Subido por Cecilia Tercero

VÍA CRUCIS JUVENIL

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DIÓCESIS DE QUICHÉ JORNADA DIOCESANA DE LA
JUVENTUD
REGIÓN IXCÁN 2023
VÍA CRUCIS JUVENIL
JDJ IXCAN 2023
Monición:
Vamos iniciar El Vía Crucis con la experiencia de los cuatro puntos
cardinales mayas, la cruz de los cósmicos y los cuatros puntos del
universo, el Centro va hacer el punto de inicio y
final. La Cruz, es
Cristo y es el principio y fin de la de la vida.
Todos vamos a participar rezando las estaciones del Vía Crucis
pueden estar de pie o sentados. En los cuatro puntos cardinales y en
el centro se colocan las velas y Antorchas.
• Este – Rojo
• Norte – Blanco
• Centro – Azul y Verde
• Oeste – Negro
• Sur – Amarillo
1. EL CENTRO
Todos giramos hacia el Centro, símbolo de la Fidelidad a la unidad
y a la fraternidad universal, (velas verde y azul).
Ahora encendemos las velas verde y azul, escuchamos el
significado, nos volvemos hacia el centro cósmico, la elevamos y
oramos.
En el centro cósmico está la vida, la vida del hombre y de la mujer,
de los antepasados y de los seres vivientes actuales, el verde
representa la abundancia de las cosechas, el corazón de la tierra, y
la azul representa el cosmos la plenitud de la vida, el corazón del
cielo. Es el lugar donde se encuentran Dios y la humanidad. La
mirada hacia los hermanos nos enciende en amor y solidaridad,
ahora sabemos que no estamos solos, somos muchos y vamos
caminando juntos, que estamos en comunión con Dios Padre y
Madre, corazón del cielo y corazón de la tierra, Dios del Cerca y del
Junto.
Lectura de primera y segunda Estación
2. EL ESTE
Todos giramos hacia el Este, lugar de salida del sol, del origen de la
Vida (Vela Roja, el color del sol al amanecer).
Invitación:
Ahora encendemos la vela roja y nos volvemos todos hacia donde
nace el sol, escucharemos el significado y luego elevaremos la vela
y nuestras manos hacia Dios, origen de la vida.
(hacemos una reverencia)
Lecturas de tercera, cuarta y quinta estación.
3. EL OESTE
Todos giramos hacia el oeste, como signo de reconciliación con la
historia humana y con el cosmos (Vela negra)
Invitación:
Ahora encendemos la vela negra y nos volvemos todos hacia dónde
cae el sol, tomemos conciencia de los pasos destructivos que hemos
dado contra toda forma de vida, y las veces que hemos sido
indiferentes. Rezamos por todas las situaciones de nuestras familias
y nuestros pueblos y pedimos que amanezca, que aparezca la
aurora, que resucitemos. Y luego elevaremos la vela mientras
escuchamos.
(hacemos una reverencia)
Lecturas de sexta, séptima y octava estación:
4. EL NORTE
Todos giramos hacia el Norte, pidiendo perdón para aquellos que
matan y comprometiéndonos con la vida (vela blanca)
Invitación:
Ahora encendemos la vela blanca, escuchemos el significado
mientras nos volvemos hacia el Norte, la elevamos y oramos. Del
norte vinieron las corrientes opresoras que nos esclavizan. No
aceptamos esta injusticia, pero si nos pidiesen perdón les
ofreceríamos la oportunidad de restaurar juntos la creación que ha
sido herida, para recuperar la justicia y su propia humanidad.
Nosotros jóvenes seguiremos comprometidos con la vida, la libertad
y la dignidad de nuestros pueblos para contrarrestar: la pobreza, la
violencia, las guerras.
(hacemos una reverencia)
Lecturas de novena, decima y undécima estación.
5. EL SUR
Todos giramos hacia el Sur, que ofrece hoy un futuro de solidaridad
y justicia (vela amarilla).
