9.1. Los Austrias del siglo XVII. Gobierno de validos y conflictos internos Tras la muerte de Felipe II, se sucedieron tres reinados, cuyos monarcas renunciaron a ejercer personalmente las tareas de gobierno, que pasó a manos de los llamados validos, (Persona de su plena confianza que asumió la máxima dirección de los asuntos políticos y que influye o toma las decisiones en nombre del monarca). La aparición de los validos se debe al desinterés por el poder de los Austrias pero también a la complejidad del gobierno que hacía imposible que el monarca se ocupara personalmente de todos los asuntos. Felipe III (1598 - 1621) nombró valido al duque de Lerma, quién puso en los puestos altos del Estado a sus partidarios y familiares. Su política se basó en el mantenimiento de la paz internacional, la expulsión de los moriscos de la Península (300.000 moriscos) y los casos de corrupción que le enriquecieron a él y a sus seguidores. La expulsión de los moriscos se debió a la búsqueda de la unidad religiosa y su aumento demográfico. Fueron acusados de seguir practicando la religión musulmana y de colaborar con los piratas bereberes. Las consecuencias de su expulsión fueron nefastas ya que se perdió una gran mano de obra. Felipe IV (1621 – 1665) nombró valido a Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares. En su reinado la Hacienda estaba en bancarrota. Su política se caracterizó por el autoritarismo y la centralización (Quiso reforzar el poder monárquico e integrar a todos los reinos en un mismo estado, con las mismas leyes e instituciones siguiendo el modelo castellano). Otro objetivo fue impulsar la economía y reforzar la Hacienda combatiendo la corrupción. Su intento fracasó y originó grandes problemas internos. En política exterior tuvo que hacer frente a la guerra de los Treinta Años (1618-1648). El objetivo español era recuperar el poderío en Europa lo que provocó el enfrentamiento con otras potencias como Francia, Holanda, Inglaterra y Suecia. En política interior, realizó un conjunto de reformas cuya finalidad era la de reforzar la autoridad real. Estaba convencido de que Felipe IV debía convertirse en rey de España y no de una suma de reinos. Para ello planteó unas propuestas: Recortar los gastos de la Corte; Protección de actividades artesanales y de comercio nacionales; Creación de una red de bancos para liberar a la Corona de su dependencia de la banca extranjera; Medidas fiscales para aumentar la población; creación de la “Unión de Armas”, un ejército permanente al servicio de la Corona. Las resistencias a estas reformas fueron múltiples. La Unión de Armas también fracasó, por la oposición de las Cortes de Aragón y de Portugal. Esta oposición desembocará en las revueltas catalanas de 1640 y en la independencia de Portugal. Carlos II (1665 – 1700). Con este rey concluye la dinastía de los Austrias. Hereda la Corona con cuatro años, por lo que su madre, doña Mariana será la regente y se ayudará por medio de varios validos. Carlos II es conocido como “el hechizado”, Fue un monarca incapaz física y mentalmente, sin conocimientos políticos y enfermizo, que murió sin descendencia dando lugar a la Guerra de Sucesión. En su reinado se sucedieron varios validos, aunque éstos no tuvieron el poder de los anteriores. En 1700, un mes antes de morir, Carlos II nombró heredero a Felipe de Anjou, que fue nombrado rey de España como Felipe V.