VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 1 Estructuras y procesos de gobierno multinivel en el estado autonómico: el caso de la política de medio ambiente1. Mercedes Alda Fernández (URJC) y Juan A. Ramos Gallarín (URJC) Resumen La ponencia estudia las relaciones entre los distintos niveles territoriales de gobierno en el caso de la política de medio ambiente en España, prestando una especial atención a las estructuras y procesos más institucionalizados de la misma. El análisis se enmarca en los procesos de evolución del Estado Autonómico y de construcción del espacio políticoadministrativo europeo. Notas biográficas Mercedes Alda Fernández. Profesora del Área de Ciencia Política y de la Administración en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (URJC). Sus áreas de trabajo incluyen: políticas medioambientales, relaciones intergubernamentales, parlamentos y gobiernos. Juan A. Ramos Gallarín. Profesor del Área de Ciencia Política y de la Administración en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (URJC) y colaborador habitual del Instituto Universitario Ortega y Gasset. Sus áreas de trabajo incluyen las relaciones intergubernamentales, la organización administrativa, el análisis de políticas públicas y la evaluación de programas. Palabras clave Relaciones intergubernamentales, gobierno multinivel, medio ambiente, Estado Autonómico, políticas públicas. Presentación2 El objeto de estudio de la presente ponencia son las relaciones que se establecen entre los distintos niveles territoriales de Gobierno en el ámbito de la política de medio ambiente en España. El periodo considerado abarca, con desigual grado atención, los últimos veinte años. Nuestra reflexión se apoya en los planteamientos y conceptos propios de: el enfoque de políticas públicas, los estudios sobre relaciones intergubernamentales (RIG), y el enfoque de gobierno multinivel. Consideraremos las actuaciones en materia de medio ambiente como expresión del contenido de una política sectorial determinada. A estos efectos vamos a entender la política de medio ambiente como uno de los productos del sistema político-administrativo, resultado del funcionamiento de redes en las que participan tanto organizaciones pertenecientes a los distintos niveles de gobierno como actores pertenecientes al ámbito de la sociedad civil (Hanf y Scharpf, 1979). El Estado Autonómico, marco en que se desarrolla la política de medio ambiente, se contempla como un sistema de corte federal que incorpora ciertos rasgos de asimetría político-territorial (Agranoff, 1996; Moreno, 1997; Linz, 1999; Aja, 1999). La distribución de responsabilidades y recursos que se establece entre los distintos niveles de gobierno en sistemas complejos como el español determina la generación de situaciones de interdependencia que, a su vez, dan lugar al establecimiento de un conjunto de relaciones más o menos pautadas y formalizadas entre ellos (Rose, 1984). Para una adecuada comprensión del funcionamiento del sistema político y de la dinámica de las políticas públicas es conveniente prestar atención al modo en que se desarrollan las relaciones intergubernamentales (Wright, 1988; Krane y Wright, 1998). 1 Trabajo en desarrollo. No citar sin permiso de los autores. 2 El presente trabajo se enmarca en el proyecto SEC2002-02675, financiado por la Dirección General de Investigación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, del que es investigadora principal la profesora Lourdes López Nieto. Como participantes en un proyecto colectivo, nos hemos aprovechado tanto de las aportaciones realizadas al mismo por los colegas que forman parte del equipo como de sus sugerencias y comentarios. En este sentido, queremos expresar nuestro agradecimiento a la propia Lourdes López Nieto, a Alfredo González y a María Temprano, así como a Diana Fernández. Lógicamente la responsabilidad por los errores de hecho o interpretación en que hayamos podido incurrir es solamente nuestra. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 2 De acuerdo con Guy Peters, los contactos entre actores pertenecientes a distintos niveles de gobierno pueden llevarse a cabo sin necesidad de atenerse a una eventual jerarquía de poderes territoriales. Esto es, en un sistema de gobierno multinivel los actores subnacionales estarían en condiciones de acceder a centros supranacionales de decisión sin la mediación del nivel nacional (Peters, 2001: 132). El punto de partida del enfoque del gobierno multinivel es la existencia de solapamiento de competencias entre múltiples niveles de gobierno y la interacción de actores políticos a través de estos niveles. Los ejecutivos de los Estados miembros de la Unión Europea (UE), por ejemplo, son sólo un tipo de actores dentro de un conjunto más amplio de ellos. Los Estados no son el vínculo exclusivo entre la política doméstica y la política en el seno de la UE. En lugar de los dos niveles de juego asumidos por quienes mantienen un enfoque centrado en el Estado, los teóricos del gobierno multinivel postulan la existencia de un sistema de redes de política multinivel. La estructura del control de la política es variable a través de las distintas áreas de políticas (Marks et al, 1996a:41) Los procesos en materia de política de medio ambiente involucran a cuatro niveles territoriales de gobierno (europeo, estatal, autonómico y local) y a una amplia variedad de actores económicos y sociales. Dado el alcance limitado que inevitablemente tiene un trabajo de este tipo, vamos a prestar especial atención a las relaciones que se establecen entre los que consideramos actores fundamentales en este terreno dentro del marco general del Estado Autonómico: el complejo Gobierno-Administración General del Estado (en lo sucesivo AGE) y las Comunidades Autónomas (CCAA), lo cual no implica desatender aquellos aspectos que, en el ámbito local y europeo, resulten más relevantes. La ponencia tiene un propósito fundamentalmente descriptivo e intenta presentar las RIG en el terreno medioambiental dentro del marco que proporcionan la evolución del Estado Autonómico y el proceso de construcción política de la UE. En este sentido, se exploran las situaciones de interdependencia que se dan entre los distintos actores implicados en la política de medio ambiente. Asimismo se intenta una caracterización de las pautas de relación existentes a través del análisis de ciertos mecanismos que se han institucionalizado en nuestro sistema político-administrativo. También se indaga acerca de las diferencias existentes entre las RIG que se desarrollan en la política de medio ambiente y las que tienen lugar en otras políticas sectoriales y se presta atención a la existencia de pautas de relación diferentes entre la AGE y las CCAA en función del territorio. La metodología utilizada se basa en el análisis de fuentes secundarias relativas a: la estructura de los distintos niveles territoriales de gobierno y las responsabilidades asignadas a cada uno de ellos, los contenidos e instrumentos de la política de medio ambiente y el diseño y la actividad de los mecanismos institucionalizados de relación entre los actores implicados en la política. El presente trabajo comienza con un breve análisis de la configuración general de la política de medio ambiente en la UE. A continuación haremos lo propio para el caso del Estado Autonómico. En tercer lugar analizaremos algunas de las estructuras formalizadas de relación interorganizativa e intergubernamental existentes en España. En cuarto lugar, haremos referencia a los convenios de colaboración, los planes y programas conjuntos y los programas europeos como mecanismos institucionalizados para el desarrollo de la acción pública en materia de medio ambiente. Finalizaremos con unas breves reflexiones a modo de conclusión. I. La configuración de la política de medio ambiente en Europa. La política de medio ambiente y sus interconexiones El concepto de medio ambiente tiene su origen en las ciencias ambientales y en la ecología y tiene una clara vinculación con cuestiones relativas a la salud, la seguridad y el bienestar humanos, así como con valores intrínsecos de la naturaleza (Udo de Haes, 1991). La política de medio ambiente integra distintas áreas de actuación3, con ámbitos más concretos, que condiciona la presencia y el papel de los distintos actores. En los últimos tiempos es habitual presentar los conceptos de medio ambiente y de desarrollo sostenible como nociones relacionadas. El Informe Brundtland definía el desarrollo sostenible como “el tipo de desarrollo que permite satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas”. La noción de desarrollo sostenible, que no es estrictamente novedosa, integra, al menos, tres dimensiones: económica, social y ambiental (OCDE, 1998). El reconocimiento de este carácter multidimensional favorece la incorporación transversal de las consideraciones medioambientales en el conjunto de las políticas públicas, condición necesaria para un eficaz tratamiento de los problemas que tenemos planteados en la actualidad. Algunas de las primeras crisis medioambientales dieron lugar a actuaciones nacionales que no consiguieron solventar los problemas detectados. La necesidad de actuaciones transnacionales quedó claramente evidenciada cuando se 3 Que podrían sistematizarse de la siguiente manera: contaminación acústica, atmosférica, de las aguas, protección