Invitación:
Ahora encendemos la vela amarilla, escuchamos el significado, nos
volvemos hacia el sur la elevamos y oramos.
El sur lugar de la abundancia, de grandes selvas y montañas, signo
de abundancia y prosperidad, el viento del sur nos trae la fragancia
de la esperanza para los pobres, la fuerza de los que sufren, la unión
de los pequeños. Rezamos para un mundo de libertad y de dignidad,
de mujeres nuevas y de hombres nuevos, ayúdanos a sembrar la
semilla de un futuro justo y digno para todos. (Hacemos una
reverencia)
Lecturas de doce, trece, catorce.
Ultima estación regresar al Centro.
Finalización de las Vía Crucis
6. Saludo de
paz
Se intercambia un signo de paz, de acuerdo a la cultura – una
reverencia, un signo en la frente, un abrazo.
Primera estación:
La agonía de Jesús en el huerto
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de San Lucas (22,39-44).
Salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos y lo
acompañaron los discípulos… Luego se alejó de ellos… y se puso a
orar de rodillas, diciendo: ‒ “Padre, si quieres, aparta de mí esta
amargura prueba; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Se
le apareció entonces un ángel para confortarlo; él, en su angustia
mortal, oraba con mayor insistencia y comenzó a sudar gruesas
gotas de sangre, que caían hasta el suelo.
Palabra del Señor.
Reflexión
Getsemaní es siempre recuerdo de silencio, de oración, de
sufrimiento. Nuestras familias, nuestros hospitales y centros de
salud… se han convertido, en vez de una esperanza de vida, en
lugares de sufrimiento, de agonía, de muerte. Todo esto se debe ante
tantos hechos de corrupción, malversación de fondos e impunidad,
que afecta a las instituciones gubernamentales, se hacen evidentes
las carencias y el abandono de los servicios públicos. La atención
sanitaria en los hospitales y en los centros de salud son deficientes;
no se cuenta con medicinas y en repetidas ocasiones hay que
soportar el maltrato del personal de turno.
Nosotros como discípulos de Jesucristo ¿Cuál es nuestra actitud ante
el dolor y sufrimiento de tantos hombres y mujeres que tenemos en
nuestras comunidades? (Breve silencio).
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Segunda estación:
Jesús es traicionado por Judas y arrestado:
La corrupción, cáncer social
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del evangelio de san Mateo 26,14-16.47-50
Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, se dirigió a los
sumos sacerdotes y les propuso: —¿Qué me dan si lo entrego a
ustedes? Ellos se pusieron de acuerdo en treinta monedas de plata…
Estando Jesús en el Huerto con sus discípulos, llegó Judas
acompañado de gente armada de espadas y palos... El traidor les
había dicho: Al que yo bese, ése es; arréstenlo. Enseguida,
acercándose a Jesús le dijo: —¡Buenas noches, maestro! Y le dio un
beso. Jesús le dijo: —Amigo, ¿a qué has venido? Entonces se
acercaron, le echaron mano y arrestaron a Jesús.
Palabra del Señor
Reflexión
Judas es un personaje que no ha muerto. Sigue vivo. En nuestro
tiempo actual, Judas representa a todos aquellos que siguen
maltratando, condenando y asesinando a los inocentes; siguen
traicionando y vendiendo a nuestros pueblos. Como ciudadanos,
lamentamos ver el gobierno de ladrones, corruptos y narcos,
convirtiendo nuestro país en el reinado del crimen y de la injusticia,
del desorden social y de la prepotencia de los corruptos y criminales.
Ante esta situación actual de nuestro país, agravada por el “Pacto de
los Corruptos” tenemos que ser realistas, pero sin perder la alegría,
la audacia, y la entrega esperanzada.
Como jóvenes y pueblo en general ¿qué estamos haciendo para
luchar y combatir la corrupción que poco a poco va matando y
destruyendo la vida de nuestros pueblos? ¿Somos sensibles ante
este cáncer social? ¿Qué hacemos para cambiar esta historia?
