Ambientación: Vamos a acompañar a Jesús en este camino de la Cruz ayudados de algunas reflexiones que Nuestro Padre Fundador, Francisco Palau, nos trae en Lucha del alma con Dios y en el Mes de Mayo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo. Amen. “Yo amo a mi Iglesia, tanto como a mi misma sangre” Yo soy la medicina para todo mal y yo soy el que te he comunicado esas llagas que tanto te atormentan. Si tú sientes la perdición de tu madre y hermanos, yo siento incomparablemente más que tú la perdición de mi esposa e hijos. Padre Eterno, yo en nombre de todos os pido misericordia. Yo estoy dispuesto a recibir sobre mí todos los ultrajes que los hombres merecen por sus pecados. Padre Santo yo pagaré sus deudas” dice Jesús. Canto: Perdona a tu pueblo Señor. Oración inicial: Jesús mío Redentor del mundo, Cordero enviado por el Padre para quitar sus pecados; en vuestra mano está la salvación de nuestra madre la Iglesia y sólo Vos nos podéis salvar del príncipe de las tinieblas. También nosotros nos queremos ofrecer al Padre para que, muriendo contigo, resucitemos a una nueva vida. Yo en nombre de todos, os pido misericordia y perdón por nuestros pecados. 2 Primera estación: Jesús comienza su pasión en el huerto de Getsemaní Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Contemple cómo para pagar a su Padre y satisfacerle por nuestro descuido en orar por nuestra salvación, se postra en el huerto de Getsemaní. ¡Qué tedios, qué tristezas, qué angustias de muerte las vuestras, Oh mi Jesús, al veros por nuestras maldades, ingratitudes y descuidos! Fue tal su agonía que rompió en un sudor de sangre tan copioso, que llegaron las gotas a correr hasta la tierra. Padre Nuestro... Señor, pequé ten misericordia de mí… Canto Segunda estación: Judas traiciona a su Maestro Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: Habiéndole Judas vendido a los príncipes de los sacerdotes, a los escribas y fariseos, vino una turba con linternas, hachas y armas para prenderle. Cuál lobos carniceros se echaron sobre Él y le ligaron con cordeles dándoles mil empujones, bofetadas, puntapiés, escupiéndole en la cara y, haciéndole mil insultos, burlas y desprecios le llevaron con algazara a la casa de Anás. 3 Mire cómo la traición de Judas satisface por tantas traiciones. Observe cómo para obligar a Su Padre a que nos arranque de la tiranía en que nos tiene el príncipe de las tinieblas, Jesús se deja atar y encadenar. Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto Tercera estación: Jesús es condenado a muerte Te adoramos oh Cristo y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: Yo me ofrezco a recibir sobre mis espaldas todos los azotes, penas y castigos que vuestra justicia deja caer sobre ellos. Padre santo, yo pagaré sus deudas, aunque sea sufriendo la muerte más afrentosa. No puedo menos de ofrecer mi vida por su salvación. Padre, yo os ofrezco ésta mi vida por mis ovejas. Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto 4 Cuarta estación: Ahí está Jesús el Cordero que quita los pecados del mundo Te adoramos oh Cristo y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: ¡Tanto es lo que nos ama! está preparado para recibir cualquiera, por horroroso que sea, el castigo, y sufriría muy gustoso una muerte, la más cruel por la salud de su pueblo. Dice Jesús: “tengo hecha a la Iglesia depositaria de todos mis méritos. Entregué a ella mi cuerpo, mi sangre, mi todo, y lo entregué también a todos y a cada uno de sus hijos. Ahí tenéis mi cuerpo y mi sangre para la redención del mundo.” Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto Quinta estación: De la casa de Anás a la casa de Caifás. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: Allí se reunieron los sacerdotes, escribas y fariseos para juzgar la causa de Jesús, y todos a uno voz le declararon reo de muerte por haber blasfemado contra Dios. Y le pusieron en la cárcel donde lo restante de la noche fue objeto de irrisión y mofas: “Si eres profeta adivina quién es el que te ha pegado”. ¿Veis cómo el buen 5 Jesús sufre gustoso el ser en un tribunal de la tierra condenado a muerte por blasfemo para daros satisfacción por vuestros pecados? Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto Sexta estación: De la casa de Caifás le condujeron a la de Pilatos. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: Mirad pues, Señor, a Jesús cómo es metido en la cárcel por vuestra mano justiciera para sacar de ella a su esposa la Iglesia. ¿No veis cuán caras paga las burlas de sus malos hijos? De casa de Caifás le condujeron a la de Pilatos, presidente por los romanos, quien sabiendo que Jesús era de Galilea le envió a Herodes y éste teniéndolo por demente, le puso una túnica blanca y rasgada en señal de loco, y como tal es paseado por las calles de Jerusalén. Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto 6 Séptima estación: Pilatos no encuentra condenación alguna para Jesús. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: Pilatos no hallando en Jesús causa de muerte ni de castigo alguno y deseando sacarle de las manos de sus enemigos, tanteó el medio de entregarle a la brutalidad de los soldados para que estos le azotaran, a fin de procurarle por este medio la consideración del pueblo, pero esto forzó más su gritería diciendo: “Crucifícale, crucifícale” Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto Octava estación: Jesús carga con la cruz. