En el caso en que el capítulo de anteridios ocupe toda una rama lateral o la mayor parte de ella, es excepcional que la rama mascu­ lina continúe creciendo; antes al contrario, se queda tan corta que los capítulos anteridiales parecen ordinariamente órganos empotra­ dos en la fronde principal (figs. 141 C y 142 A), que sigue ensan­ chando las alas y envolviendo a los ramos masculinos que permane­ cen cercanos a la línea media. Sin embargo, los ramos masculinos peltados, de que ahora se hará mención, tienen una parte alargada no ocupada por los anteridios, y muestran claramente que son ramas individualizadas. Dos modalidades se dan en estos ramos anteridiales en cuanto Fig. 141. — A, fronde masculina de Grimaldia dichotoma; B, fronde de Plagiochasma rupestre con dos grupos de anteridios; C, fronde masculina de Lunularia cruciata, X 2; 6, corte de un capítulo de anteridios de Plagiochasma; e, corte de un capítulo de anteridios de Lunularia, X 7. a su desarrollo: en el caso más sencillo, el ramo anteridial, sea late­ ral o ventral, representa una rama indivisa y los anteridios nacen de una manera análoga al caso del capítulo en el extremo de la fronde; los anteridios más cercanos a la base son los más viejos, los que primeramente se han formado (fig. 141 c); pero los recep­ táculos peltados de Marchantía, Preissia, Dumortiera y Bucegia (fig. 142 B) y los capítulos de Conocephalus representan una rama que se ha bifurcado una, dos y tres veces antes de dar naci-