Caso Clínico Síndrome de Austrian Márcio Estevão Midon, Fernando Goldoni, Sylvian Greicy Rocha Souza, Jan Norimitsu Schiemann Miyasato Hospital Regional de Mato Grosso do Sul, Campo Grande, MS – Brasil En este relato, se describe el caso de un paciente masculino de 64 años, sin historial de etilismo, que se presentó con la Tríada de Osler, que consiste en el desarrollo de endocarditis, neumonía y meningitis, por un mismo agente. El síndrome se llama síndrome de Austrian, cuando la infección es por Streptococcus pneumoniae. Serán discutidas aquí las manifestaciones clínicas, fisiopatológicas y la terapéutica más adecuada para ese cuadro. Teniendo en cuenta la raridad del caso y la elevada morbimortalidad, serán enfatizadas la importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, para reducir las complicaciones inherentes a esa enfermedad. Introducción La endocarditis neumocócica se ha convertido en una enfermedad rara desde la introducción de la penicilina al comienzo de los años 40, siendo responsable por 1-3% de todos los casos en las válvulas nativas. Sin embargo, en los últimos años, un número mayor de casos han sido descritos, debido al aparecimiento de cepas de Streptococcus pneumoniae resistentes a la penicilina¹. La asociación de neumonía, meningitis y endocarditis fue descrita en 1862 por Herchl después de la necropsia de 5 pacientes. En 1881, Osler la llamó el síndrome de Austrian cuando su etiología es el Streptococcus pneumoniae²,³. En 1882, Netter volvió para mostrar tal relación clínica, indicando una clara predisposición por la válvula aórtica. En 1957, Robert Austrian comunicó un total de 8 casos de los cuales 6 fallecieron, revelando que el resultado fatal de esos pacientes era generalmente la ruptura de la válvula aórtica4. Relataremos aquí el caso de un hombre que se presentó con el síndrome de Austrian y que incluso habiendo sido diagnosticado y tratado adecuadamente, evolucionó con complicaciones inherentes a ese raro caso. Palavras-chave Síndrome de austrian, endocarditis, streptococcus pneumoniae. Correspondencia: Fernando Goldoni • Rua Flávio de Matos, 2462 - Vila Morumbi – 79051510 - Campo Grande, MS – Brasil E-mail: [email protected] Artículo recibido el 26/11/09; revisado recibido el 31/03/10; aceptado el 25/05/10. e50 Relato del caso Agricultor, del sexo masculino, de 64 años, admitido en Urgencias del HRMS con un cuadro de fiebre baja, mialgias, artralgias e hiporexia, hacía ya tres semanas y evolucionando hacía ya tres días con tos, disnea y compromiso del estado general. Sin historial de etilismo, tabaquismo, uso de drogas inyectables o enfermedades anteriores. A su llegada, estaba taquipneico, depletivo, con vómitos, confusión mental y agitación. Presentaba pupilas isocóricas y fotorreactivas, reflejo cutáneo plantar negativo, ausencia de signos focales y presencia de rigidez cervical terminal. Se realizó la auscultación pulmonar con estertor crepitante en la base del hemitórax derecho. También fue realizada la auscultación cardíaca con soplo diastólico en foco mitral +2/+6, sin irradiación y soplo sistólico en foco aórtico +3/+6, con irradiación cervical. Presentó leucograma de 18.700 cels/mm³ y 6% de bastones. La radiografía de tórax mostró opacidad alveolar en la base derecha (Figura 1). El paciente evolucionó con insuficiencia respiratoria aguda, siendo necesario la realización de intubación orotraqueal y ventilación mecánica. Fue realizada tomografía computadorizada (TC) de cráneo que no arrojó alteraciones, y la punción lumbar con líquido cefalorraquídeo presentando 78 cels/mm³, siendo 87% polimorfonucleares, hipoglicorraquia, cuya prueba de látex y bacterioscopia fueron positivas para neumococo, confirmando la meningitis por esa bacteria. Se inició el tratamiento con ceftriaxone en dosis para el sistema nervioso central, pero la fiebre continuó. Solicitamos cultivos de sangre, orina, aspirado traqueal y ecocardiograma transtorácico (ECOCG), que demostró el engrosamiento y la calcificación en la válvula aórtica con estenosis y reflujo de grado leve, imagen de lesión filamentar, móvil y adherida en la capa mitral posterior con estenosis mitral leve, gradiente aórtico máximo de 17 mmHg, gradiente máximo mitral de 9 mmHg y medio de 4 mmHg, atrio izquierdo: 36 mm, ventrículo derecho: 20 mm, VI DD: 55 mm, VI DS: 30 mm y FE: 83%. El hemocultivo fue positivo para Streptococcus pneumoniae en las dos muestras y el aspirado traqueal fue positivo para el mismo agente. Fue iniciada la vancomicina y cambiado el ceftriaxone por el meropenem con una respuesta favorable, teniéndose en cuenta el estándar clínico y de laboratorio. El paciente fue desentubado posteriormente a la mejoría del estándar respiratorio, pero presentó un déficit motor súbito con hemiparesia izquierda, con fuerza muscular de grado II y disminución del nivel