrado derecho constitucional
y a aquellas libres instituciones que ni en 1812 le impidieron defender su independencia
ni acabar en 1840 otra empeñada guerra civil.
Debióles, además, muchos años de progreso constante, de propiedad, de crédito
y aún de alguna gloria;(…)
Afortunadamente la monarquía hereditaria y constitucional posee en sus
principios la necesaria flexibilidad y cuantas condiciones de acierto hacen falta para
que todos los problemas que traiga su restablecimiento consigo sean resueltos de
conformidad con los votos y la convivencia de la nación.
No hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente; sin cortes
no resolvieron los negocios arduos los príncipes españoles allá en los antiguos tiempos
de la monarquía, y esta justísimo regla de conducta no he de olvidarla yo en mi
condición presente, y cuando todos los españoles están ya habituados a los
procedimientos parlamentarios. Llegado el caso, fácil será que se entiendan y
concierten las cuestiones por resolver un príncipe leal y un pueblo libre (…)
Por mi parte, debo al infortunio estar en contacto con los hombres y las cosas
de la Europa moderna, y si en ella no alcanza España una posición digna de su
historia, y de consumo independiente y simpática, culpa mía no será ni ahora ni nunca.
Sea lo que quiera mi propia suerte, ni dejaré de ser buen español ni, como todos mis
antepasados, buen católico, ni como hombre de siglo, verdaderamente liberal
Suyo afectísimo, Alfonso de Borbón. Nork-Twn (Sandhurst) 1 de diciembre de 1874l
2.-Contesta a las siguientes preguntas:
¿Cuáles eran las piezas fundamentales del sistema político de la Restauración? (es
conveniente que leas el texto de Oligarquía y Caciquismo de Joaquín Costa.
¿Qué es el turnismo? ¿Cuáles eran sus objetivos? ¿Qué dos condiciones pactadas eran
necesarias para que funcionara el turno?
Semejanzas y diferencias entre los dos partidos dinásticos.
¿Quiénes fueron: Alfonso XII, Mª Cristina de Habsburgo, Cánovas y Sagasta.
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