DE HISTORIA NATURAL a una rapaz el ave parasitada aludida con la frase alemana copiada, diciendo: «Le matériel qui a servi de base à la description originale provenait d'un oiseau de l'ancien sud-ouest africain allemand. L'étiquette portait comme nom d'hôte Drei zehiger Hiihnervogel, que nous avons rapporté à un gallinacée, aucun ornithologiste n'ayant pu donner le nom exact de l'animal. Cette fois encore, nous sommes assez peu fixés sur le nom spécifique de l'hôte qui serait, d'après l'étiquette du flacon, un «rapace», c'est-à-dire probablement un accipitre. Nous pensons que le terme «Hiihnervogel» prête à confusion et ne signifie pas nécessairement, comme nous l'avons cru, un gallinacée. Il s'agirait plutôt d'un accipitre». Fuhrmann (1932, pág. 108), como tal parásita de accipitriformes, la incluye en su revisión de tenias de aves, y, sin embargo, nada hay más lejos de estas interpretaciones. Hemos visto que nuestro material coincide en líneas generales con la rápida descripción de Baer, modificada con aportación de detalles nuevos por el estudio más minucioso efectuado por nosotros; así, la inclusión en el género Icterotaenia, o más moderno Paricterotaenia, no es posible, demostrada por nosotros la evolución uterina indicada, finalizando en la formación de cápsulas uterinas uniovuladas, forzándonos a situarla en el género Choanotaenia, adonde irán a parar muchas especies dadas a conocer o colocadas en la actualidad en los Paricterotaenia o Anomotaenia, como hemos empezado a demostrar en varias de ellas, hecho nada raro si se tiene en cuenta la celeridad que muchos se dan en describir y clasificar especies nuevas sin un estudio serio de ellas o con un material incompleto, y de aquí las contradanzas de unos a otros géneros, muy destacadamente entre los nombrados y de ellos a los Amoebotaenia, Liga, etc., debido muy particularmente al deficiente conocimiento de la evolución uterina, dato imprescindible para una buena situación en la serie, así como para el conocimiento específico verdadero. Exceptuada esta diferencia, no real, sino consecuencia de un mejor estudio del cestode, sólo las dimensiones de los ganchos rostelares aparecen algo distintas; pero en órganos tan grandes, diferencias como las registradas, o sea 370 [i para el material de Baer, 250-300 ¡JL para el nuestro, no creemos justifiquen sino una variedad, para la que proponemos el nombre de mesacantha nov. var., por ser intermediaria en longitud entre la forma africana dada a conocer por Baer y la europea (Ch. corónala). Otro tanto podemos decir de los demás detalles, entre ellos el número de testículos, etc. Pero, además, la localización copiada por Baer de «.Drei zehiger Hüknervogeh no sólo no es imprecisa, sino confirmadora de nuestro