de conciencia. La TC del cráneo arrojó una extensa área de hipodensidad en el hemisferio derecho Midon et al Síndrome de Austrian Caso Clínico (Figura 2). Después de 21 días de carbapenémico y 28 días con vancomicina, presentó mejorías clínica y laboratorial y recibió el alta para su casa, indicándosele una intensa fisioterapia de rehabilitación. En la evaluación cardiológica de control, un mes después del alta, mantuvo su cuadro estable, sin alteraciones cardíacas anatómicas o funcionales significativas, quedando solo el déficit neurológico. Discusión La endocarditis infecciosa por neumococo redujo su incidencia a menos de un 3%, después del uso de la penicilina. Pero la tasa de mortalidad permanece elevada y la incidencia de resistencia neumocócica aumentó en todo el mundo en los últimos 10 años5. La presentación clínica predominante es la aguda, con una evolución rápida, agresiva y asociada a una alta tasa de morbimortalidad. Los signos y síntomas periféricos de la endocarditis no acostumbran a estar presentes en la etiología neumocócica, retardando el diagnóstico y el tratamiento. Además, las complicaciones cardíacas y no cardíacas son comunes, en particular, la inestabilidad hemodinámica, la formación de abscesos y la embolización sistémica1. El alcoholismo y la edad avanzada constituyen los principales factores de riesgo. En la endocarditis neumocócica, la válvula aórtica nativa es la localización más frecuente de las vegetaciones. A pesar de los antibióticos adecuados, la evolución es normalmente aguda y muy agresiva, con altas tasas de complicaciones locales (absceso perivalvular), y complicaciones sistémicas, que exigen un tratamiento quirúrgico en la mayoría de los casos. Una evolución subaguda es menos frecuente y muchas veces envuelve a la válvula mitral6. Las infecciones de las vías aéreas son las principales puertas de entrada para el neumococo. La válvula aórtica es la más afectada. Habitualmente existen extensas vegetaciones, lo que hace frecuente las embolizaciones sépticas, como lo que pasó con el paciente de este relato7. En un reciente estudio retrospectivo sobre 80 casos de meningitis neumocócica, en una unidad de cuidados intensivos, solamente 6 pacientes desarrollaron la endocarditis, y apenas dos de ellos evolucionaron con choque cardiogénico y deceso8. Igualmente, en el más grande de los estudios de cohorte de que se tenga noticia sobre la endocarditis neumocócica (325 pacientes), solo tres pacientes llegaron con la tríada9. Sin embargo, Aronin y cols.2 relataron una prevalencia de un 42% de Tríada de Osler, en una revisión de endocarditis neumocócica en la Era de la penicilina, con una tasa de mortalidad mayor que el 50%. Un estudio realizado por Vuilles y cols.10 demostró que solo un 17% de las vegetaciones desaparecen después de la antibioticoterapia y un 39% de los casos necesitaron cirugía correctiva, la cual no fue observada en este paciente. Actualmente, la elección del antibiótico en la endocarditis neumocócica ha sufrido cambios, no solo por el aparecimiento de Fig. 1 - Radiografía de tórax evidenciando opacidad alveolar derecha. (Arq Bras Cardiol 2011; 97(3) : e50-e52) e51 Midon et al Síndrome de Austrian Caso Clínico la resistencia a la penicilina, sino también debido a la evolución agresiva y a la asociación con la meningitis. La penicilina no se constituye un antibiótico de primera elección y aunque no exista ninguna recomendación formal hasta el momento, la orientación es la misma para la meningitis neumocócica, o sea, introducir una cefalosporina de tercera generación asociada o no a la vancomicina, dependiendo del nivel de resistencia a la cefalosporina en la región estudiada2,3,7. A pesar de la baja incidencia de endocarditis por neumococo, esa entidad cursa con una elevada morbimortalidad, sobre todo cuando se asocia raramente a la neumonía y a la meningitis. Por eso, la identificación y la terapia rápidas son cruciales para modificar su evolución no deseada. Potencial Conflicto de Intereses Declaro que no existen conflictos de intereses pertinentes. Fuentes de Financiación El presente estudio no contó con fuentes de financiación externas. Vinculación Académica No existe una vinculación de este estudio con programas de postgrado. Fig. 2 - TTC del cráneo presentando hipodensidad derecha. Referencias 1. Uemura L, Grassi NC, Cazarin L. Endocardite pneumocócica de evolução subaguda. Arq Bras Cardiol. 2001; 76 (4): 315-8. (pneumococcal endocarditis, meningitis, and pneumonia): report of two cases and review of the literature. J Clin Pathol. 2003; 56 (11): 879-81. 2. Aronin SI, Mukherjee SK, West JC, Cooney EL. Review of pneumococcal endocarditis in adults in the penicillin era. Clin Infect Dis. 1998; 26 (1): 165-71. 7. Ugolini V, Pacifico A, Smitherman TC, Mackowiak PA. 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