Guía de estudio semanal *** Casas de Bendición El Sermón del Monte (I) Las Bienaventuranzas ENTREMOS EN TEMA “Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta” (Filipenses 2:15 NTV) Lección 2 EMPECEMOS COMPARTIENDO Las instrucciones que Jesús difundió en el llamado Sermón del Monte son, quizás, las más conocidas, pero a la vez las menos comprendidas. Este cuerpo de enseñanzas, llamada por algunos las leyes del Reino de Dios, son de vital importancia para aquellos que procuran ser auténticos discípulos del Señor. Es por esto que consideramos de vital importancia entender, y luego obedecer, lo que Jesús pretende de sus seguidores. Hoy en día que, con tanta facilidad, iglesias y personas se autodenominan cristianos, más que nunca debemos volver a la medula de la enseñanza de Jesús, quien por medio de las bienaventuranzas nos trazó el perfil del carácter del verdadero discípulo, y la conducta de estos en el mundo. El Señor espera que seamos esta clase de personas, no solo porque quiere que los suyos nos distingamos de los demás en la forma de pensar y de actuar, sino porque solo los que tengamos estas características podremos ser la sal de la tierra y la luz del mundo. Solo los Bienaventurados, según el criterio divino, podrán ejercer una buena influencia en un mudo oscuro y corrompido como en el que vivimos. Es por esto que consideramos vital entender a fondo las profundas enseñanzas que se desprenden de cada una de las bienaventuranzas. ¿DE QUÉ SE TRATA? Mateo 5. 1-12 PARA COMPARTIR ENTRE TODOS Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos ¿Ha leído alguna vez las bienaventuranzas? ¿Comprende la profundidad de sus alcances? ¿Cree que su vida se ajusta a las demandas que ellas plantean? Hemos dicho que bienaventurado quiere decir dichoso, feliz, bendito, que esto se refiere a personas que experimentan tal estado, no por lo que tiene, sino por lo que son. Es decir que la dicha que poseen no proviene de una fuente externa, sino que por el contrario, brota de su interior. También dijimos que las bienaventuranzas no describen a ocho tipos de personas diferentes sino que, en un todo, describen un carácter, una mentalidad y una forma de vida. Sin duda Jesús estaba estableciendo, a través de ellas, la naturaleza de la cultura del Reino de Dios, y el criterio y la conducta de todos aquello que vivan en el. Finalmente veamos que cada una de ellas contiene una recompensa que explica el porque de la dicha que tiene la persona a pesar de su situación. Analicémosla 1. Los pobres en espíritu Esta primera bienaventuranza es clave porque nos muestra cual es la relación que un verdadero discípulo debe tener con Dios. ¿Quiénes son los pobres en espíritu? Son aquellos que están afligidos y son incapaces de librarse por si mismos. La pobreza indica un grado de necesidad y dependencia total. Pobre es aquel que no solo no tiene nada, sino que además es conciente que nada puede alcanzar. Debemos aclarar que Jesús no esta elogiando la pobreza material, ni tampoco la esta aprobando, tampoco esta haciendo aquí una critica social, su propósito en este contexto es otro. En el Salmo 34:6 David exclama “Este pobre clamó, y lo oyó Jehová y lo libró de todas sus angustias” A pesar de ser el rey, David se consideraba un pobre en su aflicción y necesidad, confesó que era incapaz y sin recursos, por lo cual clamo al que reconocía como el Todo suficiente y Todopoderoso Dios IEB CASA DE BENDICION ** CAPITAN BERMUDEZ Guía de estudio semanal *** Casas de Bendición. “Porque yo soy el Dios eterno y mi nombre es Santo. Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con los pobres y animo a los afligidos” (Isaías 57: 15 LA) “Tú dices: Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo” (Apocalipsis 3:17) Son Bienaventurados los que reconocen su pobreza y bancarrota espiritual delante de Dios. No tenemos nada para ofrecerle, nada para comprar su favor, nada que merecer, más que su justo juicio por nuestros pecados. Solo el que se reconoce en esa condición puede alcanzar la gracia de Dios. Pero lo mas maravilloso de esto es que Dios, por medio del profeta Isaías, nos hace saber que a El le complace habitar en medio de personas que se consideran así. Dios siempre esta dispuesto a atender la voz y el clamor de los que se consideran pobres y necesitados de El. “Tú, Señor, estás en las alturas, pero te dignas atender a los humildes; en cambio, te mantienes alejado de los orgullosos” (Salmo 138:6) Cuando María entona su himno de alabanza al Señor declara: “El Señor se ha dignado mirar a su humilde sierva, Y desde ahora me llamarán dichosa por todas las generaciones” No encuentra motivos para que Dios se haya fijado en ella, se considera a si misma una mujer indigna, de baja condición, una esclava, que ha recibido tamaña distinción solo por la gracia y la misericordia divina. Reconoce que solo por esta acción de Dios en su vida, y ajeno a cualquier merito personal, se considera una bienaventurada que gozara del reconocimiento de todas las generaciones. Su canto evoca a Dios actuando de una manera consecuente con su naturaleza santa, ya que al humilde exalta, y al orgulloso y poderoso dispersa y quita de su trono; a los hambrientos colmo de bienes, y a los ricos los despidió con las manos vacías (Lucas 1.46-53) John Stott dice: “En el mismo comienzo del Sermón del Monte, el Señor contradijo todos los juicio humanos, ya que el Reino es dado a los pobres, no a los ricos; a los débiles, no a los poderosos; a los niños pequeños, humildes y dependientes, y no a los soldados que se jactaban de sus fuerzas; no a los fariseos que se jactaban de sus meritos, sino a los publicanos, a las prostitutas, la hez de la sociedad humana, que sabían que eran tan pobres que no podían ofrecer nada, ni alcanzar nada. Todo lo que podían hacer era clamar a Dios por misericordia; y El oyó su clamor” Un ejemplo trágico que debemos considerar, ya que nos atañe por el hecho de ser nosotros también la iglesia del Señor, es el de la iglesia de Laodicea. Esta gente tenia una consideración de ellos mismo tan alta como equivocada. Ellos se median según la regla de este mundo, pero cuando Dios los expone a su escrutinio eran todo lo contrario de lo que creían ser. Cuidémoslo de no caer en semejante contradicción Finalmente, no es de extrañarse entonces que la promesa, la recompensa para tales personas sea lo que todos deseamos y anhelamos alcanzar, el Reino de los Cielos. Ese lugar de entero bienestar, de justicia plena y total, donde estaremos reunidos con el Señor por la eternidad, es solo para esta clase de personas. Jesús lo prometió: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Ese es el lugar de ellos, porque el Reino de los Cielos no se merece ni se compra, se da como gracia a aquellos que reconocen su pobreza espiritual, y ponen su fe en Jesucristo. ¿SEÑOR ¿QUÉ QUIERES PARA NOSOTROS HOY? APLICANDO ESTA VERDAD A NUESTRA VIDA Que entendamos la profundidad de la enseñanza del Sermón del Monte Que trabajemos nuestro carácter para llegar a ser los discípulos que el busca Que toda actitud orgullosa y suficiente nos aleja de la presencia de Dios Que nunca olvidemos que todo lo que recibimos de Dios es pura gracia PARA RECORDAR EN LA SEMANA NUESTRO COMPROMISO Orar unos por otros para que seamos librados de la arrogancia espiritual Oremos para que nuestra congregación se ajuste al modelo de esta enseñanza Oremos unos por otros para que la promesa de Jesús nos mueva a ser discípulos con las características y el carácter expresado en el Sermón del Monte IEB CASA DE BENDICION ** CAPITAN BERMUDEZ