La niña que vino del mar. Capítulo 2 Fé Hernández Bello EL REGRESO DE TOTITA. La niña que vino del mar. Capítulo 2 Fé Hernández Bello EL REGRESO DE TOTITA. Una de esas tardes en que Charito jugaba con sus amiguitos en la playa de repente miró hacia el mar y cuál fue su sorpresa al observar una pequeña cabecita que sobresalía de las olas, pensó: “ es una tortuga!, ¿será Totita?, ¡no lo creo!, se respondió en silencio Charito, ella hace tiempo que se marchó de aquí, ¡ya me habrá olvidado! no creo que sea ella”… los niños la observaban en silencio y en un momento dado voltearon hacia donde Charito veía con insistencia, curiosos por saber qué era lo que observaba todos vieron aquella pequeña cabecita y gritaron ¡es una tortuga!, ¡es una tortuga! ….!viene para acá! - ¡No es una tortuga cualquiera, es mí tortuga Totita!, ha venido a saludarme, ¡se acuerda de mí, se acuerda de mí! - ¡Todas las tortugas son iguales!, alguien gritó. - ¡Noooo! ….yo conozco a mi tortuga, ¡sé que es ella! Te aseguro que me ha visto y vendrá hasta mí en cuanto toque la playa. - No lo creo, esperaremos todos aquí y veremos si en verdad se dirige hacia ti o se va para otro lado. La niña que vino del mar. Capítulo 2 Fé Hernández Bello Todos los niños se quedaron parados en silencio, expectantes, solo esperando ver cuál era la reacción de aquella tortuga que se acercaba cada vez más hacia ellos, cuál fue su sorpresa que en el momento en que llegó a la orilla se dirigió hasta donde estaban los niños, ellos emocionados armaron tremenda algarabía, la tortuga se ubicó frente a Charito, subió sus patitas delanteras a los pies de Charito y con ternura frotó su cabecita en las piernas de la pequeña, quien emocionada la abrazó y le decía que nunca había perdido la esperanza de verla regresar del mar. Decía una y otra vez : “sabía que no me olvidarías, Totita, mi Totita, mi linda Totita”. Las lágrimas de Charito rodaban por sus mejillas y llegaban hasta la cabecita de Totita, quien las disfrutaba por su exquisito sabor a sal. Los niños al ver que en realidad era la tortuga de Charito, la rodearon y comenzaron a jugar y reír con ella, Totita como respuesta tocaba suavemente los pies de los niños con la cabecita en señal de agradecimiento por la recepción, la tarde se hizo fiesta. La niña que vino del mar. Capítulo 2 Fé Hernández Bello Comenzaba a oscurecer y Totita partió nuevamente en busca del sol, se metió al mar pero en esta ocasión Charito la acompañó unos metros, de pronto, Totita se detuvo y miró a Charito, hizo algunos movimientos indicando a la pequeña que debía regresar, ella entendió y regresó a la orilla con sus amigos que la observaban detenidamente, Charito comenzó a nadar de regreso sabiendo que volvería a ver a Totita cada tarde antes de ocultarse el sol. Así pasó un tiempo y todas las tardes Charito iba a la playa a esperar a Totita quien continuaba creciendo y visitando a Charito en la orilla del mar. Continuará… La niña que vino del mar. Capítulo 2 Fé Hernández Bello