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: “Verdaderamente Señor, habéis tomado sobre Vos todas nuestras enfermedades y lleváis nuestros dolores. Verdaderamente pagáis a Vuestro Padre todas las deudas que con su justicia han contraído y pueden contraer los pecados de los hombres”: Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto 7 Novena estación: Jesús es clavado en la cruz. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: Llegado Jesús a la montaña santa del calvario, le quitaron todos sus vestidos, le volvieron a poner en su cabeza una corona de espinas, y con gruesos clavos le fijaron en la cruz abriendo en su cuerpo cuatro caudalosos ríos de sangre, y le levantaron en los aires como trofeo de la victoria que contra Él pensaban haber conseguido. ¡Oh bálsamo precioso, oh eficaz y única medicina para curar las llagas de mi afligida madre la Iglesia! ¡Oíd, oh Padre, los gritos que os da en nuestro favor la sangre de vuestro Hijo, oíd y no podréis menos de derramar vuestra misericordia sobre estos tus hijos! Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto Décima estación: En la cruz Jesús dice: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen” Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: “Perdónales sus pecados que son la causa de los terribles azotes que descargáis sobre ellos, pues que yo 8 he recibido sobre mis espaldas todos lo que ellos merecían. No los abandonéis Padre, pues por su causa he sido abandonado de Vos. Todas sus deudas yo os las pago, y para esto me ofrezco a morir por sus pecados. Perdónales, Padre mío, porque no saben lo que hacen” Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto Décima primera estación: En la cruz Jesús dice: “Dios mío ¿por qué me has abandonado?” Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: “Padre ¿por qué me habéis abandonado? Miradme en esta cruz sin recibir consuelo alguno ni de mis discípulos que se han dispersado, ni de mi Madre cuyas amarguras vienen a refluir en mi corazón, ni aún de Vos mismo Padre mío. Más todo lo sufro gustoso para que no abandonéis a mi pueblo.” Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto 9 Décima segunda estación: La obra de Jesús ha terminado Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: Jesús un rato antes de morir dijo: “Todo está consumado”. Se concluyó en la cruz la obra de la redención, el mundo ya es salvo, el poder del infierno ya está destruido. Padre Eterno, Jesús ha subido al árbol de la cruz, ha extendido en ella sus brazos y, abrazándose con su esposa, la Iglesia, la ha sacado de la esclavitud, ha curado sus llagas con su sangre, ha lavado sus manchas dejándola más blanca que la nieve. Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto Décima tercera estación: Jesús muere en la cruz Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: “E inclinando la cabeza, expiró”. Uno de los soldados abrió con la lanza su costado y salió sangre y agua. Este es el precio con que compraste nuestras almas en la cruz y con este precio habéis redimido a todas las naciones. ¡Oh mi Jesús, Vos sabéis cuán agradecido estoy por nuestra salvación, quiero con Vos ofrecerme al Padre como víctima de expiación! 10 Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto Décima cuarta estación: María al pie de la cruz. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo Reflexión: En la muerte de su Hijo, María recibió en su corazón los golpes terribles que caían sobre Él. La lanza traspasó su alma y no se intimidó, ni se acobardó, ni desfalleció. Al pie de la cruz ofreció en sacrificio voluntario a sí misma y a su Hijo. Quiso ser, con su Hijo, nuestra corredentora. Muerto Jesús, María sufrió la persecución que vino sobre la Iglesia recién nacida y sufrió por nosotros un martirio espiritual que duró toda su vida, y le sostuvo con un ánimo siempre grande, varonil y heroico. Padre Nuestro... Señor, pequé, ten misericordia de mí… Canto: Dolorosa de pie junto a la cruz… Oración final: Sólo Vos sois Santo y lleno de bondad. Y todas las naciones vendrán y adorarán delante de Vos porque habéis manifestado la severidad y misericordia de 11 vuestros juicios. Nos habéis redimido Señor con la sangre del Cordero. Amén. Sugerencias de nuestro Padre Fundador para vivir este tiempo santo: Nos dice: “Jesús crucificado en su cuerpo moral es el objeto de toda la solicitud y cuidado del alma. Hija, gloríate de hallarte digna de sufrir alguna cosa por Jesucristo. Contempla y medita en Jesús crucificado el cuerpo moral suyo que es la Iglesia llagada por las herejías, errores y pecados, y en fruto de esta meditación, nota bien lo que te voy a decir: rendida al pie de la cruz, adórala y ofrécete, date y entrégate toda a Él, para que en ti, por ti y contigo haga lo que le plazca. Ofrécete en el santo sacrificio juntamente con Jesús en expiación de tus culpas y de las de todo el mundo. Negocia en el cielo la cura y el alivio de Jesús paciente en su cuerpo místico crucificado”. (Carta 39, 40 y 41) Nota: Este viacrucis fue extraído de Lucha del Alma con Dios, entre las páginas 200 - 209 y del Mes de Mayo Comunidad Noviciado, Medellín Un aporte en este año Bicentenario. 12