Ref 60-CAS-2006

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Ref 60-CAS-2006
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
once horas y treinta y tres minutos del día veinticinco de octubre de dos mil seis.
El anterior recurso de casación ha sido interpuesto por el Licenciado Víctor Hugo
Polanco Calderón, en su calidad de Defensor Particular, contra la sentencia definitiva
condenatoria pronunciada por el Tribunal Primero de Sentencia de Santa Ana, a las nueve
horas con treinta minutos del día cinco de enero del corriente año, en el proceso penal
instruido contra WILLIAM ALEXANDER MARROQUIN ZARCEÑO, por el delito de
HOMICIDIO SIMPLE Art. 128 Pn., en perjuicio de Jorge Alberto González o Jorge
Humberto González Sarmiento.
Examinado el recurso y habiéndose cumplido con los requisitos que establece el Art. 423
Pr. Pn., ADMÍTESE éste por el único motivo alegado.
RESULTANDO:
I) Que mediante sentencia relacionada en el preámbulo, se resolvió: "...FALLAN.---A)
MODIFÍCASE la calificación legal de los delitos de HOMICIDIOS AGRAVADOS a
HOMICIDIO SIMPLE; B) CONDENASE al imputado WILLIAM ALEXANDER
MARROQUIN ZARCEÑO, de generales al inicio de la presente resolución definitiva, en su
condición de autor directo del delito de HOMICIDIO SIMPLE, previsto y sancionado en el
Art. 128 Pn., cometido en perjuicio del derecho a la vida del señor JORGE ALBERTO
GONZÁLEZ o JORGE HUMBERTO GONZÁLEZ SARMIENTO, a cumplir la pena
principal de 20 AÑOS DE PRISIÓN...".
II) Del examen del recurso se ha podido constatar que el defensor invoca un motivo de
casación, argumentando lo siguiente: "...INSUFICIENCIA DE LA FUNDAMENTACIÓN
DE LA SENTENCIA CONDENATORIA DICTADA POR NO HABER OBSERVADO EN EL
FALLO LAS REGLAS DE LA SANA CRITICA CON RESPECTO A MEDIOS Y
ELEMENTOS PROBATORIOS DE VALOR DECISIVO, VICIO QUE OCASIONÓ LA
INOBSERVANCIA DEL INCISO FINAL DEL ART. 162 CPP. FUNDAMENTACIÓN:
Como es del dominio profesional, las reglas que integran el sistema de valoración de la
prueba de la sana crítica son: las reglas de la LÓGICA, DE LA PSICOLOGÍA Y LA
EXPERIENCIA COMÚN. Para efectos del presente recurso, me interesan las reglas de la
lógica y específicamente, el Principio Lógico de Razón Suficiente y de la Experiencia
Común. El principio Lógico de Razón Suficiente, consiste en que para que algo sea o no
sea de cierto modo, tiene necesariamente que existir una razón suficiente.... Lo cual
ocurrió cuando el tribunal sentenciador al momento de valorar la prueba inmediada
afirma categóricamente que con la prueba tanto testimonial, pericial y documental
incorporada en la vista pública, tuvo por establecida tanto la existencia del delito como la
autoría de mi patrocinado en el mismo, pues dicho tribunal sentenciador otorgó valor
probatorio al acta mediante la cual se procedió al secuestro de las ropas de mi
patrocinado por considerar que dicho acto fue realizado bajo los parámetros legales
mencionando como bases legales los artículos 234, (que cabe mencionar que dicha
disposición no regula nada que tenga aplicación en este caso, pues se refiere a otras
situaciones del accionar policial) 244 incs. 1º y 2º CPP, es decir, que atribuye esta
diligencia a una actividad policial, la cual al examinar el expediente respectivo esta
afirmación está alejada de la verdad. Puesto que este acto fue ejecutado por disposición
del agente auxiliar del Fiscal General de la República licenciado Jaime Alfredo Vanegas
Pérez, y lo realizó bajo la forma de una inspección corporal, tal y como aparece en el acta
de fs. 9, fundamentando su actuar en los artículos 84, 85 y 238 CPP, es decir que en
ningún momento puede afirmarse por parte del Tribunal que este secuestro fue actividad
policial, lo cual está permitido en casos especiales y al ser un acto fiscal éste está sometido
al control jurisdiccional, tal y como lo establecen los artículos 84, 167 y 270 CPP, por lo
tanto al sujetarse su actuar a estas disposiciones legales, esta diligencia se convirtió en un
mero acto de investigación de acuerdo al tenor del artículo 268 inc. 2º en relación con el
art. 276 inc. 2º ambos CPP., estas actas carecen de valor para probar hechos en el juicio,
por lo tanto el tribunal de Sentencia no debió otorgar valor probatorio a esa diligencia,
contenida en el acta de fs. 9, así como también a lo que fuere su consecuencia en este caso
concreto y particular a la experticia realizada para establecer análisis comparativo de
