Tema de la Semana (#18) La No-Violencia Ahimsa No-violencia Sant Rajinder Singh Ji Maharaj Introducción por el líder de grupo: La siguiente charla sobre la no-violencia está en el libro El poder sanador de la meditación de Sant Rajinder Singh Ji Maharaj. Aquí, Maharaj Ji ofrece un examen completo de la no-violencia y muestra cómo mediante el proceso del auto análisis o introspección, podemos asimilar de manera más amplia, esta virtud divina. Sant Rajinder Singh Ji Maharaj La no-violencia tiene muchos aspectos. Implica no herir en pensamiento, palabra y acto. Hay muchos matices de la no-violencia que ni siquiera imaginamos. Sabemos que no debemos matar ni golpear a nadie. Quizá podamos desarrollar el control sobre nosotros mismos para no herir físicamente a nadie, pero somos bien descuidados cuando se trata de la no-violencia en palabra y pensamiento. Analicemos estos dos hábitos y descubramos la manera de superar nuestras fallas. La violencia en palabra puede ser ensordecedora. Sabemos que no debemos llamar a nadie por nombres que hieran sus sentimientos. Pero, ¿cuántas veces al día decimos cosas que lastiman los sentimientos de otros para acrecentar nuestro propio ego? Si nos escucháramos a lo largo del día, veríamos que cuando los demás cometen un error, asumimos que son tontos o estúpidos. Cuando alguien nos responde en forma incorrecta, lo hacemos sentir con avergonzado o inferior. Cuando la gente comete errores, de hecho ya se sienten bien mal, como para que nosotros le agreguemos más sal a la herida al señalar sus equivocaciones. La mayoría de nuestras palabras violentas resultan de tratar de resaltar nuestro propio orgullo y nuestra superioridad. Pero en este proceso herimos los sentimientos de muchas personas. Muy a menudo usamos el sarcasmo pretendiendo ser graciosos. Tratamos de lucir inteligentes e ingeniosos, pero lo hacemos a costa de los sentimientos de los demás. El humor es positivo y siempre bienvenido. Pero no debe hacerse a expensas del corazón de nadie. El humor algunas veces se mofa de las situaciones. Pero no debemos burlarnos de la gente ni romper sus corazones en el proceso. Otra forma de violencia en palabra es el prejuicio y el fanatismo. La gente hace comentarios negativos acerca de las personas de otras religiones, países, distinto color de piel u otro sexo. Ha sido un gran avance para la humanidad que en las últimas décadas, se hayan pasado y aprobado leyes que promueven la igualdad de derechos. En los últimos años, incluso los libros de texto han tenido que ser reescritos, para evitar comentarios que pudieran ser despectivos con la gente de otras religiones o nacionalidades. Es importante no hacer ningún comentario que pueda herir a la gente que sea de un grupo diferente al nuestro. Una de las formas más comunes de violencia en palabra, es la pelea verbal con la familia, amigos, esposos, padres e hijos. Nuestro entrenamiento psicológico dice que es normal disentir. Es muy aceptable tener diferencias de opinión, pero esto nunca debería llegar al nivel de una pelea. Hay una diferencia básica entre un desacuerdo, una discusión y una pelea. En un desacuerdo, dos personas abrigan diferentes opiniones. Ellas expresan sus opiniones pero aceptan que cada una tiene derecho a tener sus puntos de vista. En una discusión, cada uno está tratando de convencer al otro de que tiene la razón. Pero en una pelea, entra la violencia y ambas partes utilizan palabras acaloradas para dejar clara su posición. La gente termina diciendo cosas para herir los sentimientos de los demás. En el calor del momento decimos muchas cosas que no son ciertas y que son descorteses. Más tarde nos arrepentimos de lo que hemos dicho, pero para entonces ya el daño está hecho. Se dice que la lengua hiere más que el filo de una espada. La herida de una espada puede sanar, pero la herida de las palabras de alguien que rompe nuestro corazón, no es fácil de olvidar. Debemos medir nuestras palabras cuidadosamente. Si podemos discrepar entre nosotros calmada y pacíficamente, eso es