de la naturaleza y gestión de los residuos GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 3 comprobó que los problemas medioambientales no respetaban las fronteras de los estados. Lo que en un primer momento se consideraron problemas nacionales pasaron en no mucho tiempo a ser problemas de carácter internacional (Goodin, 1992). Entre los factores que contribuyen a caracterizar la política ambiental de un país se encuentran las características del propio país, la tradición, las prioridades4, y el tipo de actuaciones que desarrollen. Hay países que optan por ser preventivos mientras que otros actúan de forma reactiva. Por otra parte, hay países que han optado por desarrollar actuaciones interdisciplinarias y horizontales y otros que tienden a realizar actuaciones fragmentarias y sectoriales. Lógicamente la orientación de las acciones en los distintos estados puede evolucionar en uno u otro sentido a lo largo del tiempo. Las actividades que generan impactos negativos en el medio ambiente requieren respuestas capaces de subsanar los problemas creados. Esa es la misión de la política y la gestión medioambientales. Las actuaciones que se lleven a cabo pueden ser realizadas tanto por actores públicos como por actores privados. Los papeles y el peso de los distintos actores variarán, al menos, en función del tipo de problema del que se trate y del espacio en el que se actúe. La evolución de la política medioambiental de la UE. Ya el Tratado de Roma (1957), al perseguir la integración de las economías europeas a través de un mercado común, contribuyó a poner de manifiesto la necesidad de armonizar las leyes nacionales sobre medio ambiente (Rehbinder y Stewart, 1988). En 1972, con la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y la reunión del Consejo Europeo en París, la importancia del medio ambiente y la responsabilidad de los estados que da reforzada. En 1973 se establece el primer Programa de Acción Medio Ambiental de la UE. A través de sus sucesivas ediciones5 se han ido estableciendo las líneas de actuación de la UE en política ambiental, cuya orientación ha evolucionado partiendo de intentar corregir el deterioro ambiental, hacia la consecución de un desarrollo sostenible. A partir del Acta Única Europea (AUE), en los diferentes tratados de la UE, se han ido estableciendo una serie de principios rectores en la acción medioambiental, avanzando cada vez más en su definición. El AUE establece que “las exigencias de la protección del medio ambiente serán un componente de las demás políticas de la Comunidad”. En el Tratado de Maastricht introduce el concepto de “crecimiento sostenible y no inflacionista que respete el medio ambiente”. El Tratado de Ámsterdam incluye en los artículos 174-176 la base legal para la política medioambiental. Su preámbulo establece que uno de los principales objetivos de la UE es el desarrollo sostenible y su articulado refleja que la política ambiental se guía por los principios de precaución, prevención, rectificación de la polución en la fuente y por el de “quien contamina paga”. La UE persigue una política activa para proteger el medio ambiente si bien, conforme al principio de subsidiariedad, actuará sobre ciertos problemas ambientales cuando pueda hacerlo de forma más efectiva que los gobiernos nacionales o regionales. Las propuestas de modificaciones de los Tratados, aún pendientes, siguen haciendo referencia a la política de medio ambiente6. Los actores de la política medioambiental de la UE: su papel y relevancia El Consejo Europeo reúne a los Jefes de Estado o de Gobierno de los países miembros de la UE con el Presidente de la Comisión y define las orientaciones políticas generales de la UE. La Presidencia del Consejo ha hecho que las prioridades ambientales hayan variado en algunas ocasiones dependiendo del Estado miembro que la ocupara7. El Consejo de Medio Ambiente de la UE integra a los Ministros de Medio Ambiente de los Estados miembros y se reúne alrededor de cuatro veces al año. El Consejo decide por mayoría cualificada en co-decisión con el Parlamento Europeo. La Comisión Europea, a través de la Dirección General de Medio Ambiente, tiene como tarea principal la de elaborar la nueva normativa en la materia. Además, debe cerciorarse de que los Estados miembros la pongan realmente en práctica, 4 La UE, a través de las Presidencias de la misma, permite que los Estados Miembros puedan presentar sus prioridades. 5 En la actualidad se desarrolla el sexto programa. 6 El Tratado de Niza pretende que la UE siga desempeñando una función impulsora de la protección del medio ambiente tanto en la Unión como en el plano internacional, para perseguir el mismo objetivo a escala mundial. En la tan debatida Constitución Europea, en su tercera parte, también se incluye la política ambiental estableciendo los objetivos a alcanzar. 7 España, en algunas de las presidencias del Consejo, ha establecido el agua y los parques naturales como temas prioritarios, intentando impulsar actuaciones en este sentido. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 4 y cuando lo considera necesario, lleva a cabo las acciones pertinentes para que las entidades públicas o privadas cumplan con sus obligaciones. La Comisión puede iniciar procesos legales contra los Estados miembros y contra empresas privadas, y puede llevar el caso hasta el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas8. Las Tabla 1 y 2 muestran las iniciativas de la Comisión que han afectado a España. Antes de la vigencia del Tratado de Maastricht era probablemente la institución más relevante en el desarrollo de la política medioambiental de la UE, posición que ahora comparte con el Parlamento Europeo debido a su capacidad de legislar con el Consejo. El Parlamento Europeo establece su Comisión de Medio Ambiente en 1973. La Comisión de Medio Ambiente, Salud pública y Seguridad Alimentaria reforzó su posición en algunas materias con el procedimiento de cooperación tras el AUE. Tras el tratado de Maastricht algunas de esas competencias pasaron al procedimiento de co-decisión, y con el tratado de Ámsterdam, la co-decisión se extendió a la mayoría de las áreas medioambientales. El Parlamento Europeo es, probablemente, la institución que más poder ha ganado en este terreno en los últimos años9. El Comité de las Regiones (CdR) se creó en 1994 y reúne a representantes de los entes locales y regionales10. Los Tratados obligan a la Comisión y al Consejo a consultar al CdR en determinadas materias. Por lo que respecta al medio ambiente tal obligación queda recogida en el tratado de Ámsterdam. La actuación del CdR se rige por los principios de subsidiariedad, proximidad, y asociación11. Existe una Comisión de Desarrollo Sostenible que trata algunos de los temas ambientales12. La Agencia Europea de Medio Ambiente, creada en 1990, funciona de forma operativa desde 1994. Tiene como función principal la recogida, elaboración y difusión de información fiable sobre la situación y la evolución del medio ambiente en Europa. Su objetivo es ayudar a la UE y a los países miembros a adoptar decisiones mejor informadas sobre la materia, integrando las consideraciones ambientales en las políticas económicas a fin de lograr un desarrollo sostenible. La Comisión es, probablemente, el punto clave de acceso a los grupos de presión que tratan de ganar representación en los Comités Consultivos de la misma. También el Parlamento ha ido convirtiéndose progresivamente en un acceso a los grupos de presión, sobre todo tras la reforma de Maastricht. Además de tratar de influir en la legislación comunitaria, proporcionan información a las instituciones europeas acerca de las actuaciones nacionales y del incumplimiento de la normativa comunitaria13. En 1986, año de la integración de España, la política ambiental no era una prioridad, de hecho en nuestro Tratado de Adhesión no se contempló que se retrasara la implantación de las directivas comunitarias14. II. La configuración de la política de medio ambiente en el Estado Autonómico. En sentido estricto, la política medioambiental en España no ha tenido un carácter proactivo. Si bien habían venido desarrollándose actuaciones en este terreno15 parece evidente que la integración en la UE, con la obligación de trasponer las directivas existentes, ha contribuido de manera importante a configurar la política. Con posterioridad a la integración, la UE ha seguido siendo el actor que marca las pautas a seguir16. Estructura y organización medioambiental en el Estado Autonómico Las primeras tentativas de organización administrativa ambiental en el gobierno central provienen de los años sesenta, cuando surgen la Comisión Delegada del Gobierno para el Medio Ambiente y la Comisión Interministerial de Medio Ambiente, como primeros intentos de coordinación y unidad de programación de la política ambiental. En 1977 se crea el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, en el que se integra la Dirección General de Acción Territorial y Medio 8 Se pueden recibir quejas (peticiones de información de naturaleza informal), cartas de emplazamiento, dictámenes motivados (procedimientos de infracción propiamente dichos) y asuntos ante el Tribunal de Justicia. 