FELIPA MARERI

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PONTIFICIA UNIVERSITÀ ANTONIANUM
FELIPA MARERI
ETAPAS DE LA EXPERIENCIA ESPIRITUAL
Sr. Maria Antonieta de la Preciosa SangreSr. Valeria Zago
antonieta
www.parroquiapucon.cl
ROMA, 2012
PREFACIO
En el presente trabajo hemos querido ante todo tener un conocimiento personal
sobre esta santa contemporánea a Clara de Asís y que, como hemos podido
constatar con algunas hermanas de comunidad, desconocida a veces
completamente. Aunque el tema de este pequeno trabajo es: Las etapas de la
experiencia espiritual en Felipa Mareri, se han tratado temas fuera de dicho
contexto con la finalidad de responder a ciertas dudas que en el trascurso de este
trabajo han surgido, a saber: ¿Por qué es del todo desconocida en particular en el
mundo latinoamericano? Respuesta que quizás encuentra su lugar en el hecho
que por tantos años la canonización de esta santa fue puesta en duda. Puede ser
esta una razón por la que no se escribiera casi nada de ella y por lo mismo no se
haya difundido su culto. De hecho, la “legenda” la cual ha sido fuente principal,
no se ha podido encontrar en español. Leyenda que por lo demás tiene un gran
parecido con la de santa Clara. ¿Por qué?
Por otra parte, la finalidad de esta búsqueda es el poder entregar estos
conocimientos y más de una vez se entra en explicaciones que se deberían dar
por descontadas.
Lamentamos tanto la ignorancia sobre el latín, que hubiese sido de gran ayuda
para acceder a documentos y a otras partes de la leyenda que no han sido
traducidas en italiano. Agradecemos infinitamente a nuestro hermano capuchino,
el padre Carlos Cartagena, latinista, que nos ha ayudado en la traducción de
algunas partes del latín al español, como es el caso de algunas citaciones de
documentos, y de la traducción del italiano al español de las citaciones textuales
de la leyenda de Felipa Mareri; todo con la finalidad de poder entregar una
traducción que no se aleje de su primera fuente.
1
INTRODUCCION
Santa Felipa Mareri, primera santa franciscana canonizada cuando aun estaba
en vida Clara de Asís, y fundadora del primer monasterio de hermanas
franciscanas en el Reino de Nápoles1. ¡Ante estas palabras nos vienen tantas
preguntas! ¿Por qué no es tan conocida? ¿Ha escrito algo? ¿Han escrito de ella?
Por otra parte, Felipa fue una mujer del medioevo, por lo tanto habrá compartido
cierta idiosincrasia con
Clara de Asís. ¿Existen puntos en común entre
ellas?¿Cuáles fueron las etapas de su experiencia espiritual?
Ante todo, es
necesario tener claro que Felipa Mareri al igual que Clara de Asís son mujeres
que vivieron en el siglo XIII. Por lo mismo, hay preguntas que jamás podremos
responder, ya que el medioevo es lejano a nuestro modo de ver y de pensar.
Hasta el modo con el cual definimos ciertas realidades es completamente distinto
y otras veces del todo inexistente.
También es conveniente cambiar nuestra visión sobre las mujeres del medioevo.
Muchas veces se les ha visto como “débiles” intelectual y moralmente. André
Vauchez, en su libro La spiritualità dell’Occidente medioevaleescribiendo cómo
vivían las mujeres el cristianismo en los siglos XIII y XIV, nos dice que esta idea
errónea de la mujer medieval comenzó a desaparecer paulatinamente, teniendo
sus inicios en el 1200 con Roberto di Arbrissel2 o Ildegarda di Bingen;3 pero fue
a mitad del 1300 que se hizo más manifiesto un cierto movimiento femeninoque
1
El Reino de Nápoles es el nombre informal con el cual es conocido, en la historia moderna, el
antiguo estado italiano, de los siglos XIII al XIX, cuyo nombre oficial era Reino de Sicilia, que
fue instituido en el 1130.
2
Roberto de Arbrissel (1047/1117), apellidado así por la villa de Arbrissel (Ille-et-Vilaine,
Francia), en la diócesis de Rennes en Bretaña, donde nació en el año 1047 aproximadamente. Es
un religioso bretón fundador de la Orden de Fontevraud y de la Abadía de Fontevraud.
3
Hildegarda de Bingen, (1098/1179) fue abadesa, líder monástica, mística, profetisa, médica,
compositora y escritora alemana. Es conocida como la Sibila del Rin y como Profetisa
teutónica.
2
se empeñaba en una intensa vida espiritual, con gran conocimiento de las
Sagradas Escrituras, y a veces con una
cierta autonomía y superioridad respecto a los hombres4.Vauchez continúa
diciendo que en esta nueva emancipación femenina la espiritualidad penitencial
tuvo un rol importantísimo en las mujeres, porque gracias a ella se podía llegar a
la santidad o sea:la vida penitencial era una búsqueda de Dios que encontraba su
inicio en una verdadera conversión, de aquí se entiende que la santidad era
accesible a todo aquel que la quisiera. La misma Felipa, vivió esta experiencia
penitencial en diversas modalidades (en la casa paterna, en una gruta, en el
monasterio) En este caso, las mujeres no tenían muchas alternativas para vivir
esta penitencia en el sentido de renuncia como era el caso de los hombres, por
ejemplo el matrimonio, era una consecuencia de una decisión tomada por sus
familiares. Tampoco tenían una posibilidad de controlar el poder y las riquezas.
Ante esto nos podemos preguntar: ¿Sobre qué cosas podían decidir u optar? ¡En
la comida!5 Parece una respuesta demasiado simple, pero al contrario es de gran
importancia, porque entonces podemos entender los excesivos ayunos y la
generosidad para
compartir el alimento con los pobres, en donde podían
demostrar que eran libres de optar por Dios y por las cosas de Dios,
características propias de santa Clara, Felipa y tantas otras.
En el siguiente elaborado hemos querido responder a las preguntas ya citadas
primero basándonos en la única fuente cercana a Felipa (La leyenda de la vida de
santa Felipa Mareri) y de esto ha nacido el deseo de aclarar el verdadero
significado de una leyenda para poder así tener una postura un poco
más
confiada delante de ella.
A continuación vimos las principales etapas que Felipa hizo hasta llegar a la
vida en el monasterio, separándolas y situándolas según el orden de la leyenda
ya que no tenemos fechas ciertas
de los acontecimientos citados. También
hemos hecho algunas confrontaciones con la leyenda de santa Clara en las cuales
Cfr. A.VAUCHEZ, La spiritualità dell’Occidente medioevale, Milano, 2006, p.;153-154.
Cfr. VAUCHEZ,La spiritualità dell’Occidente medioevale, p.; 158-159.
