Stan Getz: hecho y olvidado. Artículo por Juanma Castro

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Stan Getz: hecho y olvidado.
Artículo por Juanma Castro
Medina
“Hecho y olvidado”, esta expresión extraída de una entrevista
realizada al saxo tenor Stan Getz, nos sirve para dar nombre
al solo histórico que recordamos hoy, un importante jalón en
la escalada del estilo cool y un verdadero espaldarazo para la
carrera del joven saxofonista.
Y es que, cuando le
preguntaron acerca de la brillante intervención, el
barbilampiño maestro respondió: “No suelo tener copias de mis
viejas grabaciones. La verdad es que no me acuerdo de lo que
he tocado en ellas. Considero a mi música como algo hecho y
olvidado.”.
El solo, grabado en 1948, lo encontramos
incardinado en el tema de Ralph Burns y
Woody Herman titulado “Earley Autumn”, del
disco que podréis encontrar con el
“ingenioso” nombre de: Woody Herman
featuring Stan Getz.
El
álbum, se
compone de temas elegidos del concierto
que Herman grabó en el Carnegie Hall, para
celebrar el 40 aniversario de esta famosa sala.
También
existen reediciones posteriores del tema, contenidas en varios
recopilatorios, como por ejemplo: The Definitive Stan Getz.
Mención especial merecen algunos componentes de la orquesta
del genial Herman, orquesta que en opinión del historiador Ted
Gioia: “es un exponente tardío de la era del swing, que desde
la perspectiva actual, puede considerarse como un precedente
de la escuela cool”.
Estos componentes a los que nos
referimos son, ni más ni menos, que los destacados y famosos
four brothers: el propio Getz, Zoot Sims, Herbie Steward y
Serge Chaloff, estos últimos importantes por dar cobertura, en
todos los sentidos, al novato saxofón tenor y por su
proyección posterior.
Avanzando un poco más, podemos decir que
la magnitud del solo que rememoramos,
viene dada por dos hechos. El primero,
porque contribuyó a que el cool fuera
definiéndose como un estilo diferente al
bop y con carácter propio, creando a su
vez una división en el mundo del jazz de
la época: los partidarios de un sonido
anguloso y duro, el bebop, representado por Charlie Parker o
incluso por Coleman Hawkins, y los seguidores de una música
más dulce, melódica y limpia, el cool, cuyos mayores
exponentes fueron el mismo Stan Getz o Miles Davis.
El
segundo hecho del que hablamos, es el empujón que el solo dio
a la carrera de nuestro músico, identificado, a partir de
entonces, por poseer un sonido liso y puro, con toques etéreos
y viriles, sin dejar de lado la alternancia del uso entre la
dureza y la ternura.
Como dicen Arnaud y Chenel muy
acertadamente:
“Stan Getz sugería más que afirmaba”. De
inmediato el estilo Getz fue copiado y reusado por cientos de
músicos, y el boca a boca de los aficionados fue haciendo cada
vez más famoso a su autor. Así, Getz fue ganando nombre y
progresando, pasando a ser cada vez más conocido en el extremo
más mediático del mundillo jazz, si es que eso existía. De
esta manera, al poco tiempo, fue apodado con un sobrenombre:
The Sound.
Amigos, el mismo hecho de que te pongan un
sobrenombre denota una cierta importancia o jerarquía entre
los tuyos, y más, si el mote es, como en este caso, tan loable
como el que nos acontece. Aunque no lo quisiera reconocer, el
solo protagonista de hoy, fue todo un fetiche para El Sonido,
un take off, un despegue, el inicio de la carrera triunfal de
Stan Getz, aunque no exento de varios bajones en su gráfica
vital, pero eso… es otra historia.
Por último, permítaseme acabar llevando la contraria al
maestro, la música de Stan Getz está “hecha, pero nunca
olvidada.”.
© Juanma Castro Medina, 2014
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