281-286 Rotura triceps.qxd 11/1/07 20:54 Página 281 281 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2006 · V OL .4 · Nº 4 · 281-286 CASO CLINICO Rotura del tendón del tríceps asociada a bursitis olecraniana e infiltraciones con corticoides Triceps tendon rupture associated with olecranon bursitis and steroid injections Servicio de COT del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria 2 Unidad de Miembro Superior de FREMAP-Vecindario 3 Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria Medina Macías S.Mª. 1 , 2 Ojeda Castellano J. 1 1 Navarro García R. 1 Báez Marrero O. 3 RESUMEN ABSTRACT Se presenta un estudio anatomopatológico que demuestra la relación existente entre la rotura iterativa distal del tendón del tríceps y la historia previa de varias infiltraciones de corticoides para el tratamiento de una bursitis olecraniana, así como los resultados satisfactorios obtenidos tras la reparación primaria mediante sutura transósea en el olécranon a las 6 semanas de la rotura. An anatomopatologic study appears that demonstrates the existing relation between the iterative distal triceps tendon rupture and the previous history of several steroid injections for the treatment of olecranon bursitis, as well as the obtained satisfactory results after the primary repair through drill holes in the olecranon to the 6 weeks of the rupture. El tratamiento de los tejidos inflamados con inyecciones locales de esteroides presenta riesgos, sobre todo si se hacen de forma repetida y directamente sobre el tendón, especialmente en atletas de fuerza, y por extensión en trabajadores de fuerza, quienes hacen una alta demanda de su estructura músculoesquelética. The treatment of weaves inflamed with local steroid injections present risks, mainly if they become of repeated form and directly of the tendon, specialing in athletes of force and, by they extension in working of force, who make a high demand of their musculoesqueletic structure. Palabras clave: Tendón del tríceps, infiltraciones con corticoides, bursitis olecraniana, estudio anatomopatológico. Key words: Triceps tendon, steroid injections, olecranon bursitis, anatomopatologic study. Patología del Aparato Locomotor, 2006; 4 (4): 281-286 Correspondencia S. Mª. Medina Macías FREMAP-Vecindario Avda. de Canarias 11 35110 Santa Lucía Gran Canaria 281-286 Rotura triceps.qxd 11/1/07 20:54 Página 282 282 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2006 · V OL .4 · Nº 4 · 281-286 Medina Macías S.Mª., Ojeda Castellano J., Navarro García R., et al. INTRODUCCIÓN La rotura del tendón del tríceps es muy rara (1), (2), (3), (4), (5). Al contrario que las roturas del tendón distal del bíceps, la rotura del tríceps puede ocurrir tanto en mujeres como hombres con una razón mujeres/hombres de 2:3. La edad media de aparición está entre la tercera y cuarta década de la vida, pero las roturas del tríceps se han observado en ambos extremos del espectro de edades, incluyendo a niños (de siete años de edad), a adolescentes en los que la fisis del olécranon acaba de cerrarse, hasta individuos en la octava década de la vida (6). El mecanismo de lesión es usualmente una caída con la mano en extensión, lo que origina la rotura como consecuencia de una fuerza de deceleración aplicada en el antebrazo cuando el tríceps está contraído (contracción excéntrica del tríceps con el brazo en extensión), aunque se han comunicado también avulsiones debidas a una simple contracción incoordinada del tríceps contra un codo en flexión, así como roturas tras un traumatismo directo en la cara posterior del brazo o a nivel de la inserción del tríceps (6). En general, normalmente se requiere una gran fuerza para que tenga lugar la rotura o avulsión de un tendón normal; sin embargo, cuando la integridad estructural del tendón ha sido alterada, roturas espontáneas pueden ocurrir después de una fuerza mínima o moderada (6). Así, muchos factores locales y sistémicos se han informados asociados a la rotura del tendón del tríceps. Entre los factores predisponentes locales, se ha implicado el tratamiento de la bursitis olecraniana con inyección local de corticoides (8), (9), (19), (11), (12), así