4
5
3
hemos encontrado muchas semejanzas como su nacimiento, el estudio de la
Sagrada Escritura, las virtudes y milagros. También hemos podido constatar
ciertas diferencias como la experiencia de Felipa en la gruta, la fundación del
monasterio, la modificación en algunos aspectos de la forma de vida de santa
Clara, distintos modos de servir a los pobres, que en el caso de Felipa fue de
manera más directa y también en su desempeño como abadesa: mientras Clara se
presentaba como hermana entre las hermanas, Felipa como madre de las
hermanas6.
Al final del trabajo quisimos dedicar un capitulo al tema de la canonización
valiéndonos de los últimos estudios que se han hecho de santa Felipa presentados
en las Actas del segundo Convenio histórico de Greccio del 5-6 de diciembre de
2003, que si bien es cierto en la finalidad de este trabajo no encuentra un puesto
relevante, no deja de ser de gran importancia el hecho de que hasta hace algunos
años la Congregación para las Causas de los Santos confirmó su culto7.
6
Cfr. E. PASZTOR, Donne e Sante,Roma, 2004, p.;184.
El 21 de marzo de 2007, el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos Card.
Saraiva Martins, por encargo del Su Santidad Benedicto XVI, atendiendo los testimonios y
reconocimientos de los papas Inocencio IV, Clemente XI, Pío VII, Pío IX, confirma el que se
considere y venere a Felipa Mareri como Santa ad effectum de quo agitur. Cfr. Santa Filippa
Mareri, Atti del II Convegno storico di Greccio, 2003, a cura di A. Cacciotti e M. Melli, Roma,
2007.
7
4
Felipa Mareri
De esta santa franciscana, italiana del siglo XIII, tenemos muy poca información
y nos basaremos sobretodo en La vita di santa Filippa Mareri según el oficio
litúrgico. En las primeras hagiografías franciscanas los documentos de mayor
importancia constituían la vida (vitae) y milagros (miracula) conocidos en el
Medioevo como Leyenda8, pero debemos entender este concepto no como algo
inventado e irreal (como se entiende ahora), sino como venía entendido en ese
tiempo, es decir, como una vida que debía ser leída y que no tenía por finalidad
hacer una biografía de alguien, sino más bien resaltar las virtudes, santidad y
milagros más que sus cualidades y defectos9.La leyenda de santa Felipa Mareri,
al igual que la de san Francisco y santa Clara de Asís, y todas las demás del
Medioevo fueron elaboradas usando como modelo o fuente las hagiografías
anteriores a ellos10, las precedentes y la Sagrada Escritura.11 En el caso de
Felipa Mareri la leyenda es la fuente primaria con que se cuenta para conocer un
poco sobre su vida12. En consideración de los estudios realizados por Edith
Pasztor, ésta fue escrita por una persona culta perteneciente al clero, pero que no
tenía mucha experiencia hagiográfica; probablemente tampoco tuvo un
conocimiento directo de Felipa y la escribió solo en base a la escucha
8
Del latín medieval legenda (cosas que se deben leer, n. pl.), de legendus, part. fut. pasivo de
legere. Hecho histórico enriquecido de particulares fantásticos. Cfr. Dizionario Etimologico,
Rusconilibri, Lavis (TN), 2009.
9
Cfr. F. URIBE, Introducción a las Hagiografías de San Francisco y Santa Clara de Asís (siglos
XIII y XIV), 30, Murcia, 2010, p.; 53.
10
Antes del siglo XII las hagiografías presentaban a los santos como predestinados por Dios; en
los decenios siguientes, al cambiar la espiritualidad, los hagiógrafos presentaban la santidad y
los milagros como fruto de la ascesis y de la caridad. Cfr. J. SÁNCHEZ HERRERO, Historia de la
Iglesia II, Edad Media, Madrid, 2005, p.; 326.
11
Cfr. M. GUIDA, Una Leggenda in cerca di Autore, La Vita di santa Chiara d’Assisi,
Bruxelles, 2010, p.; 8.
12
No se conserva el texto original latino pero sí una primera edición en Roma en el año 1545
y una segunda impresa en Nápoles en 1668. Cfr. V. LICITRA, La Vita di Santa Filippa Mareri,
Roma, 1990, p.; 3.
5
testimonios, quizás con el interés de iniciar el proceso de canonización, puesto
que los testimonios constituían el elemento base para iniciarlo. La espiritualidad
del Medioevo desde los comienzos del siglo XII se caracterizó por la pobreza
evangélica y la predicación apostólica13
(ayuno, penitencia, vida reclusa,
trabajo, vida común y eremítica, etc.). Los movimientos religiosos surgidos en el
siglo
XIII
fueron
influenciados
por
esta
espiritualidad
(benedictinos,
cistercienses, premostratenses, agustinos, etc.) que se convirtieron en modelos
de santidad, aunque los nuevos movimientos tenían características específicas
que los distinguían, tal es el caso de Francisco y Clara de Asís cuya
espiritualidad, centrada en Cristo, venerado en su humanidad y contemplado en
su Pasión redentora, marcó profundamente los últimos siglos del Medioevo14.
Se trata de explicar todo esto con la finalidad de comprender que en las
leyendas del Medioevo se encuentran aspectos comunes pero con características
específicas. La estructura más frecuente para escribirlas se componía tomando
como principal característica una visión cristológica (Cristo como principal actor
en la vida del santo) y con la finalidad de instruir o proponer un modelo o
ejemplo de santidad a la vida del cristiano. Los milagros también ocupaban un
papel importante en la vida de un santo porque con ello se explicaba su relación
directa con Dios y la pertenencia a él, de manera que en la mentalidad medieval
no existía santidad sin milagros15. Entre los elementos comunes en toda leyenda
de los siglos V y XIII se encuentran los siguientes:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
i)
Austeridad de vida
Asiduidad en la oración
Trato siempre afable con los demás
Generosidad para con los demás
De buen aspecto exterior, comportamiento digno y sereno; a veces
angelical.
Inteligente, de agudo ingenio, sabio y prudente
Paciente y humilde con los otros
Don de la castidad (virginidad, pudicitia, continentia…)
Diligente, disciplinado y cuidadoso en su trabajo y en las cosas que hacia
porte
13
H. GRUNDMANN, Movimenti religiosi nel Medioevo, Bologna, 1974, p.; 11.
Cfr. VAUCHEZ, La spiritualità dell’Occidente Medioevale, p.; 137.
15
Cfr. URIBE, Introducción a las Hagiografías de San Francisco de Asís, p.;65.
14
6
j) Sentido de equilibrio y moderación”16.
Después de considerar estos puntos nos podemos dar una idea de cómo eran
elaboradas las leyendas y ver que existían elementos comunes
en la
composición, pero el sentido que se les daba a cada una era distinto. Por lo
mismo, para conocer un poco de esta santa del Medioevo, nos valdremos de la
leyenda de Felipa Mareri: vida digna de ser leída.