(breve silencio).
Oración
En silencio, oremos por los corruptos para que salgan de su interés
egoísta; y nosotros que no nos dejemos contagiar por este cáncer
que mata la vida social. Momento de silencio para que cada uno ore.
Gloria…
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mi
Tercera estación:
Jesús es condenado a muerte
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de San Marcos (15,12-13.15)
Pilato respondió otra vez: —¿Y qué [quieren] que haga con el [que
llaman] rey de los judíos? Gritaron: —¡Crucifícalo! Pilato, decidido a
dejar contenta a la gente, les soltó a Barrabás y a Jesús lo entregó
para que lo azotaran y lo crucificaran.
Palabra del Señor.
Reflexión
La presencia de Jesús se hace ya insoportable para los poderosos
de su época. Su amor a los pobres, su identificación con el pueblo
sencillo lo hacen un personaje peligroso. Los poderosos se
desinteresan de los problemas del pueblo, principalmente de los
pobres, por eso condenan a Jesús. Esta historia es la misma que
viven nuestros pueblos. Hay mucha pobreza por la indiferencia que
existe en el corazón del ser humano. En nuestro pueblo de Quiché,
la pobreza continúa siendo el telón de fondo de nuestra realidad
social. Esta pobreza se manifiesta no sólo en la falta de ingresos
suficientes en las familias, sino en las carencias sociales como
insuficientes establecimientos educativos, falta de recursos
humanos, materiales. Los pobres son los condenados a muerte de
nuestro mundo de hoy.
Como hermanos, que formamos una sola familia, ¿con qué mirada
vemos la realidad de la pobreza que azota a nuestros pueblos? ¿Con
una mirada indiferente, como los poderosos y ricos, o con una mirada
como la de Jesús, lleno de amor, de compasión y de misericordia?
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de m
Cuarta estación:
Jesús lleva la Cruz
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de san Marcos (15,20)
Terminada la burla, le quitaron la púrpura, lo vistieron con su ropa y
lo sacaron para crucificarlo.
Palabra del Señor.
Reflexión
Cruz no sólo significa madero. Cruz es todo lo que dificulta la vida.
Entre las cruces, la más profunda y dolorosa está arraigada en el
interior del hombre. Es el pecado que endurece el corazón y pervierte
las relaciones humanas y también las relaciones con nuestra
naturaleza. En esta estación queremos resaltar el problema que está
viviendo nuestra madre tierra. Hay un grave deterioro ambiental por
falta de conciencia y educación y no se ha puesto suficiente atención
al tema ecológico. El manejo inadecuado e inexistente de la basura
provoca tanta contaminación de nuestros ríos. La explotación
irracional de los recursos naturales, la tala de árboles, el contrabando
de madera, el uso excesivo de insecticidas y abonos químicos, los
incendios forestales, son agresiones fuertes al medio ambiente.
Hoy nuestra casa común nos pide un gesto de bondad. Como
discípulos de Jesús ¿estamos dispuestos a responder el clamor de
nuestra madre tierra haciendo compromisos serios por la defensa del
territorio y los recursos naturales?
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Quinta estación:
Jesús se encuentra con su madre
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de San Lucas (2,34-35)
Simeón los bendijo y dijo a María, la madre: —Mira, este niño está
colocado de modo que todos en Israel o caigan o se levanten; será
signo de contradicción y así se manifestarán claramente los
pensamientos de todos. En cuanto a ti, una espada te atravesará el
corazón.
Palabra del Señor.
Reflexión
Silenciosa y desgarrada por el dolor, María encuentra a su hijo. La
vida de María es imagen en la vida de tantas mujeres de nuestros
pueblos que sufren. Es lamentable ver que en Quiché se manifiestan
situaciones dolorosas, pues la mentalidad sigue siendo machista y
en algunos casos agravados por el alcoholismo, y la mujer es la que
sufre todas las consecuencias. Así mismos se dan fuertes
situaciones de marginación y exclusión. La realidad de la mujer en
nuestras comunidades sigue marcada por la violencia intrafamiliar, el
acoso y el abuso sexual, así como la explotación laboral; pero resulta
más indignante el poco acceso a la justicia y a la salud integral
indispensable y acorde a su gran dignidad. Es alarmante que entre
los rostros más pobres y más excluidos se encuentre la mujer
indígena y del área rural.
