ARTÍCULO CLÍNICO Osteodistrofia Renal secundaria a Riñón Displásico Ectópico Congénito. Renal Osteodystrophy secondary to congenital ectopic dysplastic kidney. Natalia Hofmann U.1, Violeta Rivas P.1, Javiera Hansen S.1, Annabella Castaldini L.1, Andrea Abásolo G.2, Álvaro Vásquez P.3 (1) Interna de Medicina, Universidad de Concepción, Chile. (2) Pediatra. Servicio Pediatría Hospital Clínico Regional de Concepción, Chile. (3) Médico Cirujano, Servicio de salud Maule, Chile. Recibido el 20 de agosto de 2010. Aceptado el 20 de diciembre de 2010. INTRODUCCIÓN Osteodistrofia Renal (ODR) es el término usado para describir las alteraciones osteoesqueléticas que acompañan la progresión de la insuficiencia renal crónica (1). Se clasifica en enfermedad de alto recambio, consecuencia del hiperparatiroidismo secundario, y en enfermedad ósea de bajo recambio (osteomalacia, y enfermedad adinámica) (2). La Insuficiencia Renal Crónica Terminal (IRCT), es un problema de salud pública mundial, con una incidencia y prevalencia crecientes, pronóstico pobre y alto costo. En USA, la prevalencia de IRCT es de 1.131 pacientes por millón de población y la incidencia es de 296 nuevos pacientes por año por millón de población (pmp). En los menores de 18 años la incidencia es de 8,3 pmp. En Chile, hay 10.400 personas en hemodiálisis, niños y adultos, con una tasa de 648 pmp y en peritoneo diálisis, cerca de 427 pacientes. Las malformaciones renales congénitas son anomalías frecuentes que afectan a más del 1% de la población. Junto con las malformaciones de las vías excretoras, son la principal causa de insuficiencia renal crónica infantil. Las principales etiologías de enfermedad renal crónica en el recién nacido son uropatía obstructiva, nefropatía por reflujo e hipoplasia/displasia (1). compromiso osteoesquelético consistente en retraso de la maduración ósea y deformaciones óseas que comprometen tanto extremidades como eje axial (Figuras 2 y 3). A los 23 meses de vida inicia terapia de sustitución renal con peritoneodiálisis lo que permite un control metabólico adecuado. A los 2 años de edad se realiza estudio radiológico compatible con edad ósea de 3 meses. FIGURA 1. Evolución pondoestatural aplicada a curva de crecimiento para enfermedades renales. Extraído de: Growth in Hypo-/Dysplastic Renal Disorders, F Schaefer et al, Pediatric Nephrology 1995. PALABRAS CLAVE: Osteodistrofia renal, insuficiencia renal crónica, hiperparatiroidismo secundario. PRESENTACIÓN DEL CASO Paciente preescolar, 2 años 1 mes, sexo masculino, primer hijo de padres adolescentes ambos sin antecedentes mórbidos de importancia. Recién nacido de pretérmino 35 semanas de edad gestacional, pequeño para la edad gestacional, con diagnóstico antenatal de oligohidroamnios y malformación nefrourológica consistente en riñón único ectópico displásico con hidroureteronefrosis. En el periodo neonatal inmediato, se realiza diagnóstico de ano imperforado e hipospadia, por lo que se realiza colostomía de descarga a las 24 horas de vida y ureterostomía al mes de edad. Dentro del estudio de malformaciones, se solicita cariograma que resulta 46 XY normal y descarta síndrome cromosómico. El paciente evoluciona con deterioro progresivo de la función renal hasta insuficiencia renal crónica etapa 5 con diuresis residual, la que se maneja médicamente debido a contraindicación de hemodiálisis por bajo peso y de peritoneodiálisis por colostomía y complicaciones locales posteriores. Dentro de su evolución, destacan complicaciones como miocardiopatía dilatada, pancreatitis y múltiples descompensaciones metabólicas. Cursa con importante detrimento pondoestatural (Figura 1) y REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 96 Osteodistrofia Renal secundaria a Riñón Displásico Ectópico Congénito. ARTÍCULO CLÍNICO