Las etapas de la experiencia espiritual de Felipa Mareri
La personalidad de un individuo está siempre marcada por la información
genética y por el ambiente en cual se desarrolla la vida de la persona, por esto
será de gran importancia conocer el ambiente en el cual se desenvolvió la
experiencia espiritual de esta mujer que supo responder al designio de Dios,
siendo fiel a su idiosincrasia17.La primera imagen que se nos ofrece de la
personalidad de Felipa la encontramos en la vita, donde el autor la define como
una extraordinaria mujer; según Edith Pasztor el apelativo no es genérico, si se
tiene en cuenta que entre los componentes de la mentalidad de los hombres del
medioevo ocupan un lugar particular tres extractos: mirabilis, miraculosus et
magicus. La palabra mirabilis (extraordinaria) se entiende en la terminología
religiosa que significa la relación entre una persona extraordinaria y el
sobrenatural18.
Felipa y las Sagradas Escrituras
16
L. HERTLING, Der mittelalterlicher Heiligentypus nach den Tugendkatalogen, p.; 265-267
[citado por URIBE, Introducción a las Hagiografías de San Francisco de Asís, 63-64.]
17
Rasgos y carácter propios y distintivos de un individuo o de una colectividad.
18
Cfr. PASZTOR, Donne e sante, p.; 174.
7
Esta admirable mujer nació, a finales del siglo XII, hacia el año 1190-1200,19 de
la noble familia de los Mareri, en el castillo de su propiedad situado en San
Pietro de Molito, hoy Borgo San Pietro, provincia de Rieti20.
La familia Mareri se afianzó en el Cicolano a finales del siglo XII desde el
castillo del que tomó su nombre. El fundador del linaje fue Felipe, que tuvo al
menos cuatro hijos: Tomás, Gentil, Felipa y otra hija cuyo nombre
desconocemos. De aquí podemos deducir que Felipa haya recibido una cierta
educación lingüística-gramatical a la cual no podían acceder las mujeres de una
clase social baja. Sabemos por la leyenda que de muy pequeña cultivó un gran
deseo de aprender las Sagradas Escrituras (hecho no desconocido en el Medioevo
si tenemos presente que en este tiempo eran fuertes los movimientos de una
predicación evangélica, a veces ortodoxas y otras tantas heréticas); es muy
probable (por lo que nos entrega la leyenda)que haya sido instruida por los
benedictinos o al menos por un miembro del clero que en el siglo XIII podía ser
llamado como in sacra pagina eruditus21, osea un erudito en Sagrada Escritura.
El autor de la leyenda nos dice que no solo quería escuchar la Palabra de Dios,
sino además cumplirla: superando la passività delle orecchie, faceva de tutto per
mettere in opere le parole che aveva ascoltato [...]22.
Hasta aquí podemos entrever que la Mareri tenía conocimientos de la Sagrada
Escritura y un carácter dispuesto a poner en práctica lo que escuchaba, pero,
¿hasta dónde llegaba su conocimiento gramatical? ¿Sabía escribir? Si bien es
cierto como dice Marco Bartoli que existieron mujeres que recibieron como don
el escribir y el leer (santa Catalina de Siena, Esperandia)otras lo aprendieron
debido a su estado social (Clara de Asís, Inés de Bohemia), que podría ser el caso
19
No existe una fecha precisa, pero los últimos estudios la sitúan entre los años 1190- 1200.
Ubicada en el centro de Italia, siendo la capital de la provincia de Rieti, pertenece a la región
de Lacio.
21
Cfr. PASZTOR, Donne e sante, p.; 176.
22
Superando la pasividad de los oídos, se esmeraba totalmente por llevar a la práctica las
palabras que había escuchado, LICITRA, la vita di santa Filippa, cap II, p.; 6.
20
8
de Felipa23.Ciertamente no podemos asegurar si sabía escribir o no (por la escasa
información que si tenemos), pero síde sus conocimientos bíblicos.
El autor de la Vitadedica un capitulo para remarcar la fuerte relación de Felipa
con la Sagrada Escritura: Ogni qualche volta poteva trovarsi a contatto con
qualcheuomoche avesse una profonda conoscenza dei testi sacri [...] lo pregava
umilmente affinche volesse alimentare la sua mente con le sacre scritture24.
Por otra parte este deseo
por conocer las Sagradas Escrituras no es una
característica propia de Felipa; como ya lo hemos mencionado antes, existía un
deseo general de regresar a las fuentes bíblicas. Un ejemplo es Clara de Asís.
Santa Clara de Asís
Santa Felipa Mareri
Del afán de escuchar la Palabra de la
Santa Predicación.25
El estudio de la Sagrada Escritura y la
severidad de costumbres.26
Provee a las hijas, por medio de
predicadores devotos, del alimento de la
palabra de Dios del que se reserva para sí
una buena ración. Ya que al oír la santa
predicación, se deleita en el recuerdo de
su Jesús. […] aunque no se había
cultivado en las letras, gozaba, sin
embargo, al escuchar la predicación de
los letrados, consciente de que dentro de
la corteza de las palabras se escondía el
meollo que ella penetraba con fina
sutileza y lo gustaba bien sabrosamente.
Sabía extraer del sermón de cualquier
orador lo que aprovechase al alma […].
Al comienzo de su juventud, Felipa quiso
instruirse en las Sagradas Escrituras, por
medio de las cuales la divina voluntad, en
relación con la capacidad de su
inteligencia, parecía expresarse más
abiertamente
y
manifestarse
más
claramente. Cada vez que podía
encontrarse con un algún hombre que
tuviese un gran conocimiento de los
sagrados textos y que al mismo tiempo
fuese un escrupuloso observante de la
castidad, le rogaba humildemente que
alimentase su mente con las Sagradas
Escrituras, deseosa como era de
23
Cfr. M. BARTOLI,Filippa, Chiara e le altre, en Santa Filippa Mareri, a cura di A. Cacciotti e
M. Melli.
24
Cada vez que podía encontrarse con algún hombre que tuviese un gran conocimiento de los
sagrados textos […], le rogaba humildemente que alimentase su mente con las Sagradas
Escrituras.LICITRA, La vita di santa Filippa, secondo l’ufficio liturgico,cap. II, p.; 6.
25
I. OMAECHEVERRIA, Escritos de Santa Clara y Documentos Complementarios, Madrid, 1993,
p.; 171.
26
LICITRA, La vita di santa Filippa, cap.II, p.; 6.
9
vigorizarse más bien con el alimento
espiritual que con el material.
Es de notar en ambas, el deseo de escuchar y nutrirse de la Palabra de Dios y
servirse para ello de personas con un profundo conocimiento de las Escrituras
para su provecho espiritual.
