Trabajo Final: Curso de Neurobiología y Plasticidad Neuronal Alumno: Javier Di Paolo www.asociacioneducar.com Mail: [email protected] Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar Neuroplasticidad y creatividad “Hacer lo sencillo complicado es normal; hacer lo complicado sencillo, tremendamente sencillo, eso es creatividad.” Charles Mingus Las neurociencias estudiaron en los últimos años la capacidad que tiene el cerebro para cambiar su estructura y función, expandiendo o fortaleciendo los circuitos que son utilizados, y disminuyendo aquellos que permanecen inactivos. A este fenómeno se lo denominó plasticidad neuronal. En el cerebro encontramos las suma de 100.000 millones de neuronas y un billón de células gliales (sostén de las neuronas), conformando así la unidad anatómica y funcional de este complejo órgano. Las neuronas son células del sistema nervioso especializadas en la transmisión de mensajes y el envió de señales nerviosas en forma de impulsos eléctricos. Las neuronas no se tocan, pero están conectadas constantemente entre sí para transmitirse mensajes. La comunicación se realiza a través de compuestos químicos liberados en el espacio que hay entre una neurona y otra (sinapsis). Cada una de ellas mantiene entre 1.000 y 10.000 conexiones sinápticas con sus vecinas. 1 Los cambios en el número, tipo y función de las conexiones del sistema nervioso son la base de la adaptación de los vertebrados a condiciones ambientales y fisiológicas cambiantes. Es decir, se parte de la idea en la que el ser humano forma una unidad indivisible, en la cual sus componentes están conformados por el cuerpo, el cerebro y la mente, formando una unidad mayor al interactuar con el medio ambiente (adaptación). La plasticidad implica también adaptación. Nuestro cerebro percibe por medio de los sentidos, que representan la entrada de información visual, táctil, olfativa o gustativa. Dicha información se inscribe en la red neuronal y puede asociarse a otras recibidas anteriormente para luego establecer nuevos contactos. Dependerá de las experiencias vividas, de la estimulación o percepciones recibidas y de la carga emocional, lo que dará el impulso final para que se memorice y recuerde aquella información que nos resulte útil. Lo importante no es el número de neuronas con las que contamos, sino la calidad que hayamos logrado al relacionarlas creando redes y circuitos. Se puede afirmar que el sistema nervioso mantiene durante toda la vida la capacidad de modificación anatómica y funcional, a estos cambios se los puede articular con el fenómeno de plasticidad neuronal. Este término fue introducido por el psicólogo William James para describir la naturaleza modificable del comportamiento humano. Este concepto se articula ineludiblemente con el proceso de aprendizaje, el cerebro (moldeable) puede crear redes nuevas o perderlas como parte del transcurso continuo del aprendizaje. A medida que aprendemos, el cerebro cambia la organización y reorganización de su estructura. Y al estar en constante aprendizaje, podríamos decir que el cerebro va modificando estas conexiones. El acto de aprender permite que los enlaces de determinados circuitos cerebrales tengan mayor presencia: la estructura cerebral cambia a lo largo de la vida, según se ejerciten o no las diversas zonas del mismo. Todo depende de la complejidad e intensidad de su uso. Por Ejemplo, Al leer estas líneas, determinadas células cerebrales se activarán con el fin de entender su significado, formando así un nuevo circuito. Si la intención no fuera sólo leer 2 este texto, sino además memorizarlo, el circuito neuronal crecería aun más, ya que cada vez que se releyera este texto para retenerlo, neuronas que no tenían relación entre sí se irían incorporando al circuito original creado al comenzar la lectura. Este proceso plástico permite que las variadas experiencias de vida, los intercambios de ideas, la lectura, los nuevos conocimientos que se adquieren, etc. remodelen una y otra vez el cerebro. Si bien lo genes pueden predeterminar algunas características de este órgano, no son los responsables finales de las cualidades que este llegará a tener. De aquí la importancia de las experiencias y los conocimientos adquiridos que están regulados por el interés y la voluntad de la persona. Un dato relevante es que el cerebro adulto continúa creando neuronas en