aceptable. No debemos nunca dejar que nuestras diferencias lleguen al nivel de una pelea. Debemos mantener el control de nuestra lengua y tratar de guardar la ecuanimidad y la disciplina en nuestras discusiones con los demás. Si lo podemos hacer, encontraremos que nuestros asuntos se resolverán con cordialidad y no lastimaremos ni seremos lastimados en el proceso. Es solo al hacer una profunda introspección, que nos damos cuenta del número de veces en el día que pensamos mal de los demás. Muchos de nosotros tenemos el hábito de desearles el mal a otros. Puede ser que no estemos en verdad actuando, pero sí deseándole mala suerte a esa persona. Alguna gente desea que algo malo les ocurra a los demás o que tengan un accidente. Otros, desean que los demás pierdan su riqueza o posesiones. Algunas veces esperamos que alguien no logre la meta que trata de alcanzar, creyendo que así vamos a tener una mejor oportunidad nosotros de alcanzarla. Si estamos celosos de los demás, deseamos que tengan mala suerte y que nosotros, por el contrario, buena suerte. Una vez nos volvemos conscientes de este hábito, podemos ponerle freno a tales pensamientos cuando aparezcan. El remedio, para esta falta, es pensar que todos pertenecemos a una gran familia. Rara vez les deseamos mala suerte a nuestros familiares más cercanos, tal como al esposo, padres e hijos. Si podemos expandir el amor que tenemos por nuestra familia a toda la creación, esto nos ayudará a superar la tendencia negativa de desearle el mal a los demás. La forma más común de violencia en pensamiento es criticar a los demás. Lo hacemos de palabra y, con igual vehemencia, en pensamiento. Si observamos el patrón de nuestros pensamientos en el día, encontraremos que criticamos a todo el que se nos atraviesa en el camino. Pensamos en lo mal que alguien hizo su trabajo, la manera tonta como actuó o cuán incompetente es alguien más. Mantenemos una crítica mental permanente en el día, por muchas personas. Nuestra mente nos tiene tan atrapados en este mal hábito, que incluso criticamos a nuestros seres queridos. Pensamos mal de ellos. Cuando sucede algo que no nos gusta, también, pensamos lo peor de aquellos que tanto amamos. *** El panorama pasajero de la vida está lleno de muchas personas y problemas. Si dejamos que nuestra mente se deje atrapar convirtiéndose en un comentarista permanente de todas las palabras y acciones de los demás, no seremos más que una grabadora reproduciendo cada evento que ocurre. Cada una de nuestras respiraciones es preciosa. Si malgastamos esta vida, quién puede saber ¿qué será de nosotros en la próxima? Debemos preocuparnos por nuestra propia salvación. Debemos preocuparnos por nuestro propio progreso espiritual. Dejen que los demás hagan lo que quieran. Dejen que los demás digan lo que deseen. Debemos permanecer concentrados y enfocados en nuestro propio viaje espiritual de regreso a Dios. No hemos sido contratados por Él para criticar a nadie. Dejemos que Dios sea el juez de cada persona. Seamos los jueces de nosotros mismos. Si con la misma severidad que analizamos y criticamos a los demás lo hacemos con nosotros mismos, descubriremos cuántas fallas tenemos. Si trabajamos en corregirlas, haríamos mucho más progreso en el viaje a nuestro Hogar. Reemplacemos todos los pensamientos, palabras y obras negativos, con pensamientos no-violentos. Miremos con compasión los errores y faltas de los demás. Cuando los niños o los bebés cometen errores, no los criticamos. Los miramos con compasión y comprendemos que tienen que cometer muchos errores para aprender. Del mismo modo, los otros están en diferentes etapas de su jornada espiritual. Si ellos cometen errores, tratémoslos con amor y compasión. Si podemos cultivar la no-violencia en nuestra vida diaria, encontraremos cuan complacido estará Dios y Él verterá sobre nosotros más y más de Su gracia. Nos convertiremos en una morada de paz y tranquilidad para aquellos que nos rodean. Le estaremos ayudando a Dios al volvernos colaboradores conscientes de Su plan divino. Le