9 En el Parlamento Europeo se han discutido algunos temas de implantación de políticas –que sigue siendo uno de los mayores problemas de la política ambiental de la UE-. El Plan Hidrológico Nacional de España se ha discutido y examinado en varias ocasiones aquí. 10 La representación de España en el CdR ha sido y es objeto de discusión debido a la escasa representación de los gobiernos locales. 11 El ámbito europeo, nacional, regional y local es imprescindible y debería participar en el proceso decisorio. 12 Además existen otras comisiones, como la de cohesión de la política territorial que también tocan algunos aspectos. 13 Hasta 1985 sólo el European Environmental Bureau actuaba en Bruselas. A partir de entonces otros grupos como Greenpeace, WWFN, Friends of Earth, etc, han abierto oficinas en la sede comunitaria (Mc Cormick, 1993). 14 Lo que ayudó a que traspusiéramos parte de la normativa rápidamente, pero que hizo que la efectividad real de la política ambiental fuera deficitaria. 15 Las normas más relevantes provienen de los años sesenta y setenta. 16 Bien a través de su propia normativa o a través de los Tratados Internacionales que ha suscrito. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 5 Ambiente, creándose poco después una Subsecretaría de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. Tras una serie de sucesivos cambios, en 1991 llega al rango el medio ambiente alcanza el rango de Secretaría de Estado. Finalmente, después de diez años de haber entrado en la UE, se crea el Ministerio de Medio Ambiente. Las estructuras administrativas medioambientales de las CCAA han evolucionado a ritmos diferentes y siguiendo pautas diversas. Algunas de ellas crearon Agencias de medio ambiente a mediados de los años ochenta17, mientras otras establecieron estructuras equivalentes en los años noventa. Algunas de las Consejerías creadas fueron suprimidas tras el cambio político que se produjo en la mayoría de las CCAA en 1995, quedando integrada esta materia en el ámbito del urbanismo y la planificación del territorio (Font, 1999). Otras la vincularon posteriormente a los departamentos de agricultura, o desarrollo regional. Este proceso se visto acompañado por una proliferación de Consejos y Comisiones de medio ambiente que se inició a mediados de los años ochenta. La distribución de competencias y su evolución La configuración del marco competencial general pone en evidencia que la gestión eficaz del medio ambiente requiere de una adecuada relación entre los distintos niveles territoriales de gobierno, sin perder de vista el propio marco comunitario. La Constitución Española (CE) de 1978 señala en su artículo cuarenta y cinco que “todos tienen derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo”. En el segundo apartado se recoge la obligación de los poderes públicos de velar por los recursos naturales, defenderlos y restaurarlos. También se establece aquí la naturaleza penal de los delitos ecológicos. En la CE se fija la división de competencias entre el Gobierno Central y las CCAA. El gobierno central tiene competencia para establecer la legislación básica sobre el medio ambiente, “sin perjuicio de las facultades de las CCAA de establecer normas adicionales de protección” (art. 149.23) Las CCAA por su parte tienen responsabilidades de gestión en materia de protección del medio ambiente. Los municipios, dependiendo de su tamaño, tienen mayores o menores competencias medioambientales, así como la posibilidad de desarrollar actividades en colaboración con otras administraciones18. Si analizamos los estatutos de autonomía de las CCAA, que recogen las diferentes competencias exclusivas, de desarrollo legislativo y ejecución, o de mera ejecución, podemos contemplar un entramado de relaciones y dependencias no uniforme respecto del nivel nacional. Excepto en muy pocas materias19, no existe una coincidencia total en las competencias exclusivas, teniendo una CCAA más competencias que otras, y en ocasiones, siendo estas diferentes. Por lo que respecta a las competencias de desarrollo legislativo y ejecución, las CCAA disponen, de una u otra forma, de capacidad para dictar normas adicionales en materia de protección del medio ambiente. Existen competencias que, dependiendo de la CA, se recogen bien como exclusivas, bien como de desarrollo legislativo y ejecución20. Las competencias de ejecución, por su parte, se refieren fundamentalmente a vertidos industriales y contaminantes y, en algunos casos, a salvamento marítimo. Esta pequeña visión general del mapa competencial autonómico, en el que no entraremos ahora con detenimiento, resulta de interés porque nos ofrece pistas a la hora de valorar el papel y la capacidad de influencia de una determinada CA en los procesos de negociación en materia de política medioambiental. Como es sabido, la existencia de competencias compartidas puede afectar negativamente a los niveles de conflictividad intergubernamental. Si atendemos al número de conflictos planteados por las CCAA en su relación con el nivel nacional entre los años 1981 y 2003, la política de medio ambiente ocuparía la cuarta posición. Curiosamente el Estado se ha mostrado mucho menos beligerante respecto de las CCAA21. Los primeros traspasos se producen antes de 1982, siendo particularmente numerosos en el periodo comprendido entre 1983 y 1985. A partir de ese momento, algunas CCAA continúan recibiendo transferencias, si bien con menor intensidad.22 Cataluña, Galicia y el País Vasco son las CCAA que asumen más competencias en los primeros años, hasta 1982, aunque no son las únicas. En algunos casos, como el de Extremadura, la recepción del grueso de transferencias se produce con cierto retraso23. 17 Como Cantabria o Madrid. 18 Los municipios son responsables de la recogida de residuos; los de más de cinco mil habitantes deben tratarlos, y los de más de cincuenta mil son responsables de la protección del medio ambiente. 19 Como pueden ser, con matizaciones, política territorial, recursos y aprovechamientos hidráulicos, y caza y pesca. 20 Como puede ser el caso de aprovechamiento de montes o la referida a espacios naturales protegidos. 21 Tribunal Constitucional: Boletines informativos, varios años. 22 Entre las últimas transferencias efectuadas nos encontramos con las realizadas en 1998 y 1999 a Cataluña, Navarra, Baleares y Extremadura. 23 Recibe un bloque de competencias en 1996. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 6 Los actores de la política medioambiental del Estado Autonómico: su papel y relevancia Como hemos señalado, la UE juega un papel fundamental en el establecimiento de la política de medio ambiente a través de la elaboración normativa24. La trasposición de la normativa comunitaria es un proceso relevante que en el caso español se ve afectado por la existencia de competencias compartidas entre el nivel nacional de gobierno y las CCAA25. Se considera que en el ciclo nacional de trasposición de la normativa comunitaria es el gobierno central26 quien asume el liderazgo, fundamentalmente a través del Ministerio de Asuntos Exteriores27, junto con la Representación Permanente28 (REPER). y distintos comités interministeriales. El carácter gubernamental del Consejo en sus diferentes niveles (grupos de trabajo, COREPER, Consejo de Ministros), garantiza la presencia de las administraciones nacionales en defensa de los intereses estatales (Arias Martínez, M.A. 1998: 493). En el caso de la política de medio ambiente, y ante la existencia de competencias compartidas entre el Gobierno central y las CCAA, las iniciativas de la Comisión de la UE se tratan en la Conferencia Sectorial, donde se intercambian los puntos de vista y se intenta llegar a acuerdos acerca cómo proceder en la transposición de una directiva concreta. Cuando las competencias son exclusivas de las CCAA el gobierno central tiene problemas, en ocasiones, para controlar ese proceso, situación que puede producir consecuencias no deseadas29. Cuando el gobierno central no traspone la Directiva y las CCAA tienen la competencia exclusiva, éstas pueden aplicarla con “efecto directo” dado que aquél no lo ha hecho30. La participación de las CCAA en la política de la UE ha ido variando a lo largo del tiempo. En los primeros momentos del desarrollo del Estado Autonómico su diseño institucional no favorecía la participación de las CCAA31. Tampoco contribuye a ello el funcionamiento irregular de las Conferencias Sectoriales32, la no obligación jurídica de los compromisos alcanzados (Arias Martínez, MA. 1998: 498), o el diseño actual del Senado. Por todo ello, las CCAA han procurado dotarse de mecanismos que favorecieran su presencia directa en los centros comunitarios de decisión. Así podríamos interpretar, por ejemplo, el desarrollo de las oficinas propias en Bruselas33. La situación cambia en cierta medida a partir del año 1996 con la creación de la Consejería para Asuntos Autonómicos en la REPER, que permite la presencia directa de representantes autonómicos en las delegaciones negociadoras españolas. En agosto de 1997 se abrió la posibilidad de que las CCAA estuvieran presentes en medio centenar de comités de la Comisión, alcanzándose un acuerdo en octubre de 1997 en la Conferencia para Asuntos Relacionados con las Comunidades Europeas 34(CARCE). 24 El proceso de europeización de la política ambiental no solo se ha simultaneado sino que también ha penetrado en el proceso de territorialización, reforzando el carácter multinivel de la política (Font, 2001: 399) 25 Parte de la información reflejada aquí procede de un proyecto de investigación del Instituto Asser de los Países Bajos sobre trasposición de Directivas Comunitarias en el que participamos. 