Los votos de obediencia, pobreza y castidad Los tres votos de obediencia, pobreza y castidad son caminos de maduración humana y caminos para transformar nuestras necesidades humanas fundamentales en necesidades espirituales. • Al miedo que le produce un destino desconocido, la persona responde esforzándose, normalmente, por centrarse en sí misma. En cambio, la obediencia, que es una posibilidad que parte de la fe en Dios, el cual quiere que yo esté vivo, me libera del falso centrarme en Hay una serie de aproximaciones antropológicas para comprender los consejos evangélicos como una posibilidad de llegar a ser personas. Así, el psicoanalista Schultz-Hencke ve, en los consejos evangélicos, actuaciones de base de la persona, con las cuales ésta se sirve de sus instintos de un modo totalmente concreto. Los consejos evangélicos tratan de educar los instintos fundamentales de la persona, y sublimarlos. Bernd Fralig, teólogo moral de Würsburg, ha desarrollado otra aproximación, también referida a un ensayo del teólogo de Paderborn, Eugen Drewermann: en los consejos evangélicos Fraling ve una respuesta, proveniente de la fe, a los miedos fundamentales de la persona. En efecto: mí mismo, del permanecer bloqueado en mí mismo. • Al miedo de morir de hambre, la persona responde buscando las seguridades materiales. Con el voto de pobreza, en cambio, la persona rompe estas seguridades mediante la confianza en Dios. Por ello, su modo de comportarse frente a las cosas materiales cambia y asume la justa medida. • Al miedo frente a la volubilidad de la vida, la persona responde ligándose con otra persona y fundando una familia, en la cual se siente protegido y sostenido. Sin embargo, una relación humana muy fácilmente puede dañarse, si la persona se aferra a ella. La castidad nos quiere mostrar que a partir de la confianza en la protección de 26 C S R F P / V I D A C O N S A G R A D A