estaremos ayudando a Él a aliviar el sufrimiento de Sus hijos. Por último, se acelerará nuestro progreso y se nos sumarán todas las demás virtudes. Si cada uno de nosotros pudiera alcanzar esta meta añorada, este planeta entraría en una Edad Dorada en la que no habría ni guerras ni conflictos. No habría más derramamiento de sangre ni sufrimiento. Tendríamos un mundo en el que sólo habría soluciones pacíficas para los problemas y conflictos. Sant Darshan Singh oró por un mundo así, y tengo la esperanza de que durante mi vida y la de ustedes, veamos que esto se convierta en realidad. Dejemos que este verso de Sant Darshan Singh encuentre su realización: De amanecer en amanecer, hablemos de paz y escuchemos Su mensaje de amor, Las nubes cargadas de lluvia de Sawan han envuelto la taberna del tiempo. ¡OH Tabernero, deja que la copa de amor circule, circule y circule! § Veo la Luz de Dios en todo Sant Kirpal Singh Ji Maharaj Introducción por Líder de Grupo: En ocasiones podemos pensar que al contenernos en no reaccionar ante una situación violenta somos cobardes. Pero actuar de una manera no violenta nada tiene que ver con permitir que no se haga justicia. Sant Darshan Singh Ji Maharaj ha escrito: “Ahimsa solo la puede practicar un hombre valiente. Un hombre débil jamás podrá practicarla. Ahimsa es el principio del más valiente de los valientes”. Aquí Sant Kirpal Singh Ji nos proporciona una parábola instructiva acerca de esta verdad esencial. Nos cuenta una historia maravillosa de compasión y correcto entendimiento, aunque se relacione con la guerra y la acción militar. Sant Kirpal Singh Ji Maharaj: Puesto que todas las almas son de Dios y Él es quien da la vida, ¿por qué, entonces, vamos a lastimar a alguien? Ahimsa o no-violencia es por lo tanto considerada como el precepto central de la religión. Si atesoran amor mantendrán no-violencia sólo. Si yo les amo, naturalmente, amaré a sus hijos. Dónde hay amor, hay ahimsa y devoción. . . . La motivación viene del amor a Dios, cuyo poder trabaja en todo. Les di un ejemplo de cómo debemos aprender a alimentarnos los unos a los otros extendiendo nuestros brazos, para así acabar el sufrimiento y el hambre de la humanidad. Cuando se le preguntó a Cristo sobre cómo debiéramos comportarnos, él dijo: “Ama a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”, y “Ama a tu prójimo como a ti mismo”; y ¿de los enemigos? Dijo: “Ama a tu enemigo”, porque Dios también está en él, aunque pueda estar en la dirección equivocada por algún malentendido, puede que viva en el error, pero Dios vive en él. Había un seguidor del Gurú Gobind Singh, Bhai Kanehiya, que sirvió en el ejército del Gurú. Su deber era servir agua a quienes estaban en batalla. Sin hacer distinción entre amigo o enemigo, él ofrecía agua a todos los que se la pedían. Este hecho fue reportado al Gurú—Bhai Kanehiya está dándole agua a los soldados enemigos que caen heridos, y ellos, después de refrescarse, empiezan a luchar otra vez. Con gran dificultad, los soldados del Gurú derribaban a sus enemigos, pero Bhai Kanehiya los revivía y los ponía de nuevo en pie. Bhai Kanehiya fue llamado e indagado por su conducta. “Maestro”, dijo, “veo la Luz de Dios en todos. No veo amigos ni enemigos, sólo te doy agua a ti”. El Gurú dijo que solo Bhai Kanehiya seguía acertadamente sus enseñanzas. Entonces le entregó, una caja con primeros auxilios también y le pidió aplicar bálsamo y vendas a las heridas al mismo tiempo que ofrecía su agua. Este es el punto de vista de aquellos que tienen experiencias internas. Si ahimsa y devoción llegan a ser innatos en el hombre, los conflictos en la vida desaparecerán. Se dice que San Juan una vez fue invitado a predicar en una escuela de niños. Él era un anciano. Con gran dificultad levantó la cabeza y dijo: “Muchachos, ámense los unos a los otros”. Después de una pausa de un minuto dijo de nuevo: “Muchachos ámense los unos a los otros”, y luego por tercera vez dijo lo mismo. En seguida se quedó en silencio. Cuándo el director de la escuela le preguntó