CREO EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE Y EN LA VIDA ETERNA Este último artículo del Credo afecta directamente a quien lo recita. Ya no se trata de aceptar que Dios es creador y que su Hijo se hizo hombre. La muerte y lo que viene después es un tema sumamente importante para cualquier persona. Es también un tema difícil. La creación o la fundación de la Iglesia son acontecimientos que sucedieron en el pasado, y se puede tener una noticia aproximada de lo que significan. En cambio la muerte es algo futuro para los vivientes, y los muertos no vuelven para contar cómo les fue después de morir. En la Escritura el muerto que resucita es la persona completa, no se hacen distinciones entre cuerpo y alma. Los judíos hablan de resurrección mas que de inmortalidad del alma. En el Nuevo Testamento es la resurrección lo que espera a las personas que si han llevado una buena conducta en la tierra y han recibido el bautismo, ven a Dios inmediatamente después de morir. El fundamento de nuestra resurrección es la que ya ha acontecido Cristo, pues, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. El que resucita es el mismo que murió, aunque experimente una transformación profunda con un cuerpo espiritualizado. Área Eclesial Conferencia Episcopal de Chile [email protected] Agradecemos al P. Miguel Angel Ferrando SM, quien nos ha facilitado su libro “YO CREO. UN COMENTARIO AL CREDO DE LOS APOSTOLES DESDE LA BIBLIA. Santiago, SM 2013 desde donde hemos tomado gran parte de los comentarios de esta serie.