En el caso de Clara podemos ver que ésta ya cuenta con un número de hermanas,
que están bajo su responsabilidad27, ya que su preocupación es proveerlas de
predicadores devotos, mientras que para Felipa la leyenda nos presenta su deseo
de instruirse en la Sagrada Escritura desde los inicios de su juventud.
Felipa, franciscana.
A la relación con la Sagrada Escritura sigue la relación con Francisco de Asís.
Independientemente siesta última fue o no personal, una cosa es segura: Felipa
fue orientada hacia la vida de perfección en el espíritu franciscano28.
la renuncia de los bienes materiales: Da san Francesco e da altri religiosi
accuratamente istruita e perfettamente imformata nelle cose del Signore,
27
Mientras fue abadesa tal vez entre los años 1214 en que comenzaron a llegar las primeras
compañeras hasta el día de su muerte.
28
Cfr. A. MARINI, Santa Filippa Mareri, Filippa Mareri francescana, P.; 76-84.
10
cominciò a disprezzare il mondo con le sue pompe e le sue ricchezze, che, come
si sa, sono particularmente nemiche della salvezza delle anime[...] 29.
La renuncia al matrimonio: Quando giunse in età da marito ed erano già avviate
molte trattative con molti nobili giovani circa il suo futuro [...] Essa però, con
ferma decisione rifiuto uno sposo mortale, come se fosse un nemico del suo
corpo, desiderando essere sposa dello Sposo celeste, al quale aveva fato voto di
castità [...]30.
La renuncia a la familia:Dato che non disponeva di alcun luogo apartato in cui
potesse meditare tranquilamente tanto sulla propia salvezza quanto su quella
altrui si chiuse in una camera della dimora paterna come in un carcere e li
pregando e lacrimando di tutto cuore, supliccava devotissimamente Gesù Cristo
perche le facesse uscire presto dalla terra d’Egitto[...]31.
Si bien es cierto que Felipa continúa a estar bajo la protección de sus padres, (por
un tiempo, porque más adelante
dejará la casa paterna), en ella había ya
comenzado un cambio. ¿Podríamos llamar este paso “la conversión de Felipa
Mareri”? En el Medioevo, la conversión significaba nacer de nuevo, como el
mismo Señor lo había pedido a Nicodemo:32En verdad te digo: el que no nazca
29
Instruida cuidadosamente por san Francisco y por otros religiosos, y perfectamente
informada en las cosas de Señor, comenzó a despreciar el mundo con sus pompas y sus
riquezas, que, como se sabe, son especialmente enemigas de la salvación de las almas […].
LICITRA, La vita di santa Filippa, p.; 7.
30
Cuando llegó a la edad de tener marido y se encaminaban las gestiones sobre su futuro con
muchos jóvenes nobles […], ella, sin embargo, con firme decisión rechazó un esposo mortal,
como si fuese un enemigo de su cuerpo, deseando ser esposa del Esposo celestial, al cual había
prometido voto de castidad […]. LICITRA, La vita di santa Filippa, p.; 7.
31
Ya que no disponía de ningún lugar retirado donde pudiese meditar tranquilamente tanto
sobre su propia salvación como sobre la de los otros, se encerró en una habitación de la
residencia paterna, como en una cárcel, y allí, orando y llorando con todo el corazón,
suplicaba con grande devoción a Jesucristo que la hiciese salir cuanto antes de la tierra de
Egipto […]. LICITRA, La vita di santa Filippa, p.; 7.
32
Es de gran importancia tener presente que en el Medioevo el modelo de santidad era Antonio
abad, que, escuchando la Palabra de Dios, vende sus bienes, deja la familia (su hermana), y
abandona el mundo para retirarse en soledad.
11
de nuevo no puede ver el Reino de Dios[…]. En verdad en verdad te digo: el que
no nazca de agua y Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios33.
Según Marco Bartoli, este momento era representado por el abandono del
mundo, de la casa y de la familia con el fin de vivir una vida que podía ser:
eremítica en el desierto, en el bosque o cenobítica34. También en la historia de
Clara de Asís este momento se puede ver de un modo radical y claro, con la fuga
de la casa paterna.
Traemos aquí dos momentos de las respectivas leyendas: (santa Clara y santa
Felipa) en donde los autores muestran cómo san Francisco despertó en estas dos
mujeres el deseo de despreciar el mundo para elegir el Bien supremo y la
generosa radicalidad con la cual éstas supieron responder o, mejor dicho,
comenzar una nueva vida según el Espíritu Santo.
Santa Clara de Asís
El conocimiento y la amistad del
bienaventurado Francisco35
El padre Francisco la exhorta al
desprecio del mundo37; demostrándole
con vivas expresiones la vanidad de la
esperanza y el engaño de los atractivos del
siglo […]soporta con molesta la pompa y
ornato secular, y desprecia como basura
todo lo que aplaudeel mundo, a fin de
poder ganar a Cristo.38
Santa Felipa Mareri
La enseñanza recibida de san Francisco y el
desprecio por las cosas del mundo36
Instruida
cuidadosamente
por
san
Francisco y por otros religiosos, y
perfectamente informada en las cosas del
Señor, comenzó a despreciar el mundo con
sus pompas y sus riquezas, que, como se
sabe, son especialmente enemigas de la
salvación de las lamas, y puesta sobre las
huellas de los santos Padres, se proveyó de
un escudo impenetrable y de las armas
espirituales
aptas
para
rechazar
valientemente los fogosos dardos del
demonio.
33
Jn 3, 3.5
Cfr. M. BARTOLI ,Chiara,una donna tra silenzio e memoria, Milano, 2001, p.;51-69.
35
OMAECHEVERRIA, Escritos de Santa Clara y Documentos Complementarios, Madrid, 1993,
p.; 138-139.
36
LICITRA, La vita di santa Filippa, p.; 7.
37
Cfr. Jn 2,15.
38
Cfr. Flp 3,8.
34
12
Santa Chiara d’Assisis
Santa Filippa MarerI
Cómo convertida por el bienaventurado
Francisco, pasó el siglo a la religión39
Su total renuncia al mundo y el cambio de
hábito40.
Y así, abandonados el hogar, la ciudad y
los familiares, corrió a Santa María de la
Porciúncula, donde los frailes, que ante el
pequeño altar velaban la sagrada vigilia,
recibieron con antorchas a la virgen Clara.
De inmediato, despojándose de las basuras
de la Babilonia, dio al mundo libelo de
repudio; cortada su cabellera por manos
de los frailes, abandonó sus variadas
galas.
