Antonio Cánovas del Castillo (1828−1897) Político, historiador y escritor español. Nacido en Málaga, hijo de un maestro que murió cuando él tenía 13 años. Con aspiraciones literarias viaja a Madrid (1845). Cursó estudios de derecho relacionándose con intelectuales y políticos del momento. La historia fue su gran pasión. Demostró en sus Estudios sobre la época de los Austrias sus dotes de historiador. Colaboró en la redacción del Manifiesto de Manzanares (1854), programa político del golpe protagonizado por el general O'Donnell. Ocupó cargos con los gobiernos de la Unión Liberal. Tras los sucesivos fracasos del Sexenio Revolucionario (1868−1874), diseñó un régimen, integrador de todos los desengañados con la Revolución, bajo la dinastía Borbónica de Alfonso (el futuro Alfonso XII), hijo de Isabel II. A partir de 1873 encabezó la causa Borbónica. Cuando el general Martínez Campos proclamó rey a Alfonso XII, tras un pronunciamiento militar, Cánovas es ya el hombre indiscutible del nuevo régimen. Definía a la nación como una realidad independiente, resultado de la historia, en ningún modo resultado de la voluntad de un pueblo y, por tanto, sujeta sólo a unas normas superiores y anteriores a cualquier decisión particular. Estas normas constituyen las 'verdades madres', conjunto de principios que no admiten discusión: libertad, propiedad, monarquía, dinastía hereditaria y la soberanía conjunta de Rey y Cortes. Estos principios son la 'Constitución interna'; la otra Constitución, la 'concreta', debe limitarse a recoger e interpretar el fondo permanente de la Constitución interna. Cánovas temía al sufragio universal y libre porque supondría la imposición del número frente a los mejores, por eso recurrió a la manipulación del voto. Tuvo que solucionar problemas heredados: se puso fin a la tercera Guerra Carlista (1876) y en la guerra de Cuba se llegó a una solución momentánea del problema independentista (Paz de Zanjón, 1878). La nueva Constitución fue aceptada por la mayoría del los grupos políticos. Una comisión de 'notables', procedentes de todos los partidos leales a la monarquía restaurada, elaboró las bases del texto constitucional. Concedía al monarca grandes atribuciones, especialmente como árbitro entre partidos y como comandante en jefe del Ejército. Fue una Constitución de larga vigencia, permaneciendo hasta 1931. Cánovas se preocupó porque existieran dos grandes partidos en que se apoyara la monarquía. Primero consolidó su propio partido, el Conservador, integrando a moderados, unionistas y progresistas desengañados. Después, ayudó a crear un partido de izquierda dentro del sistema. Práxedes Mateo Sagasta, procedente del proceso iniciado con la Revolución de 1868, fue la persona capaz de fusionar y dirigir este conglomerado de antiguos partidos revolucionarios que en 1879 se transformó en el Partido Liberal−Fusionista. Una vez logrado un único Partido Liberal, capaz de seguir a Sagasta, la estabilidad del régimen de la Restauración estaba asegurada. Fuera de estos partidos quedaban aquellos que no reconocían a la monarquía Borbónica: carlistas, republicanos, socialistas y anarquistas. A partir de 1881 se hizo realidad el turno de partidos, que se alternaron hasta el fin del siglo. Murió asesinado el 8 de agosto de 1897 por el anarquista italiano Angiolillo en el balneario de Santa Águeda (Guipúzcoa). 1