Como imagen y semejanzas de Dios ¿Trabajamos por la promoción,
defensa y dignidad de la mujer o somos indiferentes a su situación?
Oración
Señor, te pedimos por todas las mujeres que sufren discriminación
de género, desigualdad, prejuicio. Por aquellas que luchan en las
tinieblas del abuso, de la pobreza, la soledad, la violencia, la trata, la
esclavitud. Concédeles tu Espíritu, para que, con tu luz y tu fortaleza,
digan Sí a una nueva vida. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
Gloria…
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Sexta estación:
Simón Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de San Marcos 15,21
Pasaba por allí de vuelta del campo un tal Simón de Cirene, padre
de Alejandro y Rufo, y lo forzaron con la cruz.
Palabra del Señor.
Reflexión
Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo
obligaron a que llevara la Cruz. Jesús nos invita a imitar al cirineo,
ayudando con misericordia a cargar la cruz del más débil, del
necesitado. Jesús se identifica muchas veces con las familias de hoy,
que necesitan también ser ayudadas. Vemos serias amenazas y
debilidades que les afligen: la pobreza, migración, desintegración, la
violencia intrafamiliar, el abuso sexual, el reúso de dar en adopción a
los hijos, casos de depresión y frustración, que ha llevado a ciertas
personas al suicidio. Varias familias se ven afectadas por el
alcoholismo, consumo de droga, el mal uso de los medios de
comunicación, que limita los espacios para el diálogo familiar.
Como Iglesia de Quiché ¿acompañamos a las familias a llevar la cruz
de cada día con la fuerza de la fe y del amor o somos indiferentes a
la realidad que viven?
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Séptima estación:
Verónica enjuga el rostro de Jesús
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de san Mateo 25,37-40
Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te
alimentamos, sediento y te dimos de beber, emigrante y te recibimos,
desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y
fuimos a visitarte? El rey les contestará: Les aseguro que lo que
hayan hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo
hicieron a mí.
Palabra del Señor.
Reflexión
La actitud de Verónica nos invita a vivir la compasión evangélica en
gestos concretos de amor al otro. Manifestándolos de distintas
maneras, incluso en la política. El Papa Francisco nos dice que: “La
política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la
libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse
verdaderamente en una forma eminente de la caridad”. Sin embargo,
vivimos en una sociedad fragmentada por la política partidista, que
sigue siendo, en muchos casos, una actividad al servicio de intereses
de los mismos partidos políticos, en vez de estar al servicio del bien
común. Los falsos ofrecimientos y el clientelismo se repiten en cada
proceso electoral, y ocasionando más divisiones en las comunidades.
Hemos rozado la amenaza de una fractura institucional; vivimos en
una coyuntura donde la incertidumbre ocupa el lugar de la esperanza.
En este año electoral, roguemos por los futuros gobernantes para
que nos gobiernen bien. Para que lleven a nuestra patria, a nuestra
nación, adelante; que exista la paz y el bien común; que tengan un
corazón capaz de servir al pueblo con honestidad y justicia.
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Octava estación:
Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de san Lucas 23,27-28
Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres llorando y
lamentándose por él. Jesús se volvió y les dijo: mujeres de
Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus
hijos.
Palabra del Señor.