ADN, afirmo lo anterior porque al ser despojado de su ropa WILLIAN ALEXANDER
MARROQUIN ZARCEÑO, no se le dio cumplimiento a lo establecido en el Art. 270 y 271
CPP, puesto que al ser un acto de investigación fiscal debió garantizarse la presencia de
un defensor para el incoado, lo cual en este caso no se hizo, pues consta en el expediente
que el señor Juez Cuarto de Paz de Santa Ana, suspendió el anticipo de prueba ante la
imposibilidad de obtener, entiéndase nombrar un defensor público al imputado, aparece un
acta que respalda mi afirmación donde consta que por ser uno de mayo, día de asueto, las
instalaciones de la Procuraduría General de la República en la ciudad de Santa Ana,
estaba cerrada y por lo tanto, fue imposible, contactar con algún defensor público...; es
indiscutible que frente a la recolección de prueba, debe respetarse sin discusión alguna el
derecho de defensa sobre todo en este caso que la prueba a recolectarse era de cargo o
incriminatoria para mi patrocinado y en este caso se utilizó para validar una experticia
que sirvió de fundamento para una sentencia condenatoria, en su contra, quedando claro
que tanto la recolección como el ingreso de esta prueba al proceso no cumplió con las
exigencias previstas tanto en la constitución como en la ley procesal penal, constituyendo
de manera clara y meridiana un caso de prueba prohibida, ya que no puede sostenerse que
esta situación, sea una insignificante deficiencia, sin relevancia procesal, si ha motivado o
fundamentado una condena para el señor Marroquín Zarceño; pues como han sucedido los
hechos que han rodeado esta diligencia tampoco puede aplicarse lo establecido en el
artículo 15 inc. 5º CPP, ya que el vicio de esta prueba no es de carácter procesal es decir
no haber sido incorporada al proceso con las formalidades prescritas en el CPP, sino que
constituye violaciones a derechos fundamentales establecidos en la Constitución,
concluyendo que excluida la fuente probatoria también debe excluirse cualquier
manifestación de ésta, es decir, toda aquella prueba originada por medio o procedimientos
ilícitos, sin dejar de mencionar que en el presente caso, además de la recolección de
prueba ilícita, nunca se pudo establecer con certeza que pantalón es el que vestía el día de
los hechos el ahora condenado, puesto que al contrastar el contenido de las actas de fs. 8
(acta de aprehensión); acta de fs. 9 (acta de despojo de ropa realizado por el fiscal) y la
experticia de fs. 52, en la primera se dice que vestía con pantalón color negro, en la
segunda que el pantalón era verde y en la experticia que el pantalón era de color café, por
lo tanto surge la duda de si el pantalón atribuido a mi patrocinado era el que tenía
manchas de sangre del occiso, esto fue consecuencia de la forma inadecuada en que se
guardó la cadena de custodia, en este caso pues el supuesto secuestro se realizó el día uno
de mayo de dos mil cinco y la ratificación del secuestro se hizo hasta el día tres de agosto
de dos mil cinco, violando con ello, lo establecido en el artículo 180 inc. 2º CPP, que
establece que deberá hacerse dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, tal violación
trajo como consecuencia el desorden con que se manejó los objetos secuestrados, al grado
de atribuirle a mi patrocinado ropa que vestían otras personas, y no él, al momento de su
captura, llegando al extremo de perderse evidencia como lo es una gorra con manchas de
sangre la cual no fue sometida a experticia, mencionada en el acta de fs. 8. Siendo
semejante evidencia la que fue enviada para realizar el análisis comparativo de ADN, que
como ya lo expresé al tener origen viciado la recolección de esas prendas de vestir, el
tribunal sentenciador no debió atribuirle valor probatorio a tal análisis por ser su origen
cuestionado. Puesto que como se puede aseverar que las prendas analizadas son las
mismas de las que fue despojado el imputado el día uno de mayo de dos mil cinco, cuando
la inspección corporal fue realizada por el agente del ministerio público fiscal; por lo
tanto soy del criterio, que el tribunal sentenciador al efectuar el ejercicio mental tratando
de subsumir la conducta exteriorizada por el encausado en el tipo penal acusado, debió de
haber aplicado de forma correcta las reglas de valoración de la prueba en base a las
reglas de la sana crítica tal y como lo establecen los arts. 362 no. 4 in fine y 162 ambos Pr.