como el abuso de esteroides anabolizantes (12). Entre los factores sistémicos se consideran que pueden predisponer a la rotura de dicho tendón, el fallo renal crónico con hiperparatiroidismo secundario e hipercalcemia crónica, la tetania hipocalcémica, la artritis reumatoide, el lupus eritematoso en tratamiento con esteroides, la osteogénesis imperfecta y el síndrome de Marfan, y posiblemente la diabetes insulino dependiente (6), (7). Por último, se han comunicado deficiencias del tríceps después de una sustitución total de codo, lo que se cree es debido a un problema de exposición y reparación, y lesiones del tríceps asociadas a fracturas de cabeza de radio Rotura del tendón del tríceps asociada a bursitis olecraniana e infiltraciones con corticoides o a fracturas de muñeca junto con una fractura de cabeza radial, lo que apoya el mecanismo de lesión por caída sobre la mano extendida (6). En el presente artículo presentamos el estudio anatomopatológico realizado en un paciente intervenido de una rotura distal del tendón del tríceps, con el que se demuestra esa posible relación existente entre esta rotura iterativa del tendón y la historia previa de infiltraciones con corticoides, según la información obtenida en la revisión realizada, infiltraciones que se utilizaron durante un largo período de tiempo para el tratamiento del dolor aparecido tras un traumatismo del codo y desarrollo posterior de una bursitis olecraniana, así como presentamos los resultados satisfactorios obtenidos tras la reparación primaria del tendón realizada a las 6 semanas de la rotura. CASO CLÍNICO Paciente varón en la cuarta década de la vida que 2 años antes había sufrido una caída con traumatismo en el codo y desarrollo posterior de una bursitis olecraniana, con historia de varias infiltraciones de corticoides para tratamiento del dolor, tanto antes como después de la cirugía realizada para exéresis de la bursa olecraniana y de un espolón en el olécranon, y que a pesar del tratamiento realizado no mejoró del dolor, refiriendo además una pérdida de fuerza progresiva para la extensión del codo. A los 2 años del traumatismo inicial y de la primera cirugía, acude refiriendo un chasquido doloroso al levantar un peso mientras trabajaba, observándose Fig. 1 y 2: Imágenes intraoperatorias de la ruptura del tendón del tríceps. 281-286 Rotura triceps.qxd 11/1/07 20:55 Página 283 283 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2006 · V OL .4 · Nº 4 · 281-286 Medina Macías S.Mª., Ojeda Castellano J., Navarro García R., et al. Fig. 3 y 4: Reinserción transósea en el olécranon y sutura cruzada a través del tendón. a la exploración un defecto palpable y doloroso en la región posterior del brazo, edema, y una limitación para la extensión activa del codo y contra gravedad, siendo informado el estudio por RMN realizado, de rotura completa de la inserción distal del tendón del tríceps a nivel del olécranon. El paciente es intervenido a las 6 semanas de la lesión encontrándose en la cirugía una rotura completa del tendón del tríceps con un resto tendinoso en continuidad con el ancóneo y abundante tejido inflamatorio que se envía para estudio anatomopatológico (Figura 1, 2), pudiéndose realizar una reinserción transósea en el olécranon con sutura no reabsorbible que se pasa de forma cruzada a través del tendón (Figura 3, 4). El estudio macro y microscópico de las muestras obtenidas tras la tinción con hematoxilina puso de Rotura del tendón del tríceps asociada a bursitis olecraniana e infiltraciones con corticoides manifiesto la presencia de fragmentos tendinosos hialinizados con signos de reparación y de granuloma a cuerpo extraño, con infiltrado de células inflamatorias que engloban material iatrogénico en posible relación con restos de infiltraciones previas (Figura 5, 6, 7). El paciente es inmovilizado con una férula de yeso entre 40 y 60º de flexión del codo durante 4 semanas, y luego con una ortesis dinámica de extensión con limitación de la flexión a 90º que se mantiene hasta las 8 semanas tras la cirugía en que se comienza la movilización activa y la potenciación muscular. La recuperación del paciente y el alta