si predicaría algo más, San Juan dijo, que había impartido toda la enseñanza necesaria. “Ama y todas las cosas vendrán por añadidura”. Esta es la esencia de las enseñanzas de todas las grandes almas. § Crea un puente Sant Darshan Singh Ji Maharaj Introducción por el líder de grupo: Ahimsa o No-violencia ha sido exhortada por los santos y sabios de todas las épocas como la más alta virtud de la humanidad, Sant Rajinder Singh Ji ha dicho: “Es ahimsa o no-violencia la que nos vuelve verdaderos seres humanos—los seres humanos que Dios quiere que seamos”. También ha escrito: “Si caminamos el sendero de la no-violencia, el mundo entero estará más cerca de nosotros y nosotros más cerca de él. Viviremos nuestra vida, entonces, para servir a cada ser humano con quien compartimos el planeta. Los conflictos, las tensiones, y las guerras desaparecerán, y si estamos en paz con nosotros mismos, nuestras comunidades, nuestras naciones, y el mundo entero estará en paz”. Eliminar los defectos y remplazarlos por virtudes divinas es el trabajo de cada peregrino espiritual. Aunque el trabajo no es fácil, Sant Darshan Singh Ji Maharaj nos dice que si llegamos a la presencia de un Maestro Espiritual Viviente nuestro éxito está asegurado. Sant Darshan Singh Ji Maharaj: Hay dos cualidades que se oponen en este mundo: lo sutil y lo tosco. Si queremos movernos hacia lo sutil, si somos lo suficientemente inteligentes—y en la literatura Sufí, inteligencia significa inteligencia espiritual que es sinónimo de amor—, entonces, tenemos que depurarnos de lo que es material y burdo. Embebernos de los atributos que asociamos con lo divino. Para hacer esto, tenemos que buscar a alguien que se haya vuelto uno con Dios. Si deseamos llegar a ser uno con nuestro Creador, si deseamos la unión con nuestro Amado, si buscamos alcanzar nuestro Hogar eterno y vivir en su bienaventuranza, tenemos que buscar un Maestro viviente perfecto. Tal ser es un depósito de todas las virtudes divinas. Si entramos en contacto con alguien que sea perfecto, se crearán los medios por los cuales podemos vencer nuestros defectos. Se Creará un puente de ojo a ojo, de corazón a corazón, y de alma a alma. Si podemos conectar dos estanques, el agua comenzará a fluir del más alto hacia el más bajo. De igual manera, cuando se establece el enlace viviente entre un alma realizada en Dios y nosotros, es natural que los atributos de quien es superior fluyan hacia el inferior. Es por estos medios que absorbemos la divinidad y las virtudes y comenzamos a deshacernos de nuestras debilidades. Cuando este proceso prosigue y nuestros defectos son remplazados, poco a poco, por virtudes divinas, comenzamos a ver sin imperfecciones a quienes nos rodean. § Citas: “Es ahimsa o no-violencia la que nos vuelve verdaderos seres humanos—los seres humanos que Dios quiere que seamos”. “Si caminamos el sendero de la no-violencia, el mundo entero estará más cerca de nosotros y nosotros más cerca de él”. Si estamos en paz con nosotros mismos, nuestras comunidades, nuestras naciones, y el mundo entero estará en paz”. Dejen que los demás hagan lo que quieran. Dejen que los demás digan lo que deseen. Debemos permanecer concentrados y enfocados en nuestro propio viaje espiritual de regreso a Dios. Si podemos cultivar la no-violencia en nuestra vida diaria, encontraremos cuan complacido estará Dios y Él verterá sobre nosotros más y más de Su gracia. Puesto que todas las almas son de Dios y Él es quien da la vida, ¿por qué, entonces, vamos a lastimar a alguien? Cristo dijo: “Ama a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”, y “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” ¿Y qué de los enemigos? “Ama a tu enemigo”. De amanecer en amanecer, hablemos de paz y escuchemos Su mensaje de amor, Las nubes cargadas de lluvia de Sawan han envuelto la taberna del tiempo. ¡OH Tabernero, deja que la copa de amor circule, circule y circule! “Ahimsa (o no-violencia) entonces, es el aspecto práctico de una vida divina, y una fruta que crece en el Árbol de la Vida".