Reflexión
El llanto de las mujeres es el mismo llanto de tantos hombres y
mujeres que lloran la muerte de sus seres queridos, consecuencia de
un país en donde ya no se respeta la vida. Vemos que la cultura de
la muerte sigue creciendo en nuestro país: hay tanta violencia
intrafamiliar, violencia entre pueblos, asesinatos, suicidios, aumento
del aborto. Ante esta realidad, como discípulos de Jesucristo, nos
comprometemos a defender la vida como valor único y no
negociable; y manifestamos nuestro desacuerdo ante todo aquello
que atenta contra la vida del ser humano. Como jóvenes después de
la JDJ Ixcán 2023 ¿qué otros compromisos podemos hacer para
transformar los signos de muerte y construir signos de vida y
esperanza?
Oración
Pidamos a Dios, autor y dueño de la vida, que se respete la vida,
desde su concepción hasta la muerte natural, y que no se atente
contra la integridad y dignidad de las personas. Por eso, digamos
todos: Gloria…
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Novena estación:
Jesús cae bajo el peso de la cruz
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del libro del profeta Isaías 53,4-5
“… soportó nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores, lo
tuvimos por un contagiado, herido de Dios y afligido. Él, en cambio,
fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros
crímenes. Sobre él descargó el castigo que nos sana y con sus
cicatrices nos hemos sanado”.
Palabra de Dios.
Reflexión
Jesús bajo el peso de la Cruz cae y cae para poder venir a nuestro
encuentro; él nos mira para que despierte nuestro corazón, que
muchas veces se ha convertido en un corazón duro e indiferente ante
las necesidades de los demás. Quiere que sigamos su ejemplo de
dar la vida por los demás, de servir al prójimo, como Él mismo nos ha
dicho: “yo no he vendo para ser servido, sino para servir. En nuestros
pueblos, valoramos la entrega de tantos hombres y mujeres, jóvenes
y niños, cristianos o no cristianos, dedican, incondicionalmente, su
vida al servicio de los demás; vemos en nuestras comunidades del
Quiché la entrega de tantos laicos comprometidos, hombres y
mujeres; sacerdotes, religiosos, religiosas, que, en el silencio de su
trabajo, han dejado huella y sembrado la semilla del Reino de Dios,
incluso hasta la entrega de su vida, entre ellos el Padre Guillermo
Woods y el padre Lorenzo. Como jóvenes, sigamos nosotros su
ejemplo hoy, venzamos nuestros miedos a la entrega y seamos
valientes en decir un SÍ total a Cristo. Momento de silencio.
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Decima estación:
Jesús es despojado de sus vestiduras
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de san Juan 19,23-24
Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron su ropa y la
dividieron en cuatro partes, una para cada soldado; tomaron también
la túnica. Era una túnica sin costuras, tejida de arriba abajo, de una
pieza. Así que se dijeron: —No la rasguemos; vamos a sortearla, para
ver a quien le toca. Así se cumplió lo escrito: Se repartieron mi ropa
y se sortearon mi túnica. Es lo que hicieron los soldados.
Palabra del Señor.
Reflexión
Jesús, desnudo, herido, desolado al pie de la cruz, se hace solidario
de tantos hombres y mujeres despojados de sus derechos a lo largo
de la historia. En nuestra diócesis del Quiché, muchos jóvenes y
niños son despojados de la educación, se vive una situación de
analfabetismo considerable, llaga que el pueblo ha cargado desde
hace décadas, fruto de la exclusión social impuesta por los gobiernos
y unida a la situación de pobreza que atraviesan muchas familias. En
cuanto a la educación formal, se puede detectar en varias
comunidades que la educación pública es deficiente y de mala
calidad, con pocos recursos económicos y pedagógicos; la mayor
parte de edificios públicos no ofrecen las condiciones dignas. Muchos
niños y jóvenes tienen interés en estudiar, pero no cuentan con
recursos. Como discípulos de Jesús ¿ayudamos a nuestra juventud
y a la niñez a estar de pie, acompañándolos en su proyecto de vida
o somos indiferentes a la falta de oportunidades que la sociedad les
brinda?