Cortados totalmente sus cabellos, los
desechó, […],se dirigió diligentemente
hacia la montaña, y precisamentea una
grutaexistente
sobre
Mareri,
y
allí,abandonando su vestido seglar, lujoso y
engalanado, […], se acontentó de inmediato
con llevar un vestido humilde, alejándose
como pobre de las miserias de este mundo,
convertida también en señal de no poco
desprecio.
Después de confrontar ambos textos nos hemos dado cuenta en qué modo se
resalta la participación de Francisco en cuanto animador espiritual, si bien es
cierto como señala Alfonso Marini que Felipa, ya había iniciado un camino de
estudio de la Sagrada Escritura y de los santos padres desde su juventud41 la
persona de Francisco tuvo un lugar decisivo en su vida. Y aunque no estuvo
cercano como fue en el caso de Clara, a quien guio desde sus inicios42, la
Leyenda nos dice que Francisco designó a fray Ruggero para que la guiase
espiritualmente43; Felipa por su parte le obedecía humildemente y éste, estuvo
presente en el momento de la muerte de la santa44:Independientemente dal fatto
39
OMAECHEVERRIA, Escritos de Santa Clara y Documentos Complementarios,p.;138-139.
LICITRA, La Vita di Santa Filippa Mareri, p.; 8.
41
En el caso que hubiera conocido a Francisco en los años precedentes al 1223. Cfr. A. MARINI,
Filippa Mareri francescana, en Santa Filippa Mareri, a cura di A. Cacciotti e M. Melli, p.; 84.
42
Del 1212 hasta su muerte en 1226.
43
Cfr. LICITRA,La Vita di Santa Filippa Mareri,p.; 13.
44
Cfr.LICITRA, La Vita di Santa Filippa Mareri, p.;20.
40
13
che abbia incontrato Francesco nei primi tempi de la sua conversione,
apparteneva sicuramente al mondo francescano45 .
En la gruta
Felipa aspiraba a la intimidad con Dios, por eso había decidido vivir en soledad
encerrándose en una habitación del castillo. Esta decisión no le fue respetada ni
por sus familiares, ni por la servidumbre. Abandonándose ala voluntad de Dios
descubrió un nuevo camino, y como años antes Clara de Asís había huido de la
casa paterna, Felipa junto con su hermana y algunas compañeras escaparon de la
vida del castillo para refugiarse en una gruta ubicada tan sólo a un kilómetro de
distancia, ahora llamada “Gruta de Santa Felipa”. Para la mentalidad moderna
es difícil comprender que una mujer pueda optar por una vida de soledad en una
gruta, expuesta a tantos peligros y carente
de las necesidades básicas. Felipa y sus compañeras pusieron todo lo de su parte
por hacer de esta nueva vida una vida escondida46 de oración y de trabajo; el
bosque las proveyó de lo necesario y ante los probables peligros se confiaron en
la Divina Providencia empeñándose día a día en una vida, si se puede decir,
“cenobítica”, llena de imprevistos, de incertidumbres, pero con la alegría de
haber elegido la parte mejor47.
El autor de la leyenda nos dice que Felipa, al elegir esta vida en la gruta, lo que
buscaba era una vida de eremita: […] deseando vivir una vida eremítica, como si
45
Independientemente del hecho de haber encontrado a Francisco en los primeros tiemopos de
su conversión, pertenecía sin duda al mundo franciscano. MARINI, Filippa Mareri,
francescana, p.; 84.
46
Escondidas, en todo el sentido de la palabra. Recordamos, como ha dicho Marco Bartoli, que
era propio de las mujeres honestas y respetables escapar de las miradas extrañas, como es el
caso de Clara de Asís. Cfr. BARTOLI, Chiara, Una donna tra silenzio e memoria, p.; 45-47.
47
Cfr. C.G. CREMASCHI, Donne emerse dall’ombra, Città di Castello, 2011, p.;192-194.
14
se encontrase en un eremitorio […]48, pero para las mujeres (en el Medioevo),
este tipo de vida no era aceptado por la Iglesia49, por eso el autor aclara que el
nuevo paso dado por Felipa está dentro de los parámetros eclesiásticos, con
respecto a las mujeres. Y por lo mismo cumple con los ritos normativos: el corte
del cabello, el cambio del hábito50.
El tiempo que permanecieron
en esta gruta no lo sabemos, como tampoco
quiénes eran sus compañeras. Pero la leyenda nos dice que eran claros los roles
de cada una, en el sentido de que a Felipa le esperaba la iniciativa y a las demás
el seguir sus huellas.51Aquí permanecieron hasta que los hermanos de Felipa
Tomás y Gentil, con acta notarial de fecha 18 de septiembre de 1228, le dieron el
castillo de su propiedad de San Pietro de Molito y la antigua iglesia benedictina
anexa.
Allí se trasladaron Felipa y sus seguidoras, y en seguida comenzaron a organizar
su vida claustral siguiendo la forma de vida y las normas que Francisco había
dado a Clara y a sus hermanas del monasterio de San Damián en Asís 52. Como
podemos apreciar, el camino hecho por Felipa hasta llegar al monasterio por ella
fundado fue un camino paulatino.
En el monasterio
El mismo Francisco encomendó a uno de sus primeros compañeros, Ruggerio
de Todi, la dirección espiritual de Felipay de las hermanas dela comunidad por
48
LICITRA, La Vita di Santa Filippa Mareri, p.; 9
La Iglesia y la sociedad se oponian a que las mujeres eligieran la vida eremítica, juzgada
como dura y peligrosa para ellas. Algunas de estas aceptaron esta prohibición pero decidieron
vivir reclusas en sus propias casas o haciéndose encerrar en celdas construidas cerca de las
iglesias o en los muros de una ciudad. Cfr. Vauchez, la spiritualitèa del Occidente Medievale,
p.; 156.
50
Felipa no elige un hábito vil, come exige el rito de paso a la vida de “reclusa”; lo elige por
amor a Cristo desnudo y crucificado, para decirlo con Edith Pasztor: “un toque, realmente
franciscano”.
51
LICITRA,La Vita di Santa Filippa Mareri,p.; 9
52
Normas que fueron adaptadas según el parecer de Felipa Mareri.
49
15
ella fundado. A tal fin, Ruggerio se trasladó al valle de Rieti, y allí permaneció,
cumpliendo su misión, hasta la muerte de Felipa en 1236.
Este monasterio, bajo la guía de Felipa, maestra de vida espiritual, y con el
asesoramiento de fray Rogerio, hombre de gran fervor y no menor prudencia, se
convirtió pronto en escuela de santidad. Ciertamente, la ocupación principal de la
comunidad monástica era el culto y la alabanza de Dios, la vida litúrgica, la
lectura y el estudio de la Sagrada Escritura, la oración y contemplación. Pero, al
mismo tiempo, el trabajo era tenido en gran consideración, lo mismo que el
servicio a los pobres y el apostolado. En el monasterio se preparaban medicinas
que luego se distribuían gratuitamente a los enfermos pobres. El fervor de la
caridad en las palabras y en las obras, así como el estilo de vida de aquellas
clarisas con Felipa a la cabeza, hizo revivir la vida evangélica en el valle de Rieti.
