Melilla eltelegrama, domingo 8 de enero de 2012 Los bereberes de Nador exigen que se detenga la arabización marroquí Docenas de concentraciones y manifestaciones de ciudadanos de etnia bereber se han desarrollado estos días en protesta por la política de arabización que sufren desde hace siglos. En los disturbios han ardido al menos veinte vehículos de la policía marroquí y se han practicado más de cincuenta detenciones. Durante esta semana los graves disturbios se han expandido por las ciudades de Nador, Alhucemas, Taza, Beni-Guayeich, Amakan Dum e Idari. El caldo de cultivo originado desde hace siglos por la política de arabización social impulsada desde el Gobierno de Rabat ha originado que las asociaciones sociales bereberes hayan tomado cuerpo y anuncian para el próximo día 19 de enero una gran marcha en la ciudad de Nador para homenajear a los miles de bereberes asesinados en la masacre de 1984 por el gobierno del Rey Hassan II. La marcha programada tendrá como objetivo llegar a Melilla con el objetivo de pedir asilo y así conmemorar la matanza que en el año 1984 hubo por parte del régimen de Hassan II, donde en aquel año los estudiantes de Nador se manifestaron y fueron tiroteados desde helicópteros y murieron al menos mil jóvenes y otros muchos desaparecieron. Se prevé que el tramo más delicado podría ser cuando la marcha alcance el cementerio de la ciudad, que se encuentra a la salida de Nador y donde están enterradas en fosas comunes principalmente estas víctimas de la primera revuelta bereber en siglos. Imposición Árabe Desde la edad antigua son los verdaderos pobladores de todo el norte de África, actualmente superan los dieciséis millones de habitantes asentados entre Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto, no les gusta que se les llame bereberes -que es el nombre latino de este pueblo dado por los conquistadores romanos y que significa ‘bárbaros’, y se llaman a sí mismos ‘imazighen’. Los pueblos amazigh adoptaron la religión cristiana hasta que en en siglo VII fueron invadidos e islamizados por los árabes. Una época donde destacaban por su máximo desarrollo, muestra de ello, es que dieron tres emperadores romanos, -Septimo Severio, Macrino y Caracalla- así como dos Papas de la Iglesia Católica -Gelasio I y Melquíades-, por si fuera poco también bereber era el santo de la iglesia católica llamado San Agustín. A partir del año 642 los amazigh empezaron a sufrir las primeras invasiones militares procedentes de la península arábiga y con ellas la imposición de una nueva religión y cultura. La nueva fe penetraría en casi todos los segmentos de la sociedad imazighen complicando la convivencia de ambas sociedades y siguió un largo proceso con revueltas de carácter social tan profundamente enraizado y radicalmente opuesto a los nuevos órdenes. En el año 670, al trasladarse el califato de Medina a Damasco, los Omeyas reconocieron la necesidad estratégica de dominar el Mediterráneo e iniciaron un esfuerzo militar y civil de arabización de las tribus bereberes del África del Norte y un gran ejército árabe ocupó todo el norte de África llamando a la región ‘el magreb’, que en árabe significa ‘el occidente’. Desde entonces, las tensiones entre los árabes y los verdaderos habitantes de la región, los bereberes, se fueron agravando a causa de que los primeros trataban a los segundos como musulmanes de segunda clase, y en el peor de los casos, llegaba a esclavizarlos, circunstancias que dieron origen a múltiples revueltas. La masacre de 1984 Ya en el siglo XX y a raíz de la descolonización del norte de África, y el nacimiento de los estados de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto, el pueblo bereber vio la oportunidad de desquitarse de la opresión árabe, y las diferentes comunidades empezaron una tibia reclamación de su cultura e idioma frente a una política milenaria de constante imposición de una cultura extraña. Sin embargo estas reclamaciones de libertad fueron respondidas con masacres como la ocurrida durante el día 19 de enero de 1984 en la ciudad de Nador donde el Rey de Marruecos Hassan II ametralló y asesinó a más de mil personas que se manifestaban por el centro de la ciudad en reclamación de los derechos del pueblo amazigh.