Pn....".
III) Por su parte el Lic. Leonel José Orellana López, fiscal, al ser emplazado manifestó lo
siguiente: "...La defensa cita en el recurso interpuesto que existe una diligencia que se
realizó en la que no existió un control jurisdiccional al haberse secuestrado las ropas del
incoado sin mediar tal control a lo anterior cabe señalar que la actividad ejecutada por el
ente fiscal en este caso se hizo al haber agotado primeramente la realización de la
diligencia en la que el señor Juez Cuarto de Paz de esta ciudad no realizó la misma por la
inasistencia del defensor de parte de la Procuraduría General de la República...ante tal
situación, es decir ante la negativa de parte del tribunal de realizar la diligencia el ente
fiscal realiza la diligencia sin vulnerar derecho alguno del imputado, ya que como se
acreditó los mismos imputados entregan voluntariamente las ropas, se les consigue otras
ropas para que queden debidamente vestidos lo cual quedó documentado conforme al Art.
123 y 124 Pr. Pn., es decir, de esa manera voluntaria de entregar las ropas, de ahí que de
no realizarse tal diligencia no hubiese podido haberse practicado la diligencia de prueba
de ADN que diere positivo a la sangre del ahora occiso en la ropa del imputado, el señalar
de parte de la defensa que era imposible que apareciera un defensor a la diligencia, ya que
era fin de semana lo cual no hace más que conducirnos al desconocimiento de parte de la
defensa y que tanto el ente fiscal, los juzgadores, la procuraduría y demás
operadores del sistema siempre queda una persona pendiente de realizar tales
diligencias y apersonarse como tal.--- De más está señalar que el haberse realizado esta
diligencia documentándose la misma, realizando la diligencia de experticia de ADN e
incorporándose dicha diligencia de manera legal bajo los supuestos de pertinencia y
relevancia, prueba que fue mediada, se sometió a contradicción en ese sentido es
pertinente señalar que las mismas fueron y merecieron fe al juzgador quienes no
evidenciaron defectuosidad alguna en dicha prueba, así mismo y en el mismo orden de
ideas es señalado en relación al secuestro mismo la solicitud de secuestro fue hecha en
tiempo es decir el dos de mayo del dos mil cinco, no obstante ello la defensa misma de
manera más confundida que otra cosa indica que la solicitud se hizo fuera de tiempo, al
hacer alusión al dos de agosto de dos mil cinco, cuando lo que se remite materialmente en
esa fecha no son sino las ropas que fueran secuestradas oportunamente de ahí que la
referida ropa se envió al Laboratorio de la División Policía Técnica y Científica de la
Policía Nacional Civil para su análisis serológico respectivo tal y como lo establece el art.
244 inc. último del Código Procesal Penal, se remitió al Juzgado, en ese sentido lo que ha
existido es una tergiversación de datos de parte de la defensa o un mal entendido no
obstante ello volvemos a reiterar que el proceso de admisión y valoración de la prueba ya
tuvo su momento, su oportunidad lo cual no resulta por medio de este proceso....".