Virtudes
La experiencia religiosa de Felipa, después de los ritos de iniciación fueron dos:
la vida en la gruta y la vida en el monasterio, también Clara tuvo experiencias
distintas: la permanencia con las benedictinas, después en un reclusorio, para
luego pasar ala vida de San Damián. Según Edith Pasztor estos spostamenti no
son signos de inquietud sino más bien signos de un nuevo
movimiento femenino que se siente impulsado a seguir el ideal de Francisco 53.
En el caso de Felipa podemos pensar que la vida monástica fue fruto de la vida
en la montaña. Del tiempo vivido en la gruta, la leyenda nos dice que la vivió en
pobreza, vistiendo hábitos viles, trabajando con sus propias manos, amando a
Cristo pobre y crucificado54. En cambio cuando escribe del tiempo vivido en el
monasterio, nos dice en modo consecutivo que vivió la humildad y la
“macerazione della carne” (capítulo VI); su caridad y su piedad (capítulo VII); su
oración y su espíritu profético (capítulo VIII).
53
Cfr. PASZTOR, Donne e sante, p.; 184.
Cfr. LICITRA, La vita di Santa Filippa Mareri, cap. IV.
54
16
Todas estas virtudes las encontramos también en santa Clara, no siempre de un
modo idéntico. Pero son impresionantes las semejanzas que se encuentran.
Exponemos algunas de las virtudes que hemos encontrado en sus respectivas
leyendas:
Santa Clara de Asís
HUMILDAD
55
Prefirió
humildemente
vivir
sometida y no presidir, servir
entre las esclavas de Cristo y no
ser servida. […]Nunca rehúsa las
ocupaciones más serviles […].
Santa Felipa Mareri56
[…]no quería ser servida como una
superiora, pero sí servir puntualmente,
esmerándose por cumplir los más
pequeños y los más humildes servicios
del monasterio, para llegar a ser servidora
de los mandatos del Señor[…].
55
. OMAECHEVERRIA, Escritos de Santa Claray Documentos Complementarios,LICITRA, La Vita
di Santa Filippa Mareri, p. 146, 147, 150.
56
LICITRA, La vita di Santa Filippa Mareri, p.; 13,17.
17
PACIENCIA
[...] conservaba en medio de sus
mortificaciones un aspecto festivo
y regocijado, de modo que
parecía demostrar o que no las
sentía o que se burlaba de las
exigencias del cuerpo. […] se da
a entender claramente que la
santa alegría de la que abunda
interiormente, le rebosa al
exterior, porque el amor del
corazón hace leves los
sufrimientos corporales.
Cada vez que se enfermaba, acogiendo la
enfermedad colmo un beneficio de Dios,
entre las punzadas del dolor decía con
alegría: “la virtud se purifica durante la
enfermedad y yo gozaré de buen grado
por mis enfermedades, a fin de que la
virtud de Cristo habite dentro de mí”.
ORACIÓN
[…]Como le respondiese la
devota hija que aquí serían
necesarios los antiguos milagros
de Cristo para que tan escaso pan
admita cincuenta porciones, le
contestó la madre y le advirtió:
“hija, haz confiada lo que te digo
[…] mientras esta dirige a su
Cristo piadosos suspiros a favor
de las hijas. Por divino favor,
entre las manos de la que corta
crece aquella escasa cantidad, y a
cada una de la comunidad se le
puede dar una gran rebanada.
[…] cuando llegó la hora del almuerzo, la
sierva de Cristo, ante las mencionadas
cohermanas reunidas en el refectorio, con
el rostro sereno bendijo los pequeños
panes colocados sobre la mesa. Pero
Aquél, que por su misericordia con cinco
panes dio de comer a cinco mil personas,
multiplicó aquellos panes bendecidos por
su sierva, en tal modo que, comiéndolos
las cohermanas, […] ésos de hecho no
disminuyeron en número.
Felipa murió en su monasterio el 16 de febrero de 1236. Pronto su tumba se
convirtió en meta de peregrinaciones y empezaron a multiplicarse las gracias y
los favores extraordinarios de Dios obtenidos por mediación de la Beata. Cuando
en 1706 se hizo el reconocimiento de sus restos mortales, se vio que su corazón
permanecía incorrupto, y se conserva aún hoy en un relicario de plata. Inocencio
IV, en una bula de 1247, da a Felipa el título de "santa". Pero fue Pío VII quien,
por bula de 30 de abril de 1806, confirmó su culto inmemorial y aprobó la misa y
oficio en su honor.
El antiguo Borgo San Pietro y el monasterio de clarisas fundado por la beata
Felipa el año 1228, quedaron sepultados, en 1940, bajo las aguas del nuevo lago
artificial del Salto, a orillas del cual se han reconstruido tanto el monasterio como
18
el pueblo. La capilla del siglo XIII, donde se custodiaban los restos de la Beata,
se ha restaurado en la nueva iglesia con las mismas piedras medievales, y se ha
decorado con los frescos que ya la adornaban en el antiguo monasterio.
Felipa Mareri,Santa.
Después de su muerte (16 de febrero de 1236) su sepulcro fue punto de llegada
de peregrinos y pasados algunos años se concedió “venerarla legítimamente”.
Fue durante los años 1500 y 1700, después del Concilio de Trento57, que
surgieron problemas con respecto a la legitimidad del título de “Santa” o
“Beata58”.
Monseñor Pietro Camaiani en el año 1574 realizó una visita apostólica al
monasterio de Felipa en Borgo San Pietro y durante su permanencia hizo saber a
las hermanas que el título de “santa” atribuído a Felipa no era legítimo, porque
no había ninguna canonización oficial ni aprobación tácita o expresa de la Sede
Apostólica59. Ante tal actitud las monjas afirmaban que su culto había sido
aprobado por papas y que incluso el papa Gregorio IX, mientras ella aún vivía,
había donado reliquias y concedido privilegios al monasterio. Mons. Camaiani
no negó que el papa hubiera concedido privilegios, pero sostenía, erróneamente,
que en ninguna de las bulas concedidas se encontraba el título de “santa”, por lo
tanto hizo una amonestación a las monjas por venerar a alguien que nunca había
sido canonizada, por recitar e imprimir el oficio para el día de su festividad y por
dar a beber a los enfermos agua en la que antes habían sido sumergidos objetos
57
El Concilio de Trento (1545-1463) dentro de las decisiones tomadas cambió las disposiciones
en cuanto a los procesos de canonización y veneración de los santos. Cfr. P.ZOVATTO, Storia
della spiritualità italiana, Roma, 2002, p.; 356.