FIGURA 2. Radiografía de extremidades inferiores en control radiológico de cuerpo completo, febrero 2010. FIGURA 3. Radiografía de columna en control radiológico de cuerpo completo, febrero 2010. FIGURA 4. Fotografía evidenciando deformidades óseas, abril 2010. Al examen físico, se constata paciente atento al medio, pálido, requiriente de apoyo para mantenerse sentado, extremidades deformadas con escasa potencia muscular (Figura 4). Lenguaje correspondiente a lactante de 10 meses. Desde los dos meses de edad el paciente se ha mantenido en tratamiento con calcitriol, pese a lo cual presenta valores permanentemente elevados de PTH e importantes alteraciones en calcio y fósforo. Con los antecedentes mencionados se diagnostica osteodistrofia renal con hiperparatiroidismo secundario. La evaluación nutricional actual informa preescolar en riesgo de desnutrir con talla baja. Actualmente el paciente se maneja con dosis ajustadas de calcitriol y carbonato de calcio, alimentación por sonda naso-gástrica con restricción de fósforo en la dieta y agua libre controlada. Se encuentra además con peritoneo-diálisis intermitente nocturna. En cuanto a su desarrollo psicomotor, es estimulado por un equipo multidisciplinario que incluye fonoaudiólogos, fisiatras y kinesiólogos. REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 97 Osteodistrofia Renal secundaria a Riñón Displásico Ectópico Congénito. Dentro del tratamiento a largo plazo, se evalúa el manejo quirúrgico del hiperparatiroidismo, pues se postula que éste es actualmente independiente del metabolismo fosfo-cálcico, y se trataría de una paratiroides hiperplásica, beneficiándose el paciente con una paratiroidectomía con un posible reimplante de paratiroides remanente. DISCUSIÓN El objetivo de estudio de este caso es dar a conocer las características clínicas, alteraciones bioquímicas e imagenológicas presentes en la osteodistrofia renal, claramente desarrolladas en el paciente en estudio. Con esto se espera fomentar la pesquisa precoz de esta patología para iniciar un tratamiento oportuno e individualizado y así disminuir las complicaciones y secuelas, considerando la alta prevalencia de este cuadro en la población infantil portadora de IRC. En este cuadro se ve alterado, fundamentalmente, el metabolismo calcio-fósforo produciéndose compromiso óseo que se manifiesta como talla baja y deformaciones óseas (1). La primera aproximación diagnóstica se debe hacer con la historia clínica, con el objetivo de diagnosticar la osteodistrofia renal precozmente (3). La presencia de signos y/o síntomas de osteodistrofia renal tales como dolor, impotencia funcional, mialgias, calcificaciones extraóseas, fracturas, etc. son tardíos e inespecíficos y colaboran muy poco en diferenciar las formas de osteodistrofia renal (2,3). La segunda aproximación diagnóstica es con exámenes complementarios. La radiología es un marcador tardío, inespecífico y poco sensible de osteodistrofia renal, pero resulta útil para valorar la repercusión biológica de la misma y algunas de sus complicaciones. De los marcadores bioquímicos disponibles, la parathormona sérica es la que mayor información objetiva aporta. Valores de parathormona por debajo de 120 pg/mL tendrían un elevado valor predictivo para enfermedad ósea de bajo recambio y valores sobre 450 pg/mL lo tendrían para enfermedad ósea de alto recambio. Si junto a los valores de parathormona se cuantifica el aluminio sérico, mejora notablemente la sensibilidad y especificidad diagnóstica (3). Además de la cuantificación de parathormona y aluminio, otros marcadores bioquímicos como calcio, fósforo, bicarbonato, fosfatasa alcalina total, fosfatasa alcalina ósea y osteocalcina aportan información complementaria (3). ARTÍCULO CLÍNICO La tercera y concluyente aproximación diagnóstica es