El camino de la conciencia hacia el conocimiento, en tanto medio para reestablecer la unidad “El sentimiento de la separación es la necesidad; el sentimiento de la superación de esta separación es el goce” (en Sistema de la eticidad, Hegel) El sentimiento práctico está originariamente en la unidad inmediata, o “indiferencia” con la naturaleza; no desea más que lo que se le hace presente como inmediatamente dado y, por lo tanto, no sufre ninguna privación o necesidad. Al permanecer enteramente hundido en la inmediatez de su situación singular en el mundo, no experimenta todavía ningún desgarramiento, pero en esta identidad indiferenciada no se ha formado todavía la conciencia. La conciencia aparece en la primera instancia con la separación y la relación negativa frente a la naturaleza. El desarrollo de la conciencia presupone un salir de la naturaleza, una ruptura de la correspondencia natural del deseo con la inmediatez de lo ya dado. La conciencia es conciencia de una necesidad, o de una carencia, es la insatisfacción frente a lo inmediatamente dado en la naturaleza, y el deseo de suprimir esta desigualdad, o la negación de la diferencia entre lo objetivo y lo subjetivo.” (…) “El punto de partida de Hegel es la naturaleza. El primer momento de la conciencia es el conocimiento de su separación de la naturaleza. Este conocimiento provoca el impulso de suprimir esa separación y de ingresar en sí la naturaleza. La conciencia busca reconocerse a sí misma en el objeto…. Y de esta manera reconstruir la unidad originaria de Sí mismo con el mundo”. Esta es la concepción que está en el trasfondo de la filosofía hegeliana del trabajo según Schlomo Avineri, hegel’s Theory of the Modern State, Cambridge, 1972; citado por Julio De Zan, 2009. En la Fenomenología mostrará Hegel ya de manera más sistemática cómo el deseo radical es, antes que nada deseo de llegar a ser efectivamente sí mismo, búsqueda de la propia identidad del yo; pero no de la pura subjetividad escindida del mundo. La autoconciencia no tiene por objeto el puro yo en su inmediatez, sino que también lo otro, que es el objeto de la conciencia, su mundo, entra en ella como lo diferente de sí misma y “ella es también para sí la unidad de sí misma con esta diferencia”. El deseo es entonces, finalmente, deseo de superación de esta escisión, búsqueda de la unidad: “la autoconciencia sólo está cierta de sí misma mediante la superación de este otro que aparece ante ella como vida independiente; es un deseo” (Fenomenología del Espíritu). El deseo es la inquietud de la conciencia que la impulsa a una acción negadora del objeto como lo en sí, distinto y contrapuesto a la propia conciencia. H. Marcase recurre a esta dialéctica de la acción para formular su propia concepción antropológica: “El acontecer de la vida humana es praxis en el sentido de que el hombre tiene que hacer su propia existencia: tiene que asumirla como tarea y cumplirla. El acontecer del hombre es una continua hacer-acontecer (mientras el acontecer de la realidad del animal es un mero dejar-acontecer: el animal “deja acontecer” su Página 1 existencia de manera inmediata, inclusive cuando “hace” algo, por ej. construir su nido…). El hombre halla continuamente frente a sí una situación de sí mismo y de su mundo que no es inmediatamente la suya, de modo que pudiera simplemente dejar-acontecer su existencia en esa inmediatez; tiene primero que ‘apropiarse’ cada situación, a través de una mediación. Este proceso de mediación (frente al inmediato dejar-acontecer de la existencia animal), es lo que se define mediante el concepto de trabajo (H. Marcase, Ética de la Revolución, Taurus, Madrid, 1969, p. 23-24. en tal sentido solamente el hombre es el ser que no es lo que es, y que es lo que no es, es decir, que no acepta ser identificado sin más con su pasado, sino solamente con el futuro, con la libertad y el proyecto de sí mismo, con lo que quiere ser y está siendo (o haciendo), en acto, mediante su acción. Sartre ha popularizado en El ser y la Nada una versión existencialista de esta concepción hegeliana. En “La filosofía social y la política de Hegel”, de Julio De Zan, 2009 http://books.google.com.uy/books?id=6spfm1rDoKUC&pg=PA223&lpg=PA223& dq=hegel+separaci%C3%B3n+entre+el+hombre+y+la+naturaleza&source=bl&ots =wWoQKPrz2d&sig=h3PWw1qKIITNyW9OFJKReZvfYv8&hl=es&sa=X&ei=Vh9pT8 DUJKSLsQL7tfScCw&ved=0CFAQ6AEwBw#v=onepage&q=hegel%20separaci%C3% B3n%20entre%20el%20hombre%20y%20la%20naturaleza&f=false Página 2