58
Esta distinción (Beato-Santo) fue hecha por Urbano VIII en 1634.
59
G. PASSARELLI, Filippa Mareri, il culto e il suo processo,Santa Filippa Mareri, Roma
2007, p. 14
19
pertenecientes a Felipa y engañar con esto al pueblo. Este acontecimiento nos
hace comprender dos cosas:
1) Hasta esos años Felipa era considerada “santa”, tenía un culto y por su medio
se obtenían milagros.
2) Se mantiene la duda de la autenticidad del título de santa y del culto.
La duda permanecerá hasta los primeros años del siglo XVIII. El p. Angelo
Benedetto di Roma, ofm ,confesor de las monjas de Felipa Mareri, notando
ciertos acontecimientos extraños mientras confesaba (toque de campanas,
voces,...) interpretó éstos como signo de que tal vez Felipa quisiera ser venerada
de otra manera y da inicio al epistolario60 dirigido a p. Bernardino da Nizza o al
p. Cherubino da Spoleto que eran los procuradores para la causa de los santos.
Transcribimos una parte del texto que nos es de ayuda para comprender cómo en
ese momento Felipa Mareri era considerada “santa”.
[...]Observando cómo la dicha santa continuamente hace milagros y revolviendo los
papeles antiguos del monasterio, la encuentro llamada desde hace mucho tiempo santa y
reconocida por santa [...] por lo tanto de los escritos que aquí le transmito (copias todos
del original, que aquí se conservan) podrá S.P.M.R que ab immemorabili la susodicha
fue llamada Santa, como consta de la Bula de Inocencio IV, y de dos Obispos uno de
Bisignano (no se cómo pertenezca a este lugar) y el otro de Rieti, como también del
oficio de dicha santa, que igualmente le transmito; en un Breve igualmente de
indulgencias del Pontífice reinante, concedido a las monjas dentro de la clausura, es
nombrada Santa; además el oficio de la misma el día 16 de febrero, público, y solemne
[...]61.
Mientras el p. Angelo se ocupaba de la búsqueda de información sobre el
título de Santa, la nueva iglesia del convento62 se termina de construir y tiene por
titulares a San Pedro, San Pablo y Santa Felipa. Las reliquias de la santa63 fueron
60
Las cartas que proporcionan la información para confirmarlo se conservan en el archivo de los
Hermanos Menores de Roma.
61
G.PASSARELLI,Filippa Mareri, tra Benedetto e Francesco d’Assisi, p.; 17.
62
Se tuvo que construir otra iglesia porque enel lugar se hizo un lago artificial que al crecer
sumergió el convento y la iglesia. Cfr.M. De Angelis, Il Monastero di Borgo San Pietro de
Filippa Mareri. Ricostruzione Storico Architettonica, p.; 130.
63
Las reliquias fueron selladas por el obispo ratificando su culto legítimo y la santidad, sobre la
urna que contiene el cuerpo está escrito: Corpus Sanctae Philippae;, en el relicario que contiene
Y este
sagradoVirginisalgunas
cuerpo es reverenciado
en la
su
corazón
se lee:corpus
Cor et in
praecordia
sanctae Philippae
Mareriae
otras
Cuius
sacrum
eadem Ecclesia
misma
iglesia
o
coro
de
las
mismas
monjas,
y
reliquias
que
se
conservan
son
el
manto,
el
hábito
y
algunos
utensilios
personales.Cfr.
sive
choro
ipsarum
monialum
PASSARELLI, Filippa Mareri, il culto e il suo processo,
21
con p.;
religiosa
devoción es honrado por los
obsservatur et colitur, religioso cultu a
fieles, siempre con el mismo culto, y es
fidelibus,
semper,
eodem
cultu
20
venerado también con la creación de un altar
veneratum fuisse et venerari etiam cum
bajo su invocación, y su fiesta se celebra
erectione altaris sub eius invocatione,
solemnemente cada año el día 16 de febrero,
ipsiusque festum singulis annis die
transportadas a la nueva iglesia. El trabajo empezado por el P. Angelo Benedetto
permaneció abierto y sin ningún nuevo cambio.
Un siglo después, en un
rescripto, el obispo de Rieti, Monseñor Francisco Saverio Marini, describe la
festividad de Felipa. Traemos aquí el texto en latino con su traducción en
español64.
El mismo obispo Saverio y fray Hilario de Montemagno en el año 1805, quizá
queriendo concluir la causa abierta por el p. Angelo Benedetto o tal vez por el
temor de celebrar una festividad no aprobada, enviaron copias de las bulas
papales pidiendo la confirmación de tal culto que viene aprobado al año
siguiente, el 30 de abril de 1806, por el papa Pío VII.
Para comprender un poco el por qué no se cuenta con la suficiente información
sobre la canonización de Felipa, es necesario saber que en el Medioevo las actas
del proceso de canonización no se conservaban, sino que eran quemadas, porque
lo que importaba era la proclamación como tal y la elaboración de un decreto.
Los procesos de canonización en el siglo XIII venían seguidos de una
investigación de la vida y milagros de la persona y del uso de interrogatorios
64
PASSARELLI,Filippa Mareri, tra Benedetto e Francesco d’Assisi, p.; 23 En cuanto al dia
quinto de las calendas de julio (según el calendario romano) equivale a decir “ día 27 de junio”
21
hechos a los testimonios65; esta investigación podía ser simplificada si el papa
había conocido personalmente al sujeto que se quería canonizar, de forma que él
podía actuar de la manera que mejor creyera conveniente.66 En el caso de Felipa
no se cuenta con un decreto, pero se conservan las bulas en que Gregorio IX
concede algunos privilegios;
teniendo en cuenta el conocimiento, el trato
cercano y la admiración de este papa por Francisco y las Damianitas podríamos
suponer que también conociese personalmente a Felipa y en este caso pensar que
su canonización fue hecha en manera simplificada.
Además de las bulas de Gregorio IX se conserva un “Breve” de Inocencio IV con
fecha 27 de Junio de 1247, (once años después de la muerte de Felipa), de la que
no se duda de su autenticidad, por lo que constituye una prueba de que la
canonización debió ser efectuada canonice et regulariter67; en esto se confirma
el título de “santa” y la existencia de un culto. Transcribimos el texto en latino
con una traducción en español.