para su trabajo (mozo de almacén) se consigue a los 7 meses de la intervención presentando un dolor ocasional, un rango de movilidad de menos de 10º de extensión y 130º de flexión (Figura 8, 9), con pronosupinación conservada, y una fuerza del tríceps valorada por test manuales de graduación muscular de 4/5. El tendón del tríceps funcionante se pone de manifiesto por la exploración clínica con extensión activa del codo y contra gravedad (Figura 10), y mediante estudio de RMN postoperatorio que informa de la no existencia de soluciones de continuidad músculotendinosas ni en la inserción ósea. La satisfacción subjetiva del paciente se valoró, en cuanto al dolor, rango de movimiento, estabilidad o fuerza, y posibilidad de realizar las actividades de la vida diaria (peinarse, alimentarse, higiene, ponerse una camisa, ponerse los zapatos), según la escala de puntación para la funcionalidad del codo de la Clínica Mayo (MEPS), obteniendo una puntación de 85 sobre 100. Fig. 5, 6 y 7: Cortes histológicos microscópicos. Infiltrado inflamatorio y granulomas a cuerpo extraño englobando material iatrogénico. 281-286 Rotura triceps.qxd 11/1/07 20:55 Página 284 284 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2006 · V OL .4 · Nº 4 · 281-286 Medina Macías S.Mª., Ojeda Castellano J., Navarro García R., et al. Rotura del tendón del tríceps asociada a bursitis olecraniana e infiltraciones con corticoides Fig. 8 y 9: Resultado movilidad de flexo-extensión del codo. Al año del alta, el paciente sigue satisfecho con los resultados obtenidos tras la cirugía, sin que haya variación en los mismos, y sigue realizando su trabajo habitual como mozo de almacén. DISCUSIÓN Anzel et al, comunicaron que el 85% de 1015 lesiones tendinosas tratadas en la Clínica Mayo, afectaron a la extremidad superior (1). De este grupo, sólo se recogieron 8 casos de lesión del tríceps, y de ellos, 4 se debían a heridas. Estos datos apoyan la observación clínica de otros investigadores de Fig. 10: Extensión del codo contra gravedad. que la rotura del tendón del tríceps es la más rara o de las más raras de las lesiones tendinosas, representando < 1% de todos los problemas tendinosos del miembro superior, y ocurriendo la mayoría a nivel de la inserción tendinosa, y menos frecuentemente en la unión músculotendinosa (2). Desde el primer caso comunicado por Partridge en 1868, poco más de 50 casos se han recogido en la bibliografía inglesa, y los documentos son habitualmente de un solo caso (3), (4), (5). Quizás esta poca frecuencia de las roturas del tendón del tríceps, sea la responsable de que exista poca información en la literatura para guiar el tratamiento quirúrgico de esta lesión. Aunque normalmente se requiere una gran fuerza para que se produzca la rotura o avulsión de un tendón normal, cuando la integridad estructural del tendón ha sido alterada, pueden ocurrir roturas espontáneas después de una fuerza mínima o moderada (6), por lo que la rotura de este tendón se ha relacionado con diferentes factores locales y sistémicos, y entre los factores locales se han comunicados casos de roturas tras la inyección repetida con corticoides para el tratamiento de una bursitis en el olécranon (8), (9), (10), (11), (12). En la mayoría de los pacientes que han recibido inyecciones repetidas de corticoides ante la sospecha de una bursitis olecraniana, aparece de forma constante, antes de la lesión y como síntoma prodrómico, dolor en el área de inserción del tríceps que puede ser debido a una tendinosis con debilidad del tendón o a una rotura parcial que va progresando hasta la rotura completa (7). En el caso clínico presentado, el paciente 281-286 Rotura triceps.qxd 11/1/07 20:55 Página 285 285 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2006 · V OL .4 · Nº 4 · 281-286 Medina Macías S.Mª., Ojeda Castellano J., Navarro García R., et al. sigue refiriendo dolor y pérdida de fuerza progresiva en el codo a pesar de la exéresis quirúrgica de la bursa olecraniana. Es por tanto necesario recordar el riesgo del tratamiento de los tejidos inflamados con inyecciones locales de esteroides, sobre todo si se hacen de forma repetida y directamente sobre