la biopsia ósea (3). En cuanto al tratamiento, el European Pediatric Dialysis Working Group (EPDWG) junto a otros miembros de un grupo multidisciplinario, crearon una serie de guías y recomendaciones basadas en la experiencia clínica y múltiples estudios (4,5) entre las que destaca el control regular de los marcadores clínicos, bioquímicos y radiológicos de la ODR. Asociado a lo anterior, se sugiere corregir la acidosis metabólica y mantener el nivel plasmático de fosfato dentro del rango normal para la edad indicándose limitar la ingesta de fosfato a los niveles recomendados si hay hiperfosfemia y optimizar la eficacia de la diálisis. Asimismo, se sugiere administrar quelantes del fósforo libres de aluminio para el control de la hiperfosfemia. En caso de mala tolerancia oral, anorexia, mala adherencia, se recomienda comenzar precozmente nutrición enteral (sonda nasográstica o gastrostomía). Por su parte, se indicó evitar la deficiencia de vitamina D. Es de importancia prevenir un marcado hiperparatiroidismo en niños con insuficiencia renal crónica. Los niveles de PTH deben mantenerse en 2 - 3 veces el límite superior del rango normal en IRCT. Si la PTH está elevada más de 2 - 3 veces lo normal, administrar metabolitos activos de vitamina D vía oral. No se recomienda iniciar tratamiento con hormona del crecimiento (GH) en presencia de enfermedad ósea por hiperparatiroidismo severo. En caso de hipercalcemia, suspender los metabolitos activos de vitamina D y los quelantes de fosfato que contienen calcio y modificar las soluciones de diálisis. El producto calcio fósforo debe mantenerse dentro de los límites normales, por debajo de 5.0mmol2/l2. Debe considerarse la paratiroidectomía en casos de hiperparatiroidismo grave refractario a terapia, en combinación con deformidades óseas invalidantes, hipercalcemia y/o producto fósforo calcio elevado. La efectividad del tratamiento quirúrgico para tratar el hiperparatiroidismo severo puede obtenerse con paratiroidectomía subtotal o total con auto trasplante de tejido paratiroídeo (5). La cirugía recomendada en estas etapas de autonomía es la extirpación completa de las cuatro glándulas más las posibles en posiciones ectópicas, seguida de autoinjerto en el antebrazo libre de fístula arteriovenosa. Es importante que el injerto corresponda a tejido hiperplásico, ya que si se elije una zona nodular el riesgo de recurrencia aumenta de 1% a 25% (6). BIBLIOGRAFÍA 1. Saieh C, Escala JM. Manual de nefrología y urología pediátrica. En: Saieh C, Escala JM, Editores. Santiago, Chile: Editorial Mediterráneo Ltda.; 2009. p.174-7. 2. Wesseling K, Bakkaloglu S, Salusky I. Chronic kidney disease mineral and bone disorder in children. Pediatr Nephrol. 2008; 23(2):195-207. 3. Cannata J, Diaz C. Osteodistrofia Renal. Etiopatogenia, diagnóstico, prevención y tratamiento. Uninet. First congress of nephrology in internet; 2000. Disponible en http://www.uninet.edu/ cin2000/conferences/cannata/cannata. html [consultado al 30 de junio de 2010] 4. Klaus G, Watson A, Edefonti A, Fischbach M, Ronnholm K, Shaefer F, et al. Prevention and treatment of renal osteodystrophy in children with chronic renal failure: European guidelines. Pediatr Nephrol 2006; 21: 151-9. CORRESPONDENCIA Autor: Natalia Hofmann U. Email: [email protected] Los autores declaran no tener conflicto de interés, en relación a este artículo. 5. González C, Delucchi A. Guías prácticas de osteodistrofia renal en pediatría: recomendación de la Rama de Nefrología Sociedad Chilena de Pediatría. Rev Chil Pediatr 2006; 77(1): 84-91. 6. García M, Martínez C, Claure R, González G. Tratamiento quirúrgico del hiperparatiroidismo secundario a insuficiencia renal crónica. Rev.Chil.endocrinol. diabetes 2008; 4:252-256. REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 98