IV) El recurrente alega insuficiencia en la fundamentación de la sentencia, por no haber
observado en el fallo las reglas de la sana crítica con respecto a medios o elementos
probatorios de valor decisivo, vicio que ocasionó la inobservancia del inciso final del Art.
162 Pr. Pn.. La disconformidad radica en que el fiscal secuestró la ropa del imputado, sin
mediar un control jurisdiccional, otorgando el tribunal sentenciador valor probatorio al acta
donde consta el procedimiento de dicho secuestro, sin darle cumplimiento a lo establecido
en los Arts. 270 y 271 Pr. Pn., puesto que al ser un acto de investigación fiscal debió
garantizarse la presencia de un defensor; asimismo expresa, que no se logró establecer con
certeza que el pantalón que vestía el imputado era el que tenía manchas de sangre, al
consignarse en las actas de aprehensión, de despojo de ropa y la experticia, colores
diferentes, por lo tanto surge la duda que el pantalón atribuido al encartado era el que tenía
manchas de sangre del occiso, esto fue consecuencia de la forma inadecuada en que se
guardó la cadena de custodia, pues el secuestro se realizó el uno de mayo de dos mil cinco
y la ratificación se hizo hasta el tres de agosto del mismo año.
Esta Sala estima pertinente recordar que el Art. 180 Pr. Pn., faculta a la
Fiscalía para proceder, en casos de urgencia, al secuestro de los objetos que puedan servir
como medio de prueba, es por ello que el fiscal, amparado por dicha facultad, efectuó tal
diligencia. La disposición regula, además, que el secuestro deberá ratificarse dentro de las
cuarenta y ocho horas siguientes.
Cabe indicar, que el plazo fijado para ratificar el secuestro pertenece a la categoría de
plazos ordenatorios, pero no reviste el carácter de perentorio, pues el legislador no ha
establecido efectos vinculados al incumplimiento de dicho término. Siendo que la
ratificación extemporánea es un error relativo a la observancia de formalidades, vicio que
no afecta derechos fundamentales y garantías procesales de las partes. De tal manera, que
es la afectación a un derecho fundamental lo que atribuye el carácter ilícito, a cualquier acto
de investigación o elemento probatorio, caso en que debe excluirse, supuesto que no es
aplicable a la situación estudiada.
Por otra parte, del estudio del proceso, se ha podido constatar que el fiscal solicitó practicar
el anticipo de prueba de inspección corporal en el imputado por atribuírsele el delito de
Homicidio Agravado, a fin de proceder al secuestro y recolección de prendas de vestir que
presentaban manchas de color pardorojizas al parecer sangre, para efectuarle los análisis
serológicos correspondientes. Sin embargo, la práctica de ese anticipo se suspendió por la
inasistencia del defensor público solicitado, quien no pudo ser localizado en la sede de la
Procuraduría General de la República. En virtud de ello, el fiscal procedió –previo
consentimiento del imputado- a secuestrar la vestimenta. La cual fue entregada a la
División Policía Técnica y Científica de la Policía Nacional Civil, el dos de mayo de dos
mil cinco, para que se realizara el análisis respectivo, determinándose que dicha evidencia
resultó positiva a la presencia de sangre.
Asimismo, cabe acotar, que en el dictamen acusatorio, fs. 26, se ofreció dentro de la prueba
documental el auto de ratificación de secuestro, decretado por el Juez Cuarto de Paz de
Santa Ana, el cual fue admitido por el Juzgado Segundo de Instrucción, tribunal que es el
encargado de coordinar y controlar los actos de la fase sumaria, con facultades para admitir
la prueba legal, útil y pertinente, ofrecida por las partes, esto con la finalidad de preparar la
subsiguiente etapa del juicio en donde debe inmediarse la prueba; sin que conste que la
defensa alegara su inconformidad con la ratificación del secuestro. Igualmente, se advierte
que el Tribunal Primero de Sentencia de Santa Ana, ordenó la incorporación parcial de la
prueba documental, -contando para ello con la anuencia de las partes-, entre ésta, el referido
auto de ratificación de secuestro.