el tendón (9), especialmente en atletas de fuerza, y por extensión en trabajadores de fuerza, quienes hacen una alta demanda de su estructura músculoesquelética. Además, en el presente artículo y mediante el estudio anatomopatológico realizado de los tejidos extirpados en la cirugía, hemos podido demostrar la posible relación entre la rotura del tendón del tríceps y las infiltraciones previas con corticoides realizadas de una forma repetida al paciente, al poner de manifiesto la presencia de un infiltrado de células inflamatorias que engloba material iatrogénico (Figuras 5, 6, 7). El diagnóstico inicial de una rotura del tendón del tríceps puede pasar desapercibido porque el defecto palpable y la debilidad para la extensión del tríceps, o debilidad para la extensión del codo, inicialmente queden encubiertos por el edema, la equimosis o el dolor, o porque la expansión ancóneo/tríceps pueda proporcionar alguna fuerza de extensión residual débil, pero independientemente de la presentación aguda o crónica siempre habrá una imposibilidad para la extensión del codo contra gravedad por encima de la cabeza (6). Además se puede sospechar una rotura completa ante la ausencia de extensión pasiva del codo cuando se comprime el vientre muscular (test de Campbell modificado descrito por Viegas) (13). Los hallazgos radiográficos asociados a la rotura del tendón del tríceps son usualmente mínimos, salvo por la posible observación de un pequeño fragmento avulsionado, y el diagnóstico correcto normalmente se hace con una correcta exploración clínica, aunque la RMN es útil para localizar la rotura y la retracción del tendón, para la cuantificación de Rotura del tendón del tríceps asociada a bursitis olecraniana e infiltraciones con corticoides la cantidad de tendón roto, así como para el seguimiento posterior de la reparación de las lesiones tras el tratamiento (6), (7), (14). Al igual que otros autores (6), (7), (14), (15), creemos que la intervención quirúrgica temprana, mediante reinserción transósea en el olécranon, es el tratamiento de elección para las roturas completas y agudas, que es más fácil de realizar dentro de las 3 semanas tras el traumatismo, considerándose además que la disrupción completa del mecanismo extensor no es frecuente, siendo un hallazgo frecuente en la exploración quirúrgica una continuidad lateral del tendón del tríceps con el ancóneo (6), como pudimos constatar también en la cirugía del caso presentado (Figura 1,2). La posibilidad de realizar una reparación primaria permite, por otro lado, el no tener que recurrir a técnicas de reconstrucción más complejas que intentan aumentar la zona a reparar con diferentes técnicas de aumentación (colgajos de fascia de antebrazo, sistema de aumento de ligamentos (SAL) asociado o no a un deslizamiento del ancóneo, aloinjertos del tendón de Aquiles) (15), aunque resultados satisfactorios han sido también informados en reparaciones más tardías si el tendón no se ha retraído proximalmente, como ocurrió en el caso presentado con resultados satisfactorios tras una reparación primaria a las 6 semanas de la lesión. Los resultados de la reparación aguda o de la diferida son a la larga universalmente buenos, pero se debe hacer hincapié en que la recuperación suele ser lenta, necesitando normalmente unos 6 meses para recuperar el 80% de lo normal, apareciendo como una secuela constante y demostrable una pérdida de los últimos 5 a 10º de extensión (3), (15), concluyendo varios autores que aunque los resultados después de la reparación primaria y la reconstrucción son comparables, la recuperación de los pacientes cuando se utilizan técnicas de reconstrucción es más lenta (6). 281-286 Rotura triceps.qxd 11/1/07 20:55 Página 286 286 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2006 · V OL .4 · Nº 4 · 281-286 Medina Macías S.Mª., Ojeda Castellano J., Navarro García R., et al. Rotura del tendón del tríceps asociada a bursitis olecraniana e infiltraciones con corticoides Referencias bibliográficas 1. Anzel SH, Covery KW, Weiner AD, Lipscomb PR. Disruption of muscles and tendons. An analysis of 1014 cases. 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