26 No entraremos en esta ponencia en el papel que desarrollan los distintos actores dentro del gobierno central, como el propio gobierno, las Cortes, el Consejo de Estado y otros organismos. 27 Con las diferentes denominaciones que ha tenido a lo largo del tiempo. 28 La Representación permanente de España ante la UE es una unidad orgánica dependiente administrativa y financieramente del Ministerio de Exteriores. 29 La Comisión sanciona a los Estados aunque el incumplimiento sea regional. 30 Cosa que ha sucedido en algunas ocasiones, por ejemplo en la Comunidad de Madrid con la Directiva de Impacto ambiental entre otras. 31 (Véase Aguilar, 1997) 32 Especialmente la de medio ambiente. 33 Para poder ir accediendo a la información, canalizar la defensa de sus intereses económicos, sociales y culturales, y participar en la política de la Unión ejerciendo, en la medida de lo posible, cierta influencia a lo largo del proceso decisorio comunitario (Arias Martínez, 1998: 357-358 34 El Acuerdo de 1994 de la CARCE establece un paralelismo entre la actuación interna de las distintas conferencias sectoriales, las distintas políticas comunitarias y los Consejos en los que se decide cada una de esas políticas. La posición de la CARCE es triple. Por un lado, actúa como Conferencia horizontal de impulso y seguimiento de la actuación de las CS, lo que la hace aparece como una especie de motor y garante del sistema en su conjunto; por otro lado, posee unas competencias propias respecto de las que actúa de forma similar al resto de Conferencias; sus competencias, son sin embargo, las de mayor peso político, ya que le corresponde el seguimiento y la colaboración respecto de los aspectos institucionales y generales de la UE, y en concreto, es el foro de información y discusión del desarrollo del proceso de construcción europea. (Perez Tremps, 1999: 286-287) Aunque posteriormente hablamos de los distintos órganos formales de cooperación entre la AGE y la CCAA, lo hacemos sólo de aquellos estrictamente relacionados con medio ambiente, sin perder de vista la relevancia que la CARCE tiene en todo el proceso. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 7 En febrero de 2005 se han publicado distintos de acuerdos de la CARCE en los que se regula tanto la participación de las CCAA en los grupos de trabajo del Consejo de la UE como el sistema de representación autonómica en las formaciones del Consejo de la UE, lo cual constituye otro avance formal aún cuando sea pronto para valorar sus impactos reales. Tampoco podemos perder de vista que en ocasiones las CCAA intentan influir en los procesos de adopción de decisiones a través de contactos bilaterales, sin tener posiciones aunadas, lo que puede llegar a debilitar su posición. La Conferencia de Presidentes Autonómicos35 podría llegar a ser un mecanismo interesante que mejorar la participación de las CCAA. La política ambiental española parece presentar un claro déficit de implantación, al que contribuye en ocasiones la falta de comunicación o coordinación entre el Estado y las CCAA, así como la propia organización territorial de la política (Colino, 2002: 330). La complejidad de la política ambiental, especialmente en su proceso de elaboración y formación, su carácter técnico, sus repercusiones económicas, el reparto competencial existente en el Estado Autonómico y la dirección de la política por parte de la UE, entre otros factores, hacen necesaria la participación y la colaboración de los distintos niveles de gobierno en su formulación para evitar el déficit de implantación existente. En relación con ello cabe señalar que, a pesar de las limitaciones existentes, la propia dinámica de la UE y la evolución del Estado Autonómico están induciendo cambios en las necesarias36 pautas de cooperación y colaboración37. III. Las estructuras para las relaciones intergubernamentales en la política de medio ambiente Como hemos señalado, las RIG involucran a una gran variedad de actores y se desarrollan en ámbitos diversos vinculados tanto al poder legislativo como al ejecutivo, sin olvidar el papel de las instancias judiciales como espacio para la resolución de los conflictos que no han podido ser gestionados de manera satisfactoria a través de otros medios. Asimismo, las RIG emplean mecanismos que presentan grados diversos de formalización. Manteniéndonos en el ámbito del complejo gobierno-administraciones públicas, existen una serie de estructuras dedicadas específicamente al intercambio de información y a la discusión de cuestiones relativas a la configuración y el desarrollo de las correspondientes actuaciones públicas en la materia. Si bien en algunos casos la participación en estos órganos está limitada a actores públicos pertenecientes a la AGE, en la mayoría de ellos se busca precisamente facilitar el contacto entre actores pertenecientes a distintos niveles de gobierno o entre actores públicos y actores privados. En las páginas siguientes vamos a presentarlos y caracterizarlos brevemente. Comenzaremos con aquellos que tienen reconocido formalmente el carácter de órganos de cooperación de la AGE con las CCAA. Posteriormente nos ocuparemos de una serie de órganos colegiados localizados en el Ministerio de Medio Ambiente que se encargan, en la mayor parte de los casos, de aspectos sectoriales más concretos. Para finalizar haremos una breve referencia a la Red de Autoridades Ambientales, concebida como elemento de enlace entre las estructuras administrativas del Estado (a nivel nacional y subnacional) y las autoridades medioambientales de la UE -Órganos formales de cooperación entre la AGE y las CCAA Conferencia Sectorial de Medio Ambiente En ausencia de una cámara legislativa en la que estén presentes las CCAA como tales, el sistema político español se ha dotado de mecanismos institucionalizados para la relación entre los responsables políticos de la AGE y de las CCAA. Con todas sus limitaciones, reiteradamente señaladas por politólogos y expertos en derecho público, en tanto no se defina y consolide la Conferencia de Presidentes, y a la espera de cuáles sean los resultados finales del proceso de reforma constitucional en marcha, las Conferencias Sectoriales constituyen el mecanismo institucionalizado de más alto nivel para la relación entre los niveles nacional e intermedio de gobierno. Están presididas por el ministro con competencia general sobre la materia en cuestión y cuentan con la presencia de representantes del ministerio o ministerios directamente implicados así como de los consejeros de las CCAA que hayan asumido las correspondientes responsabilidades sectoriales. La CSMA se constituye formalmente a finales del año 1988, en el segundo de los años de un bienio en el que se institucionalizan un total de seis CS y ocupa un lugar intermedio en el orden cronológico de aparición de este tipo de 35 Que si bien estaba concebida hacía tiempo, ha tenido su primera reunión no hace mucho tiempo. 36 La existencia de un sistema de relaciones entre poderes centrales y autonómicos que permita el corrector ejercicio de sus competencias, además de ser una exigencia práctica del sistema de organización territorial del Estado es una auténtica imposición jurídico-constitucional (Pérez Tremps, 1998: 284) 37 (véase Marks, et al, 1996b, Jordan, 2001; Subirats, 1999; Colino, 2001) GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 8 órganos. La conferencia, creada por acuerdo de sus integrantes sin que mediara norma con rango de ley, se dotó de un reglamento de funcionamiento en febrero de 1995, tras más de seis años de existencia. Se encuentra entre las diecisiete CS que cuentan con este tipo de norma reguladora, que no ha sido objeto de modificación en el periodo 1988-2002. Estamos, por tanto, ante un órgano que presenta un alto grado de formalización y un nivel también elevado de estabilidad en su regulación. El análisis de las pautas de actividad de las CS nos permite comprobar la existencia de diferencias importantes entre órganos vinculados a distintas políticas sectoriales. En este sentido, conviene señalar en primer lugar que la CSMA no está entre las que acumula un mayor número de reuniones. Según consta en la Tabla 3 la CSMA celebró un total de veintidós en el periodo 1986-2002, cifra que representa menos del cuatro por ciento del total y que se encuentra muy lejos de las correspondientes a CS relacionadas con las principales políticas de bienestar (educación, servicios sociales, salud) o con algunas políticas de intervención en la economía (fundamentalmente agricultura). De la información contenida en las Tablas 4 y 538 se deduce la existencia de una pauta regular de contacto entre la AGE y las CCAA en el seno de la CSMA, que se materializa en la celebración de reuniones prácticamente todos los años, si bien el promedio de reuniones en los años en que éstas tienen lugar no se encuentra entre los más altos. Otro asunto de interés hace referencia al grado de compromiso mostrado por diferentes CCAA en las CS, tal como se manifiesta a través de la presencia o ausencia de las mismas en las reuniones celebradas. Un análisis reciente del periodo 1999-2002 (González, 2004) muestra que, con la excepción del País Vasco, el conjunto de CCAA asisten a más del