Ninos20101107XXXIIOrdinario

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AYÚDAME A ACEPTAR
Las cosas que no entiendo,
y ponen en duda mi fe.
XXXII Domingo del Tiempo
Ordinario - 7 de noviembre
Las cosas que no me gustan,
y no puedo evitar que pasen.
y quiero cambiarlas para mejor.
Ayúdame a aceptar
pero no a bajar los brazos.
Dame una fe fuerte
para intentar cambiar las cosas,
dame mucho amor
para comprender a los demás,
y dame una esperanza a toda prueba,
para creer y luchar por un mundo
que sea un poco mejor cada día.
Seremos como ángeles
Los dolores y tristezas,
Tú también los sufriste.
acción católica
general
SECTOR
DE NIÑOS
www.accioncatolicageneral.es
No es Dios de muertos, sino de vivos
E
n aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan
la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había
siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último
murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella».
Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que
sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los
muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son
hijos de Dios, porque participan en la resurrección.
sigamos. Nos alejamos del regalo que Dios nos hace con la Vida
Eterna. Y debemos estar muy atentos... para encontrar el
Camino que habíamos abandonado.
La Palabra de Dios dice que “al final de los tiempos” llegará el
Juicio Final... donde se juzgará todas las cosas que han hecho las
personas. Mientras tanto... es bueno que vayamos, haciendo
“pequeños juicios” de nuestra vida. A solas con Dios, o con algún
cura podemos ir viendo cómo es nuestra vida... Para poder solucionar lo que falla... y dar gracias a Dios por todo lo bueno que
nos da.
Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de
la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de
Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vi8
0, 27-3
vos; porque para él todos están vivos».
Lucas 2
z
A
quellos hombres que se acercaron a Jesús eran Saduceos...
un pequeño grupo -pero muy poderoso e influyente- que a
pesar de estudiar mucho la religión... no creían en la resurrección.
Y por eso, para ver qué decía Jesús... le hicieron una pregunta muy
rara: “¿Si se muere una señora que tuvo siete maridos... de quién
será la esposa cuando resucite?”
Jesús, viendo lo que buscaban los saduceos les contestó que a
la Vida Eterna llegarán los que sean merecedores
de ella... y que allí lo importante no es lo material... y
que todos seremos “como ángeles” y estaremos llenos del Amor de Dios.
La resurrección llegará y debemos esperarla... pero
antes, mientras estamos aquí, lo que debemos
hacer es prepararnos para ello... para poder merecer
el ser “como ángeles”.
Muchas veces nuestros actos nos alejan de merecer ese “premio”. Cuando actuamos desde el egoísmo, la avaricia, el rencor, la desgana, la comodidad...
nos alejamos del Camino que Jesús quiere que
¿Qué es para ti la resurrección? ¿Qué te han contado?
¿Cómo te lo imaginas?
z
Si piensas en tu vida... en general... ¿crees que eres merece-
dor de ser “como un ángel”, de la Vida Eterna? ¿Y las personas que están a tu alrededor en casa, en el colegio, en tu
grupo de amigos...?
z
¿Haces “pequeños juicios” de las cosas que haces? ¿Con
quién? ¿Sueles confesarte con algún cura?
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