regiones relacionadas con el aprendizaje, estas neuronas muestran la misma plasticidad que aquellas encontradas en bebés. Cabe señalar que en las etapas tempranas de la vida existe un máximo nivel de flexibilidad o plasticidad. Hay investigaciones que apoyan la idea de neurogénesis, es decir la formación de nuevas células. La capacidad de producirlas es una de las formas con las que opera la neuroplasticidad, que permite la alteración de circuitos o la constitución de nuevas redes Aquí desempeña un papel esencial el hipocampo, que lleva a cabo la consolidación de la memoria y el pasaje de la memoria de corto plazo a la de largo plazo entre otras funciones. Al aprender se producen modificaciones sinápticas aumentando también la producción de células neuronales. Entre estos procesos tiene una gran importancia el mecanismo de potenciación a largo plazo, que consiste en un aumento importante y perdurable de la eficacia sináptica mientras se “guarda” en la memoria un recuerdo. El papel de la Creatividad La creatividad puede ser descrita como la aplicación de soluciones y posibilidades novedosas a algún aspecto de las tareas humanas. La capacidad de crear en cualquier disciplina, ya sea en el arte, la música u otro campo, requiere la habilidad de poder representaciones mentales para formar otras nuevas. 3 combinar diferentes En el sustrato biológico del proceso creativo están involucradas áreas del cerebro, como la corteza prefrontal dorsolateral (donde reside la memoria a corto plazo) y la parietal posterior (fundamental para ejecutar los movimientos planeados). En conjunto, estas dos estructuras actuarán como un sistema ejecutivo que recluta información de otras regiones, y a su vez guía el comportamiento. Las otras áreas incluyen a la corteza occipital (implicada en la visión), y el cerebelo (control de movimientos y atención). Se producen así conexiones con la corteza cerebral (asiento de las funciones cerebrales superiores) que permiten el procesamiento de la información de modo consciente. En este complejo proceso ubicamos a las áreas corticales secundarias dependientes de la estimulación que recibe la persona. La información proveniente de las diversas modalidades se integrará en las áreas de asociación terciaria en el lóbulo frontal y en la zona parietal-temporal occipital. En concreto, estas “áreas de trabajo” del cerebro nos permiten manipular de forma consciente imágenes, símbolos, ideas y teorías, con la concentración necesaria para resolver problemas complejos y en especial poder generar ideas nuevas. Las personas creativas rompen patrones rígidos de su cerebro, combinan conceptos, buscan relaciones e integran conocimientos adquiridos y nuevos. Desarrollando hábitos que involucran mecanismos de neuroplasticidad que les permiten crear nuevas conexiones neuronales. Si nos proponemos desafíos y cambiamos la rutina, las neuronas se verán forzadas a crear nuevas redes entre sí. El estrés juega un papel desfavorable, ya que atenta contra la posibilidad del pensamiento creativo. En condiciones de estrés, el cuerpo estimula la producción de la hormona llamada cortisol, que destruye células neuronales del hipocampo. Como se mencionó antes, esta región es muy importante para nuestra capacidad de memoria, pero también crítica para adquirir nuevos conocimientos. Cuando el cerebro está más relajado, aparecen nuevas ideas creativas y más ganas de explorar. Esas ideas son la combinación azarosa de conceptos, vivencias, ejemplos, pensamientos, o historias que ya están almacenadas en nuestra memoria 4 La creatividad se promueve a partir de un contexto estimulante para el sujeto. De la mano de la motivación y las nuevas experiencias, se construirán nuevas ideas en base a las ya adquiridas, comparando la información almacenada con la nueva, y así se irán estableciendo nuevas asociaciones y conexiones. La estimulación de las habilidades creativas es la clave para reducir la resistencia al cambio y promover la imaginación. Al fin y al cabo de eso trata nuestro trabajo. Bibliografía -Abdala, N., Ser inteligente, Buenos Aires, Ediciones B Argentina, 2008. -Bachrach, E., Ágil Mente, Buenos Aires, Sudamericana, 2012. -Medina, J., Los 12 principios del cerebro, Bogotá, Grupo editorial Norma, 2010. -Tusell, N., El cerebro del rey, Buenos Aires, Del nuevo extremo, 2006. - Curso de Neurobiología y Plasticidad Neuronal 5