ochenta por ciento de las reuniones a las que son convocadas. Esta pauta general rige también, a grandes rasgos, cuando examinamos el caso de la CSMA (ver Tablas 6 y 7)39. El análisis de los asuntos tratados en las reuniones de las CS nos ofrece información para ubicar este tipo de órganos en el conjunto de mecanismos institucionalizados de RIG al tiempo que nos proporciona algunas pistas acerca de los términos en que se plantean las relaciones de interdependencia entre el nivel nacional de gobierno y las CCAA. La información disponible40 nos lleva a subrayar, en primer lugar, la importancia que la dimensión supranacional de la política de medio ambiente, y de manera muy especial lo relacionado con la UE, tiene para los actores públicos nacionales, ya se trate de la AGE o de las CCAA. En efecto, un tercio del total de asuntos tratados se refiere claramente a la actividad de la AGE en los órganos de la UE, a la transposición y aplicación de la normativa europea o a procesos relacionados con negociaciones o convenios internacionales. En segundo lugar, se pone de manifiesto la importancia de la dimensión regulativa en el conjunto de la política de medio ambiente. Por último, aún cuando desde un punto de vista cuantitativo no se trata de un tipo de asunto que aparezca de manera particularmente frecuente, sí aparecen de manera recurrente las cuestiones relativas al intercambio de información y el establecimiento de criterios para el reparto de fondos (Ver Tabla 8). Comisiones Bilaterales de Cooperación (CBC) Junto a las estructuras para las relaciones multilaterales ente la AGE y el conjunto de las CCAA existen en el sistema español otras en las que ambos niveles territoriales de gobierno interactúan de forma bilateral. La coexistencia de mecanismos multilaterales y bilaterales responde tanto a motivaciones técnico-organizativas (no todos los asuntos atañen a todas las CCAA) como a motivaciones políticas (no en todos los casos los actores implicados estiman que la utilización de mecanismos multilaterales de relación favorezca la consecución de sus objetivos políticos). En el actual marco institucional, las CBC, integradas fundamentalmente por responsables públicos de primer y segundo nivel, son los órganos de cooperación bilateral que, en la esfera de la función ejecutiva, tienen reconocido un mayor rango formal. En este sentido, y salvando las distancias, las CBC vendrían a desempeñar en el terreno de las relaciones bilaterales el papel que las CS juegan en el de las relaciones multilaterales. Por lo que respecta a la política de medio ambiente, la información que hemos manejado no muestra a las CBC como un mecanismo de relación particularmente activo (ver Tabla 12)41. 38 El indicador de continuidad se define como el cociente del número de años de existencia del órgano entre el número de años en que se celebra al menos una reunión. Por su parte el indicador de intensidad recoge el resultado de la división entre el número total de reuniones y el número de años en que el órgano celebra al menos una reunión. La definición de ambos indicadores aparece en Ramos (2004) y González (2004) con la correspondiente aplicación al estudio de la actividad de las Comisiones Bilaterales de Cooperación y de las Conferencias Sectoriales. 39 La brevedad del periodo considerado obliga a extremar la cautela a la hora de extraer conclusiones. Aunque el número de reuniones celebradas entre 1999 y 2002 ascienda únicamente a nueve, debemos tener en cuenta que esa cifra se acerca a la mitad del total de reuniones celebradas entre 1986 y 2002. Además, no parece arriesgado suponer que tras más de una década de existencia la CSMA ha superado la fase en la que el funcionamiento del órgano se ve afectado por la ausencia de rutinas establecidas. 40 Es válida también en este caso la consideración hecha en la nota anterior. 41 Aunque el periodo para el que hemos dispuesto de información es muy limitado, creemos que la ausencia GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 9 -Principales órganos colegiados del Ministerio de Medio Ambiente Consejo Asesor de Medio Ambiente Creado en 1994, su estructura, funciones y procedimientos de actuación han sido objeto de frecuente debate político y social. En la actualidad, y tras diversos cambios en su regulación, tiene un carácter intergubernamental limitado ya que no contempla la participación directa de las CCAA, que sin embargo sí pueden solicitar del Consejo la elaboración de informes sobre cuestiones que les afecten y limita de manera importante las posibilidades de interacción de los representantes de los GGLL. Está muy abierto, sin embargo, a la participación de los distintos intereses sociales y de expertos, cuya representación concreta ha sido objeto de repetidas revisiones entre los años 1996 y 2005. Más allá de la enumeración formal de sus atribuciones, el Consejo Asesor de Medio Ambiente tiene como papel fundamental proporcionar un foro de discusión en el que se generen ideas útiles para la elaboración de la política de medio ambiente, así como dotar a la AGE de un mecanismo que favorezca el seguimiento de las políticas ambientales generales orientadas al desarrollo sostenible. Consejo Nacional del Agua Aparece en 1985 y su regulación ha sido sometida a revisión en repetidas ocasiones. Tiene un claro carácter intergubernamental, con presencia de distintos departamentos ministeriales. Cuenta asimismo con representantes de todas las CCAA y con la presencia de la FEMP, de los organismos de cuenca y de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes. Incorpora también representación de diversos intereses económicos y sociales, así como de expertos en la materia. Es el órgano consultivo superior en materia de aguas, está presidido por el Ministro de Medio Ambiente y tiene como función básica la de informar sobre los planes hidrológicos nacionales y de cuenca, así como sobre cualquier plan o proyecto que afecte a la planificación hidrológica o usos del agua. Consejo Nacional del Clima Creado en 1992, en sus inicios no tenía un carácter intergubernamental. A partir de 2001, dada la naturaleza de sus funciones y a la vista del modo en que quedan distribuidas las responsabilidades entre los distintos niveles territoriales de gobierno, incorpora a un representante de cada una de las CCAA y a otros tres de la FEMP, así como a organizaciones empresariales y cámaras de comercio, organizaciones de consumidores, organizaciones sindicales y expertos. Tiene entre sus funciones la de elaborar y elevar al Gobierno, para su aprobación, la estrategia española de lucha contra el cambio climático así como la de hacer el seguimiento y la evaluación de la misma. Consejo de la Red de Parques Nacionales Surge en 1997. Tiene un marcado carácter intergubernamental y cuenta con la participación de representantes políticos de primer nivel tanto de la AGE como de las CCAA. Presidido por el Ministro, está integrado por: representantes de la AGE, consejeros de las CCAA en cuyos territorios se localizan parques nacionales, presidentes de los patronatos de parques nacionales y representantes de los gobiernos locales correspondientes; incorpora asimismo la presencia de organizaciones sociales orientadas a la conservación de espacios naturales. El Consejo informa preceptivamente sobre las directrices para la ordenación de los recursos naturales y cuenta con el apoyo de varios comités mixtos AGE-CCAA. Consejo Nacional de Bosques Órgano de naturaleza intergubernamental y de participación social creado en el año 2000. Cuenta con la presencia de los varios departamentos ministeriales y de los dos niveles subnacionales de gobierno, así como de organizaciones empresariales, propietarios forestales, sindicatos, organizaciones de consumidores, colegios profesionales, universidades y ONGs de ámbito estatal relacionadas con la conservación de espacios naturales. Tiene como funciones básicas la elaboración de informes y estudios sobre el sector forestal, el seguimiento de planes y programas de ámbito estatal en este terreno y el asesoramiento técnico de las delegaciones españolas en organismos internacionales. -Red de Autoridades Ambientales La Red de Autoridades Ambientales es un mecanismo previsto en la UE con el fin de garantizar la integración de la política de medio ambiente en las iniciativas que se benefician de los fondos estructurales y de cohesión. A estos efectos cada Estado miembro identifica aquellos responsables públicos en materia de medio ambiente en los distintos niveles territoriales de gobierno y los pone en contacto con los responsables de la gestión de los fondos europeos y con otros actores relevantes. Cada red nacional de autoridades ambientales está a su vez integrada en la correspondiente red prácticamente total de asuntos relacionados con la política de medio ambiente proporciona indicios suficientes para apoyar nuestra afirmación al respecto. