Tú No es tu mirada, tampoco es aquel hermoso lunar del rostro, ni tu boca pequeña, ni los finos labios que portas. No, definitivamente no es tu figura perfecta, ni tu trato gentil, ni tu voz, ni tus ojos grandes y tampoco tu cabello entintado por el color de temporada. No son tus bellos pechos, ni aquella cintura que haría chocar al más experto piloto de carreras. Ni las mágicas curvas de tus glúteos, ni tus pantorrillas, ni tus largas piernas, ni tus manos, ni tu espalda. No son tus supuestas imperfecciones, ni tus dudas, ni tus sueños, ni tus compromisos. No es lo que quieres y no quieres. No, no son ninguna de estas partes de ti, sino lo son todas y cada una de ellas juntas, la razón de estas líneas, tú.