En virtud de todo lo expuesto, no es atendible el reclamo sostenido por la defensa, pues no
es procedente la ilicitud alegada, al haberse introducido legalmente la prueba recolectada en
la diligencia antes mencionada, tampoco se advierte ninguna violación a garantías
fundamentales.
Respecto a la diferencia de colores del pantalón tipo jeans secuestrado a Marroquín
Zarceño, si bien es cierto se da el error de consignar diversos colores en las respectivas
actas, también es cierto, que no fue la única prenda secuestrada al imputado, pues consta
que además, le decomisaron un par de calcetines color blanco y un par de zapatos tipo tenis,
en los cuales se determinó la presencia de sangre. Al practicarse el análisis comparativo de
ADN, se estableció que la probabilidad de que la sangre encontrada en las evidencias
provengan de la víctima Jorge Sarmiento o Jorge Sarmiento González Sarmiento es de
99.99999999%. Con base en lo anterior, esta Sala considera que la diferencia de colores
antes citada, no es de tal relevancia para generar la duda que pretende el recurrente, ya que
se comprobó que las otras prendas propiedad del imputado tenían manchas de sangre con
igual perfil genético que el de la víctima.
El Tribunal a quo consideró que los elementos probatorios aportados al proceso eran
suficientes para establecer la participación delincuencial del imputado y arribar a un fallo
condenatorio al valorar lo siguiente: "...Es innegable que con la acción atribuida al señor
MARROQUIN ZARCEÑO se obtuvo un resultado homicida, el cual se encuentra
ampliamente documentado, siendo las principales probanzas: la inspección y
reconocimiento legal de cadáver, la inspección corporal, el resultado de Análisis de
serología y resultado comparativo de A.D.N., así como las autopsias practicadas por el
doctor ARNOLDO OMAR MENDOZA RUIZ, se ha comprobado con la prueba pericial
practicada a las ropas del señor MARROQUIN ZARCEÑO fueron compatibles con la
sangre de la víctima GONZALEZ SARMIENTO concluyéndose entonces que fue la persona
que le causó la muerte a esta persona, presentando un tanatocrodiagnóstico de trece a
quince horas de fallecido, presentando destrucción completa craneofacial...."; por lo que se
estima que la sentencia impugnada se presenta fundamentada y es lógica en sus
consideraciones, por cuanto está constituida por argumentaciones razonables deducidas de
las pruebas aportadas al proceso y de las conclusiones que en virtud de ellas se
determinaron.
Esta Sala considera que los jueces, han aplicado correctamente las reglas de la sana crítica,
por lo que no existe la falta de fundamentación alegada por el recurrente; pues son
precisamente dichas reglas las que permitieron a los juzgadores hacer los análisis
correspondientes respecto al elenco probatorio que desfiló durante la vista pública, y en ese
sentido dar credibilidad a la prueba de cargo en la que sustentan el pronunciamiento
recurrido. No se advierte, por ende, la existencia del vicio invocado, ya que las
argumentaciones del fallo son razonables y derivan válidamente de las pruebas legalmente
introducidas al debate, las cuales fueron valoradas conforme a las reglas antes
mencionadas.
Por lo anterior, y no existiendo el vicio alegado por la defensa del imputado, se estima
procedente declarar sin lugar el recurso de casación.
POR TANTO:
De conformidad a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 50
Inc. 2º, 357, 407, 421, 423 y 427 Pr. Pn., en nombre de la República de El Salvador, esta
Sala RESUELVE:
a. DECLÁRESE NO HA LUGAR A CASAR la sentencia de mérito, por el motivo
invocado.
b) Remítase el proceso al tribunal de origen, para los efectos legales
consiguientes.
c) Notifíquese.
GUZMAN U. D. C.--------------------R. M. FORTIN H-------------------M. TREJO-----------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN--------RUBRICADAS----------ILEGIBLE.
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