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Undécima estación:
Jesús es clavado en la Cruz
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de san Lucas 23,33-34
Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, los crucificaron a él y
a los malhechores: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús dijo:
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Palabra del Señor
Reflexión
Jesús no desciende, no abandona la cruz. Permanece obediente
hasta el fin. Ama y perdona, pero también hoy, como Jesús, muchos
hermanos nuestros son crucificados por tantas injusticias en nuestro
país, por tanta violencia, tanta delincuencia, extorciones, que
atemorizan, privan la libertad de tantas personas. La violencia
creciente, en la que más y más jóvenes se ven implicados por su
participación en maras, nos indica que algo está pasando. La
delincuencia común es un signo de un deterioro en la calidad de vida
y en la vigencia de los valores sociales. Lamentamos que no existe
una verdadera seguridad en nuestro país para proteger la vida de la
persona y de un pueblo. Como discípulos del Señor ¿qué estamos
haciendo para construir una verdadera paz en nuestro país y en
nuestras comunidades?
Oración.
Señor, Danos la paz que promete tu Evangelio, aquella que el mundo
no puede dar. Enséñanos a construirla como fruto de la Verdad y de
la Justicia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Gloria al Padre…
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Duodécima estación
Jesús muere en la Cruz
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del evangelio de san Marcos 15,33-37
Al mediodía se oscureció todo el territorio hasta media tarde. 34 A
esa hora Jesús gritó con voz potente: Eloi eloi lema sabaktani, que
significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Algunos
de los presentes, al oírlo, comentaban: —Está llamando a Elías. Uno
empapó una esponja en vinagre, la sujetó a una caña y le ofreció de
beber diciendo: —¡Quietos! A ver si viene Elías a librarlo. Pero Jesús,
lanzando un grito, expiró.
Palabra del Señor.
Reflexión
Jesús muere en la indiferencia y en el desprecio total mientras sus
adversarios se burlan de él. Jesús muere gritando su pena, el
abandono en el que lo dejan; la indolencia frente al sufrimiento
inocente. En esta estación recordamos a nuestros hermanos
migrantes. Desde hace muchas décadas, los habitantes de nuestras
comunidades se han visto forzados a dejar su familia y su tierra,
buscando oportunidades laborales para mejorar sus condiciones de
vida. También algunas familias en nuestro departamento han tenido
que lamentar el deceso de algún familiar migrante en el camino o
mueren en las calles sin trabajo, salud, ni derechos. Lamentamos
también que por falta de trabajo se da la explotación laboral y la trata
de personas, especialmente con señoritas, expuestas la explotación
sexual, sin garantías de sus derechos laborales y con largas horas
de trabajo.
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Decima tercera estación:
Jesús es bajado de la Cruz
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de san Juan 19,38-40
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de
Jesús, por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el
cadáver de Jesús. Pilato se lo concedió. Él fue y se llevó el cadáver.
Fue también Nicodemo, el que lo había visitado en una ocasión de
noche, llevando cien libras de una mezcla de mirra y áloe. Tomaron
el cadáver de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los perfumes,
según la costumbre de sepultar que tienen los judíos.
Palabra del Señor.
Reflexión
José de Arimatea se preocupa del cuerpo sin vida de Jesús. Muchos
hombres y mujeres luchan también por la vida de nuestros pueblos;
mientras que otros solo piensan por ver a nuestras comunidades sin
vida. En nuestro País existen algunas instituciones gubernamentales
y no gubernamentales, pero no todas han dejado resultados
concretos en nuestras comunidades. Las autoridades encargadas de
implementar y promover programas de Desarrollo Integral no realizan
proyectos eficaces en beneficio de las comunidades. Muchos
proyectos que fueron inaugurados han quedado inconclusos, debido
a que son espacios de corrupción y de manipulación de los políticos
en las campañas electorales.
Lamentamos también la fragmentación de nuestra sociedad, y
también al interior de nuestras comunidades eclesiales, ante las
demandas sociales y políticas de la población; a muchos cristianos
les es indiferente la postura profética de la Iglesia en una sociedad
marcada por las injusticias y desigualdades. Preguntémonos: ¿cómo
podemos sembrar la justicia en nuestro pueblo? Momento de
silencio.