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 10 europea. La Red de Autoridades Ambientales mantiene reuniones periódicas en las que participan representantes de la Comisión Europea. En el caso español forman parte de la mencionada red: representantes del Ministerio de Medio Ambiente y de los restantes departamentos ministeriales que gestionan fondos estructurales y de cohesión (Economía y Hacienda, Agricultura, Pesca y Alimentación, así como Trabajo y Asuntos Sociales) ; representantes de las consejerías de Medio Ambiente y de Hacienda de las CCAA; representantes de asociaciones del sector privado y de los GGLL a través de la FEMP. IV. Mecanismos intergubernamentales para el desarrollo de iniciativas en materia de medio ambiente Convenios de colaboración Los convenios de colaboración constituyen uno de los instrumentos formalizados a través de los que se articulan las relaciones entre actores pertenecientes a distintos niveles de gobierno. De acuerdo con el enfoque adoptado para la presente ponencia, entendemos los convenios de colaboración como una técnica de gestión intergubernamental que se encuadraría dentro de la categoría de las técnicas de gestión cooperativa (Agranoff, 1989). Su carácter concreto y versátil convierte a los convenios en un instrumento de cooperación intergubernamental presente prácticamente en todos los ámbitos de acción pública, si bien con intensidades diferentes (López Nieto, 2004). Si consideramos el total de convenios de colaboración suscritos por la AGE con las CCAA a lo largo del período 19792002 observaremos que el número de los suscritos por las autoridades competentes en materia de medio ambiente, un total de ciento noventa, representan poco más del tres por ciento del total de los firmados (ver Tabla 10)42. De hecho, la pauta de suscripción de convenios en el caso de medio ambiente recuerda más a la propia de ámbitos de actuación asociados a funciones que tradicionalmente han sido responsabilidad del gobierno central (interior, hacienda, defensa, justicia) que a aquellas ligadas a competencias concurrentes o compartidas como es el caso que nos ocupa. El análisis de los convenios suscritos cada año nos permite observar una cierta tendencia al incremento de la actividad de colaboración, si bien de manera un tanto irregular y sin que ello suponga un claro incremento del peso relativo de los convenios en materia de medio ambiente sobre el total de los firmados (ver Tabla 10). La colaboración intergubernamental en materia de medio ambiente a través de los convenios es una actividad en la que participan la inmensa mayoría de las CCAA, aunque no con la misma intensidad. Si consideramos los cerca de ciento veinte convenios publicados entre 1998 y 2002 podemos observar que dos CCAA, Cataluña y Galicia, concentran casi un treinta por ciento de los convenios suscritos. La proporción supera el cincuenta por ciento si a éstos añadimos los firmados por Castilla y León, la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana (ver Tabla 11)43. Esta pauta coincide, a grandes rasgos, con la correspondiente al total de convenios de colaboración firmados en ese mismo periodo y relativos al total de materias. Planes y programas conjuntos Los planes y programas conjuntos responden a la necesidad de contar con un instrumento que facilite la acción coherente de los distintos niveles de gobierno en materias que sean de interés común y en las que las responsabilidades no sean exclusivas de un sólo nivel territorial. A diferencia de los convenios, caracterizados por la concreción de las actividades a desarrollar, los planes y programas conjuntos habitualmente pretenden proporcionar un marco más 42 A fin de valorar adecuadamente el significado de estas cifras deben tenerse en cuenta dos factores: en primer lugar, el hecho de que la suscripción formal del convenio es habitualmente bilateral, con independencia de que el convenio responda a un modelo que esté siendo utilizado en el caso de varias CCAA; en segundo lugar, aunque la mayoría de los convenios conllevan financiación, el monto total de esta representa una parte relativamente pequeña tanto del total de recursos que las CCAA reciben de la AGE como, lógicamente, del total de recursos que movilizan las CCAA para el desarrollo de sus políticas. Para un análisis en profundidad de los convenios como técnica de colaboración desde la perspectiva del Derecho Administrativo, véase Martín Huerta (2000). 43 El número de convenios anuales en materia de medio ambiente recogido en el Informe Comunidades Autónomas es distinto al que consta en la pág. 22 del informe del MAP Los convenios de colaboración entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas. Informe anual 2002. A esta divergencia contribuyen probablemente varios factores: el hecho de que en la tabla de la citada pág. 22 se reflejen los convenios suscritos por ministerios y no por materias, el que se hagan constar los convenios suscritos y no los publicados en el BOE y, quizás, la existencia de una distinción entre convenios y acuerdos de prórroga, modificación o desarrollo. En cualquier caso, dado que ambas fuentes reflejan las mismas tendencias generales por lo que se refiere a la actividad de colaboración a través de convenios, y atendiendo a razones de economía de tiempo, hemos optado por utilizar ambas fuentes. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 11 amplio, con frecuencia de carácter plurianual, en el que tengan cabida de una manera ordenada una gama relativamente amplia de actividades. La regulación actual de los planes y programas conjuntos, que data del año 199944, es el resultado de un proceso de maduración que transcurre en paralelo con el que experimentan otros instrumentos de cooperación. En esta línea parece justificado sostener que ha sido la práctica de la acción pública en esas áreas de responsabilidad compartida la que ha acabado por dotar de un mayor grado de formalización al instrumento (Alda, 2004). Los planes y programas conjuntos son un elemento que contribuye a la articulación de otros en el contexto más general del sistema de relaciones intergubernamentales. Así, se contempla que los citados planes tengan su origen en los procesos de negociación y discusión que se desarrollan en las CS al tiempo que cabe la posibilidad de desarrollarlos a través de convenios de colaboración, los cuales a su vez contarán habitualmente con financiación procedente de varios niveles de gobierno, que incluye en ocasiones la de la UE. Entre finales de los años ochenta y mediados de los noventa se contabilizan un total de setenta y tres planes y programas conjuntos, que corren a cargo de diez ministerios. Siete de ellos están vinculados al departamento de la AGE con competencia general en materia de medio ambiente. En términos relativos, la presencia de los planes y programas relacionados con el medio ambiente ocupa una posición intermedia, por detrás de aquellos en que están implicados los ministerios responsables en materia de agricultura, educación y ciencia y sanidad y consumo (Alda, 2004). La regulación de los planes y programas conjuntos prevé la posibilidad de que la AGE y las CCAA asuman distintos grados de corresponsabilidad en su definición y gestión (MAP, 1996). También cabe la posibilidad de que el plan o programa responda a una iniciativa comunitaria desarrollada conjuntamente por la AGE y las CCAA. En el caso de los relacionados con la política de medio ambiente encontramos ejemplos de las distintas modalidades de actuaciones. Ahora bien, lo que en buena medida constituye un aspecto distintivo de la política de medio ambiente es la existencia de un cierto número de planes que tienen su origen en la UE y que posteriormente involucran a los niveles nacional y subnacionales de gobierno. Aunque no estamos en condiciones de ofrecer información sistemática y detallada acerca de la conexión existente entre los planes y programas conjuntos y los convenios de colaboración en materia de medio ambiente, sí resulta posible documentar su existencia y continuidad en los últimos años45. En cada uno de los años del periodo 1999-2002 encontramos una cifra de planes conjuntos que oscila entre nueve y trece, que a su vez dan lugar a cerca de un centenar de convenios de colaboración y en torno a los ciento sesenta acuerdos de prórroga, ampliación o desarrollo. Entre ellos se encuentran tres planes vinculados al Ministerio de Medio Ambiente: el Plan Nacional de Recuperación de Suelos Contaminados, el Plan Nacional de Residuos Peligrosos y el Plan Forestal Español, que cuentan con financiación europea. Aunque claramente incompleta, la información disponible permite plantear, al menos como materia de investigación en el futuro, dos cuestiones: en primer lugar, la presencia de las iniciativas relacionadas con el medio ambiente es proporcionalmente mayor cuando consideramos instrumentos de carácter más general; en segundo lugar, estos planes parecen encerrar un menor potencial de colaboración cuando bajamos al terreno de su traducción operativa en actuaciones susceptibles de ser articuladas a través de convenios. La financiación de actuaciones medioambientales en un contexto de gobierno multinivel: el Programa LIFE La UE juega un papel importante en la financiación de acciones en materia de política de medio ambiente. La naturaleza institucional de la UE y el marco de relaciones entre las autoridades comunitarias y los estados miembros convierten a los programas europeos y a los instrumentos de financiación que los acompañan en buenos ejemplos para ilustrar la lógica de la acción pública en contextos de gobierno multinivel. Como cabría esperar dado el carácter multidimensional y transversal de la política de medio ambiente, existen distintos mecanismos a través de los cuales las instituciones comunitarias financian actividades en materia de medio ambiente. Tanto los Fondos Estructurales46 como el Banco Europeo de Inversiones dedican una parte de sus recursos a las actuaciones medioambientales. No obstante, el desarrollo de la política europea de medio ambiente ha traído consigo la creación de un instrumento diseñado específicamente para esta finalidad: el Programa LIFE. Por su naturaleza y por la posición que ocupa dentro del conjunto de iniciativas de actuación en materia de medio ambiente entendemos que este programa merece una consideración especial. 