Inocencio, obispo, siervo de los siervos de
Dios, a las amadas hijas en Cristo, a la
Abadesa y al Convento de las Monjas de
clausura del Monasterio de San Pedro del
Molito, de la diócesis de Riete, salud y
apostólica bendición. Aunque Aquél, por
Licet is de cuius munere venit ut sibi a
razón de cuyo cargo debe ser servido digna y
fidelibus suis digne ac laudabiliter serviatur
laudablemente y con abundante reverencia
de habundantia pietatis sue que merita
por parte de los fieles y excede los méritos de
supplicum excedit et vota, benedictionibus
quienes lo suplican, retribuye con bendiciones
multo maiori retribuat quam valeant
mucho más de lo que ellos pueden merecer,
promereri nichilominus tanem desiderantes
sin embargo, Nos, deseando consagrar al
reddere domino populum acceptabilem
Señor un pueblo aceptable: a los fieles de
fideles Christi, ad complacendum ei quasi
quibusdam illectatos muneribus indulgentijs
Cristo los invitamos a complacerlo, atraídos
scilicet et remissionubus invitamus, ut
en cierto modo por algunos dones, a saber
exinde reddantur divine gratie aptiores.
indulgencias y gestos de perdón, a fin que en
65
Cfr. VAUCHEZ, La santitá nel Occidente p.; 53.
66
se les
entreguen gracias divinas
Cupientes
igitur
ecclesia
vestra de
congruis
Cfr. C.
A. Lut
AINATI
, Il Processo
Canonizzazioneconsecuencia
di S. Chiara, FF.
2302.
67
más convenientes.
honoribus
frequentetur,
Canónica
y regularmente.omnibus vere
penitentibus et confessis, qui ecclesiam
ipsam in beatorum Petri et Pauli, sanctorum
Philippi et Jacobi et sancte Philippe
Deseando por tanto que vuestra iglesia sea
festivitatibus annis singulis venerabiliter
frecuentada con los divinos honores, 22
a todos
visitarint, de omnipotentis Dei misericordia
et eorundem beatorum Petri et Pauli
los verdaderamente penitentes y confesados,
Apostolorum eius auctoritate confisi,
que visitaren con veneración la misma iglesia
quadraginta dies de iniuncta sibi penitentia
cada año en las fiestas de los
Innocentius episcopus servus servorum Dei
dilectis in Christo filiabus Abbatisse et
Conventui
Monialium
inclausarum
Monasterii sancti Petri de Molito Reatine
diocesis,salutem
et
apostolicam
benedictionem.
Podemos claramente notar tres aspectos:
1) Inocencio IV la nombra “Santa” entre los santos, por lo tanto, tenía
conocimiento de su canonización.
2) Concede cuarenta días de indulgencia, por lo tanto, se celebraba una
festividad.
3) Siendo un documento papal es oficial y auténtico y por lo cual constituye un
elemento importante para constatar la legitimidad de la santidad de Felipa.
Para confirmar este documento de Inocencio IV, en lo que respecta al culto,
existen dos Bulas de dos obispos que retoman el texto del papa casi igual. La
primera es de un obispo llamado Tommaso del año 1253 y la segunda del
obispo Godoffredo en el año 1276, en ambas bulas se conceden los cuarenta días
23
de indulgencia a quienes, preparados espiritualmente, visiten el monasterio en la
fiesta de los apóstoles Pedro, Pablo, Felipe, Santiago y santa Felipa o en
cualquier otro día en que visiten y donen algo a las monjas68.
A pesar del culto confirmado en el 1806, todavía se veía la necesidad de revisar
el mismo caso y la Congregación para las Causas de los Santos en 1982 pide a p.
Germano Cerafogli se dedique a buscar toda la documentación en la cual se
nombrase a Felipa como Sancta Nuncupata69. Después de realizar este trabajo se
dio a conocer la falta del reconocimiento de la Santa Sede (porque no se contaba
con el proceso canónico) y la falta de la Bula de canonización, por lo tanto el
proceso tuvo que ser puesto en marcha.
En el año 1990 el p. Antonio Ricciardi (ofmconv), fue el Postulador y quien
pidió la apertura del proceso diocesano de la causa. El 25 de enero de 1991 se
nombró una comisión histórica con la finalidad de compilar toda la información
de las virtudes heroicas. Esta información una vez reunida debería entregarse al
obispo y a la Congregación.
La investigación se demoró ocho años hasta el 11 de octubre de 1999 en que fue
entregada a la Congregación la información requerida, y se estableció que con la
aprobación de las virtudes heroicas y de un milagro podría pertenecer al
calendario universal con el título de santa que siempre había tenido70.
El secretario de Estado, Card. Tarcisio Bertone, en fecha 21 de marzo de 2007
comunicó al Card. José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación de las
Causas de los Santos, que por encargo de Su Santidad Benedicto XVI, atestando
la documentacion y los testimonios y el reconocimiento de los Sumos Pontifices
Felipa Mareri es de considerarse Santa ad effectum de quo agitur71a Felipa
Mareri.
68
Cfr. PASSARELLI, Filippa Mareri tra Benedetto e Francesco d'Assisi, p.;101-102.
Llamada como santa
70
Cfr. PASSARELLI,Filippa Mareri, il Culto e il suo Processo,Santa Filippa Mareri, p.; 55.
71
...para el efecto de que se trata.
69
24
CONCLUSION
Después de realizar el presente trabajo y de habernos acercado un poco a la
espiritualidad del Medioevo y en particular al movimiento femenino, se ha
podido constatar lo difícil que es hablar de un tiempo lejano al nuestro y por lo
mismo entender que frente a la vida de un santo uno no puede responder a todas
las preguntas que se plantean sino más bien mantener una cierta prudencia y
conciencia de que es algo lejano pero no por eso la búsqueda científica resulta
inalcanzable. En el caso de Felipa Mareri son tantas las interrogantes que han
quedado abiertas por el hecho de no contar con algo escrito por ella como
tampoco fechas precisas de los acontecimientos de su vida. Uno de los temas que
podría ser profundizado sería la adaptación de la Regla de Clara para la vida de
su monasterio y cómo después de su muerte, las hermanas eligieron continuar lo
25
que Felipa había iniciado (Esta comunidad había nacido para llevar una vida
contemplativa pero en 1929 por diversos motivos elige el camino del apostolado
y son conocidas como Hermanas de Santa Felipa Mareri).
Podemos concluir diciendo que el conocer un poco sobre Felipa Mareri ha
sido de gran ayuda para conocer a Clara de Asís y viceversa.
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INDICE
Prefacio..................................................................................................................1
Introducción..........................................................................................................2
Felipa Mareri………………………..…………………...………………..…….5
Las etapas de la experiencia espiritual de Felipa Mareri………..……….......7
Felipa y las Sagradas Escrituras…………………………………………………….…7
Felipa, franciscana……………………………………………………...………10
27
En la gruta…………………………………………………………...………….13
En el monasterio………………………………………………………………...15
Virtudes……………………………………..…………………………………...15
Felipa Mareri, Santa…………………………...………………………………18
Conclusión……………………………………..……………………………….25
Bibliografía……………………………………………………………………..26
www.parroquiapucon.cl
28
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