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí.
Decima cuarta estación
Jesús es sepultado
- Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos.
- Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Del Evangelio de san Juan 12,24-26
Les aseguro que, si el grano de trigo caído en tierra no muere, queda
solo; pero si muere, da mucho fruto. El que se aferra a la vida la
pierde, el que desprecia la vida en este mundo la conserva para una
vida eterna.
Palabra del Señor.
Reflexión
El sepulcro es la última etapa del morir de Cristo en el curso de su
vida terrena; es signo de su sacrificio supremo por nosotros y por
nuestra salvación. En esta estación recordamos también la memoria
de Beatos nuestros mártires. El Quiché se bañó en sangre martirial,
testimonio de la madurez de la fe que habían adquirido sus laicos y
de la fidelidad al Evangelio y a Jesús de parte del pueblo de Dios.
Son testigos de la fe. Ellos que dieron su vida por el Evangelio en la
Iglesia en todo el Quiché. La memoria de la entrega de su vida nos
motiva a seguir adelante, a mirar el futuro con confianza, a poner sus
vidas ante nuestros ojos como ejemplo de fidelidad en la adversidad
y la persecución. Su vida y su muerte nos recuerdan la vida y muerte
del mismo Jesús y su resurrección. La intercesión de los Mártires nos
sostiene y anima a trabajar por una vida más digna y plena para
todos.
Oración
Señor, Padre misericordioso: Gracias por tu Hijo Jesucristo, El
Testigo fiel. Gracias por quienes, como Faustino, Juan y José María,
movidos por tu Espíritu, son en la tierra testigos de tu Amor. Gracias,
porque, sintiendo con Cristo, el Buen Pastor, dieron su vida por los
pobres. Gracias por el testimonio de su vida y su sangre derramada.
Glorifícalos, Padre, en tu Nombre. Dánoslos como intercesores ante
Ti, para que en todas partes se haga presente tu Reino de Justicia,
de Amor y de Paz. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén
Gloria...
- Señor pequé,
- Ten piedad y misericordia de mí
Decima quinta estación
Cristo vive y te quiere vivo
Del Evangelio según san Marcos Mc 16,1- 6
En aquel tiempo, María Magdalena, María la de Santiago y
Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy
temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al
sepulcro. Y se decían unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de
la entrada del sepulcro?». Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida
y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven
sentado a la derecha, vestido de blanco. Y quedaron aterradas. Él les
dijo:
«No tengáis miedo. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? Ha
resucitado. No está aquí. Mirad el sitio donde lo pusieron.
Reflexión
Gracias, Señor, porque al romper la piedra de tu sepulcro nos
trajiste en las manos la vida verdadera, no sólo una expresión más
de vida, sino la dignidad de ser hijos, como la zarza ardiendo que no
se consume, así es la misma vida de quien que vive Dios.
Gracias por este gozo, gracias por esta vida eterna que nos hace
inmortales, gracias porque al resucitar inauguraste la nueva
humanidad y nos pusiste en las manos esta vida multiplicada, este
milagro de ser hombres y mujeres en camino de salvación, esta
alegría de sabernos partícipes de tu triunfo, este sentirnos y ser hijos
y miembros de tu cuerpo hecho hombre y Dios resucitado.
ORACIÓN FINAL
Señor y Dios nuestro, fuente de alegría y de esperanza, hemos
vivido con tu Hijo los acontecimientos de su muerte y
Resurrección; haz que la juventud a través de la contemplación de
estos misterios nos llene de tu gracia y nos capacite para dar
testimonio de Jesucristo en medio del mundo.
Te pedimos por tu Santa Iglesia: que sea fiel reflejo de las huellas
de Cristo en la historia y que, llena del Espíritu Santo, manifieste
al mundo los tesoros de tu amor, santifique a tus fieles con los
sacramentos y haga partícipes a todos los hombres de la
resurrección eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria…
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
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