DOS PREGUNTAS SOBRE LA RESURRECCIÓN I

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DOS PREGUNTAS SOBRE LA RESURRECCIÓN
I Corintios 15:35-50
Por Bryan Smith
INTRODUCCIÓN:
¿Hay días en los cuales dices, “¡Ya quiero deshacerme de este cuerpo!”? ¿Tenemos cosas de las cuales quisiéramos
deshacernos? (Enfermedades, dolores, lentes, kilos extras, etc.) Las buenas noticias son que este cuerpo es temporal. ¡No
podemos llevarnos este cuerpo al cielo!
*En estos momentos me duele mucho mi dedo gordo de mi pie derecho porque tengo una uña enterrada. ¡A veces
quisiera quitarme el dedo!
Algunos hermanos en Corinto estaban confundidos en este asunto de la resurrección de los muertos. Podrían haber estado
confundidos porque el concepto de la resurrección era completamente ajeno a los griegos. Vemos que Pablo estaba
hablando a los griegos en Atenas, y la reacción que algunos de ellos tuvieron:
30
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar,
que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien
designó,
dando
fe
a
todos
con
haberle
levantado
de
los
muertos.
32
Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de
esto otra vez. Hechos 17:30-32
En la primera parte de este capítulo 15, se desglosan algunos de los argumentos de Pablo en relación a la resurrección:
1. La resurrección de Cristo como un hecho histórico (vv. 1-11)
2. La resurrección de Cristo como creencia central de la fe cristiana (vv. 12-18)
3. La resurrección de Cristo como clave al futuro plan de Dios (vv. 19-28)
4. La resurrección de Cristo, ¿cómo afecta las costumbres y la vida cotidiana? (vv. 29-34).
Hoy veremos dos preguntas específicas que tenían algunos hermanos, y las respuestas de Pablo.
* Leer 1 Corintios 15:35-50
* Oración
I. DOS PREGUNTAS (V. 35)
A. ¿Cómo resucitarán los muertos?
B. ¿Con qué cuerpo vendrán?
II. RESPUESTA A LA PRIMERA PREGUNTA (V. 36)
*¿Cómo resucitarán los muertos?
A. Necio: “¡Que insensatez!” o “¡Que irreflexivo!” – De una mente que no percibe bien las cosas.
B. Un ejemplo de la naturaleza:
1. Es como creer en el proceso de la siembra y cosecha
2. La semilla muere, y luego se vivifica
*Cristo usó este ejemplo en Juan 12:24:
24
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho
fruto.
3. No lo entendemos por completo, pero sabemos que es un hecho
4. En los dos casos es por el poder de Dios
5. La muerte es la puerta a la vida eterna cuando hay fe en Cristo
III. RESPUESTA A LA SEGUNDA PREGUNTA (vv. 37-50)
*¿Con qué cuerpo vendrán?
A. Varios ejemplos en la naturaleza
1. Expansión del primer ejemplo de la naturaleza (vv. 37-38)
a. Lo que siembras no es igual a lo que sale de la tierra (v. 37)
*Ejemplo: Mostrar la semilla de maíz, y un elote. Empieza como una semillita, y después que muere y es
vivificado, sale una planta grande de maíz y el fruto, el elote. Cuando vivíamos en Pennsylvania, vivimos en tierra fértil,
y había mucho maíz. Llegaba a medir más de tres metros la milpa, y todo vino de una semillita.
b. Cada semilla tiene su propia planta y fruta que produce. (v. 38)
c. Así mismo el cuerpo que uno mete al suelo, no saldrá igual.
2. El segundo ejemplo de la naturaleza (v. 39)
a. Hay una gran variedad entre la carne de varios animales
b. Cada tipo de cuerpo distingue a los diferentes tipos de animales
3. El tercer ejemplo de la naturaleza (vv. 40-41)
a. Los cuerpos celestiales y terrenales son diferentes en gloria (v. 40)
1) Pablo no especifica a lo que se refiere con “terrenales”
2) Podría ser las grandes montañas, cañones, etc.
b. Los cuerpos celestiales son diferente en gloria entre ellos mismos (v. 41)
B. La comparación entre el cuerpo terrenal y el cuerpo celestial (vv. 42-50)
EL CUERPO TERRENAL
Corrupción
Deshonra
Debilidad
Cuerpo animal
Primer Adán – alma viviente
Animal - primero
De la tierra
Imagen del terrenal
No puede heredar el reino de Dios
EL CUERPO CELESTIAL
Incorrupción
Gloria
Poder
Cuerpo espiritual
Postrer Adán – espíritu vivificante
Espiritual - segundo
Del cielo
Imagen del celestial
Hereda el reino de Dios
VERSÍCULO
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C. Unos pasajes de apoyo
1. El cuerpo glorificado de Cristo
a. Lucas 24:36-43:
36
Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. 37 Entonces,
espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. 38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro
corazón estos pensamientos? 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene
carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41 Y como todavía ellos, de
gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42 Entonces le dieron parte de un pez
asado, y un panal de miel. 43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos.
1) Apareció en medio de ellos (Juan 20:19 dice que la puerta estaba cerrada.)
2) Ellos no reconocieron a Jesús de inmediato
3) Tenía algún tipo de carne y huesos
4) Podía comer pescado y miel
b. También hay otras apariencias como en Juan 20 y 21
c. Esto nos podría indicar como serán nuestros cuerpos futuros también
d. 1 Juan 3:2-3 dice:
2
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se
purifica a sí mismo, así como él es puro.
*¡Esta esperanza debe afectar nuestra manera de vivir!
e. Filipenses 3:20-21 dice:
20
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el cual
transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el
cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
2. 2 Corintios 5:1-10:
1
Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa
no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra
habitación celestial; 3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este
tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea
absorbido por la vida. 5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
6
Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7
(porque por fe andamos, no por vista); 8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al
Señor. 9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10 Porque es necesario que todos
nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,(1) para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba
en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
APLICACIÓN:
¡Sí, existe la resurrección de los muertos! Si hemos confiado en Cristo, algún día recibiremos un cuerpo glorificado. Si
estás aquí hoy, y nunca has confiado en Cristo, habla con alguien acerca de esa decisión importante hoy.
Si hemos perdido a seres queridos en Cristo, sabemos que ellos están con el Señor en la gloria, y que también sus cuerpos
resucitarán y serán cambiados en el día del rapto de la iglesia por Cristo.
Pasamos por tiempos difíciles en esta vida, y con este cuerpo, pero gracias a Dios, tenemos una esperanza viva e
incorruptible en Cristo:
3
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una
esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para
alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6 En lo cual vosotros os alegráis,
aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a
prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque
ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de
vuestras almas. 1 Pedro 1:3-9
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