44 Ley 4/1999, de 13 de enero. 45 A estos efectos cabe consultar los informes anuales del Ministerio de Administraciones Públicas sobre convenios de colaboración entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas. 46 FEDER, FSE, y FEOGA. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 12 El Programa LIFE surgió en 1992 como propuesta de la Comisión para unificar algunos de los instrumentos financieros ya existentes. Su objetivo fundamental es contribuir al desarrollo e implantación de la legislación y las políticas relativas al medio ambiente. Funciona a través de un mecanismo de co-financiación para las propuestas presentadas por los Estados. El Programa LIFE, que se encuentra actualmente en su tercera fase, actúa en tres áreas: medio ambiente, naturaleza y terceros países47. Su gestión corre a cargo de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea. Las convocatorias son anuales y las propuestas han de presentarse en cada Estado Miembro ante la autoridad nacional, que en el caso español es el Ministerio de Medio Ambiente. La propuesta se evalúa en la Comisión, actor responsable de la financiación y el control de la implantación de los proyectos LIFE. Si analizamos la participación española en el programa podemos observar que la mayoría de las CCAA se han visto beneficiadas con la financiación de proyectos, si bien de manera desigual por lo que respecta al número de los mismos y a su continuidad en el tiempo (ver Tabla 13). Cataluña, seguida a gran distancia por Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid y Aragón son las CCAA que han obtenido financiación para un mayor número de proyectos en el periodo 19922004. Cataluña y Andalucía comparten la tendencia hacia el incremento del número de proyectos financiados, salvando las distancias marcadas por el número total de los mismos. Aragón ha mantenido una participación uniforme en el tiempo, mientras que las CA de Madrid y Valencia muestran una pauta más irregular. Si analizamos el periodo 2000-2004 por CCAA y tipos de entidades beneficiarias observamos que las empresas privadas, seguidas de los entes locales y las fundaciones y universidades, son los actores que obtienen financiación para un mayor número de proyectos (ver Tabla 14). Los casos de Cataluña y Valencia, las CCAA que acogen un mayor número de proyectos financiados, sugieren la existencia de pautas diversas en función del territorio. Así, mientras en Cataluña las entidades públicas agrupan poco más de un tercio del total de proyectos financiados, esa proporción se incrementa hasta el cuarenta y cinco por ciento en el caso de la Comunidad Valenciana. V. Conclusiones Como sucede en el caso de otras políticas sectoriales, la política de medio ambiente presenta en España un claro componente intergubernamental. Las características propias de la política de medio ambiente junto con la lógica que ha regido la construcción del Estado Autonómico, en el marco más amplio del proceso de transformación de la UE son factores que han contribuido a modelar la dimensión intergubernamental de la citada política, y a desarrollar un sistema de gobierno multinivel. La política de medio ambiente en España tiene un marcado carácter reactivo y está fuertemente condicionada por los criterios y las orientaciones que se establecen en el ámbito europeo. Si bien se venían realizando actividades en materia de medio ambiente, nuestra reincorporación política a Europa resulta determinante para la configuración de un espacio propio y distinto para la política medioambiental. La política de medio ambiente tiene un carácter multidimensional que favorece la fragmentación de las responsabilidades y las actuaciones en la materia. A ello hay que añadir en el caso español los efectos inducidos tanto por la complejidad del sistema de distribución de competencias entre la AGE, las CCAA y los GGLL como por la lógica de la interacción entre las distintas fuerzas políticas y los diferentes actores institucionales que operan en los diversos niveles de gobierno, dando lugar a un sistema de redes de política multinivel. Las dificultades para establecer un conjunto coherente y razonablemente simple de estructuras administrativas que se encarguen de los distintos aspectos de la política resultan particularmente evidentes en el caso español. Con todo, la consolidación del Estado Autonómico ha ido acompañada de la creación de una red de órganos dedicados específicamente a la gestión de las interdependencias inherentes a la política medioambiental. En estos momentos existen pautas regulares de contacto intergubernamental, si bien los principales mecanismos institucionalizados de relación presentan niveles de actividad inferiores a los que se observan en otras políticas sectoriales. La dimensión europea de la política nacional de medio ambiente y las cuestiones relacionadas con la regulación ambiental son temas que se tratan de forma recurrente en los órganos intergubernamentales. La política de medio ambiente se ha servido asimismo de los instrumentos de colaboración intergubernamental existentes para articular actividades concretas en esta materia. También en este caso, las iniciativas de acción conjunta 47 LIFE Medio Ambiente tiene como objetivo principal contribuir al desarrollo de técnicas y métodos innovadores e integrados, así como a facilitar la continuidad de la política medioambiental de la UE. Financia acciones innovadoras y de demostración para la industria, iniciativas de promoción y asistencia técnica para las autoridades locales, así como acciones de apoyo para el desarrollo de la legislación comunitaria. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 13 parecen menos numerosas que las desarrolladas en otros ámbitos sectoriales, al tiempo que se observan diferencias en las conductas de las distintas CCAA. Referencias Agranoff, Robert. 1996. “Federal Evolution in Spain”, International Political Science Review, 17 (4): 385-401. Agranoff, Robert. 1989. “Managing Intergovernmental Processes”, en James L. 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Los Convenios de colaboración entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas: Informe anual 2001. Madrid: MAP --. 2003. Las Conferencias Sectoriales. Las Comisiones Bilaterales. Informe Anual 2001. Madrid: MAP --. 2004. Los Convenios de colaboración entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas: Informe anual 2002. Madrid: MAP --. 2004. Las Conferencias Sectoriales. Las Comisiones Bilaterales. Informe Anual 2001. Madrid: MAP. Ministerio de Medio Ambiente. 2003. Programa LIFE-Medio Ambiente de la Unión Europea. Acciones financiadas en España. Madrid: Ministerio de Medio Ambiente. --. Base de datos Proyectos LIFE (años 2000, 2002, 2003, 2004) --. 2004. Medio Ambiente en España 2003. Madrid: Ministerio de Medio Ambiente. Ministerio de Obras Públicas y Transportes. 1992. Medio Ambiente en España 1991. Madrid: Secretaría de Estado para las políticas del Agua y del Medio Ambiente. Ministerio de Obras Públicas y Transportes. Reales Decretos de Traspasos en materia de medio ambiente y protección de la naturaleza. Tribunal Constitucional: Boletines informativos: varios números. Páginas web de referencia: www.europa.eu.int www.europarl.eu.int www.mma.es www.map.es GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. Tablas TABLA 1. QUEJAS, CARTAS DE EMPLAZAMIENTO Y DICTÁMENES MOTIVADOS. AÑO 2003 Quejas Cartas de Dictámenes TOTAL emplazamiento motivados 46 19 7 Administración del Estado 7 2 0 Andalucía 4 1 0 Aragón 3 1 1 Asturias 3 1 0 Baleares 6 4 1 Canarias 0 1 0 Cantabria 13 2 2 Castilla y León 7 4 0 Castilla-La Mancha 3 1 0 Cataluña 1 1 0 Extremadura 5 7 1 Galicia 4 1 0 Madrid 1 4 0 Murcia 0 1 0 Navarra 3 2 1 País Vasco 0 1 0 La Rioja 6 3 2 Valencia Fuente: Ministerio de Medio Ambiente. 2004:434 72 9 5 5 4 11 1 17 11 4 2 13 5 5 1 6 1 11 TABLA 2. QUEJAS, CARTAS DE EMPLAZAMIENTO Y DICTÁMENES MOTIVADOS POR CCAA 2002-2003 CCAA Total 2002 Total 2003 Andalucía 20 9 Aragón 2 5 Asturias 3 5 Baleares 2 4 Canarias 12 11 Cantabria 4 1 Castilla y León 17 17 Castilla-La Mancha 3 11 Cataluña 4 4 Extremadura 5 2 Galicia 17 13 Madrid 5 5 Murcia 10 5 Navarra 1 1 País Vasco 4 6 La Rioja 1 1 Valencia 24 11 Fuente: Ministerio de Medio Ambiente. 2004: 431 GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. 16 VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. TABLA 3. REUNIONES DE LAS CONFERENCIAS SECTORIALES (1986-2002) % SOBRE CONF. SECTORIAL Nº REUNIONES TOTAL C. Coord. Universitaria 87 14,4 CS Agricultura y Des. Rural 80 13,3 C. Cons. Pol. Agrícola y A. Comunitarios(*) 26 4,3 C. Interterr. Sistema Nacional de Salud 62 10,3 CS Educación 47 7,8 C. Asuntos relacionados con las CCEE 42 7,0 C. Pol. Fiscal y Financiera 31 5,1 CS Asuntos Sociales 31 5,1 CS Pesca 24 4,0 C. Cons. Pol. Pesquera y A. Comunitarios (*) 9 1,5 CS Medio Ambiente 22 3,6 CS Vivienda y Urbanismo 19 3,2 CS Asuntos Laborales 19 3,2 CS Consumo 16 2,7 CS Plan Nacional de Drogas 14 2,3 CS Mujer 13 2,2 C. Nac. Transportes 12 2,0 CS Turismo 12 2,0 CS PYME 8 1,3 CS Comercio Interior 7 1,2 CS Industria 7 1,2 CS Administración de Justicia 6 1,0 CS Cultura 5 0,8 CS Infraestructuras y Ord. Territorio 3 0,5 CS del Juego 1 0,2 TOTAL 603 100,0 Fuente: Elaboración propia a partir de Las Conferencias Sectoriales. Las Comisiones Bilaterales de Cooperación. Informe Anual 2002. TABLA 4. REUNIONES DE LA CS DE MEDIO AMBIENTE (1992-2002) AÑO Nº Reun. CS MA Nº Total Reun. Año % s. Reun. Año 1992 1 32 3,1 1993 0 25 0,0 1994 2 29 6,9 1995 2 41 4,9 1996 2 34 5,9 1997 1 41 2,4 1998 2 40 5,0 1999 2 45 4,4 2000 2 44 4,5 2001 4 65 6,2 2002 1 58 1,7 TOTAL 19 454 4,2 Fuente: Elaboración propia a partir de Las Conferencias Sectoriales. Las Comisiones Bilaterales de Cooperación. Informe Anual 2002. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. 17 VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. TABLA 5. INDICADORES DE ACTIVIDAD DE LAS CONFERENCIAS SECTORIALES (1992-2202) CONF. SECTORIAL CS Agricultura y Des. Rural C. Cons. Pol. Agrícola y A. Comunitarios C. Coord. Universitaria C. Asuntos relacionados con las CCEE C. Interterr. Sistema Nacional de Salud CS Educación CS Asuntos Laborales CS Pesca C. Cons. Pol. Pesquera y A. Comunitarios CS Asuntos Sociales CS Mujer CS Administración de Justicia CS PYME C. Pol. Fiscal y Financiera CS Medio Ambiente CS Vivienda y Urbanismo CS Turismo CS Consumo CS Comercio Interior CS Plan Nacional de Drogas C. Nac. Transportes CS Cultura CS Industria CS del Juego CS Infraestructuras y Ord. Territorio I. CONTINUIDAD 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 0,9 0,9 0,8 0,8 0,7 0,7 0,7 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 I. INTENSIDAD 5,5 8,7 4,6 3,3 3,2 2,7 2,7 2,6 3,0 2,3 1,6 1,5 1,3 2,0 1,9 1,7 1,1 1,4 1,2 1,1 1,2 1,0 2,3 1,0 3,0 Fuente: González, A. (2004) (Revisado) TABLA 6. ASISTENCIA A LAS REUNIONES DE LA CONFERENCIA SECTORIAL DE MEDIO AMBIENTE (19992002) 1999 Nº Reuniones Nº Asistentes potenciales Nº Asistentes reales Nº Ausencias 2 34 31 3 2000 2001 2 34 31 3 2002 4 68 52 16 TOTAL 1 17 14 3 9 153 128 25 Fuente: Elaboración propia a partir de Las Conferencias Sectoriales. Las Comisiones Bilaterales de Cooperación. Informes anuales correspondientes a 1999, 2000, 2001 y 2002. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. 18 VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. TABLA 7. COMUNIDADES AUTÓNOMAS QUE NO ASISTIERON A REUNIONES DE LA CONFERENCIA SECTORIAL DE MEDIO AMBIENTE (1999-2002) COMUNIDAD AUTÓNOMA PAÍS VASCO ARAGÓN ASTURIAS BALEARES CANARIAS CASTILLA Y LEÓN CATALUÑA EXTREMADURA NAVARRA ANDALUCÍA CASTILLA-LA MANCHA GALICIA C. MADRID MURCIA TOTAL Nº AUSENCIAS 4 2 2 2 2 2 2 2 2 1 1 1 1 1 25 Fuente: Elaboración propia a partir de Las Conferencias Sectoriales. Las Comisiones Bilaterales de Cooperación. Informes anuales correspondientes a 1999, 2000, 2001 y 2002. TABLA 8. ASUNTOS TRATADOS EN LAS REUNIONES DE LA CONFERENCIA SECTORIAL DE MEDIO AMBIENTE (1999-2002) TIPO DE ASUNTO Intercambio de información y discusión acerca de estrategias, planes y programas Intercambio de información y discusión acerca con la actividad de la AGE en la UE Discusión de borradores de normas sin rango de ley Cuestiones relativas a la trasposición y aplicación de normativa de la UE Intercambio de información y discusión acerca de convenios y procesos de negociación internacional Discusión de borradores de normas con rango de ley Intercambio de información y establecimiento de criterios objetivos para el reparto de fondos TOTAL DE ASUNTOS FRECUENCIA 13 6 6 4 3 3 3 38 Fuente: Elaboración propia a partir de Las Conferencias Sectoriales. Las Comisiones Bilaterales de Cooperación. Informes anuales correspondientes a 1999, 2000, 2001 y 2002. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. 19 VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. TABLA 9. CONVENIOS SUSCRITOS POR LOS MINISTERIOS CON COMPETENCIAS GENERALES EN LAS DISTINTAS MATERIAS (1979-2002) MINISTERIO M. Trabajo y Asuntos Soc. M. Educación y Cultura M. Agricultura, Pesca y Alim. M. Economía M. Fomento M. Sanidad y Consumo M. Ciencia y Tecnología M. Admones. Públicas M. Interior M. Medio Ambiente M. Hacienda M. Justicia M. Defensa M. Asuntos Exteriores M. Presidencia TOTAL Nº CONV. 1647 833 544 508 449 401 238 237 194 190 144 82 55 25 14 5561 % S.TOTAL 29,6 15,0 9,8 9,1 8,1 7,2 4,3 4,3 3,5 3,4 2,6 1,5 1,0 0,4 0,3 100,0 Fuente: Elaboración propia a partir de Los convenios de colaboración entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas. Informe Anual 2002 GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. 20 VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. TABLA 10. CONVENIOS SUSCRITOS POR EL MINISTERIO CON COMPETENCIAS GENERALES EN MATERIA DE MEDIO AMBIENTE (1979-1992) AÑO 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 TOTAL Nº Conv. MMA 0 0 9 0 0 1 14 8 14 4 8 1 0 8 9 6 27 4 4 2 10 10 24 27 190 Nº Total Conv. 14 9 20 25 54 117 116 165 166 153 216 209 229 222 256 280 285 293 357 412 388 461 485 629 5561 % s. Total 0,0 0,0 45,0 0,0 0,0 0,9 12,1 4,8 8,4 2,6 3,7 0,5 0,0 3,6 3,5 2,1 9,5 1,4 1,1 0,5 2,6 2,2 4,9 4,3 3,4 Fuente: Elaboración propia a partir de Los convenios de colaboración entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas. Informe Anual 2002. GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. 21 VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. TABLA 11. CONVENIOS SUSCRITOS POR LAS CCAA EN MATERIA DE MEDIO AMBIENTE (1998-2002) 1998 1999 2000 2001 2002 TOTAL Nº Nº Nº Nº Nº Nº % 2 2 1 0 0 5 4,2 ANDALUCÍA 1 1 0 1 2 5 4,2 ARAGÓN 2 0 0 0 2 4 3,4 ASTURIAS 3 1 0 1 0 5 4,2 I. BALEARES 3 0 0 1 2 6 5,0 CANARIAS 0 3 0 0 1 4 3,4 CANTABRIA CASTILLA Y 2 2 0 4 3 11 9,2 LEÓN CAST.-LA 1 1 0 2 1 5 4,2 MANCHA 3 2 2 2 8 17 14,3 CATALUÑA 1 1 0 1 0 3 2,5 EXTREMADURA 4 1 2 6 5 18 15,1 GALICIA 2 0 0 0 4 6 5,0 MADRID 2 3 0 2 2 9 7,6 MURCIA 0 2 0 1 0 3 2,5 NAVARRA 0 0 0 0 0 0 0,0 PAIS VASCO 3 1 0 1 1 6 5,0 LA RIOJA 2 3 0 0 2 7 5,9 C.VALENCIANA 0 0 0 0 3 3 2,5 CEUTA 0 1 0 0 1 2 1,7 MELILLA 31 24 5 22 37 119 100,0 TOTAL Fuente: Elaboración propia a partir de Informe Comunidades Autónomas. Años 1998 a 2002 TABLA 12. POLÍTICAS A LAS QUE SE REFIEREN LOS ASUNTOS TRATADOS EN LAS REUNIONES DE LAS CBC (2000-2002) ÁREA DE POLÍTICA Administraciones públicas Hacienda Inmigración Telecomunicaciones/Medios comunicación Regulación económica Agricultura, ganadería y pesca Policía Energía Comercio Transporte Cultura Unión Europea (general) Sanidad Seguridad social Protección ambiental/Desarrollo sostenible TOTAL Fuente: Ramos (2004) GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. FRECUENCIA 9 5 4 3 2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 35 22 VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 23 TABLA 13. PROYECTOS LIFE MEDIO AMBIENTE FINANCIADOS EN ESPAÑA (1992-2004) Andalucía Aragón Asturias Baleares Cataluña Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla León Galicia Extremadura Madrid Murcia Navarra Rioja País Vasco Valencia Ceuta TOTAL Multi-regionales TOTALES 1992-1995 5 4 1 2 9 1 0 0 0 1 2 1 1 0 0 5 5 0 37 5 42 1996-1999 6 4 1 2 15 3 1 2 2 4 1 8 2 1 1 1 3 1 58 5 63 2000-200448 7 4 1 0 20 1 0 2 5 4 1 5 3 1 3 1 11 0 69 749 76 Total 18 12 3 4 44 5 1 4 7 9 4 14 6 2 4 7 19 1 161 Fuente: elaboración propia con datos del Ministerio de Medio Ambiente. 48 No figuran datos para el año 2001 porque hasta el año 2000 a los proyectos se les ponía la referencia del año de presentación a las autoridades ambientales nacionales correspondientes. A partir de 2002, se codifican los proyectos según el año de aprobación, por lo que se produce un salto y no existen proyectos LIFE con el código 2001. Esta nota se aplica también a la tabla 14. 49 Referido solo a los multi-regionales, la referencia es a los proyectos aprobados en las convocatorias de 2000 y 2002. Sin contabilizar 2003-2004 GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. VII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración: Democracia y Buen gobierno. 24 TABLA 14 TIPOS DE ENTIDADES BENEFICIARIAS DEL PROGRAMA LIFE III DURANTE EL PERÍODO 20002004, POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS CCAA GGLL Mancom. Consorc. Emp. Emp. Entes privadas municip. públicos Fundaciones, Universidad CONF., ASOC., INVES. 1 1 2 1 0 0 0 Andalucía 0 0 0 2 0 0 2 Aragón 0 0 0 1 0 0 0 Asturias 0 0 0 0 0 0 0 Baleares Cataluña 1 2 251 7 1 0 2 0 1 0 0 0 0 0 Canarias 0 0 0 0 0 0 0 Cantabria 1 1 0 0 0 0 0 Castilla-La Mancha 0 1 0 1 1 0 2 Castilla León 0 1 1 0 0 1 1 Galicia 0 0 0 1 0 0 0 Extremadura 0 0 0 1 1 1 0 Madrid 0 1 0 0 1 0 1 Murcia 0 1 0 0 0 0 0 Navarra 2 1 0 1 0 0 0 Rioja 0 0 0 1 0 0 0 País Vasco 0 Valencia 3 0 1 3 0 4 0 0 0 0 0 0 0 Ceuta TOTAL 5 13 5 16 7 2 12 Porcentaje 7,2 18,8 7,2 23,2 10,1 2,9 17,4 Fuente: Elaboración propia con datos del Ministerio de Medio Ambiente.(En esta tabla no contabilizamos los Interregionales) GGLL: gobiernos locales. Se incluyen Ayuntamientos, Diputaciones, Cabildos y agencias de desarrollo. CONF, ASOC, INVES: confederaciones, asociaciones, investigación sectorial privada. 50 Ver nota Tabla 13. 51 Consorcios GRUPO DE TRABAJO 21: Experiencias de gobierno multinivel en España. T 200 2 0 0 0 5 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 9 13